Artículo publicado en EL DIARIO MEDICO N° 264 marzo 2023.
Destacando la oportunidad de aprendizaje que significó el taller sobre “Salud en intersección: medio ambiente, salud animal y seguridad alimentaria” del Programa de Investigación e Innovación para la Inclusión Social CSIC (Comisión Sectorial de Investigación Científica) de la UDELAR, he tratado de ordenar mis ideas sobre las prioridades para la investigación y la acción en el campo de la salud en el próximo período.
Como señala la invitación al taller realizado el pasado 2 de marzo “el objetivo de este programa es promover la realización de proyectos de investigación e innovación, en todas las áreas de conocimiento, orientados a colaborar con la resolución de problemas que dificultan la inclusión social de algún sector de la población uruguaya. En la presente edición, el programa priorizará demandas de conocimientos y tecnologías derivadas de la atención de salud y su inserción territorial”. CSIC convoca a priorizar y sintetizar demandas de conocimientos y tecnologías que podrían contribuir a mejorar la situación de poblaciones vulnerables.
Procuraré resumir en 10 puntos las reflexiones que me suscita esta invitación tan pertinente y oportuna.
1.-IMPACTOS . En el próximo periodo las poblaciones vulnerables serán afectadas por varios fenómenos de alto impacto relacionados con las crisis social, económica y sanitaria, las mayores desigualdades y el deterioro ambiental. Desde la realidad diaria grandes sectores de nuestra sociedad sufren carencias importantes que afectan la calidad de vida. Hay muchos análisis que caracterizan esta situación crítica ambiental, social, económica, alimentaria y sanitaria. Para mencionar solo una: la declaración conjunta de las máximas autoridades 1 de FAO, BM, FMI, OMC y PMA que afirma en febrero de 2023 que “A nivel mundial, la pobreza y la inseguridad alimentaria están aumentando tras décadas de avances en materia de desarrollo. Las interrupciones en las cadenas de suministro, el cambio climático, la pandemia de COVID-19, el ajuste financiero a través del aumento de las tasas de interés y la guerra en Ucrania han causado un impacto sin precedentes en el sistema alimentario mundial, y los más vulnerables son los más afectados. Según el PMA, 349 millones de personas en 79 países sufren inseguridad alimentaria aguda. La prevalencia de la desnutrición también va en aumento, luego de tres años de deterioro. Se espera que esta situación empeore, y se prevé que en 2022 y 2023 los suministros mundiales de alimentos caerán al nivel más bajo de tres años”. 2
Los problemas ambientales forman parte de nuestra vida cotidiana con fenómenos extremos como el calor agobiante, la sequía, los incendios y procesos de contaminación del agua y el suelo cada vez mayores. También en Uruguay. Algunos gobiernos como el de Petro en Colombia y Lula en Brasil han puesto la protección ambiental, en los primeros lugares de la agenda mientras que muchos otros (como el nuestro) miran para el costado como si no fuera a afectarnos a todos. El aumento de las desigualdades, de la concentración de la riqueza, de la tecnología y del poder en un pequeño sector mientras se despoja a las grandes mayorías tiene efectos múltiples en la sociedad y por lo tanto en la salud.
Mientras tanto la carrera armamentística ha vuelto a recrudecer y muchos gobiernos destinan una enorme cantidad de recursos a esa lógica destructora de la vida. La guerra retorna al escenario mundial y esa espiral biocida crece en las principales potencias y afecta a todo el planeta.
Como bien se ha dicho la salud es una: ambiental, humana y animal entrelazadas.
La atención sanitaria se ha deteriorado en nuestro país por la combinación de nuevos problemas y elementos de mas larga data. La pandemia y las omisiones del Estado fundamentadas como teorías de la responsabilidad individual han agravado la situación sanitaria. El aumento de la pobreza infantil y adolescente o el incremento brutal de la cantidad de personas en situación de calle son una punta del iceberg de la crisis social. Los impactos sobre la salud afectan a corto plazo pero también a mediano y largo plazo. A pesar del cambio trascendente y positivo que significó el Sistema Nacional Integrado de Salud SNIS vemos señales preocupantes de desgaste por falta de controles sobre la aplicación efectiva del PIAS Plan Integral de Atención a la Salud, el incumplimiento de la ley de salud mental y las violaciones al derecho universal de acceso que significan los planes VIP , entre otros factores negativos.
