PRIORIDADES DE LA INVESTIGACIÓN Y PARTICIPACIÓN EN EL CAMPO DE LA SALUD por Pablo Anzalone

Artículo publicado en EL DIARIO MEDICO N° 264 marzo 2023.

Destacando la oportunidad de aprendizaje que significó el taller sobre “Salud en intersección: medio ambiente, salud animal y seguridad alimentaria” del Programa de Investigación e Innovación para la Inclusión Social CSIC (Comisión Sectorial de Investigación Científica) de la UDELAR, he tratado de ordenar mis ideas sobre las prioridades para la investigación y la acción en el campo de la salud en el próximo período.

Como señala la invitación al taller realizado el pasado 2 de marzo “el objetivo de este programa es promover la realización de proyectos de investigación e innovación, en todas las áreas de conocimiento, orientados a colaborar con la resolución de problemas que dificultan la inclusión social de algún sector de la población uruguaya. En la presente edición, el programa priorizará demandas de conocimientos y tecnologías derivadas de la atención de salud y su inserción territorial”. CSIC convoca a priorizar y sintetizar demandas de conocimientos y tecnologías que podrían contribuir a mejorar la situación de poblaciones vulnerables.

Procuraré resumir en 10 puntos las reflexiones que me suscita esta invitación tan pertinente y oportuna.

1.-IMPACTOS . En el próximo periodo las poblaciones vulnerables serán afectadas por varios fenómenos de alto impacto relacionados con las crisis social, económica y sanitaria, las mayores desigualdades y el deterioro ambiental. Desde la realidad diaria grandes sectores de nuestra sociedad sufren carencias importantes que afectan la calidad de vida. Hay muchos análisis que caracterizan esta situación crítica ambiental, social, económica, alimentaria y sanitaria. Para mencionar solo una: la declaración conjunta de las máximas autoridades 1 de FAO, BM, FMI, OMC y PMA que afirma en febrero de 2023 que “A nivel mundial, la pobreza y la inseguridad alimentaria están aumentando tras décadas de avances en materia de desarrollo. Las interrupciones en las cadenas de suministro, el cambio climático, la pandemia de COVID-19, el ajuste financiero a través del aumento de las tasas de interés y la guerra en Ucrania han causado un impacto sin precedentes en el sistema alimentario mundial, y los más vulnerables son los más afectados. Según el PMA, 349 millones de personas en 79 países sufren inseguridad alimentaria aguda. La prevalencia de la desnutrición también va en aumento, luego de tres años de deterioro. Se espera que esta situación empeore, y se prevé que en 2022 y 2023 los suministros mundiales de alimentos caerán al nivel más bajo de tres años”. 2

Los problemas ambientales forman parte de nuestra vida cotidiana con fenómenos extremos como el calor agobiante, la sequía, los incendios y procesos de contaminación del agua y el suelo cada vez mayores. También en Uruguay. Algunos gobiernos como el de Petro en Colombia y Lula en Brasil han puesto la protección ambiental, en los primeros lugares de la agenda mientras que muchos otros (como el nuestro) miran para el costado como si no fuera a afectarnos a todos. El aumento de las desigualdades, de la concentración de la riqueza, de la tecnología y del poder en un pequeño sector mientras se despoja a las grandes mayorías tiene efectos múltiples en la sociedad y por lo tanto en la salud.

Mientras tanto la carrera armamentística ha vuelto a recrudecer y muchos gobiernos destinan una enorme cantidad de recursos a esa lógica destructora de la vida. La guerra retorna al escenario mundial y esa espiral biocida crece en las principales potencias y afecta a todo el planeta.

Como bien se ha dicho la salud es una: ambiental, humana y animal entrelazadas.

La atención sanitaria se ha deteriorado en nuestro país por la combinación de nuevos problemas y elementos de mas larga data. La pandemia y las omisiones del Estado fundamentadas como teorías de la responsabilidad individual han agravado la situación sanitaria. El aumento de la pobreza infantil y adolescente o el incremento brutal de la cantidad de personas en situación de calle son una punta del iceberg de la crisis social. Los impactos sobre la salud afectan a corto plazo pero también a mediano y largo plazo. A pesar del cambio trascendente y positivo que significó el Sistema Nacional Integrado de Salud SNIS vemos señales preocupantes de desgaste por falta de controles sobre la aplicación efectiva del PIAS Plan Integral de Atención a la Salud, el incumplimiento de la ley de salud mental y las violaciones al derecho universal de acceso que significan los planes VIP , entre otros factores negativos.

2.-AGENDA DE INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPACION. La investigación como producción de conocimientos en un escenario de incertidumbres es un factor importante para aportar a políticas públicas y acciones sociales o institucionales que enfrenten los problemas de manera integral. Para ello es fundamental que se asocie con la formación permanente de los actores sociales e institucionales y con la acción transformadora. Entre otros enfoques cabe particularmente apoyar las estrategias de IAP, Investigación Acción Participación, que desarrollen vínculos horizontales y estrechos con las comunidades. La construcción de una agenda compartida es necesaria para evitar la fragmentación de los esfuerzos y su lejanía de la realidad social sobre la cual se trabaja. El recorte de recursos presupuestales para la Udelar y en general para la investigación, se parece más a darse un tiro en el pie como país que a cualquier forma de “ahorro”. La pandemia demostró la importancia de la capacidad científica nacional para hacer frente a las situaciones críticas y para pensar el largo plazo. Las modalidades de articulación y alianzas con las comunidades y los temas a priorizar son un aspecto no menor en la gestación de una Agenda compartida.

3.-PARTICIPACION SOCIAL. Tal como ha jerarquizado la OMS y OPS en los últimos años la participación social en el campo de la salud es una estrategia fundamental y una de las funciones esenciales de la Salud Pública. Ese es el quid de la inclusión social en clave democratizadora. Las desigualdades existentes son el mayor obstáculo para la inclusión social y en especial las desigualdades de poder social, económico, político y cultural. Los paradigmas de pasividad y obediencia, de subalternización y control, así como los de omisión del Estado y la Sociedad porque se piensan los problemas como individuales, no ayudan a resolver las crisis sino por el contrario las profundizan . No se precisan más “pacientes” sino personas con derechos, participantes, protagonistas. Aprendiendo de las múltiples experiencias y ámbitos de participación generados en el SNIS, corrigiendo insuficiencias y errores, se trata de ampliar las formas de involucramiento social en las politicas de salud, fortaleciendo las organizaciones sociales comunitarias a nivel nacional y local.

4.-AREAS PRIORIZADAS . En tal sentido es necesario investigar, formar y actuar sobre los siguientes áreas , entre otras, centrando el abordaje en sus problemas críticos y al mismo tiempo creando redes territoriales que incorporen promoción, prevención, atención y rehabilitación de los mismos:

  • Pobreza infantil.
  • Adolescencias
  • Personas Mayores
  • Cuidados y Prevención de la dependencia
  • Ambiente y Salud
  • Alimentación y Salud
  • Salud Mental
  • Violencias patriarcales

Cada uno de ellos y en su interrelación son campos donde la salud y la vida están en cuestión. Estas áreas se cruzan con la dimensión territorial determinando la concentración de algunas de sus manifestaciones en ciertas zonas.

5.-OSN. OBJETIVOS SANITARIOS NACIONALES. Con estas grandes áreas priorizadas cabe apoyar la planificación por OSN contribuyendo a su mayor estudio y al desarrollo de las líneas de acción para alcanzar las metas propuestas a 2030, así como su actualización. Esta forma de planificar sale de la lógica de la rutina asistencial, o del lucro y la mercantilización para centrar los esfuerzos en problemas críticos, objetivos, metas y líneas de acción. Dimos los primeros pasos en esta materia a partir de 2015 y es destacable que haya habido una continuidad en la utilización de la herramienta en este nuevo gobierno. Desde la Red de Municipios y Comunidades Saludables se elaboraron una cantidad importante de propuestas, observaciones, correcciones y agregados a la versión inicial del MSP que se presentó en una consulta pública. No se conocen hasta el momento cuales de esos planteos han sido incorporados y tampoco hay una convocatoria pública a sumar fuerzas para el logro de los objetivos y metas imprescindibles hacia el 2030. De todas maneras la investigación no puede ignorar estos objetivos a mediano plazo y por el contrario puede aportar mucho para su efectivo cumplimiento.

6.-OSL. OBJETIVOS SANITARIOS LOCALES. Un aspecto relevante a crear y jerarquizar es la dimensión local como espacio de participación social e institucional para encarar los problemas críticos. Se trata de incrementar las capacidades de los actores locales para la realización de diagnósticos participativos y planes de acción, rendición de cuentas y participación de la población en los problemas priorizados. En especial el protagonismo de las comunidades es un factor clave para la elaboración de OSL Objetivos Sanitarios Locales y promover las acciones intersectoriales para su consecución. Hasta ahora esa dimensión local no ha sido considerada pero no es admisible dejarla de lado en la planificación estratégica ni en los planes a corto plazo.

7.-ALIANZAS ENTRE ACADEMIA y COMUNIDAD . Las alianzas entre comunidades y academia son un eje estratégico que permite la articulación (sin subordinación) con los gobiernos municipales, departamentales y nacional. Cabe destacar que los tres niveles de gobierno tienen responsabilidades y también capacidades para la interrelación con la academia y la comunidad. Los municipios por ejemplo son un actor institucional a jerarquizar por su cercanía a los territorios. Tanto la investigación, como la extensión universitaria y también la formación de profesionales comprometidos con la realidad actual requieren esas alianzas, que se basa en el dialogo de saberes. Para la academia tener interlocutores con quienes trabajar conjuntamente en la comunidad y en los gobiernos va mucho mas allá de contrapartes que acompañen los proyectos. Significa construir dinámicas de aprendizajes mutuos, alianzas fecundas con actores diversos, aportar y recibir de ellos, para producir conocimientos nuevos y acciones mas efectivas.

8.-SISTEMA NACIONAL DE CUIDADOS. Contribuir a retomar las políticas de cuidados con miras a la profundización del Sistema Nacional de Cuidados es un punto importante para la inclusión social. Uruguay dió algunos primeros pasos en esta estrategia que luego se ha detenido e incluso ha retrocedido en algunos planos. El campo de los cuidados es cada vez más relevante para nuestras sociedades donde las reivindicaciones de género, se articulan con las necesidades en incremento de la primera infancia, los discapacitados y las personas mayores. Para todas las generaciones la prevención de la dependencia desde los territorios es la clave del envejecimiento saludable y activo. Allí la experiencia de los centros diurnos articulados con todo el entramado de colectivos,instituciones y movimientos socioculturales, es un camino positivo para evitar la soledad, el padecimiento individual y la dependencia. Como señala la Articulación Feminista Marcosur en sus “10 Tesis hacia la Sociedad de Cuidados” esta Sociedad de Cuidados es una propuesta de sostenibilidad de la vida, que incluye como eje político el uso del tiempo, enfrentando las desigualdades que se expresan territorialmente y en el rol asignado a las mujeres por los estereotipos patriarcales . Se insiste en estas tesis en la enorme riqueza de formas colectivas para fortalecer el tejido social basadas en la cultura de la cooperación y el cuidado. Salud y Cuidados son dos pilares de la protección social y de la inclusión, pensando en la sociedad del futuro.

9.-SEGUNDA GENERACIÓN DE REFORMAS DEL SNIS. La investigación debe contribuir a la gestación de una segunda generación de reformas para fortalecer al SNIS consolidando sus avances y superando sus déficit, en especial en lo referente al cambio del modelo de atención. El campo de la salud y las políticas de salud no pueden limitarse al sistema de atención, pero éste sin duda cumple un rol importante. Uruguay realizó un cambio estructural con el SNIS que sigue siendo una referencia en América Latina, pero hay que insistir que es un proceso inconcluso, que requiere nuevas reformas. No es posible encaminar estas reformas innovadoras sin mayores investigaciones. Los avances en la ciencia y la tecnología no pueden ser patrimonio de un modelo mercantilista y asistencialista de la salud, sino que son herramientas también para un modelo integral de abordaje.

10.-DEMOCRATIZACIÓN SOCIAL. La clave de la inclusión social es la democratización de la sociedad y el Estado, ampliando la participación social en las políticas públicas, promoviendo cambios estructurales con redistribución del poder en los principales campos societarios . El ejercicio de los derechos pasa por esos procesos transformadores en lo local y en lo nacional. No se trata solo de abrir espacios y asegurar su funcionamiento sino de construir en la subjetividad colectiva los valores que sustentan la concepción integral, participativa y democratizadora de la salud. La investigación ha demostrado su pertinencia y utilidad para la salud no solo en los aspectos médicos o biológicos sino también en los procesos sociales, psicológicos, vinculares, ambientales, en los que estamos inmersos, con una perspectiva democratizadora. Desde los problemas concretos que nos afectan como sociedad y más aún a los sectores vulnerados, pero también en la visión positiva, propositiva, de una salud como vida digna y disfrutable, como buen vivir.

1Declaración conjunta de las máximas autoridades del FMI, GBM, FAO, OMC y el PMA sobre la crisis mundial de seguridad alimentaria y nutricional – World | ReliefWeb

2Luego de este sombrío panorama las recomendaciones de estos organismos suenan a recetas conocidas e insuficientes.

VALIOSO APORTE DE OMS SOBRE PARTICIPACIÓN SOCIAL EN SALUD por Pablo Anzalone

escribe Dr. Pablo Anzalone

Artículo publicado en EL DIARIO MEDICO N° 262 Enero 2023

En 2022 OMS presentó en varias instancias un Manual cuyo título es Voz, agencia, empoderamiento – Manual sobre la participación social para la cobertura sanitaria universal. Se trata de un conjunto de propuestas y orientaciones para abordar ese aspecto de las políticas de salud 1. Además de conceptos generales el manual refiere estudios de caso, investigaciones realizadas sobre procesos participativos en salud en Francia, India, Madagascar, Portugal, Tailandia, Tunez, Mexico, Burkina Faso e Irán. Tuvo la colaboración de la Red Técnica de Participación Social y del grupo interno de OMS sobre participación comunitaria.

Desde Uruguay y pensando en una necesaria segunda generación de reformas en la salud el tema adquiere gran relevancia porque la participación social fue uno de los ejes fundantes del SNIS y su desarrollo tuvo experiencias enriquecedoras y obstáculos que la trabaron. Hacia el futuro la profundización y ampliación de los espacios participativos es una de las claves para involucrar a las comunidades en las políticas de salud y dar un salto en calidad en las transformaciones en este campo.

Prologado por su director Tedros Adhanom Ghebreyesus el documento de OMS fundamenta que la comunidad mundial de la salud debe reconocer la importancia decisiva de prestar atención y destinar recursos al fortalecimiento de la gobernanza de la salud. Para ello importa la incorporación sistemática de la voz de la población a la formulación de políticas y la adopción de decisiones (OMS 2022).

Según la OMS la pandemia del COVID agrega “una luz adicional y esclarecedora sobre la necesidad de la participación social como base para fomentar la confianza en las autoridades y las instituciones públicas”. Citando a Mattos y Serapioni 2 se destaca que la confianza puede fomentarse mediante un diálogo más sólido, regular e institucionalizado entre los poderes públicos y la población, cuando los ciudadanos sienten que las autoridades prestan oído a sus intereses y tienen en cuenta sus perspectivas.

Explícitamente este manual apunta a demostrar a los responsables políticos que la solución para los problemas de comunicación y receptividad entre quienes elaboran las políticas y sus destinatarios es invertir en la creación, fortalecimiento e institucionalización de mecanismos de participación social.

Citando el informe (2018) del Equipo especial de tareas sobre el diálogo entre la OMS y la sociedad civil el presente manual recoge la recomendación a la OMS que «actualice sus políticas, orientaciones y procesos a fin de alentar… a los Estados Miembros a que consulten de manera más regular, amplia y provechosa a las organizaciones de la sociedad civil”.

A tales efectos se definen tres modalidades principales que no son excluyentes sino que se solapan entre sí : las plataformas para la participación directa de la población, los mecanismos de participación a nivel comunitario y el diálogo con las organizaciones de la sociedad civil (OSC).

El texto está centrado fundamentalmente en la incorporación de las voces de las personas al proceso de formulación de políticas en materia de salud tanto directamente desde las comunidades, o también mediante otras organizaciones de la sociedad civil.

La gobernanza del sistema de salud para OMS implica hacer oír la “voz de las instancias interesadas” , es decir, garantizar que las opiniones, experiencias y necesidades de esas instancias sean escuchadas y tenidas en cuenta en los procesos de adopción de decisiones.

En ese sentido es muy importante que los distintos grupos de la sociedad interactúen entre sí y con los responsables de la adopción de decisiones para que las políticas sean más receptivas.

DESIGUALDADES Y DISTRIBUCIÓN INJUSTA DEL PODER

Las desigualdades y la distribución injusta del poder son un obstáculo central para la participación social y al mismo tiempo ella es un camino para reducirlas. Para OMS la complejidad de la gestión de un espacio participativo se resume en disponer de la capacidad para elaborar un formato y diseño que pueda igualar en la mayor medida posible los desequilibrios de poder que dificultan un debate fecundo. No es una tarea fácil y por el contrario exige un proceso de aprendizaje para todas las partes, que debe considerarse (e invertir en él) como una estrategia de acción a largo plazo.

Un elemento importante de la participación (OMS 2022) es la atención que se presta a los grupos marginados y minoritarios de la población que han sido excluidos de los procesos políticos. La participación social es una forma de incorporarlos en la planificación, la investigación y la acción en el área de la salud .

Citando a Robertson y Minkler3 entienden la participación comunitaria como la determinación por parte de los grupos de sus necesidades y el establecimiento de mecanismos para satisfacerlas. Quizás agregaríamos a esta definición el énfasis en la acción colectiva que produce los cambios en los determinantes y hace que los mecanismos funcionen efectivamente o que las políticas sucedan.

La OMS propone que “Participación social” puede ser el término más incluyente por lo que respecta a todas las formas de participación.

Una observación interesante del Manual es que no hay un único mecanismo de participación que sea el mejor, cada uno tiene ventajas y desventajas que dependen de sus características así como del contexto y del contenido. Los estudios de caso presentados muestran una gran variedad de mecanismos en distintos paises y dentro de cada país por lo menos en las experiencias mas ricas. OMS analiza que emplear una combinación de mecanismos permite compensar los contras de cada uno y obtener un resultado más equilibrado. De esta forma se contribuye a triangular las metodologías y reforzar la validez de los resultados.

La deliberatividad, los procesos deliberativos están estrechamente vinculados a la participación social (OMS 2022). En el manual se menciona que además de los métodos consultivos, hay un muchos de los llamados métodos de participación deliberativa.

DIALOGO DE SABERES

Desde las investigaciones que hemos realizado en Uruguay podemos concluir que el diálogo de saberes, los intercambios entre el saber académico y el saber popular son un elemento clave. Las miradas desde la academia y también desde los técnicos que trabajan en los servicios en contacto directo con los problemas, las diferentes disciplinas o profesiones y en particular desde las organizaciones sociales que abordan esos temas desde la comunidad, generan procesos de educación de doble o triple vía. Lejos del modelo bancario que criticaba Paulo Freire de educación unidireccional. En ese sentido el formato pedagógico de esos intercambios es importante para hacer posible la creación colaborativa de conocimientos nuevos y su apropiación por la sociedad. Las experiencias de formación de promotores o agentes comunitarios de salud son instancias particularmente fecundas para dinamizar estos procesos. Los talleres de la Red de Municipios y Comunidades Saludables en 2020, 2021 y 2022 son ejemplos de ese tipo de intercambios de formación/acción e investigación.

OMS remarca que además de los espacios de diálogo presencial, los organizadores de espacios participativos deben aprovechar las tecnologías digitales. Amplia esta fundamentación señalando que los medios digitales por sí solos generalmente no alcanzan para aplicar un enfoque participativo integral y fructífero, pero pueden desempeñar un papel clave para llegar a los jóvenes y a los profesionales que por su trabajo disponen de poco tiempo, si se emplean en una combinación bien estudiada de mecanismos que conformen un espacio participativo.

Aunque no se menciona en esta parte del manual la experiencia de Uruguay muestra que hay otro aporte relevante del uso de medios digitales: la posibilidad de participar de intercambios, con dinámicas de formación/acción desde diversas ciudades,desde localidades pequeñas o desde los ámbitos rurales. La necesidad de trasladarse fisicamente para participar de eventos tiene inconvenientes económicos y de tiempo, para personas con menos recursos o que viven lejos de la capital o los grandes centros urbanos. La realización en Uruguay durante 2023 del 8vo Congreso Interdisciplinario de Salud Comunitaria del Mercosur utilizando medios presenciales y virtuales es una apuesta a un fenómeno que se extendió durante la pandemia: la posibilidad de intercambios horizontales entre distintos colectivos de diversos países usando la tecnología digital en forma creativa.

Buena parte del trabajo referido de OMS estudia las caracteristicas y el “cómo” construir un entorno propicio que funcione como un gran catalizador para que la participación llegue a sus objetivos y expectativas en toda su diversidad .

El Poder y la formulación de políticas de salud es uno de los puntos jerarquizados del documento de OMS para quién el poder enmarca las políticas de salud de muchas maneras, comenzando por quién está autorizado a sentarse a la mesa de formulación de esas políticas y alcanzando la forma cómo se realizan las negociaciones entre las instancias interesadas respecto a la distribución de los recursos y la definición de prioridades. Los desequilibrios de poder exacerban las desigualdades (sociales, económicas y políticas), más aún cuando interactúan con otras características de vulnerabilidad (género,religión, clase, etnicidad, etc) denuncia OMS. Agrega el manual que la posición de inferioridad de poder de los grupos vulnerables determina que sus necesidades en materia de salud no suelan estar en el centro del diálogo sobre las políticas. En última instancia, el poder determina qué problemas del sistema de salud se abordan y priorizan. El mal uso o el abuso del poder es un factor clave del mal funcionamiento del sistema de salud (OMS 2022).

Los desequilibrios de poder pueden darse no solo entre distintos grupos de población (p. ej. ricos y pobres), sino también dentro de los grupos, lo que suele denominarse desigualdades intracomunitarias, es decir a nivel macro y micro. Por ejemplo diversos estudios y debates en Uruguay han puesto en evidencia que las desigualdades por razones de género o de etnia operan también a nivel micro y las lógicas verticales o autoritarias existen también dentro de la sociedad civil. También son obstáculos a la participación democratizadora.

OMS fundamenta que existe un círculo vicioso donde los obstáculos a la participación vinculados a la asimetría de poder intensifican aún más el desequilibrio estructural. Uno de los énfasis del manual es el análisis de muchos obstáculos a la participación de los más débiles y menos poderosos de la sociedad.

Por otro lado se argumenta que un espacio participativo puede ser una herramienta para reducir las asimetrías de poder. Incluso más algunos investigadores definen la propia participación como la “equiparación de las relaciones de poder en los procesos de adopción de decisiones”.

En nuestra opinión el énfasis en los grupos mas desfavorecidos en materia de poder que plantea OMS es muy pertinente. No solo en Uruguay sino en toda América Latina y en el contexto mundial (vease los trabajos de Thomas Piketty) esas desigualdades tienen efectos profundos en la salud.

DIFERENTES PARADIGMAS DE SALUD Y PARTICIPACIÓN SOCIAL

Al mismo tiempo hay otras contradicciones que operan en el campo de la salud y deben ser tenidas en cuenta. Hace muchas décadas que el informe Lalonde (1974) destacó la influencia de los determinantes de la salud y el rol relativamente mas acotado de la asistencia a la enfermedad mientras la asignación de recursos está absolutamente centrada en esta última. La legitimación de esta disparidad es la concepción médico-biologicista hegemónica. Esa concepción excluye a la población de la consideración de los temas de la salud porque el conocimiento está concentrado en el poder técnico. Las personas son objetos de tratamientos, son pacientes, definidos por la patología que sufren, que los identifica en el radar del sistema. Las personas entran al sistema cuando se les diagnostica una patología y salen cuando se curan. La promoción y prevención y la rehabilitación y reinserción no son priorizadas en este modelo. El entorno familiar, comunitario, laboral, sociohabitacional no es tomado en cuenta. Por eso el SNIS en Uruguay se propuso un cambio del modelo de atención que piense los problemas en su integralidad y conciba a las personas en su rol activo, de protagonistas y no solo receptores de las órdenes del poder técnico. El abordaje integral de los problemas es un camino fundamental para la participación plena y ella implica deconstruir las percepciones del modelo hegemónico. Ese modelo es un obstáculo poderoso, objetivo y subjetivo, para la participación. Al mismo tiempo no hay abordaje integral e intersectorial sin participación social.

En el texto que estamos comentando hay una convocatoria a comprender y abordar los obstáculos sociales a la participación. Si bien el empoderamiento económico y social no puede ser responsabilidad exclusiva del sector de la salud, y menos aún a través de un ejercicio de participación limitado, es necesario reconocerlo como un factor estructural que requiere inversiones a largo plazo (OMS 2022).

RECOMENDACIONES DE OMS

La OMS destaca entre las acciones referidas al formato para crear un terreno mas nivelado :

a) poner a disposición recursos humanos y financieros para la participación independiente.

b) Ser transparente por lo que respecta al espacio de participación. c) Brindar oportunidades para la interacción sistemática en el espacio participativo. d) Utilizar un amplio abanico de técnicas de diálogo diversas, adaptadas a los diferentes grupos de población. e) Facilitar el acceso a la información y el conocimiento. f) Comprobar constantemente quién NO participa. g) Llevar a cabo evaluaciones periódicas del espacio participativo que serán tenidos en cuenta en los procesos posteriores y reunir pruebas de lo que funciona bien y menos bien.

Entre las recomendaciones para que la participación puede servir para acrecentar la confianza al permitir que los individuos formen parte de un emprendimiento colectivo, la OMS jerarquiza:

a) Las instancias interesadas se deben tomar en serio y ser tratadas con respeto.

b) El fortalecimiento de las asociaciones que surgen gracias a la interacción sistemática en un espacio participativo fomenta las relaciones entre los responsables de las políticas y los ciudadanos y, por lo tanto, produce una repercusión positiva en las creencias y opiniones que éstos tienen sobre los gobernantes.

c) La participación puede aumentar la rendición de cuentas en lo tocante a las decisiones y ello también contribuye a una relación de confianza.

El texto presentado por OMS en 2022 maneja con fuerza el concepto de “empoderamiento”. Entiende en este sentido que : a) empoderamiento es un proceso de acción social por el que se crea en las personas, organizaciones y comunidades un sentimiento de confianza para actuar hacia metas colectivas. b) El empoderamiento posibilita ser parte y/o influir en las decisiones que afectan a los empoderados. c) La creación de capacidades en la participación social dentro del ámbito de la salud puede considerarse un proceso de empoderamiento.

REPRESENTATIVIDAD DE LA PARTICIPACION SOCIAL

Uno de los capítulos redactado por Kira Koch y Dheepa Rajan aborda el tema de la “Representación en la participación”. La representatividad percibida es una preocupación frecuente de las instancias vinculadas a la gobernanza participativa. Se asocia este asunto con la legitimidad y credibilidad en base a la idea de que si las personas que forman parte de un proceso participativo son representativos de quienes se supone que representan, entonces son considerados legítimos. Y los resultados del proceso participativo son considerados legitimos. De ahí que el manual insista en los mecanismos para seleccionar a las personas participantes.

Agregaríamos de nuestra parte que la experiencia en Uruguay otorga un énfasis mayor a las dinámicas participativas que pueden jugar un papel clave en la representatividad de los delegados sociales. No se trata solo del mecanismo por el cual son elegidos los representantes sino también la consulta e información permanente a las bases sociales, la construcción de acciones amplias donde la población participe, la realización de instancias abiertas de intercambio y reflexión colectivas.

La representatividad no debe considerarse aislada frente a esos otros aspectos: la consulta amplia a la población, la actitud de escucha, los mecanismos regulares de funcionamiento democratizante, la acción integral sobre los problemas priorizados, la modificación de los determinantes sociales, la creación de vínculos participativos y la labor en red, la reducción de las desigualdades y sobre todo la movilización social para resolver los problemas y cambiar positivamente los valores y las estructuras de la sociedad . Se puede tener representantes pero si no se construye un entramado de funcionamiento democrático, y si ese complejo no actúa sobre la realidad los resultados no serán mas participativos. La representación social democrática que analiza largamente el manual de OMS es muy necesaria y está muy bien pensar al respecto para el diseño y formato de los espacios participativos. Al mismo tiempo es preciso evitar la “trampa” de la representación donde los colectivos transfieren la responsabilidad de un tema a sus representantes, sin mecanismos regulares y fluidos de ida y vuelta y sin priorizar la acción para transformar la realidad.

El nudo central de la participación social es democratizar profundamente la sociedad, sus estructuras y las prácticas. No solo en el campo de la salud pero incluyéndolo. Analizando el escenario latinoamericano y el resurgimiento de alternativas autoritarias y añoranzas golpistas con apoyo político y social este aspecto adquiere una enorme trascendencia.

1Voz, agencia, empoderamiento – Manual sobre la participación social para la cobertura sanitaria universal [Voice, agency, empowerment – handbook on social participation for universal health coverage]. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2022. OMS 2022

2Matos AR, Serapioni M. The challenge of citizens’ participation in health systems in Southern Europe: a literature review. Cadernos de Saude Publica. 2017;33(1):e00066716.

3Robertson A, Minkler M. New health promotion movement: a critical examination. Health Education Quarterly.

1994;21(3):295-312.

ENERGICO RECHAZO AL ATAQUE TERRORISTA EN BRASILIA por JAN ROCHA

Publicado en el Blog de Jan Rocha

Brasil: intento de golpe de bolsonaristas | Oficina para América Latina (lab.org.uk)

Jan Rocha es ex corresponsal de la BBC y The Guardian y vive en São Paulo, Brasil. Es autora de varios libros de LAB y contribuye con esta columna regular para LAB, conocida por su análisis incisivo de la política brasileña actual.

10 de enero de 2023:Hace una semana, Brasilia fue escenario de alegres celebraciones del nuevo gobierno de Lula. Pero el domingo 8 de enero llegó un violento recordatorio de que muchos de los millones de partidarios de Bolsonaro, lejos de aceptar su derrota, quieren derrocar al gobierno electo y provocar una intervención militar en el país.

Miles de terroristas bolsonaristas arrasaron sin ser molestados durante horas por las tres sedes del poder de la capital, el Congreso, la Corte Suprema y el Palacio Presidencial, destrozando todo lo que estaba a la vista. Rompieron decenas de ventanas de vidrio, arrojaron muebles afuera, saquearon archivos y robaron objetos de valor, incluidos regalos de gobiernos extranjeros, computadoras, documentos, armas y municiones del departamento de seguridad. Cortaron una pintura por valor de millones de dólares de uno de los pintores más famosos de Brasil, Di Cavalcanti, dañaron irreparablemente un reloj invaluable del siglo XVIII regalado a la familia real por Luis XIV, rompieron todas las fotos de la galería que contenían las de todos los presidentes brasileños desde el comienzo de la república en 1889 y destruyeron todos los objetos en la oficina de la primera dama. Janja.

Solo no lograron entrar en la oficina del presidente porque estaba protegida por una puerta blindada. En la Corte Suprema destrozaron las sillas de los jueces en la sala principal del tribunal donde se llevan a cabo las sesiones plenarias, robaron las togas de los jueces y arrancaron el escudo de armas de la pared. En el congreso invadieron el Senado y rompieron puertas de vidrio. Varios de ellos orinaron y defecaron sobre obras de arte. La ironía de cantar «Lula ladrao, seu lugar é na prisão» («Lula ladrón, tu lugar está en la cárcel») mientras robaban objetos, parece haberse perdido en ellos. Al menos ocho periodistas, tanto brasileños como extranjeros, fueron atacados y a algunos les robaron sus equipos.

La amenaza de los militares

La policía de Brasilia y los dos batallones del ejército de guardias de palacio no se veían por ninguna parte. A los invasores, que habían llegado en cientos de autobuses de todo Brasil el día anterior, no solo se les permitió marchar por la principal Explanada de los Ministerios hasta la plaza de los Tres Poderes, sino que en realidad fueron escoltados por la policía en el camino. La fuerza policial especial del Congreso, armada con escudos antidisturbios, los agitó.

Quedó claro que el nuevo gobierno había subestimado seriamente la realidad de la amenaza, que se había declarado abiertamente en los mensajes de las redes sociales, y tampoco se dio cuenta del alcance del apoyo a Bolsonaro en el gobierno local, comenzando con el propio gobernador del distrito federal, que había insistido en nombrar al Ministro de Justicia de Bolsonaro. Anderson Torres, un oficial de la policía federal, como su jefe de policía. ¿Dónde estaba Torres cuando Brasilia estaba siendo tomada por hordas de extremistas? En Miami, donde Jair Bolsonaro ha establecido su residencia.

El objetivo de la invasión era ocupar las tres instituciones que simbolizan el poder, apoyadas por sectores de la policía y las fuerzas armadas. Tan seguros estaban los vándalos bolsonaristas de que triunfarían, que publicaron videos de ellos mismos destruyendo y destrozando las instalaciones.

El gobierno de Lula había sido advertido por especialistas en seguridad de que muchos miembros de las fuerzas policiales y las agencias de inteligencia eran partidarios del ex presidente, pero subestimaron las posibilidades de una insurrección violenta, basándose en inteligencia defectuosa. ABIN, la agencia nacional de inteligencia, cuya función constitucional es la defensa de la seguridad de la nación, se había convertido en una agencia dedicada a proteger a Bolsonaro y sus hijos de acusaciones de corrupción.

El vandalismo provoca indignación

Pasaron varias horas antes de que hubiera una reacción, provocada por la indignación por lo que estaba sucediendo. Brasilia fue puesta bajo intervención federal, y la policía finalmente se trasladó y detuvo a 300 personas. Interrogados, algunos de ellos dijeron que les habían pagado para venir a Brasilia y les habían dado boletos de autobús gratuitos. Otros parecen haber creído realmente que las elecciones fueron robadas y Lula no tiene derecho a ser presidente.

A la mañana siguiente, la policía y los oficiales del ejército despejaron los campamentos improvisados establecidos por los partidarios de Bolsonaro fuera de los cuarteles militares en muchos estados. En Brasilia, 1.200 personas en el campamento, muchas de las cuales habían participado en las invasiones del día anterior, fueron detenidas. Entre los habitantes del campo había muchos oficiales militares retirados.

Las campañas de desinformación, incluidos los intentos permanentes de Bolsonaro de socavar el sistema electoral, cuestionar la confiabilidad de las máquinas de votación electrónica, atacar al tribunal electoral, apuntan deliberadamente a crear una situación confusa y desorientadora en la que es difícil para muchos separar la verdad de las mentiras.

Es sólo una minoría radical que practica el vandalismo y los ataques a la democracia, pero son parte de un movimiento mucho más grande, que apela a valores profundamente arraigados en los sectores más conservadores de la sociedad brasileña como el machismo, el racismo, el militarismo.

La reacción

Pero las impactantes escenas en Brasilia fueron rechazadas por la mayoría de la población. Para algunos, la violencia del domingo mostró que el bolsonarismo no es un movimiento político, sino una organización terrorista.

Los analistas dicen que Lula tendrá que reformar todas las fuerzas de seguridad, purgándolas de partidarios radicales bolsonaristas, que son por extensión agentes antidemocráticos. Bajo el gobierno anterior, sus funciones constitucionales fueron distorsionadas o destruidas. Construirlos en fuerzas que defiendan la democracia en lugar de atacarla, ahora es necesario.