2.-AGENDA DE INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPACION. La investigación como producción de conocimientos en un escenario de incertidumbres es un factor importante para aportar a políticas públicas y acciones sociales o institucionales que enfrenten los problemas de manera integral. Para ello es fundamental que se asocie con la formación permanente de los actores sociales e institucionales y con la acción transformadora. Entre otros enfoques cabe particularmente apoyar las estrategias de IAP, Investigación Acción Participación, que desarrollen vínculos horizontales y estrechos con las comunidades. La construcción de una agenda compartida es necesaria para evitar la fragmentación de los esfuerzos y su lejanía de la realidad social sobre la cual se trabaja. El recorte de recursos presupuestales para la Udelar y en general para la investigación, se parece más a darse un tiro en el pie como país que a cualquier forma de “ahorro”. La pandemia demostró la importancia de la capacidad científica nacional para hacer frente a las situaciones críticas y para pensar el largo plazo. Las modalidades de articulación y alianzas con las comunidades y los temas a priorizar son un aspecto no menor en la gestación de una Agenda compartida.
3.-PARTICIPACION SOCIAL. Tal como ha jerarquizado la OMS y OPS en los últimos años la participación social en el campo de la salud es una estrategia fundamental y una de las funciones esenciales de la Salud Pública. Ese es el quid de la inclusión social en clave democratizadora. Las desigualdades existentes son el mayor obstáculo para la inclusión social y en especial las desigualdades de poder social, económico, político y cultural. Los paradigmas de pasividad y obediencia, de subalternización y control, así como los de omisión del Estado y la Sociedad porque se piensan los problemas como individuales, no ayudan a resolver las crisis sino por el contrario las profundizan . No se precisan más “pacientes” sino personas con derechos, participantes, protagonistas. Aprendiendo de las múltiples experiencias y ámbitos de participación generados en el SNIS, corrigiendo insuficiencias y errores, se trata de ampliar las formas de involucramiento social en las politicas de salud, fortaleciendo las organizaciones sociales comunitarias a nivel nacional y local.
4.-AREAS PRIORIZADAS . En tal sentido es necesario investigar, formar y actuar sobre los siguientes áreas , entre otras, centrando el abordaje en sus problemas críticos y al mismo tiempo creando redes territoriales que incorporen promoción, prevención, atención y rehabilitación de los mismos:
Pobreza infantil.
Adolescencias
Personas Mayores
Cuidados y Prevención de la dependencia
Ambiente y Salud
Alimentación y Salud
Salud Mental
Violencias patriarcales
Cada uno de ellos y en su interrelación son campos donde la salud y la vida están en cuestión. Estas áreas se cruzan con la dimensión territorial determinando la concentración de algunas de sus manifestaciones en ciertas zonas.
5.-OSN. OBJETIVOS SANITARIOS NACIONALES. Con estas grandes áreas priorizadas cabe apoyar la planificación por OSN contribuyendo a su mayor estudio y al desarrollo de las líneas de acción para alcanzar las metas propuestas a 2030, así como su actualización. Esta forma de planificar sale de la lógica de la rutina asistencial, o del lucro y la mercantilización para centrar los esfuerzos en problemas críticos, objetivos, metas y líneas de acción. Dimos los primeros pasos en esta materia a partir de 2015 y es destacable que haya habido una continuidad en la utilización de la herramienta en este nuevo gobierno. Desde la Red de Municipios y Comunidades Saludables se elaboraron una cantidad importante de propuestas, observaciones, correcciones y agregados a la versión inicial del MSP que se presentó en una consulta pública. No se conocen hasta el momento cuales de esos planteos han sido incorporados y tampoco hay una convocatoria pública a sumar fuerzas para el logro de los objetivos y metas imprescindibles hacia el 2030. De todas maneras la investigación no puede ignorar estos objetivos a mediano plazo y por el contrario puede aportar mucho para su efectivo cumplimiento.
6.-OSL. OBJETIVOS SANITARIOS LOCALES. Un aspecto relevante a crear y jerarquizar es la dimensión local como espacio de participación social e institucional para encarar los problemas críticos. Se trata de incrementar las capacidades de los actores locales para la realización de diagnósticos participativos y planes de acción, rendición de cuentas y participación de la población en los problemas priorizados. En especial el protagonismo de las comunidades es un factor clave para la elaboración de OSL Objetivos Sanitarios Locales y promover las acciones intersectoriales para su consecución. Hasta ahora esa dimensión local no ha sido considerada pero no es admisible dejarla de lado en la planificación estratégica ni en los planes a corto plazo.