Para el historiador Manuel Domingo Neto lo ocurrido el domingo fue puro vandalismo, dirigido a acabar con la felicidad del pueblo en la toma de posesión de Lula, y sustituirla por el miedo. «Quieren desmoralizar al presidente y su gobierno, trayendo caos y creando el clima para una ruptura institucional, lo que lleva a una guerra civil».

Para el antropólogo Luiz Eduardo Soares, experto en seguridad pública, los actos terroristas en Brasilia son uno de los tentáculos de la organización internacional de extrema derecha.

Sin embargo, parece que los ataques terroristas, en lugar de provocar un golpe de Estado por parte de las Fuerzas Armadas, como esperaban los bolsonaristas, han tenido el efecto contrario, provocando una gran reacción de indignación y una determinación de defender la democracia de Brasil.

Al día siguiente, mientras el personal en Brasilia se ponía a trabajar barriendo los vidrios rotos, pescando muebles de los estanques que rodean el palacio y recogiendo documentos dispersos, en todo Brasil hubo manifestaciones en defensa de la democracia, en defensa del gobierno electo y en protesta por los ataques a los tres poderes.

El lunes por la noche, el presidente Lula presidió una reunión sin precedentes de los 27 gobernadores estatales, miembros de la Corte Suprema, el Fiscal General y representantes de los 4.500 alcaldes de Brasil. Todos expresaron horror por el ataque a las instituciones democráticas y prometieron defender la democracia.

En lugar de derrocar o debilitar al gobierno electo, las acciones terroristas lo han fortalecido. El apoyo a Lula también llegó desde el extranjero, ya que los gobiernos de Oriente a Occidente, China, Rusia, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y todos los países latinoamericanos expresaron su horror por los ataques.

Su hombre en Orlando

La búsqueda está ahora en marcha para las personas detrás de los ataques, los que financiaron los autobuses y los campamentos y las campañas en las redes sociales. Los soldados de infantería están detenidos y serán acusados con la evidencia proporcionada por ellos mismos en innumerables selfies y publicaciones.

Pero, ¿cuál fue el papel del ex presidente Bolsonaro en el intento de golpe? Desde su refugio en Orlando, ¿estaba coordinando o alentando actividades en Brasilia? ¿Cuánto sabía sobre las intenciones de los autobuses llenos de sus partidarios que descendieron a Brasilia? Convenientemente, cuando la atención se centró en su papel y Lula y Biden discutieron su presencia en los Estados Unidos, se enfermó y fue llevado al hospital el lunes por la tarde.

Covid-19: a veces nos cuesta aprender

El ser humano es un animal inteligente. La diferencia entre otros animales y el ser humano es, justamente, el grado de inteligencia que ha logrado alcanzar nuestra especie, que lo ha llevado, entre otras cosas, a poder elaborar herramientas, luego tecnologías y, principalmente, construir y analizar la historia. Generar cultura.

Publicado el 15 de junio

Escribe Adriana Peveroni en Posturas de La Diaria

Es el análisis y la transmisión intergeneracional de lo ocurrido y, sobre todo, de lo que se hizo y se hace con lo ocurrido lo que nos permite avanzar como sociedad. El conocimiento acumulado que permite la transmisión intra e intergeneracional es un componente esencial de la construcción científica y cultural. Sin embargo, a veces, uno siente que nos cuesta aprender de las cosas, algunas terribles, que nos pasan. Que damos vueltas, como en una noria, alrededor de ciertos errores.

Un ejemplo claro, en este momento, es observar que algunas enseñanzas que pudimos tomar de lo vivido durante la pandemia de covid-19, a la luz de acciones actuales, no se incorporaron.

El SARS-CoV-2, como ya todos deben saber luego de más de dos años de “convivir” de algún modo con él, se transmite de persona a persona a través sobre todo de la emisión de gotitas de vapor de agua que se expelen al respirar (al exhalar el aire), que se llaman gotitas de Pflugge (por supuesto, en honor a quien las describió por vez primera, como pasa habitualmente en la ciencia y en la medicina). Estas gotitas son inhaladas por otra persona, llegan a su sistema respiratorio y pueden, si esa persona es inmunosensible a esa enfermedad determinada, enfermar. La importancia o gravedad de la enfermedad que desarrolle dependerá de múltiples variables: su nivel de inmunidad frente a ese germen, sea esta natural (por haber estado expuesta previamente a la enfermedad) o adquirida (al ser vacunada); y su capacidad inmune, es decir, la fortaleza de su sistema inmunitario más allá de lo específico de esta enfermedad. Respecto a esto último, presentan mayor riesgo los niños muy pequeños, recién nacidos y lactantes; los ancianos, cuya inmunidad y capacidad de responder adecuadamente a una enfermedad cualquiera va disminuyendo; o los que tengan otras enfermedades que por sí mismas o por el tratamiento que requieren los hacen más susceptibles a desarrollar enfermedades graves (aquí podemos colocar, por ejemplo, a quienes estén recibiendo un tratamiento quimioterápico por un cáncer).

Esas gotitas de Pflugge quedan suspendidas en el aire alrededor nuestro por un tiempo, hasta que se depositan en las superficies: manos, ropas, muebles. Su concentración en el aire que respiramos es mayor cuantas más personas estén cursando esta enfermedad y estén respirando un mismo aire, si el ambiente está cerrado o mal ventilado, si la persona que está enferma no toma algunos cuidados al toser (como anteponer el dorso de su mano). Por ello, el uso de tapabocas, el lavado de manos, la ventilación adecuada y disminuir los contactos (por ejemplo, evitando el hacinamiento) son medidas que favorecen nuestro cuidado y procuran que no enfermemos. Por eso es importante, también, cuando estamos cursando una enfermedad respiratoria, “aislarnos”, es decir, cuidarnos quedándonos en casa, no ir a trabajar, y en caso de los niños no concurrir a centros de enseñanza o de cuidado. Por eso es importante disminuir los contactos cuando estamos enfermos, con personas que pudieran, de contagiarse, desarrollar una enfermedad más grave.

¿Es el SARS-CoV-2 el único germen importante que se transmite de esta manera? No. Todos los años, sobre todo durante los meses más fríos, extendiéndose generalmente entre mayo y octubre, hay un aumento de la circulación de los que llamamos “virus de invierno”. Estos virus, que son muchos (se estima que existen cerca de 300 agentes patógenos que causan infecciones respiratorias), circulan en mayor número en estos meses fríos, produciendo variadas enfermedades: resfríos, faringitis, bronquiolitis, laringitis, neumonías virales, y favoreciendo las neumonías bacterianas. Para algunos tenemos vacunas: esto es, para algunas variantes (las que circularon en mayor medida en el hemisferio norte en el invierno previo) de influenza A y B. Para los demás, no. Con estos virus la mayoría de nosotros ha tenido más de un contacto a lo largo de su vida, y por ende ha desarrollado inmunidad relativa. Si nos contagiamos, tenemos unos días de resfrío, un poco de tos, cefalea, algún síntoma gastrointestinal, pero no mucho más. Sin embargo, no es así para los grupos de riesgo. En este caso, sobre todo los niños muy pequeños y los ancianos. Todos los años en esta época tenemos un importante aumento de consultas a nivel de las emergencias extrahospitalarias, las emergencias sanatoriales e ingresos a cuidados moderados y CTI. Y algunos niños mueren. Algunos quedan con una mayor tendencia a repetir sobre todo los broncoespasmos.

Durante la epidemia de covid- 19 todos, y también los niños, si se contagiaban o eran contacto con un portador de covid-19, debían guardar aislamiento, evitando esto la progresión de la epidemia, limitando los contagios. Esta es una de las medidas no farmacológicas más potentes para controlar una epidemia. También se determinaron aforos a nivel de las clases y se favoreció la ventilación de estas. Se generaron, para ello, mecanismos de certificación laboral adecuados, indispensables para que estas medidas puedan ser cumplidas.

A lo largo de los años, previo a la epidemia de covid-19, los pediatras hemos asistido a una realidad: cuando comienzan a circular los virus de invierno, uno de los lugares donde los niños se contagian con más facilidad es la escuela y la guardería. Muchas veces el que se contagia es un preescolar, que desarrolla una enfermedad banal, y contagia a un hermanito muy pequeño, incluso un recién nacido, que es el que corre la peor suerte. También son vectores los adultos, que concurren muchas veces a trabajar contagiados, contagian a compañeros de trabajo que son padres, y estos a sus pequeños hijos.

¿Queremos decir con esto que los niños no deben escolarizarse precozmente? Nada de eso. La escolarización temprana es fundamental para su desarrollo. Sin embargo, a nadie se le ocurriría enviar a su hijo al centro educativo que concurre con una enfermedad banal pero contagiosa, si pudiera quedarse en casa esos días a su cuidado. El problema aquí no es la escuela. El problema es que, en la mayoría de los hogares, ambos padres trabajan. Y muchas veces no tienen posibilidad alguna fuera de la escuela de obtener un cuidado adecuado de sus hijos en el horario en que concurren al centro educativo. Es así que cuando no tiene fiebre (y a veces con ella; son muchas las veces que el niño hizo fiebre la noche anterior, pero se despierta sin ella y lo envían, sólo para que vuelva a hacer fiebre en la tarde. Siempre se recomienda dejar un período de 24-48 horas en apirexia antes de enviarlo) el niño o la niña concurrirá enfermo. Y contagiará a sus compañeros.

Si hemos realmente aprendido algo de esta epidemia, algo trasladable a la vida diaria, es que las medidas no farmacológicas para detener la transmisión de virus son trascendentes.

Es de señalar que varios países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ya han aplicado este tipo de permisos pagos para cuidado de los hijos con enfermedades leves, y España lo tiene actualmente a estudio, siguiendo las recomendaciones de mejora del cuidado de la infancia propuestas en el “Libro Blanco para un nuevo marco nacional de apoyo a las familias en España”.1

Los gastos en salud que ocasiona año a año esta epidemia de virus respiratorios son altos. Es necesario desarrollar los llamados “planes de invierno” con un aumento importante de los recursos destinados a la atención de niños en todos los niveles (duplicando al menos la capacidad instalada), y aun así, muchas veces este sistema se satura, no da abasto. Ni hablemos de los gastos sociales y emocionales cuando el niño enferma gravemente.

Las “vacaciones de invierno” tenían este fin en su constitución: cortar los contactos en las escuelas, y con ello abatir la circulación y los contagios. Lamentablemente se utilizan cada vez más con fines turísticos y de esparcimiento, que sólo cambian el lugar de contagio.

Entonces, si hemos realmente aprendido algo de esta epidemia, algo trasladable a la vida diaria, es que las medidas no farmacológicas para detener la transmisión de virus son trascendentes. Algunas dependen de nosotros como sociedad (porque las acciones que tomamos tienen un gran componente solidario, de no enfermar al otro), como el lavado de manos, uso de tapabocas en lugares cerrados y con mucha gente, no concurrir a trabajar o a centros educativos con infecciones respiratorias, no enviar a nuestros hijos a la escuela enfermos. Se necesitan, también, medidas potentes que dependen del sistema político: visibilización del problema, difusión adecuada de síntomas precoces, síntomas de alarma y qué hacer, y sobre todo medidas que posibiliten que los niños y adultos enfermos se queden en casa: atenta contra ello que no se paguen los tres primeros días de enfermedad (las enfermedades respiratorias no requieren generalmente más de cinco días de certificación, no debería ser el trabajador quien resienta su salario), y que el adulto que queda al cuidado de un niño enfermo también pueda faltar a trabajar sin perder salario.

Es necesario mantener una relación adecuada entre el número de niños o adolescentes que componen un grupo en cada centro educativo y el tamaño del local, así como garantizar que la ventilación sea posible y adecuada. No favorece esto la reducción de horas docentes, producto del afán de disminuir la brecha fiscal. Desde hace dos años los grupos son más numerosos, lo que afecta tanto la posibilidad de aprender como de mantenerse sanos. Si bien las razones económicas pudieran, en los papeles, ser válidas, descuidar la salud de los niños parece motivo suficiente para buscar “recortar” por otro lado (no mencionamos aquí el efecto que los grupos numerosos tienen en el aprendizaje, eso da para otro capítulo). Esas mismas “razones económicas” deben, también, compararse con los gastos que genera el aumento de ingreso de niños a cuidados moderados y, sobre todo, críticos.

Así que, de nuevo, al título: nos cuesta aprender.

Adriana Peveroni es pediatra.

La receta dogmática hace daño

Es posible construir una política criminal pública

Escribe Milton Romani Gerner. Publicado en Semanario Voces No 784 9/6/22

Política criminal pública

Garantizar el derecho a la seguridad no es solo un asunto policial. Ni de autoridad. Ni de aumento de penas y castigos. Ese modelo, que persiste, es un dogmatismo que no se condice ni con los datos y el relato. Es incoherente, no ayuda, genera mas inseguridad y violencia. Las cifras de homicidios del último mes son contundentes. ¿Que grado de responsabilidad tiene el ministro Heber? Nadie va a pedir su renuncia, entre otras cosas porque su culpa es no reconocer que es un problema mas complejo, difícil, que no se arregla con mas autoridad, mas policía y mas cárceles. El problema de Heber es que reconocer con humildad eso es también admitir que la campaña furibunda contra Bonomi, la campaña electoral y la llave milagrosa de la LUC no sirvieron para un carajo.

Lo dijo Lacalle Pou cuando era senador opositor: un ministro del interior no puede usar la coartada del narcotráfico para justificar los indices de criminalidad. Porque esa es su tarea. Punto. El ministro Heber y el Sr. Santiago González, recurren con exceso adictivo al fenómeno narcotráfico como explicación de todo. González, que tiene un cúmulo de denuncias de mal trato y autoritarismo incluso con sus pares, no parece un ejemplo de convivencia. Repite en un exceso de cámaras, la intervención en cada cierre de bocas de narcotráfico. Llegó a decir que se cerraron 2000. Eso si, no hubo hasta ahora ningún procesado por lavado de dinero, ni allanamiento en bufetes o estudios que se dedican ostensiblemente a ello.

El aumento de la criminalidad, y el aumento de las violencias sociales (que no es son las misma cosa) son un monstruo que pisa fuerte. Aumentan las dos. A veces nos asombra, nos genera incertidumbre, miedo e inseguridad. Repetir que es un tema complejo parece una coartada para desentenderse del asunto. No es así. Asumirlo implica generar institucionalidad para una política publica criminal que sea una responsabilidad compartida. Insisto, humildemente, que la experiencia institucional de la Junta Nacional de Drogas, integrada por varios ministerios, debería ser un ejemplo aleccionador. Lo mismo para generar con la academia, organizaciones sociales y un arco político amplio, un espacio de investigación y abordaje con pretensión científica el tema de la criminalidad.

El horizonte de la convivencia es un tema más extenso que incluye la seguridad ciudadana.

El Presidente del Frente Amplio Fernando Pereira ha salido, ahora, con humildad a reconocer nuestras limitaciones de nuestros gobiernos. Pero también tendió la mano para construir una política publica con los esfuerzos y avances que pudimos lograr y avanzar con otros actores para definir una política de estado consensuada. Es ahora.

Es necesario definir una política criminal con pretensión de largo plazo, como bien lo han señalado distinguidos especialistas, como el ex Fiscal General doctor Jorge Díaz.

Algunos siguen creyendo, por pura ideología, en un reduccionismo simplote: castigo y autoridad. Y en una coartada: las responsabilidades son de las gestiones del anterior gobierno. No de todas las gestiones anteriores. No. De esas no. Porque hay que decir que desde 1997 se retoca el Código Penal aumentando todas la penas y aunque los cataclismos sociales fueron cantera de reclutamiento de niños y niñas cuya carrera criminal conocimos 20 años después, todavía continúan, porque se ha reemplazado la cultura del trabajo, por la libertad. No es solo la pobreza y marginalidad las únicas explicaciones del aumento de violencias y criminalidad. Pero no se pueden ignorar.

La libertad de “arreglate como puedas”. La falta de trabajo. La inequidad e injusticia que hoy se expresa en un récord histórico de exportaciones (carne, soja, arroz, leche y bienes) por 11.000 millones de dólares que se acompaña por el aumento de depósitos dentro y fuera del país (conocidos) de 9000 millones de dólares. Los pibes chorros que salen por la de ellos, quizás no saben de estas cifras. Pero la sufren y eligen sin formación económica de operar un reparto del producto bruto por mano propia.

Violencias sociales: niñez, feminicidio, conflictos.

A propósito de violencias y niñez más de 386.000 niñas, niños y adolescentes de Uruguay viven en hogares donde se reportaron situaciones de violencia de género, según un informe de Inmujeres, Sipiav y Unicef que busca visibilizar el impacto de estos contextos en la infancia y la adolescencia”. Categórico. A estos futuros jóvenes lo que les promete este modelo, son más palos, mas cárcel, menos oportunidades. Que quieren!!! ¿Que luego salgan blanquitos de ojos celestes y se comporten como egresados de la Universidad de Montevideo? Dicho sea de paso: tampoco ser egresado de escuelas de MBA, como lo señaló una investigación son garantías de no delito o corrupción.

¨Aspen Institute verificó al encuestar estudiantes de MBA que al ser interrogados sobre si estarían dispuestos a realizar un acto ilegal que podría reportarles a ellos o su empresa más de 100.000 dólares y en donde hubiera un 1% de probabilidad de ser descubiertos e ir a prisión por un año, un tercio contestó que sí¨i

Los esfuerzos de Miguel Angel Petit son encomiables. Para denunciar este verdadero pandemónium y cambiar. Le deseo el mejor de los éxitos.

Las experiencias de Luis Parodi en la Unidad 6 Punta Rieles, como las de Jaime Saavedra en la Comisión del Liberado no han sido incorporadas al patrimonio de las políticas publicas. Ni de los valiosos académicos que con coraje han investigado desde la ciencias sociales y antropología la dinámica de la delincuencia ( Nicolas Trajtemberg,, Clara Musto, Ricardo Fraiman, Marcelo Rosal) De la misma manera que fueron desechadas todas las enseñanzas y el excelente personal formado por el mejor policía Julio Guarteche. Hay experiencias territoriales de gran valor para actuar con la comunidad. Por la experiencia de gestión, el modelo de Junta Nacional de Drogas, donde se articulan nueve ministerios para definir estrategias comunes, sigue siendo un ejemplo institucional que podría imitarse o al menos considerar sus virtudes.

iEDUCAR EN ÉTICA EMPRESARIAL EN IBEROAMÉRICA: UN DESAFÍO IMPOSTERGABLE Bernardo Kliksberg ∗2007

Un abordaje inter sectorial, descentralizado y comunitario

escribe Pablo Anzalone. Publicado en Semanario Voces No 784 9/6/22

La estrategia de “Guerra contra las drogas” ha sido un gran fracaso cuyos impactos en muertes, violencia y sufrimiento social exceden ampliamente los daños generados por el consumo excesivo de sustancias y lejos de reducir el narcotráfico lo fortaleció.

Uruguay ganó un espacio de respeto en los ámbitos internacionales por dar un debate sustantivo promoviendo una concepción menos represiva y estigmatizadora de las drogas que priorizara el respeto a los derechos humanos. Al mismo tiempo como dice bien Jorge Vazquez en un extenso reportaje reciente en Voces, actuó sobre el gran narcotráfico y su red de complicidades en el lavado de dinero.

La regulación estatal de la marihuana nos convirtió en referencia para muchas experiencias en el mundo y esta política exitosa subsistió al cambio de gobierno a pesar de que Lacalle Pou desconozca la ley y diga que el Estado produce y vende droga.

Nos interesa acá poner el acento en otro de los ejes de una estrategia integral puesta en práctica en la década pasada: el abordaje intersectorial, comunitario y descentralizado. La propia conformación de la Junta Nacional de Drogas marcó la intersectorialidad como concepción y la superación de un enfoque meramente represivo.“La JND es un órgano articular y las Juntas Departamentales demuestran un trabajo de muchos sectores coordinados y necesitamos estar todos comprometidos en eso” señalaba Milton Romani en esos años. Esa idea-fuerza marcó también la gestión de Julio Calzada y su continuidad ha sido una gran fortaleza.

En Montevideo la JDD se conformó en 2012 a partir de un amplio trabajo conjunto entre la JND y la IM con el funcionamiento de un Plenario Consultivo con organizaciones sociales y el desarrollo de una red territorial con programas de prevención, atención y tratamiento. La creación del Centro Ciudadela (escucha,diagnóstico y derivación), del programa Aleros , “El Achique” en Casavalle, el Centro de escucha en la zona 8, los Puntos de Encuentro en Punta Rieles y Malvín Norte y la Unidad Móvil de Atención fueron pasos significativos para facilitar el acceso a la Red y generar cercanía en situaciones de gran vulnerabilidad. Otras iniciativas como “Mi Cerro Sin Drogas” se originaron en las organizaciones de usuarios de salud.

El trabajo en red, la prevención desde el sistema de salud con capacitación al personal del primer nivel de atención y el trabajo en el sistema educativo con docentes y alumnos fueron algunos de los temas abordados por la JDD.

Desde las comunidades han seguido surgiendo propuestas en esta dirección. La Red de Municipios y Comunidades Saludables en 2020 realizó un Curso de Animadores de Redes Comunitarias donde se elaboraron proyectos, uno de ellos referido a los consumos problemáticos de sustancias, considerado como un capítulo de la salud mental.

Se constató allí que: “a) se trata de una cuestión con una demanda masiva mientras la oferta comunitaria y sanitaria es totalmente insuficiente. b) No solo es insuficiente por su cantidad. Lo es también por la rigidez institucional por parte de los dispositivos sanitarios desestimando el enfoque grupal de diversas patologías.c) Existe una tendencia a circunscribir salud mental y drogas al abordaje médico. d) Hay resistencias a nivel familiar y comunitario que excluyen y estigmatizan al “drogón” y al loco”.e) El abordaje grupal, familiar y comunitario está técnica y científicamente probado. Experiencias como los “Grupos T” se iniciaron en el “Portal Amarillo” y se desarrollaron en varias policlínicas. Darles continuidad y mayor amplitud es una línea de trabajo importante.

Esta propuesta comunitaria reafirma la necesidad de construir redes de acogida, prevención, educación y apoyo social a la problemática, en lugar de una depositación masiva en las instituciones médicas mediante internaciones o de operativos policiales. Los espacios de reducción de daños y gestión de riesgos como el “El Achique de Casavalle”, atienden los aspectos sociales de la problemática de consumo de drogas.

El proyecto plantea un Plan Municipal de Salud Mental basado en un diagnóstico territorial que

con la participación de la población del Municipio. Sin participación activa relevando

necesidades y consultando respuestas, en diálogo del saber popular y del saber científico, es

imposible definir buenos planes.Uno de los ejes del Plan es la formación de organizaciones de usuarios de salud en el territorio que conviertan a los pacientes en sujetos activos.

Salud Mental: un derecho conculcado.

Hay que ponerla patas arriba

Dr. Gustavo Mora

En los últimos tiempos, y más aún si lo miramos en una proyección más extensa, la salud mental sigue siendo un animal que no existe.

No se habla, no se escucha, no se ve.
Sucede como alguien dijo alguna vez, que no gritan, no hacen huelga de hambre, no agitan, no se movilizan ni cortan calles como otros colectivos.

Es un asunto que se halla debajo de la alfombra, sumando dichos conocidos y gastados. ¿Qué sabemos del estado de situación del Hospital Vilardebó?

¿De las áreas psiquiátricas de los hospitales del interior?

¿De las comunidades de vecinos y de familiares que se movilizan en pro de la dignidad humana en uno y otros lugares del país?

¿Dónde, sus Asambleas Nacionales, territoriales, regionales?

Dónde la des manicomializacion? Cuándo es posible?

Dónde las casas de medio camino?

Dónde la rehabilitación y reinserción laboral del mayor número de pacientes posible?
Es todo suficiente o hay deudas?

Hay deudas. Son inmensas y largas.

No son de las crisis recientes del siglo, no son de la pandemia.

Son, por otras causas y son más viejas, mucho más viejas.

Son la concreción del sentido de otredad de los estamentos estatales y de los individuos todos. Económica y socialmente, en este capitalismo soez que no hemos podido romper, gastan.

Solo gastan, gastan y no producen y, en la subjetividad profunda de los individuos:

¨no los quiero cerca, que no me toquen¨ «que no me toque ese castigo».

Quienes hemos convivido con la Salud Mental, desde una óptica de DERECHOS, sabemos que no hay ogros, diablos, enemigos.

Hay seres humanos, gente como nosotros, con sueños y aspiraciones en la mayoría de los casos, con familias que se desviven o sufren.

Y hay ternura, empatías recíprocas y hasta disfrute sano de los vínculos.

Ésta, la de la Salud Mental, debería ser una causa nacional, en pro de ponerla patas arriba.

Los colectivos que en torno al problema de la Salud Mental, se mueven hoy, tienen un lugar y de manera privilegiada, un espacio receptivo y caja de resonancia para comenzar a andar en sentido positivo de restitución de derechos conculcados.

Estamos a las puertas del comienzo de gestación del nuevo Congreso del Pueblo. Creo que es un asunto que no puede ser ajeno y que debe ser el lugar donde deben ser convocados, como los feminismos, los afro, los postergados y discriminados.

Colombia, intentará otro camino

Escribe Ruben Montedonico Rodríguez

Publicado en Semanario Voces 13 de mayor 2022

Ser candidato presidencial en Colombia es sinónimo -a sabiendas- de poner en juego la vida. Si a algún candidato en plan de campaña se le ocurre exhibir proyectos contrarios a los que ejecuta el gobierno de turno o uno anterior, aquello que puede observarse como justo, lógico y aún hasta adecuado para la democracia cacareada por los políticos tradicionales y su prensa, puede ocurrir que debiera pensar antes dónde aspira a ser enterrado. Para ejemplo no precisa que nos remontemos a 1948, al asesinato del candidato liberal Jorge Eliécer Gaitán y las historias que refieren la presencia del estudiante Fidel Castro en Bogotá. El “bogotazo” que sobrevino a este crimen político, desparramó protestas por todo el país, dando lugar a otra forma de hacer política en Colombia: un tiempo de enfrentamientos llamado “La Violencia”. 

Escribe Ruben Montedonico Rodríguez

Tras pasada una década, como un decreto, esa época se dio por terminada; sin embargo, dejó secuelas políticas y sociales perdurables hasta nuestros días: los alzamientos de miles de guerrilleros, como otra forma de conflicto armado interno; la intervención e involucramiento del ejército; la formación de escuadrones parapoliciales y paramilitares ultraconservadores y sus entrenadores extranjeros pagados y ordenados por políticos, delincuentes esmeralderos o narcotraficantes; falsos positivos. Las migraciones interiores expusieron una nación violentada, más o menos teledirigida, dependiente de una potencia imperialista, EE-UU, que “barrió” los excesos y las corruptelas de administraciones locales bajo la alfombra. 

Pero todo puede ser más dificultoso si quien aparece como candidato ataca la implantada política de alternativa (bipolaridad) liberal-conservadora. Le sucedió a la Unión Patriótica, con Bernardo Jaramillo, y al M-19 (tras la dejación de las armas) con Carlos Pizarro Leongómez. En ocho meses entre 1989-90, empezando con Luis Carlos Galán, siguiendo con Jaramillo y Pizarro, la asociación de agentes políticos, militares, narcotraficantes y “paras”, asesinaron a esos tres candidatos presidenciales. Antes, en marzo de 1989, en el aeropuerto El Dorado, esta combinación había ultimado a José Antequera -comunista senador de la Unión Patriótica- y herido a Ernesto Samper -liberal, senador y años después presidente. En esos momentos se consideraba la oferta de paz de Rafael Pardo Rueda, en nombre del gobierno, a la delegación presidida por Antonio Navarro Wolff, del M-19, en el hotel Camino Real de Ciudad de México: en tal circunstancia interrumpí para contar lo del atentado. Confirmando los riesgos de ser candidato, Gustavo Petro -ex guerrillero del M-19, líder en las encuestas desde hace meses- suspendió su gira de campaña por el Eje Cafetero (Quindío, Caldas y Risaralda) al denunciar un intento de asesinato contra su persona. 

Colombia, en circunstancias diferentes al pasado -aunque no mejores- con menos guerrillas y guerrilleros, algunas bajas entre los “paras”, pero con todo lo demás más o menos intacto, se plantea una primera vuelta comicial para fines de mayo, donde la situación favorece a los conservadores, que mantienen resortes políticos: prensa hegemónica, gobernadores, alcaldes, apoyo extranjero y poderes electorales, clave en el escrutinio y en un eventual intento de mega-fraude.  

Hace un año escribíamos que los miedos que inoculó Iván Duque -presidente-marioneta de Álvaro Uribe, del Centro Democrático- intentando imponer una reforma fiscal y la intención de acabar con la salud pública, se estrellaron con el levantamiento popular iniciado el 28 de abril (de 2021), que desembocó en el preacuerdo del 24 de mayo, aunque la represión continuó. El uribeduquismo militarizó las protestas y desplegó fuerzas paramilitares y el saldo fue lamentable: la reacción de gobierno dejó una estela de muertos, desaparecidos, presos políticos y detenidas violadas. Pero el temor no logró imponerse y la movilización enterró las medidas liberticidas y provocó dimisiones en el gabinete. 

Parece llegada la hora colombiana en que el pueblo vote por gobiernos que den paso a un estado en que la autoridad entienda que no se pueden responder las protestas con agendas represivas y pretextando inicuas historias de “terrorismo urbano de baja intensidad” y “revolución molecular disipada”. Para ello y otras cosas -coincido con Sarthou- deberá sacudirse la clase media sus miedos, atmósfera natural de los regímenes autoritarios. Si esto se consiguiera y se superaran apetencias individualistas, se avanzaría a instancias con oportunidad para formas anticapitalistas. 

La corriente que ocupó el tercer lugar para las legislativas de marzo tenía como candidata presidencial a Francia Márquez, quien pasó a ser la vice de la fórmula de Petro. Ella significa todo lo contrario a lo tradicional, casi algo escandaloso en una sociedad política acostumbrada a otras formas: hay sobresaltados porque se trata de una mujer, negra, que no salió a comprar votos, defensora del medio ambiente y activa feminista. 

Desde la Casa Blanca, la elección debe ser observada atentamente, cuando en el subcontinente el progresismo ha tenido éxitos en comicios recientes. El país, el primer productor de cocaína del mundo -con destino principal a Estados Unidos y Europa- podría pasar a ser parte del mapa de esos gobiernos. La oportunidad catapulta rebotes diversos de sectores que usualmente suponen que Colombia es un sitio propio. Washington debe tener diferentes ópticas sobre una elección en que participa Federico Gutiérrez -aliado al uribismo que hizo campaña por Donald Trump en 2020- y a Petro, que perfila la moderación actual de las progresías latinoamericana

Para la vuelta próxima del 29 de mayo, se espera que Petro-Márquez mantenga, al menos, la cifras del primero en las legislativas, con un techo próximo a 50% (que entiendo que no superará) y el candidato de la derecha “Fico” Gutiérrez (que pretende ser considerado lejano a Uribe) 27%. Los porcentajes, en un muy posible balotaje en junio, serían 55% para Petro y 45% para Gutiérrez, según mis cuentas. 

DESIGUALDADES Y COVID EN 2022 por Pablo Anzalone

Artículo publicado en EL DIARIO MEDICO enero 2022

La coyuntura actual está marcada por una gran ola de la Covid 19 con su variante Omicrón en Uruguay, la región y el mundo. El incremento extraordinario de los contagios caracterizan esta nueva situación. Los cuadros graves van aumentando aunque en menor medida que en etapas anteriores de la pandemia. En Uruguay esta ola se produce a pesar de una amplia vacunación cuya protección ha demostrado ser efectiva pero también relativa.

De los múltiples aspectos de esta realidad dinámica nos interesa acá poner el acento en su vinculación con las desigualdades que marcan nuestras sociedades y las hacen profundamente injustas. Consideramos importante el análisis de este tema porque la equidad es un derecho y porque disminuir la desigualdad podría ser una forma de mejorar la calidad de vida de las personas.

En el campo de la salud existen resultados sanitarios muy disímiles que provienen de una variedad de factores entre los cuales los determinantes socio-económicos son trascendentes incluyendo las clases, territorios, etnias y género. También hay que tener en cuenta las desigualdades referidas al sistema de salud, su cobertura horizontal y vertical, los diferentes modelos de atención, de gestión y de financiación.

La pandemia del Covid y esta enorme ola tuvieron y tendrán efectos muy negativos de incremento de las desigualdades en muchos planos de la vida.

Junto a sus raices históricas que configuran estructuras de poder concentrado de larga data, la desigualdad ha sido denunciada como característica principal del capitalismo del siglo XXI (Piketty 2015i) en muchos ámbitos y por parte de actores muy diferentes. En organismos como CEPAL, OPS/OMS, BID, Banco Mundial y hasta en el Foro de Davos o el FMI este cuestionamiento ha surgido con mayor o menor fuerza. Organizaciones no gubernamentales como Oxfam han investigado y denunciado la concentración extrema de la riqueza y su correlato de pobreza en la sociedad.

Thomas Piketty analizó la evolución histórica de la desigualdad señalando su incremento desde la década de los 80 en el siglo XX luego de períodos en que disminuyó. En las últimas décadas la desigualdad es tan grande que se equipara con la del tramo final del siglo XIX.

América Latina destaca porque las desigualdades son extremas. Oxfam denunció que en el continente las 32 personas más ricas poseen una riqueza similar al 50% de las más pobres. El 10% de las personas con más dinero en la región se apropia del 70,8% de la riqueza y el patrimonio. El 1% más rico posee el 41% de la riqueza.

También el BID (2020ii) señala que América Latina es una de las regiones más desiguales del mundo en materia de ingresos . El 10% más rico de la población recibe 22 veces más de la renta nacional que el 10% más pobre. El 1% mas rico capta el 21% de los ingresos globales de la región. Estas desigualdades duplican la media existente en los países industrializados (BID 2020).

La desigualdad es un fenómeno multidimensional sostiene Goran Therborn (2016iii) analizando sus terribles consecuencias para la vida humana, en la salud/enfermedad, en los grados de libertad, dignidad y respeto, y también en los recursos, el ingreso, la riqueza, la educación y el poder. Desde esta mirada la desigualdad es “una violación de la dignidad humana porque niega la posibilidad de que todos los seres humanos desarrollen sus capacidades” .

Con una concepción holística Therborn (2016) analiza tres tipos de desigualdad: a) la desigualdad vital, construida socialmente por las oportunidades de vida, que se relaciona con las tasas de mortalidad, la esperanza de vida, la morbilidad y varios indicadores de salud infantil;

b) la desigualdad existencial, que refiere a la asignación desigual de los atributos que constituyen a la persona, como la autonomía, la dignidad, el grado de libertad, el derecho al respeto y al desarrollo como personas;

c) la desigualdad de recursos, que distribuye en forma dispar los recursos.

“La desigualdad mata”, demuestra Therborn.

Las diferentes desigualdades deben analizarse en su interrelación. Uno de los obstáculos que ha dificultado la atención de estos problemas sociales es la creencia de que están todos aislados entre sí y que deben atenderse de forma individual. De esta manera se comete el error de subestimar la relación que existe entre todas las dinámicas sociales y la influencia que ejercen entre sí, en el escenario de una sociedad (Wilkinson y Pickett 2009iv) .

En la primera década del siglo XXI la caída de la desigualdad fue llamativa en América Latina porque fue muy generalizada y por contraste con las dos décadas anteriores.

Prestar atención a las bases estructurales de la desigualdad es importante. Es necesario estudiar las transformaciones estructurales y no solo la mejora de algunos indicadores puntuales. Los cambios estructurales que inciden en la desigualdad no son solo económicos sino también refieren a la salud, la educación, la vivienda, al plano ideológico, a la capacidad de organizarse, expresar sus opiniones y hacerlas valer en la construcción de las políticas públicas.

En un continente con tantos padecimientos sociales no es razonable minimizar o desestimar cada mejora en la condición socio-económica de los más postergados o cada paso que logran en el ejercicio de derechos. Sin embargo es relevante analizar si esos cambios graduales forman parte de transformaciones más profundas, que modifiquen las prácticas y las estructuras de la sociedad y su sustentabilidad en el tiempo.

En Uruguay se mencionan tres grandes reformas estructurales que incidieron positivamente en el tema : la reforma tributaria que disminuyó las desigualdades de ingresos entre las personas (aunque no gravó más al capital), la reforma laboral y la reforma de la salud.

La creación del SNIS redujo las desigualdades en el acceso a los servicios de salud, construyó un sistema (que es más que un conjunto de servicios), aumentó sustantivamente la inversión en el sector público (dejó de ser una atención pobre para pobres) y puso en práctica un Seguro Nacional de Salud con una financiación más equitativa donde los aportes personales son proporcionales a los ingresos y van a un fondo público común administrado por un organismo estatal con participación social de usuarios y trabajadores.

Recientemente un informe del Instituto Cuesta Duarte (2022v) destaca que el índice de Gini que mide las desigualdades para los ingresos totales mostró un descenso significativo entre 2007 y 2012, permaneciendo estable desde entonces. La política de transferencias no contributivas, la reforma tributaria y la reforma de la salud explican este avance. En los salarios la reducción de la desigualdad fue mayor y mas duradera llegando a hasta 2018.

La persistente desigualdad en América Latina constituye uno de los nudos que traban su desarrollo, el bienestar de sus poblaciones y el ejercicio de sus derechos.

Al comenzar una reflexión sobre las desigualdades surgen generalmente dos preguntas: ¿desigualdad de qué? y ¿desigualdad entre quiénes? (Perez Sainz 2009vi) . Si las respuestas se limitan a los ingresos en la primer pregunta y a los individuos en la segunda, como hace el pensamiento liberal, el análisis se restringe excesivamente. Otros enfoques inspirados en la tradición radical consideran las relaciones de poder en los mercados para explicar las desigualdades de ingresos e incorporan las desigualdades entre clases sociales y entre grupos definidos por género, etnia y territorios. Este enfoque se centra en el análisis de las “desigualdades de excedente” a partir de procesos de des-empoderamiento entre distintos sujetos sociales que ocurren en los mercados (Perez Sainz 2009).

Hay un debate ideológico cuya hegemonía ha ido cambiando. El fracaso de las experiencias neoliberales en los años 90 llevaron al desprestigio de la idea-fuerza de que el mercado resolvería todos los problemas y que la desigualdad es positiva porque estimula la iniciativa personal o empresarial. Perdieron predicamento las ideas que consideran las políticas de protección social como signo de atraso, una rémora al progreso, un giro hacia un estado totalitario o populista que coarta la libertad individual. Para estas concepciones las diferencias socio económicas se deben a que muchas personas no quieren trabajar y los planteos igualitaristas son irrealizables e injustos porque esas personas no merecen que les vaya bien. Estas concepciones ética y políticamente conservadoras persistieron, siguen teniendo predicamento, dieron lugar a movimientos ultraderechistas y en algunos casos volvieron a ganar los gobiernos nacionales.

COVID 19 : Crisis de las Desigualdades

Con ese nombre se ha caracterizado la crisis generada por la pandemia en el mundo. Cabe recordar aquí una frase provocativa que inicia un trabajo reciente del BID (2020) en esta materia : “Las sociedades de América Latina y el Caribe empezaron a practicar el distanciamiento social mucho antes de que la pandemia del coronavirus llegara a poner a prueba su resistencia y a exponer sus vulnerabilidades. Se trata de un distanciamiento social causado por la extrema desigualdad en la región, que socava la fe de los ciudadanos en el bien común .y amplía la brecha entre ricos y pobres” afirma Luis Eduardo Moreno, presidente del BID (BID 2020 pp 24).

Este informe del BID (2020) señala que las marcadas diferencias en materia de ingresos representan apenas una de las diversas formas de desigualdad que socavan la cohesión social y el sentido de pertenencia. El género, la raza y la etnicidad, al igual que los ingresos, son poderosos determinantes del acceso a la atención de la salud, la educación, el empleo y el sistema legal.

Para el BID la crisis de la Covid 19 tuvo un ritmo e impactos sin precedentes en este contexto de desigualdades estructurales, con fuertes efectos distributivos regresivos. La pandemia afectó de forma desproporcionada a los hogares de bajos ingresos. El BID pone el acento en que esta recesión es muy particular y la desigualdad puede empeorar mucho más después de la COVID-19. La crisis actual como la mayoría de las recesiones anteriores produjo un aumento del desempleo y la pobreza pero en el plano de la desigualdad la crisis del Covid es muy diferente. La pandemia del Covid afecta a los más vulnerables con graves pérdidas de ingresos que podrían arrasar con los avances logrados durante la primera década del siglo XXI. Según el BID esta situación exige una sólida respuesta de los gobiernos durante y después de la crisis sanitaria, para lograr un crecimiento inclusivo que contemple el bienestar y las aspiraciones de millones de personas “cada vez más descontentas”.

Los gobiernos de América Latina y el Caribe son ocho veces menos eficaces que los países más desarrollados en la reducción de la desigualdad a través de los impuestos y el gasto público (BID 2020) . Las políticas redistributivas de los países de la región reducen la desigualdad en menos de un 5%, mientras que el mundo industrializado lo hace en un 38% (BID 2020).

Desigualdades en salud

Durante las últimas décadas la mortalidad infantil y la esperanza de vida han mejorado sustantivamente en América Latina. La desigualdad en resultados de salud entre países de la región disminuyó considerablemente. La composición de la carga de las enfermedades ha ido cambiando con menor peso de las enfermedades transmisibles, asemejándose a la de los países de la OCDE. Mientras en 1990 tres de las cinco principales causas de pérdida de años de vida sana eran las enfermedades transmisibles, maternales, neonatales y nutricionales, ninguna de ellas ocupa ese lugar en 2017 (BID 2020).

Cada vez más los problemas críticos de salud en la región son las ENT, Enfermedades Crónicas No Transmisibles como las cardiovasculares, cerebrovasculares, cáncer, diabetes. Cada vez inciden más los factores de riesgo como la hipertensión, el colesterol alto y la obesidad. Las desigualdades socio-económicas juegan un rol relevante en estos procesos de salud-enfermedad.

Al mismo tiempo surgen nuevos desafíos sanitarios vinculados a enfermedades transmisibles como la Covid 19 y el dengue.

Ante esta nueva situación epidemiológica los recursos que disponen los sistemas de salud son limitados. No solo son escasos sino que están desigualmente distribuidos, surgen de una estructura de aportes injusta y dependen fuertemente de un modelo de atención reducidamente asistencialista y concentrado en el segundo y tercer nivel así como en tecnología cara para patologías no prevalentes. Los diferentes diseños de los sistemas sanitarios inciden en las decisiones que toman las políticas públicas, las instituciones de salud y las personas.

El gasto sanitario de la región sigue siendo bajo comparado con el de los países de la OCDE y con los parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Solo tres de quince países tienen porcentajes de gasto en salud superiores al 6% del PBI recomendado por la OMS, Uruguay, Costa Rica y Cuba.

Analizando la desigualdad en los factores de riesgo metabólicos (obesidad, diabetes, hipertensión y colesterol alto) puede constatarse una gran heterogeneidad pero es frecuente la mayor prevalencia entre las personas con niveles socio-económicos más bajos. En casos como Argentina y Uruguay la prevalencia de algunos factores de riesgo metabólicos es de 5 a 8 puntos porcentuales más alta en personas de nivel educativo primario (BID 2020).

Estas transformaciones en la estructura epidemiológica y el aumento de las ENT en la población adulta hacen necesaria una política de prevención amplia, diagnósticos precoces y tratamientos adecuados junto a cambios en los estilos de vida. Las ENT suponen mayores riesgos económicos para los hogares, porque sus tratamientos son prolongados, costosos, pueden generar complicaciones y se prolongan hasta el fallecimiento. Es decir que la atención sanitaria de las personas mayores con mayor riesgo de ENT es un enorme desafío para los sistemas de salud y las sociedades como un todo. Al mismo tiempo una mirada de curso de vida, implica pensar en la salud desde el embarazo y la primera infancia, para llegar en condiciones saludables a la edad adulta.

Si bien la situación sanitaria ha mejorado, la esperanza de vida de ricos y pobres es cada vez mas diferente (Tobar 2011vii) . No solo ha aumentado esa distancia sino que lo ha hecho a tasas mayores que en el resto del mundo. El gasto en salud aumentó pero la cobertura vertical fue responsable por el 89% del incremento mientras que la expansión de cobertura horizontal explicó solo el 11%. Federico Tobar fundamenta que los mayores desafíos de los sistemas de salud en América Latina son la inclusión y la equidad, extender la cobertura efectiva de salud y garantizar una calidad homogénea en las prestaciones. “En América Latina la salud se concentra aún más que el Capital.”

¿Como influirá la Covid 19 en este contexto?

La pandemia es un golpe muy fuerte en toda la región. Tobar (2020viii) señala que las respuestas pasaron por aumentar la oferta de camas hospitalarias y sobre todo camas CTI y respiradores artificiales. Esta opción resuelta por los gobiernos incrementa los costos pero no avanza en los cuidados básicos, en la cobertura horizontal. “La madre de todas las batallas es esta tensión: sin haber logrado que todos tengan un piso de cobertura se enfrentan presiones para aumentar la cobertura vertical y en particular la cobertura a eventos catastróficos” dice Tobar. Este fenómeno existía antes de la Covid, como pone en evidencia que cinco patologías tuvieran tratamientos que cuestan mas de un millón de dólares por mes. Pero la Covid deja más cara la infraestructura de salud y agrava esa tensión.

Los grandes desafíos están en ¿cómo integrar los sistemas? afirma Tobar. Lograr que funcionen en forma coordinada, garantizando que la gente acceda a los mismos cuidados. Son sistemas muy fragmentados y muy inequitativos. Las desigualdades se potencian y “se llevan en el cuerpo”.

Desigualdades en Uruguay

Mauricio De Rosa (2017, 2020ix) del Instituto de Economía de la Udelar IECON destaca que en los primeros 15 años del siglo XXI en todo el continente la desigualdad se redujo y en Uruguay este proceso fue mayor todavía.

De acuerdo a cifras del INE en materia de distribución del ingreso el 10% de los hogares más ricos percibía 18 veces mas que el 10% mas pobre en 2006 y esa relación se redujo a 11 veces en 2018. Sin embargo el 1% de los mas ricos concentran casi un 15% o 16% del ingreso total que es mas de lo que captura el 50% mas pobre combinado.

La desigualdad cayó mucho en Uruguay durante los gobiernos progresistas pero sobre todo en el 99%, el 1% más rico no descendió en sus ingresos. Ese 1% usa mecanismos de evasión y elusión para dificultar la redistribución. En el sistema tributario hay componentes distributivos fuertes pero solo en el plano salarial, no en el capital. Solo en el 0,5% mas rico los ingresos de capital son mayores que el resto (De Rosa 2020) .

Esta situación está cambiando para peor. Desde 2020 las políticas salariales promovidas por el nuevo gobierno apuntan deliberadamente a la rebaja del salario real tanto a nivel de trabajadores públicos como privados y por lo tanto de las jubilaciones.

El IECON estimó que cien mil personas caerían bajo la línea de pobreza en 2020 y las cifras del INE a comienzos de 2021 confirmaron ese drástico aumento de la pobreza, que pasó de 8,1% al 11,5% de la población. Los apoyos a los micro, pequeños y medianos empresarios ante la crisis fueron mínimos, de los más bajos de América Latina. La reducción del déficit fiscal fue el principal objetivo del gobierno en detrimento de las políticas sociales. En el contexto de la crisis sanitaria, alimentaria, social y económica creadas por la Covid 19 las políticas implementadas por el gobierno no amortiguarán sus impactos sino que aumentarán las desigualdades.

En 2020 la indigencia se duplicó pasando de 0,2 a 0,4%. El indice de Gini pasó de 0,383 a 0,387, la brecha de pobreza de 1,3 a 1,9, la severidad de la pobreza de 0,5 a 0,7 (De Rosa 2021). Es decir que el aumento de la pobreza fue acompañado de un empeoramiento de la distribución.

Los efectos en el plano sanitario ya se empezaron a ver con el aumento de la prematurez y bajo peso al nacer de los niños nacidos en 2020 en el Hospital Pereira Rossell. El deterioro en otras áreas es muy previsible en este escenario.

En los cuidados a tomar frente a la pandemia las desigualdades son notorias. Dice un comunicado de la Organización de Usuarios de Salud del Oeste de Montevideo del 5 de abril de 2021: “La pregunta que sigue interpelando es: ¿todas las vidas pueden cuidarse igual en medio de esta pandemia? No, no pueden, ni en el Oeste ni en otras zonas de Montevideo y del país. Desde el comienzo de la crisis sanitaria –también económica y social–, hemos planteado que la pandemia impacta diferente de acuerdo a los recursos económicos y sociales que se tengan (trabajo, vivienda, salud, etc.)”.

La apuesta al “malla oro” del gobierno actual se traduce en un conjunto de políticas que pueden sintetizarse en dos hechos : los salarios y las jubilaciones fueron rebajados sistemáticamente durante estos dos años, aumentó 30% la pobreza y decenas de miles de personas deben comer en ollas populares, mientras que la cantidad de depósitos en dólares aumentó 2845 millones de dólares en 2021 concentrándose en cuentas con más de 100 mil dólares, 2% de los clientes bancarios (AEBU 2021x) .

i.-Piketty, Thomas. (2015). El capital en el siglo XXI. México D.F.: Fondo de Cultura Económica

iiBID (2020) . La crisis de la desigualdad: América Latina y el Caribe en la encrucijada / editores, Matías Busso, Julián Messina. (Monografía del BID ; 837) Banco Interamericano de Desarrollo.

iii.-Therborn, Göran. (2016). Los campos de exterminio de la desigualdad . México: Fondo de Cultura Económica

iv.-Wilkinson Richard y Pickett Kate (2009) . Desigualdades : Un análisis de la (in) felicidad colectiva .Ed. Turner.

vEstudio del Cuesta Duarte: “Política salarial, institucionalidad laboral y desigualdad de ingresos” | la diaria | Uruguay

vi.-Pérez Sáinz, Juan Pablo (2009) Una mirada desde las desigualdades . Nueva Sociedad NUSO Nº 221 / MAYO – JUNIO 2009 .https://nuso.org/articulo/una-mirada-desde-las-desigualdades/

vii.-Tobar, Federico (2011) Nuevos paradigmas en salud -Papeles Nº 4 -Año IV-Julio 2011.

Disponible en : https://www.academia.edu/36643251/Nuevos_Paradigmas_Sanitarios.

viii.-Tobar, Federico (2020) exposición en el Seminario Avanzado de Teorías y Enfoques sobre las Desigualdades Sociales. Gabriel Kessler, Gabriela Benza. Programa de Doctorado . FCS. Udelar

ix.-De Rosa, Mauricio. (2017). En Uruguay la mitad de la población no posee riqueza. La Diaria

https://ladiaria.com.uy/articulo/2017/1/en-uruguay-la-mitad-de-la-poblacion-no-posee-riqueza/

.-De Rosa, Mauricio (2020) . Exposición en Curso de Animadores de Redes Comunitarias. Red MCS.

xAEBU; “90 % de los US$ 2.845 millones en depósitos en 2021 son cuentas con más de US$ 100.000 del 2 % de los clientes – Metropolitano

LA IMPUNIDAD NO ES UNA VIROSIS por Milton Romani

La impunidad no es una virosis. Pero tiene olas pandémicas que aparecen y aparecen esparciendo escarnio, vergüenza y más impunidad. Ha habido avances. Grandes avances. Y no cesan. Allí están presentes los fallos impecables de algunos jueces y fiscales. Está la consecuente actitud del Dr. Perciballe.

Algunos, hoy quieren aparecer como impolutos adalides de la justicia. Como dice un querido amigo: ¨me quedo con la parte buena¨. Si. Pero no olvido. Ni la omisión, los errores y ni la concupiscencia contra los valores de la verdad y la justicia. Porque eso ha hecho mella en nuestra institucionalidad, en la memoria y en la historia de nuestra comunidad. La publicación en La Diaria por parte del periodista Leonardo Haberkorn, por pedido de acceso a la información, de nuevos elementos sobre el asesinato del Dr. Wladimir Roslik, las implicancias del Gral. Daniel Castellá y declaraciones ofensivas del Gral Manini, no solo ofenden la moral publica. Demuestra el fracaso rotundo de quienes quieren enterrar clandestinamente el pasado. El inteno ominoso de enunciar la palabra ¨solidaridad¨ como acto de cuerpo frente a una sesión de tortura. Parece insólito argumentar esto públicamente, pero mas insólito es que se haga en el ámbito del parlamento, y quiera seguir imponiéndose como aquel sofisma sanguinetista de ¨la lógica de los hechos¨.


Se ha extendido durante más de 40 años el ocultamiento de hechos repugnantes que lesionan nuestra humanidad. El sello de silencio ¨solidario al decir de Manini (y el solo hecho de usar ese término es una secuela vergonzosa de la impunidad) que en código mafioso siciliano se llama ¨omertᨠdebería ser abordado como un síntoma a desterrar. En una institución que tiene por cometido el componente militar de la defensa. Que tiene una delegación de toda la ciudadanía que le entrega, generosa, el monopolio del uso de las armas y del ejercicio de la violencia. Los uniformados han preferido que los cuarteles de la patria sigan siendo cementerios clandestinos y el destino de los cuerpos siga siendo una prenda de victoria ignominiosa. Todos los ejércitos del mundo entregan los cuerpos cuando finalizan las contiendas. Es un imperativo moral. Mucho más imperioso cuando no fue, como quieren insistir muchos, una guerra. Y vuelve, siempre vuelve. Como los cuerpos de los desaparecidos, los hechos ocultados, negados. Los arquitectos e ingenieros de aquel supuesto ́cierre ́ indigno, deberían haber pensado que esta gangrena iba a erosionar nuestra convivencia democrática.

Primó el encubrimiento, la ¨solidaridad¨ con aquellos militares que usaron al Estado en provecho propio y también como herramienta de terror, tortura y desaparición. Que las Madres y Familiares, la ciudadanía de buena fe nunca iba a olvidar. Que iba a haber como hay, fiscales, jueces y periodistas, militantes políticos y sociales que no iban a resignarse e iban a buscar, a denunciar. Que en definitiva Hugo Cores derrotado en aquel Congreso del Frente Amplio en 2003, antes de la victoria electoral, tenía razón. La moción presentada a nombre del PVP afirmaba que, se debían anular “las normas que los contradigan, sobre las cuales existen fundados cuestionamientos de los organismos internacionales de derechos humanos”. La tesis, supuestamente pragmática sustentada por Eleuterio Fernández Huidobro, expresó que ¨se podía renunciar a todo, menos a ganar el gobierno¨.

El camino para hacer resplandecer la justicia sin embargo no se amilanó. Las secuelas y consecuencias de esa lógica supuestamente pragmática ha demostrado la falsedad y la perversión de todo tipo: institucional, humanitaria, jurídica y política. No ha sido precisamente una contribución para la convivencia pacífica. Ningún tipo de impunidad, mucho menos de crímenes En algunas ocasiones, solidaria de una concepción mecánica, estrecha, y limitada de lo que es el ¨poder¨. Mejor dicho de los ¨poderes¨. Que son relacionales, no reducibles solo al factor militar, constituyentes de un entramado complejo, que para cortarlos democráticamente, se puede hacer todo, menos cooptarlos. El poder no es una plataforma a tomar. Como el capital, que no es dinero o propiedades. Está constituido fundamentalmente por relaciones. Como la vida.

CRISIS ALIMENTARIA escribe Pablo Anzalone

La alimentación es un elemento central de nuestras vidas. Como forma de recibir los nutrientes indispensables, como placer compartido, cómo hecho social que nos vincula a las personas de nuestro entorno, como parte de nuestra economía y de nuestra cultura, como relación con la naturaleza.También como expresión de las graves desigualdades que sufren nuestras sociedades.

Vivimos hoy una crisis alimentaria que tiene muchos componentes, a nivel internacional y en nuestro país. Para analizarlos la Red de Municipios y Comunidades Saludables realizó en este mes de julio un Seminario sobre Crisis Alimentaria. Seguridad y Soberanía Alimentaria con dos talleres 24 y 29 de julio, uno más teórico y otro más práctico.

Este seminario forma parte del Espacio de Formación de Promotores Sociosanitarios, al que se inscribieron mas de 500 personas de todo el país.

Se enviaron diversos materiales por correo electrónico a las personas inscriptas: conferencias previas sobre la situación nutricional en Uruguay, sobre políticas de alimentación en España y Paraguay, sobre Agroecología y Soberanía Alimentaria, junto con testimonios de Ollas Populares, experiencias de Huertas comunitarias y familiares, aportes del Nucleo Interdisciplinario de Alimentación y Bienestar de la Udelar y materiales educativos de la Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer y el Programa de Nutrición del MSP. Todos estos materiales, junto con los dos talleres están disponibles en el canal de youtube : (39) Red de Municipios y Comunidades Saludables – YouTube o pueden solicitarse al correo municipioscomunidadesaludables@gmail.com.

La malnutrición por déficit y por exceso caracterizan esta crisis como grave problema que existe en todas las franjas etarias, comenzando desde edades muy tempranas e influyendo en todo el curso de la vida.

Como enfatizaron la nutricionista Victoria Miqueiro de la Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas y la nutricionista Natalia Rey responsable del programa de nutrición de la IM hay un vínculo estrecho entre mala alimentación y Enfermedades Crónicas como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y distintos tipos de cáncer , que son la principal causa de muerte en Uruguay. También se ha constatado que las personas con obesidad tienen una evolución mucho peor en los casos de Covid 19.

La otra cara de esta realidad es el hambre, la inseguridad alimentaria y los problemas nutricionales por déficit. La anemia y el retraso de talla en relación con la edad, son consecuencias de estas carencias afectando el desarrollo y la salud de las personas. El aumento drástico de la pobreza, cien mil nuevos pobres en el último año, 30% más que en 2019, influyen en las graves dificultades de algunos sectores para acceder a una alimentación suficiente.

Como señala Victoria Miqueiro 50% de los niños presenta un peso mayor al adecuado. El retraso de talla en relación con la edad paso de 5% en 2013 a 7% en 2018. También aumentó el sobrepeso, la diabetes y la anemia en mujeres embarazadas. Mas del 90% de la población no consume la cantidad de frutas y verduras recomendadas.

Gastón Ares y Alejandra Girona del Nucleo Interdisciplinario de Alimentación y Bienestar de la Universidad de la Republica presentaron asimismo cifras muy fuertes de la crisis alimentaria:

*En setiembre de 2020, 1 de cada 6 hogares con niños, niñas y adolescentes experimentaba inseguridad alimentaria grave o moderada.

*Casi 3 de cada 10 menores de 2 años presentan anemia.

* 4 de cada 10 niños, niñas y adolescentes entre 5 y 12 años presenta sobrepeso u obesidad.

* 6 de cada 10 adultos presenta sobrepeso u obesidad.

¿ Como se gestó esta situación nutricional ?

En las últimas décadas hubo en América Latina una fuerte ofensiva comercial de una decena de grandes compañías multinacionales para ampliar el mercado de productos caracterizados como ultraprocesados (para diferenciarlos de los naturales y los procesados) con altos contenidos de sodio, grasas y azúcares. La OPS constató el gran incremento del consumo de estos productos y sus efectos perjudiciales para la salud. Uruguay es uno de los paises donde este aumento fue mayor. El consumo insuficiente de alimentos naturales y el elevado consumo de ultra -procesados, con exceso de sodio, azúcares y grasas son la principal causa de la epidemia de sobrepeso y obesidad.

¿Cómo promover cambios imprescindibles en la alimentación para proteger nuestra salud?

Necesitamos una política pública firme, que abarque diversas dimensiones, con estrategia y hoja de ruta bien definidas, que conjugue la labor del Estado a nivel nacional, departamental y municipal, con las acciones de la sociedad civil y en particular de las comunidades en cada territorio. Sin duda es uno de los grandes Objetivos Sanitarios Nacionales en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

¿Cómo transformar los sistemas alimentarios?

Ares y Girona proponen medidas estructurales basadas en el Derecho a una Alimentación Adecuada :

• Impulsar políticas públicas que promuevan la seguridad y soberanía alimentaria en los territorios. • Garantizar que todas las personas puedan acceder y pagar alimentos nutritivos y saludables.

• Promover medios de vida equitativos

• Monitorear y fiscalizar las políticas públicas

• Mejora de las condiciones de vida de los pequeños productores y en especial de las mujeres rurales

• Fortalecer la diversidad de la oferta de alimentos producidos, que es mucho más amplia que la que ofrece la agricultura industrializada-monocultivos.

Agregan propuestas de medidas locales para el acceso a los alimentos y la agricultura familiar

• Promover mercados locales y formas alternativas de comercialización de los alimentos, contribuyendo a la articulación entre productores y consumidores (circuitos cortos)

• Cocinas comunitarias

• Bancos de alimentos

• Restaurantes populares

• Rescatar semillas nativas y criollas que promueven la autonomía alimentaria

• Fomentar experiencias de agricultura urbana

• Desde espacios educativos y experiencias alternativas fortalecer el desarrollo de una conciencia crítica y de reflexión sobre la relación salud y modelos alimentarios.

• Complementariedad de programas y proyectos nacionales, departamentales y municipales donde se puedan integrar recursos y acciones.

Es necesario un cambio cultural profundo y eso requiere acciones educativas y experiencias alternativas al modo de consumo que se ha impuesto en las últimas décadas.

En el taller del 29 de julio Natalia Rey insistió que en últimos años se han desarrollado muchas actividades y herramientas para la promoción de alimentación y estilos de vida saludables.

Entre esas acciones mencionó los cursos de formación de “Multiplicadores de las Guías Alimentarias” en todo el país dirigidos a personal de salud y educación. También un “Set educativo” con herramientas didácticas, juegos de mesa y de lona de la Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer y múltiples materiales del Programa de Nutrición del MSP.

No todas han tenido una difusión adecuada y muchas veces no son conocidas por parte de la población en general o incluso por las personas interesadas en promover acciones comunitarias al respecto. La intención de la Red MCS es compartir los recursos y materiales existentes para realizar actividades a nivel comunitario.

En el campo de la alimentación hay experiencias de acción social destacables como el Mercado Popular de Subsistencias . El MPS es una organización social para comprar colectivamente a empresas cooperativas o autogestionadas, pequeños productores, agricultura ecológica. Además de apoyar la subsistencia de estos emprendimientos se logran precios sustantivamente mas bajos y accesibles y se van tejiendo redes de solidaridad. La cantidad de familias que participan del MPS ha crecido notoriamente en la crisis actual superando las mil familias agrupadas en 62 barrios de Montevideo y Area Metropolitana. Un funcionamiento federal, participativo y autogestivo es uno de los elementos de esta ampliación.

Las huertas familiares y comunitarias han generado un interés mayor en amplios sectores en el último período. En el Seminario se aportaron criterios para una planificación adecuada de huertas, recomendaciones para lograr el éxito de estos emprendimientos.

Las Ollas Populares fueron y siguen siendo una gran respuesta solidaria a la emergencia alimentaria. Crecieron rápidamente desde marzo de 2020 ante la omisión del Estado en esta materia y la insuficiencia de otras acciones institucionales. Mas de 700 Ollas y merenderos tanto en Montevideo como en el interior contribuyeron a paliar la crisis de acceso a la alimentación. Aún hoy, un año y medio después continúan asegurando un plato de comida o una merienda a quienes lo necesitan. Son respuestas populares, que se vinculan con otras acciones como huertas, roperos, sostenidas por la solidaridad de vecinos y comercios locales, construyendo redes como las distintas Coordinadoras de Ollas y Merenderos y la Coordinadora Popular y Solidaria. Varios testimonios de Ollas y Merenderos se produjeron y subieron al canal de youtube de la Red de Municipios y Comunidades Saludables para este seminario.

El Seminario sobre Crisis Alimentaria tuvo un diseño participativo, recogiendo diversas percepciones y propuestas que aportaron sus participantes de muchos puntos del país desde Artigas y Bella Unión hasta Rocha, Salto, Paysandú y el Area Metropolitana. En el trabajo de los 6 subgrupos las preguntas orientadoras fueron : ¿Qué podemos hacer cada uno para que se tome en cuenta el etiquetado frontal al elegir un producto? ¿con qué frecuencia están los productos con o sin etiquetado por excesos en la alimentación diaria ?¿Qué estrategias podemos llevar a cabo para disminuir el consumo de productos altos en grasas, sal y azúcar?

Las propuestas que surgieron de la discusión fueron muchas. Mencionaremos algunas :

*Para poder elegir bien tener mas información. Generar el hábito de mirar las etiquetas, evitar su naturalización. Distribuir materiales sencillos con ideas claras, dibujos y poco texto.Usar los medios de comunicación, incluyendo los comunitarios y barriales.

* Comenzar por lo personal, hablarlo en la familia, con los vecinos y en las organizaciones donde participamos. Trabajar en los CAIF, las escuelas y liceos, las cooperativas, las redes de personas mayores, las organizaciones de consumidores. Promover juegos para involucrar a los niños y por ellos llegar a las familias. Involucrar a los abuelos y las personas mayores.

*Promover la comida casera, el hábito de cocinar, el disfrute de los sabores naturales y los vínculos sociales relacionados. Difundir recetas saludables desde las redes comunitarias. Ver formas de sustituir los productos no saludables. Impulsar las huertas familiares y comunitarias como herramientas para el cambio de hábitos.Rescatar programas como Cocina Uruguay que enseña a cocinar saludable y barato.

*Mas impuestos para los productos con exceso de sodio, azucares y grasas como se ha hecho en otros paises. Bajar los costos y los precios de los alimentos saludables. Mayor fiscalización. Involucrar a los comercios en la promoción de productos saludables. Incidir en el menú de los restaurantes. Rechazar la modificación del decreto sobre hexágonos que elevó los parámetros para evitar que algunos productos tuvieran las etiquetas por excesos. Juntar firmas para volver a los criterios anteriores.

*Partir de la realidad de cada territorio para ver alianzas posibles, problemas críticos y acciones coordinadas para mejorar los hábitos. Considerar la situación de las ciudades de frontera donde influyen las realidades de paises limitrofes.

Volviendo al inicio de este artículo. La alimentación saludable es un tema que nos involucra a todos, como personas y como colectivos. Tenemos mucho para cambiar si queremos proteger nuestra salud y la de las nuevas generaciones. Hay una sola Salud que incluye la de los seres humanos, la de los animales y la del ambiente, que está muy relacionada con la alimentación.

Articulo publicado en Nuestra Voz periodico de ONAJPU Agosto 2021

NUDOS CRITICOS DE LOS PROCESOS LATINOAMERICANOS por Pablo Anzalone

Selectividad estratégica del Estado y gobiernos de cambio

Introducción

El mundo sufre hoy agudamente la epidemia del Coronavirus Covid 19 . Varias opiniones (Barcena 2020) señalan que ninguna de las grandes pandemias de la historia irrumpió en un mundo tan poblado (más de 7700 millones de personas) ni tan interconectado y con un planeta ambientalmente enfermo. Vale ahondar en el concepto de un planeta ambientalmente enfermo, o de un modelo de civilización depredador y biocida. Esta situación es considerada la mayor crisis humana y de salud de este tiempo. El grave problema sanitario rápidamente está generando una emergencia alimentaria, social y económica. Comienzan una serie de transformaciones cuyas consecuencias todavía no conocemos. Sabemos del riesgo de que los peores efectos económicos se descarguen sobre los sectores populares y también de mayores limitaciones a las libertades públicas y los DDHH. También surgen valiosos procesos de solidaridad y creatividad en este complejo escenario.

Los Estados son protagonistas fundamentales en esta crisis. Ni siquiera los fundamentalistas del mercado pueden negar su rol . Es así que el tema del Estado y en particular la selectividad estratégica del Estado vuelve a estar sobre la mesa en esta coyuntura. La selectividad estratégica como concepto es una herramienta teórica relevante para analizar el Estado. Nos interesa ampliar su utilización en el análisis de los procesos progresistas latinoamericanos del siglo XXI.

Los diversos gobiernos de izquierda latinoamericanos durante las primeras décadas del siglo XXI son un hecho histórico sin precedentes para el continente. Vivimos en una región donde las estructuras y prácticas autoritarias están profundamente enraizadas en la historia, desde la esclavitud de poblaciones afroamericanas y el despojo de los pueblos indígenas al terrorismo de estado de las dictaduras. La mayor o menor democratización de la sociedad y el Estado son un nudo crítico de los procesos latinoamericanos y desde allí podemos analizar los “gobiernos de cambio”.

Cuando Juan Carlos Monedero (2019) hace una revisión del concepto “selectividad del Estado” y enfatiza su carácter “estratégico” aporta una precisión teórica importante. Apoyándose en Nicos Poulantzas (1969, 1974, 1976, 1977) 1y Bob Jessop ( 1999, 2017) esta concepción del Estado cuestiona la idea de que se trata de algo neutral utilizable de la misma forma por cualquier sector social ni tampoco es un mero instrumento de las clases dominantes o una determinación estructural simple e inamovible.

Hemos escuchado varias opiniones2 que sostienen que las fuerzas progresistas apostaron todo al Estado (del cual controlaban solo el gobierno y hasta cierto punto) y perdieron porque la derecha ganó terreno en la sociedad. Me parece un cuestionamiento interesante. Con la salvedad que las afirmaciones muy categóricas requieren investigación empírica, para salir del etiquetado fácil y analizar la complejidad de actores y estrategias en paises muy distintos durante una larga década.

Concebir el Estado como una relación social entre fuerzas sociales y políticas, nos devuelve tres tipos de problemas :

a) ¿Hasta que punto, cómo y dónde se modificaron las reglas de juego del Estado y su relación con la población, analizando sus estructuras y funcionamiento? .

b) ¿En qué medida las fuerzas sociales, la sociedad organizada y los sectores populares fueron capaces de fortalecer su accionar, incrementar su poder, transformarse ellas mismas, en este período? ¿Cómo lucharon junto con los gobiernos progresistas, o en los espacios que éstos abrieron, o también cuestionándolos?.

c) ¿Qué rol jugaron las fuerzas políticas como tales, más alla de su rol institucional en gobiernos o parlamentos? ¿Cuál fue su accionar en relación con la población, su democracia interna, su participación en los debates societales, tanto los inmediatos como en los más trascendentes de acumulación hacia un patrón civilizatorio diferente?.

No podemos perder de vista el contexto histórico. América Latina hacia fines del siglo XX puede caracterizarse como democracias “de baja intensidad” que incluyen graves desigualdades, violación sistemática de derechos y fracturas sociales de clase, etnia, género, generaciones y territorios. Ésta es una región marcada por dispositivos de concentración antidemocrática del poder, cooptación de la política por el poder económico, hegemonía ideológica neoliberal, políticas represivas hacia el conflicto social y las drogas, fuertes mecanismos de opresión de clase, patriarcales y étnicos.

La reciente ofensiva derechista a nivel continental volvió a poner la violencia y el agravamiento de las desigualdades en el centro de la escena. Sin embargo no ha logrado hasta el momento estabilizar una nueva situación y sostenerla en el tiempo. La rebelión popular en Chile, las movilizaciones en Ecuador y Colombia, las protestas contra el golpe militar en Bolivia, las luchas feministas en todo el continente, muestran un panorama de resistencias múltiples. Por otro lado el gobierno de Lopez Obrador en México y de Alberto Fernández en Argentina, dos países relevantes en la región, evidencian que también a nivel de gobiernos los progresismos siguen siendo alternativas vigentes. Más que la constitución de un nuevo ciclo continental asistimos a un escenario con procesos divergentes.

Gobiernos progresistas, Estado y democracia.

Los gobiernos progresistas lograron un descenso importante de la pobreza y la indigencia, creando una trama de protección social, y mejorando las condiciones de vida de amplios sectores postergados (aunque el porcentaje de la riqueza apropiado por el sector mas rico no se modificó). Las izquierdas latinoamericanas llegaron al gobierno en Estados llenos de selectividades, sesgos y contradicciones, como dice Monedero (2019). En poco más de una década lograron iniciar cambios significativos en lo social y lo institucional, pero también dejaron en pie estructuras de poder concentrado en manos de la derecha y debilitaron su vínculo con los movimientos de masas.

Los enclaves de poder reaccionario que operaron para desgastar y luego derrotar los gobiernos progresistas fueron varios. En Brasil vimos la complicidad activa del Poder Judicial y los mecanismos de “lawfare”, así como la confluencia de mayorías parlamentarias conservadoras, de la gran prensa, de algunos grupos religiosos y el Ejército que se convirtió en un factor clave del gobierno de Jair Bolsonaro. En Bolivia el Ejército y la Policía dieron un golpe de Estado junto con un levantamiento promovido por algunos sectores.

En Uruguay el triunfo de la derecha se produjo en noviembre de 2019 por una diferencia mínima, en un proceso electoral limpio. Fue necesaria una coalición de cinco partidos que van desde la derecha liberal a la ultraderecha para derrotar al Frente Amplio por un escaso margen. El FA, (expresión de la unidad de la izquierda desde 1971) sigue siendo la principal fuerza política del país, obteniendo más de 10 puntos por encima del Partido Nacional en octubre 2019. Aún así fue derrotado y eso exige un analísis crítico y autocrítico de su accionar y los 15 años en el gobierno.

La persistencia de enclaves de poder reaccionario, expresiones de la “selectividad estratégica del Estado”, fue un factor que incidió en el desgaste del FA y el crecimiento de las derechas. Un ejemplo fue la crisis militar (generada por las sentencias de dos Tribunales de Honor y la conducta del comandante en jefe) que mostró la subsistencia de concepciones de la Doctrina de la Seguridad Nacional en la cúpula del Ejército. El Teniente General Manini, comandante en jefe destituido por el presidente Tabaré Vazquez se convirtió en candidato a la presidencia y obtuvo una representación parlamentaria con 2 senadores y 7 diputados, sumándose a la coalición derechista gobernante, pero presionándola constantemente hacia la ultraderecha. Manini y su partido han hecho una prédica fuerte contra el Poder Judicial, contra la Comisión Interamericana de DDHH, y en defensa de los militares responsables de crímenes durante la dictadura. La difusión reciente de las actas del Tribunal de Honor al Coronel Gilberto Vazquez por parte de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos volvió a poner sobre la mesa los crímenes cometidos en dictadura (torturas, asesinatos, desapariciones, coordinación represiva en el cono sur, etc) y también en democracia (asesinato de Eugenio Berríos, planes de asesinato de dirigentes de izquierda, etc). Más allá de esas confesiones del Coronel Vazquez lo que aparece con mucha claridad es la responsabilidad de la cúpula militar desde la recuperación de la democracia. Ninguno de estos tribunales de honor, ni los comandantes en jefe de turno consideraron a los asesinatos, torturas y desapariciones como lesiones al honor militar, no se investigó ni se enviaron al Poder Judicial los elementos que surgían de las declaraciones recogidas. La persistencia de la ideología dictatorial en los mandos militares es un grave capítulo pendiente para la democracia uruguaya, donde operó muchas veces la permisividad del poder civil ante grados muy altos de autonomía militar. Como señala la declaración de Familiares de Detenidos Desaparecidos el 30 de agosto de 2020: “Cuanto más sabemos de los horrores y arbitrariedades de esos años, mas incomprensible se hace esta tolerancia y continuidad. Así creció un poder corporativo paralelo, que emerge cada vez que ve tocados sus intereses, especialmente cerrando filas para no enfrentar a la Justicia.”3

Al mismo tiempo las batallas por los DDHH, que tuvieron en Uruguay varias derrotas políticas fuertes (ley de caducidad, plebiscitos en 1989 y 2009, etc.) también obtuvieron logros que la Asociación de Familiares de Desaparecidos reconoce.4

En otra institución con una larga historia de represión política y social como la Policía, el gobierno frenteamplista desarrolló políticas diferentes y puso especial énfasis en la formación democrática de sus oficiales.

El oligopolio mediático que controla casi todos los canales de televisión abierta y por cable, operó sostenidamente con una agenda contra el gobierno progresista, promoviendo el alarmismo y la inseguridad exhacerbando la crónica roja. Se aprobó una ley de medios con sentido democratizador, aumentando la pluralidad, fortaleciendo los medios comunitarios, pero su implementación fue débil y tardía, a pesar de que la gran mayoría de los recursos de impugnación presentados por el sector privado ante la Suprema Corte de Justicia, fueron rechazados por ésta.

Selectividad estratégica y cambios estructurales

La represión brutal a las movilizaciones populares en Ecuador, Chile, Colombia y Bolivia en 2019 es un ejemplo doloroso del carácter de estos Estados, que no dudan en violar los derechos humanos y las garantías democráticas, frente a la protesta social. Al mismo tiempo todo parece indicar que no alcanza con la represión para garantizar el orden.

Para las fuerzas populares surgen escenarios complejos donde la movilización social es un elemento clave pero insuficiente . En este nuevo contexto latinoamericano la reflexión crítica sobre el Estado y sus contradicciones, su autonomía relativa y vínculos de clase, es imprescindible. También la sociedad, sus actores, complejidades y contradicciones, sus luchas en diversos planos requieren una mirada crítica, innovadora.

No alcanza la decisión política de los gobernantes para cambiar estructuralmente el Estado, modificando profundamente la “selectividad” preexistente. Se necesitan correlaciones de fuerza, relaciones de poder que permitan abordar exitosamente esas transformaciones. No se trata de un acto puntual sino de un conjunto de acciones que produzcan cambios políticos y culturales. En tal sentido merece la pena investigar sobre nuevas formas de hacer política y alianzas con fuerzas sociales. Las modificaciones en las estructuras políticas y sociales así como en el desarrollo de prácticas participativas son cuestiones claves que varían en cada proceso . Las diferentes formas de hacer política deben analizarse desde el ángulo de su aporte a la mayor democratización de la sociedad y el Estado. Cuando se redujo la política a la labor de gobierno, institucionalizándose, tuvo efectos limitantes sobre el conjunto social y sobre los partidos. Se debilitó la acción política en la base, reducida muchas veces a las campañas electorales .La preocupación fue que la fuerza política no interfiriera con el gobierno en lugar de centrar los esfuerzos en dinamizar la participación ciudadana en los asuntos públicos. La lógica de que el gobierno sea considerado el único motor de cambios, reduce los roles de la militancia política y social a un papel de apoyo y seguimiento. Pensar la política en términos de cargos de gobierno y de carreras personales, contribuye a su “estatización” y puede llevarla a la defensa de los status quo, haciendo más difícil una visión crítica de lo que se está haciendo.

Por otro lado se han desarrollado procesos que van en un sentido democratizador, tanto en la escena nacional como en campos específicos. Las experiencias más fecundas permitieron la recuperación de la política como práctica colectiva . Estas prácticas contribuyen a la construcción de la noción de pueblo, pensado como proyecto histórico y lucha por la hegemonía.

En el período progresista ganaron espacio las políticas públicas orientadas a los derechos humanos, económicos, sociales y culturales, a la ciudadanía plena y la inclusión social. Estos modelos de crecimiento con redistribución generaron una mejora significativa de la situación social . Eso es trascendente en un continente con tanta pobreza y desigualdad acumuladas, aunque puede ser pertinente un análisis de los modelos de sociedad que ponga en cuestión la idea de un crecimiento económico sin límites, el propio concepto de desarrollo y su relación con la naturaleza y el consumismo como sinónimo de bienestar.

Un aspecto a jerarquizar en el análisis de este período es la creación de formas de participación social en las políticas públicas. “La construcción de políticas públicas bajo formatos de participación social extendida no fue solamente una cuestión de estrategia política para los gobiernos del Frente Amplio, sino también seña de identidad y expresión de su concepción de la democracia” (Bentancour y Busquets 2019). Estos autores destacan que las experiencias participativas se caracterizaron por su universalidad.

Faltó un desarrollo mayor de esta participación a través de mecanismos democratizadores que fortalecieran el entramado social. Hubo pasos interesantes en varios planos pero fueron insuficientes en relación con la dimensión y complejidad de los desafíos planteados (Anzalone 2018). Hablamos de salud, educación, seguridad, vivienda, convivencia, cultura, recreación o deporte, y otros muchos campos. En ninguno de ellos ha sido posible gestar transformaciones profundas sin democratización radical, sin protagonismo mayor de la sociedad, sin valores emancipadores, sin movilización social.

Como señala Castells (2009, 2020) las relaciones asimétricas de poder, implican que algunos actores tienen la capacidad de definir las reglas de juego. Un desafío fundamental es modificar esas relaciones en cada campo de la sociedad, ampliando la cantidad de actores, haciendo oir la voz de los postergados, generando estructuras más abiertas y participativas y también construyendo prácticas sociales transformadoras con arraigo en la sociedad que definan el sentido de los discursos hegemónicos.

Una investigación que realizamos sobre participación social en salud (Anzalone 2018a, b) destacó la creación de espacios donde la voz de los usuarios pueda expresarse, no solo en la base sino en la conducción del Sistema Nacional Integrado de Salud SNIS. La participación de usuarios, trabajadores y comunidades genera una nueva forma de gobierno del sector, que amplía las bases de sustentación de las políticas del SNIS y enriquece sus contenidos.

Hay un debate teórico y politico que viene desde el siglo XX. Durante décadas gran parte de las fuerzas populares concibió la “toma del poder” como una llave mágica que resolvería todos los problemas. Esa concepción del poder se centraba en el control político-militar del Estado y desde allí la economía y la sociedad. Muchas experiencias demostraron el error de subestimar los componentes ideológicos y culturales de todo proceso social por un lado y por otro las libertades democráticas y los derechos humanos, como principios orientadores reduciéndolas a su versión liberal. Aquella visión estatista y centralista dejaba de lado la democratización radical de la sociedad y el Estado como parte esencial del proceso y también de las utopías.

Conclusiones

Un elemento que erosionó los procesos progresistas fueron las debilidades a la hora de democratizar profundamente el Estado y la sociedad incluyendo la persistencia de enclaves de poder reaccionario. Eso dificultó la profundización y sustentabilidad de los cambios.

Las reformas “progresistas” pueden ser emancipatorias y no solo paliativas, pueden construirse “utopías reales” sostuvo Eric Olin Wright (2013). Juan Carlos Monedero (2019) dice bien que oponer reforma y revolución resultó ser un error teórico y político. También lo fue concentrarse solo en el gobierno, dejarse cooptar por el Estado y no jerarquizar al mismo tiempo el trabajo social, la organización social, las múltiples luchas culturales y políticas con sentido emancipador. Permitir enclaves reaccionarios fue acompañado de debilidades y contradicciones de las políticas de empoderamiento de los sectores populares. Mirando América Latina, las movilizaciones populares fueron vistas, en varias coyunturas, como un problema, un peligro o un adversario de los gobiernos progresistas. En varios casos cuando se produjo la ofensiva reaccionaria los gobernantes de izquierda no contaban con la movilización activa de la población, porque el vínculo se había ido deteriorando.

Las izquierdas se deben un proceso de reflexión autocrítica, que “no tire el niño con el agua”, minimizando los avances construidos, ni se atrinchere en la defensa de todo lo hecho; que no busque chivos expiatorios, ni autoflagelación. Se trata de enriquecer el pensamiento y la acción hoy con los aprendizajes que surgen de los procesos anteriores.

Reinventar el Estado, construir una democracia alternativa, descolonizar, desmercantilizar y democratizar la vida, como propone Boaventura De Souza Santos (2002, 2006, 2016) requiere cambiar la sociedad al mismo tiempo. Referentes ecofeministas como Amaia Sanchez Orozco, Yayo Herrero y Laura Gomez han sido muy enfáticas en ese sentido. No solo porque ambos, Sociedad y Estado, están muy imbricados y se influyen mutuamente, sino porque una transformación de esas dimensiones requiere una alianza amplia de actores sociales y políticos , que cambie los poderes que sostienen el status quo y las desigualdades. Las luchas feministas son protagonistas fundamentales junto con otros movimientos populares de trabajadores, estudiantes, pobladores, creando un abanico plural. Ese proceso no está exento de contradicciones y la transformación de los valores y vínculos patriarcales interpela también a instituciones de distinto tipo de toda la sociedad y también a las fuerzas populares. La postergación de las mujeres, su invisibilización, las múltiples violencias y abusos que sufren, ya no se aceptan en silencio e impunemente. La aparición de nuevas y crecientes denuncias de mujeres abusadas muestran como operan los micropoderes machistas en instituciones muy diversas que van desde la academia al Carnaval. Crean así nuevas posibilidades de cambio cultural, cuestionando la reproducción de las desigualdades hacia el futuro.

Al mismo tiempo la experiencia latinoamericana muestra que la unidad de los movimientos populares es un elemento fundamental que no ha sido facil de construir y de sostener. Las divisiones en el campo popular tienen una larga historia en la región, sembrando derrotas, frustrando esfuerzos, reproduciendo sectarismos y dogmatismos varios.

El posicionamiento ético es la base para todos los razonamientos y conductas. El rechazo a la corrupción, al arribismo, el sectarismo, las lógicas autoritarias, manipuladoras y de control, es parte de los valores que sustentan las luchas democráticas. También es un elemento de la autoconstrucción de los movimientos populares y las fuerzas políticas. La gestación de valores solidarios y emancipadores, la sensibilidad y el compromiso con las grandes mayorías, contra las injusticias, la opresión y las desigualdades en todos los planos, la defensa de la vida como principio, son procesos culturales de enorme valor político y social.

Es preciso revalorar el concepto de entramado social participativo, integrador, heterogéneo, como un factor esencial de una democratización radical del Estado y la sociedad que modifique la selectividad estatal heredada.

Referencias Bibliograficas

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.-Anzalone, Pablo (2018b). “Participación social en el Sistema Nacional Integrado de Salud en Uruguay”. En Las disputas por lo público en América Latina y el Caribe. Hector Rene Mena Mendez et al. Buenos Aires.CLACSO; Washington: Transnational Institute of Latin America;Buenos Aires: IEALC- Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe, 2018. Disponible en : http://209.177.156.169/libros/Las_disputas_por_lo_publico.pdf

.- Barcena, Alicia (2020).Hora Cero: Nuestra región de cara a la pandemia. CEPAL . Disponible en https://www.cepal.org/es/articulos/2020-hora-cero-nuestra-region-cara-la-pandemia

.-Castells,Manuel (2009) El poder en la sociedad en red. España . Alianza Editorial.

.-Castells, Manuel (2020) La crisis de la democracia liberal . Conferencia dictada en el Curso Estado Gobierno Democracia. CLACSO. Disponible en https://youtu.be/271lV6kLVGM

.-Monedero, Juan Carlos (2019). “Selectividad estratégica del Estado y el cambio de ciclo en América Latina” en Ouviña, Hernán y Thwaites Rey, Mabel (Compiladores) Estados en disputa .Auge y fractura del ciclo de impugnación al neoliberalismo en América Latina, . Buenos Aires .Clacso-IEALC y otras.

.- Bentancour, Nicolas y Busquets, José Miguel (2019). La izquierda gobernante en uruguay (2005-2015). Análisis de un experimento democrático participativo . Versión en español del artículo “The governing left in uruguay (2005–2015). A Participatory Democratic Experiment”, publicado en Latin American Perspectives. Nº 224, vol. 46 (1), pp. 137-151, enero-febrero de 2019.

.- Bentancur, Nicolas y Busquets, Jose Miguel (2017). Capacidades estatales y cambio en las políticas públicas: el caso de Uruguay bajo los gobiernos del Frente Amplio (2005-2015) . Brasil. Soc. e Cult., Goiânia, v. 20, n. 1, p. 127-146, jan./jun. 2017 .

.-Jessop, Bob. (1999). The strategic selectivity of the state: reflections on a theme of Poulantzas, Journal of the Hellenic Diaspora, N° 25 (1-2), 1-37. Disponible en: https://bobjessop.wordpress.com/2014/06/16/the-strategic-selectivityof-the-state-reflections-on-atheme-of-poulantzas/

.-Jessop, Bob (2017) . El Estado. Pasado, presente y futuro. Madrid. Catarata.

.-Poulantzas, Nicos (1969). Poder Político y Clases Sociales en el Estado Capitalista. España. SigloXXI.

.-Poulantzas, Nicos (1974).Fascismo y dictadura: la tercera internacional y el problema del fascismo. España. Siglo XXI

.-Santos, Boaventura de Souza y Avritzer, Leonardo (2002). “Para ampliar el canon democrático. Una introducción” en Souza Santos, Boaventura Democratizar la Democracia. Los caminos de la democracia participativa. Río de Janeiro. Civilizacao brasileira. Http://www.scribd.com/doc/47374091/18546712-lect-1-leonardo-avritzer-boaventura-de-sousasantos-para-ampliar-el-canon-democratico

.- Santos, Boaventura de Souza (2006). Más allá del pensamiento abismal: de las líneas globales a una ecología de saberes. Biblioteca CLACSO.

.-Santos,Boaventura de Souza (9 mayo 2016). Hay que empezar de nuevo. Dinamo.La Diaria.1,4.http://ladiaria.com.uy/articulo/2016/5/hay-que-empezar-de-nuevo/ .

.-Wright, Eric Olin (2013) Construyendo Utopías Reales. España. Akal Ed.

1 Nicos Poulantzas siempre me ha parecido un aporte teórico sustantivo para el pensamiento crítico . Sus análisis en “Poder Político y Clases Sociales”, “Las Clases Sociales en el Capitalismo Actual”, “Fascismo y Dictadura”, “La Crisis de las Dictaduras”, han brindado herramientas valiosas para el estudio del Estado y las luchas políticas.

2Rita Segato lo afirmó casi textualmente en el Primer Foro Mundial del Pensamiento Crítico. Bs. As 2018

3https://desaparecidos.org.uy/2020/08/30-de-agosto-de-2020-dia-internacional-del-detenido-desaparecido/?fbclid=IwAR0YQ-vp70pvDZrXGMUp9sSHbOwu6p1FEjaYq-SFtyQUtU_eTK9PyuI0jq4

4“Los avances alrededor de este tema han sido muchos y fueron posibles gracias al movimiento popular, a los trabajos de memoria, a la activa participación de jóvenes generaciones que defienden la memoria ya que entienden que el pasado y su presente están estrechamente vinculados y no quieren impunidad; al crecimiento de conciencia sobre la variedad de derechos y sus propias luchas por leyes que han ampliado nuestra visión de la libertad y el deber ser en sociedad. Gracias a ese constante e intenso trabajo desde muchos sectores de la sociedad, el tema no sólo no ha podido ocultarse, sino que el conocimiento de la dictadura, la empatía por encontrar a los desaparecidos, y la persistencia en los tribunales de Justicia ha forzado a los políticos de todos los partidos a reconocer estos reclamos. La Justicia, lentamente, ha ido integrando la imprescriptibilidad de estos delitos. La perseverancia de las causas, la sentencia de la CIDH, el trabajo de la Fiscalía Especializada, logran avances con algunos procesamientos de una enorme lista de imputados.¡No es un logro menor! Hasta los que reclaman impunidad y acusan a la Justicia de venganza, reconocen implicitamente los gravísimos delitos cometidos. Pero la dimensión de esta escasa justicia obtenida no ha conseguido dejar claro a los ojos de nuestro pueblo el carácter institucional de la represión durante el Terrorismo de Estado.” Declaración de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos 30 de agosto 2020.

1Este documento fue presentado como trabajo final del Curso Estado Sociedad Democracia de CLACSO (2019-2020), con algunas actualizaciones y agregados de agosto 2020.

DESCENTRALIZAR LA DESCENTRALIZACIÓN por Jorge Bentancur

El sábado 5 de agosto se llevó a cabo en el Centro Cultural Florencio Sánchez, el 3ª encuentro de la Unión de Organizaciones Barriales del Cerro, con la presencia de la Organización de Usuarios de Salud del Zonal 17, IPRU, APEX, MIDES Oeste y el apoyo de Municipo A.

En la entrada del Teatro Florencio Sánchez había exposiciones muy coloridas de las diferentes comisiones y un mapa gigante del zonal con la ubicación y el nombre de todas y cada una, escrito por los protagonistas como se debe hacer la historia.

El alcalde Gabriel Otero, que fue el primero en hacer uso de la palabra dijo estamos “descentralizando la descentralización”.

Y coincidimos totalmente, a nuestro parecer la descentralización es “una herramienta” que puede ser funcional, tanto al modelo neoliberal como al modelo democratizante. Compartimos y trabajamos para fortalecer la democracia participativa, como así lo ha dicho el concejal vecinal Luis Callejas, presentando la Unión de Comisiones Barriales junto a la concejala Marianela Costa.

Un poco de historia

El conocido documento 6 nos dice: “El objetivo central de la gestión departamental es el de promover una profunda democratización de la vida social, política y económica del Departamento de Montevideo”.

Y más adelante dice…“En esta concepción, la planificación, instrumentación y ejecución del conjunto de políticas propuestas supone y tiene como fundamento principal la información y la participación ciudadana. De acuerdo con lo expuesto anteriormente, el gobierno Municipal se sustentará en dos pilares fundamentales: los vecinos de Montevideo y los trabajadores municipales.

Los funcionarios del área social de la zona 17 se han puesto todas las pilas, la Licenciada en Trabajo Social Adriana Da Silva, por el Área Social, expuso sobre la historia de las comisiones barriales en la zona del Cerro. Haciendo referencia a la Comisión de Fomento, Edilicio y Social del Cerro que fue promotora de muchas de las obras que se realizaron en la primera época de la Villa del Cerro.

Nosotros agregamos, que en setiembre de 1950 quedaba constituida una Comisión de Vecinos que patrocina ante la población cerrense la instalación de un Hospital, Escuela Industrial, Liceo de Enseñanza Secundaria, Mercado Vecinal, Oficinas Públicas, Parques de Recreo y Deportivos, Alumbrados, Viviendas Económicas, etcétera.

De acuerdo a las necesidades del barrio, la Comisión de Fomento se reorganiza en varias áreas de trabajo. Se crea una sub-comisión pro-Liceo, lo que era una utopía “un liceo para los hijos de los obreros de los frigoríficos”,  después de varias idas  y venidas se hace realidad el día 2 de mayo de 1953 el Liceo abría sus puertas, la Comisión de Fomento Edilicio y Social del Cerro designaba por unanimidad para la primera APALC, a los Sres. Luis “Toto” Desanti y Ruben “Pocho” Ríos como delegados de los fundadores a quien hacemos humilde homenaje a través de estas páginas.

Si se puede

Hoy ha pasado mucha agua bajo el puente pantanoso y el Cerro ha crecido en población y siendo la cuna del país con 57% de los niños que nacen pobres, nos merecemos reconstruir el tejido social y disminuir la pobreza en una zona que supo enriquecer las arcas del tesoro nacional. Es obra de todos y así los expresan los activistas sociales Luis Callejas y Marianela Costa: “la marginalización debe ser extirpada de una vez por todas de nuestra sociedad” cada una de las comisiones que hacen parte de la red tiene un rol para que se cumplan los objetivos comunes.

Las diferentes comisiones se mezclaron en tres subgrupos y comenzaron a trabajar sobre diferentes temas con mucho entusiasmo.

Los tres talleres que se organizaron fueron sobre: 1) Trabajo comunitario y participación; 2)Infraestructura barrial; 3)Gestion de salones comunales y plazas.

Participaron las comisiones de los siguientes barrios:

Parque público Siete Hectáreas – Punta Yegua; La Trompada; Fortaleza; 5 de enero; Villa Libre; Tobogán; Las huertas; Colectivo del Oeste; Artigas; Comisión de la Plaza Nro 10; Cotravi; Nuevo Amanecer; Villa Esperanza; Puntas de Sayago; 1° de mayo; 4 esquinas; Estrella del Cerro de Bajo Valencia; Proyecto Ipiranga; 20 de julio y Colectivo Anfiteatro.

Como broche de oro, me toca compartir en el taller con un viejo compañero, Alfredo Sosa. En 1969 íbamos juntos por la delegación del Cerro al congreso de jóvenes cooperativistas que se realizó en la Unidad Cooperaria de Cololó, algo que nos marcó para el resto de nuestras vidas.  Hoy, 48 años después, seguimos en la militancia social, si nos vieran nuestro padres que también eran amigos, estarían orgullosos.

 

PARTICIPACIÓN SOCIAL Y MODELOS DE ATENCIÓN EN SALUD por Pablo Anzalone

Escribe Lic. Pablo Anzalone

Artículo publicado en EL DIARIO MEDICO mayo 2017

La participación social forma parte de los principios rectores de la reforma sanitaria y atraviesa los tres ejes de cambio priorizados en el modelo de atención, modelo de gestión y modelo de financiación. Pero sin duda es en la transformación del modelo de atención donde la participación social juega un rol más importante.

El cambio en el modelo de atención es una de las transformaciones más trascendentes y complicadas del proceso de reforma de la salud. Su eje principal es el desarrollo de la estrategia de Atención Primaria de Salud (APS) con carácter integral, en el marco de Redes Integradas de Servicios de Salud (RISS).

Antes del año 2005 Uruguay tenía un modelo de atención limitadamente curativo, asistencialista, hospitalo-céntrico, sin políticas de prevención y promoción. Un modelo donde el poder estaba concentrado en algunos grupos, se ignoraba a usuarios y trabajadores como protagonistas de la salud y no se impulsaban alianzas intersectoriales. No es una característica uruguaya solamente sino un modelo hegemónico a nivel internacional que cuenta con fuertes respaldos culturales, económicos y técnicos. Es funcional al poder del complejo industrial de la salud cuyos enclaves principales son la industria internacional de medicamentos y de tecnología.

¿Hasta dónde ha cambiado luego de 10 años de reforma? Hay muchos avances destacables. Sin embargo junto con el modelo de gestión se puede decir que los cambios en el modelo de atención son todavía muy insuficientes.

Nos parecen muy acertadas dos iniciativas recientes del MSP. Una de ellas es la realización de Coloquios que pongan sobre la mesa problemas relevantes para la salud, democraticen la información, incentiven una reflexión y discusión más profundas. Y la otra es haber recogido la propuesta de la FUS de llevar adelante un Dialogo Social en salud sobre grandes temas priorizados, para buscar acuerdos sobre los rumbos de profundización de la reforma.

En este contexto es más válido que nunca la elaboración conceptual y el debate fermental sobre los nudos críticos de la reforma sanitaria. Uno de ellos son las transformaciones en el modelo de atención.

Tomando como base una conferencia que realizamos sobre el tema en el Curso sobre Profundización del SNIS y Participación Social del Instituto de Formación Sindical de FUS, intentaremos hacer una contraposición necesariamente esquemática de ambos modelos.

CONTRAPOSICIÓN DE AMBOS MODELOS según algunas de sus características

MODELO ASISTENCIALISTA HEGEMÓNICO

MODELO INTEGRAL

basado en Redes Integradas de Servicios de Salud

Curativo y asistencialista, sin prevención de la enfermedad y promoción de la salud.

Integral con énfasis en la prevención y promoción y acción sobre los determinantes de la salud y de la enfermedad.

Recordemos a Lalonde

Actúa sobre el individuo enfermo Considera a la familia y la comunidad. Concibe la atención en base a una definición de población y territorio
Atiende a demanda Trabaja con programas y planes de salud además de la demanda

Estimula un uso acrítico de la tecnología y medicamentos

Promueve un uso racional de la tecnología y de los medicamentos

Identifica calidad con mayor tecnología

Asocia calidad con capacitación continua, protocolización y buenos vínculos

Concentra saberes y poderes Reconoce saberes y promueve la participación de los diferentes actores, redistribuyendo los poderes y construyendo otros nuevos
-Genera una deshumanización de la atención de salud.

-Los grandes cambios tecnológicos y la mercantilización cambiaron radicalmente la relación médico-paciente. Pierde peso la clínica, el examen físico y el diálogo.

-Promueve vínculos de respeto, solidaridad y cuidado por el otro.

-Rescata el valor de la clínica. La capacidad de escuchar, de preguntar, de ver el contexto familiar y social.

-Reivindica la bioética y la democratización en salud

-Se genera una sobreintervención médica sobre el cuerpo de las personas. Se multiplican las técnicas de diagnóstico y terapéutica, muy costosas y no siempre necesarias.

Es una medicina ofensiva. Hay una demanda inducida vinculada a los intereses de lucro.

-Promueve un enfoque integral, con más prevención y promoción.

– Humanización en el trato, respeto e interacción con los saberes de los usuarios.

Hay una medicina defensiva frente a la judicialización. Contrapartida de la impunidad dentro del sistema sanitario -Cuestiona la judicialización como forma de representar los intereses de los usuarios. -Rechaza la impunidad y promueve formas de prevención de los errores técnicos y de autocorrección de las malas prácticas.

Es funcional al lucro en la salud. Genera costos muy altos. Afecta la sustentabilidad de los sistemas de salud

Cuestiona éticamente el lucro en salud. Defiende la salud como un derecho. Promueve una inversión planificada, priorizada e integral en salud

Dificulta la atención en el primer nivel por los copagos

Facilita la atención en el primer nivel eliminando o reduciendo los copagos

Hospitalocéntrico. Sitúa en el hospital la forma principal de organización de la atención. Prioriza el Primer Nivel de Atención. Articulado eficientemente con los demás niveles. Referencia y Contrareferencia ágiles.

Promueve la cercanía con las familias y el barrio.

Promueve relaciones de mercado en la salud

Subordina la lógica de mercado a una racionalización de los recursos y fines.

Prioriza exclusivamente el rol médico. Subestima los demás perfiles profesionales sin incorporar el trabajo en equipo, la complementación e interacción entre saberes. Deja de lado la salud bucal y mental

Establece relaciones autoritarias dentro de las prácticas sanitarias

Promueve el trabajo en equipo interdisciplinario, el reconocimiento de los distintos saberes, el intercambio, el análisis crítico y colectivo, la definición de planes y objetivos comunes.
Concibe la labor aislada de cada efector de salud sobre sus afiliados Desarrolla formas de complementación entre efectores para optimizar recursos. Trabajo en red. Planes comunes discutidos con la comunidad
Considera la labor del sector salud en forma aislada y autosuficiente. Promueve alianzas entre el sector salud, educación y comunidad como estrategia fundamental para la salud de la población

La realidad siempre es más rica y heterogénea que cualquier modelo, pero la contraposición de modelos y estrategias son parte de las contradicciones que tienen los sistemas de salud. El SNIS requiere debates culturales, técnicos y políticos que contribuyan a problematizar la atención y desarrollar prácticas y estructuras más integrales y de mayor calidad.

Un ejercicio interesante es pensar como responden el modelo hegemónico y el modelo integral ante los principales problemas de salud del país. En primer lugar en relación con las enfermedades crónicas no transmisibles : cáncer, problemas cardiovasculares y cerebrovasculares, diabetes. O la malnutrición infantil con sus consecuencias de sobrepeso y obesidad, retraso de talla, anemia, hipertensión. ¿Cómo actúan en relación con problemas como la violencia doméstica y violencia de género?. ¿Cuales son las políticas que ambos modelos fomentan hacia los accidentes de tránsito, los suicidios, las adicciones y consumos problemáticos de drogas?.

¿COMO CAMBIAR EL MODELO DE ATENCIÓN ?

Es pertinente acá formular otras interrogantes. ¿Se puede actuar sobre los determinantes sociales, económicos, ambientales y culturales de la salud? ¿Se pueden cambiar los hábitos y las condiciones de vida? ¿Quienes podrían cambiarlos y cómo? ¿Cómo construir un modelo integral de atención a la salud?

Desde el Instituto de Formación Sindical de FUS se ha avanzado en el análisis de varias líneas de acción. En primer lugar fortalecer la implementación de los programas integrales de atención, organizados en una matriz transversal y longitudinal en el ciclo de vida. En segundo término convertir los Objetivos Sanitarios Nacionales en metas para un Plan Nacional de Salud y Planes Departamentales y locales elaborados e implementados con la mayor participación social.

Si la población no asume como propias las acciones sobre los problemas prioritarios de salud, si no se construye una participación activa de la sociedad en estos procesos, es difícil modificar los componentes estructurales tanto en lo social como en lo cultural.

En tercer lugar definir nuevas normas legales, incentivos económicos y pautas culturales que limiten la dispersión de los efectores, jerarquicen el trabajo en red entre actores institucionales y sociales de la salud. Se precisan nuevas leyes sobre complementación, metas asistenciales por territorio, objetivos sanitarios compartidos y planes de salud acordes a esos objetivos. Los objetivos sanitarios nacionales son una herramienta fundamental en esa dirección.

La promoción de la salud y la prevención de la enfermedad han tenido un énfasis mucho mayor en este período. Sin embargo puede considerarse que, salvo en el tabaquismo, no han logrado problematizar los contextos y los estilos de vida para disminuir los factores de riesgo para la salud. La situación social ha tenido mejoras muy notorias en materia de pobreza, indigencia, empleo, y otras dimensiones, pero subsisten componentes de fractura social. Al mismo tiempo hay que señalar que la mejora de ingresos no significó la adopción de hábitos más saludables. El consumismo en general y en particular el incremento del consumo de alimentos ultraprocesados con altos contenidos de sodio, grasas y azúcares influyeron negativamente en la salud. La comunicación/diversión/acceso a eventos, via celulares y computadoras abren posibilidades impensables hace unos años, pero también estimulan el sedentarismo, un factor de riesgo importante para la salud.

Desde el ángulo de la salud las transformaciones en condiciones de vida y hábitos todavía son insuficientes, aunque la situación no es homogénea en este plano.

La prevención de la violencia de género crece hoy por las luchas de las mujeres. La gigantesca marcha del 8 de marzo de 2017 es una demostración de la importancia que el tema tiene en la sociedad hoy. La prevención de accidentes está teniendo resultados interesantes porque UNASEV ha desarrollado campañas sostenidas. Y claramente faltan todavía políticas de alimentación saludable y de actividad física con mayor impacto.

Democratizar las políticas y las instituciones de salud así como la construcción de los planes de salud y su implementación es parte de ese modelo integral que se desea promover.

La reforma de la salud concibe el rol del sistema sanitario como parte de una matriz de protección social. Se asumió una estrategia de APS dando prioridad al Primer Nivel de Atención con una articulación mejor entre los distintos niveles de atención.

La oferta adecuada de servicios, la accesibilidad, la capacidad de resolución, la longitudinalidad, la coordinación en red de los servicios, son componentes esenciales de la integralidad y de la calidad del modelo de atención.

variantes en rojoTal como señalamos en una investigación en curso sobre Participación Social en Salud, han habido avances hacia un modelo de atención integral y es bueno destacarlos pero todos los actores sociales consideran que han sido insuficientes para transformar el modelo de atención asistencialista y mercantilizado que sigue siendo hegemónico.