7.-ALIANZAS ENTRE ACADEMIA y COMUNIDAD . Las alianzas entre comunidades y academia son un eje estratégico que permite la articulación (sin subordinación) con los gobiernos municipales, departamentales y nacional. Cabe destacar que los tres niveles de gobierno tienen responsabilidades y también capacidades para la interrelación con la academia y la comunidad. Los municipios por ejemplo son un actor institucional a jerarquizar por su cercanía a los territorios. Tanto la investigación, como la extensión universitaria y también la formación de profesionales comprometidos con la realidad actual requieren esas alianzas, que se basa en el dialogo de saberes. Para la academia tener interlocutores con quienes trabajar conjuntamente en la comunidad y en los gobiernos va mucho mas allá de contrapartes que acompañen los proyectos. Significa construir dinámicas de aprendizajes mutuos, alianzas fecundas con actores diversos, aportar y recibir de ellos, para producir conocimientos nuevos y acciones mas efectivas.
8.-SISTEMA NACIONAL DE CUIDADOS. Contribuir a retomar las políticas de cuidados con miras a la profundización del Sistema Nacional de Cuidados es un punto importante para la inclusión social. Uruguay dió algunos primeros pasos en esta estrategia que luego se ha detenido e incluso ha retrocedido en algunos planos. El campo de los cuidados es cada vez más relevante para nuestras sociedades donde las reivindicaciones de género, se articulan con las necesidades en incremento de la primera infancia, los discapacitados y las personas mayores. Para todas las generaciones la prevención de la dependencia desde los territorios es la clave del envejecimiento saludable y activo. Allí la experiencia de los centros diurnos articulados con todo el entramado de colectivos,instituciones y movimientos socioculturales, es un camino positivo para evitar la soledad, el padecimiento individual y la dependencia. Como señala la Articulación Feminista Marcosur en sus “10 Tesis hacia la Sociedad de Cuidados” esta Sociedad de Cuidados es una propuesta de sostenibilidad de la vida, que incluye como eje político el uso del tiempo, enfrentando las desigualdades que se expresan territorialmente y en el rol asignado a las mujeres por los estereotipos patriarcales . Se insiste en estas tesis en la enorme riqueza de formas colectivas para fortalecer el tejido social basadas en la cultura de la cooperación y el cuidado. Salud y Cuidados son dos pilares de la protección social y de la inclusión, pensando en la sociedad del futuro.
9.-SEGUNDA GENERACIÓN DE REFORMAS DEL SNIS. La investigación debe contribuir a la gestación de una segunda generación de reformas para fortalecer al SNIS consolidando sus avances y superando sus déficit, en especial en lo referente al cambio del modelo de atención. El campo de la salud y las políticas de salud no pueden limitarse al sistema de atención, pero éste sin duda cumple un rol importante. Uruguay realizó un cambio estructural con el SNIS que sigue siendo una referencia en América Latina, pero hay que insistir que es un proceso inconcluso, que requiere nuevas reformas. No es posible encaminar estas reformas innovadoras sin mayores investigaciones. Los avances en la ciencia y la tecnología no pueden ser patrimonio de un modelo mercantilista y asistencialista de la salud, sino que son herramientas también para un modelo integral de abordaje.
10.-DEMOCRATIZACIÓN SOCIAL. La clave de la inclusión social es la democratización de la sociedad y el Estado, ampliando la participación social en las políticas públicas, promoviendo cambios estructurales con redistribución del poder en los principales campos societarios . El ejercicio de los derechos pasa por esos procesos transformadores en lo local y en lo nacional. No se trata solo de abrir espacios y asegurar su funcionamiento sino de construir en la subjetividad colectiva los valores que sustentan la concepción integral, participativa y democratizadora de la salud. La investigación ha demostrado su pertinencia y utilidad para la salud no solo en los aspectos médicos o biológicos sino también en los procesos sociales, psicológicos, vinculares, ambientales, en los que estamos inmersos, con una perspectiva democratizadora. Desde los problemas concretos que nos afectan como sociedad y más aún a los sectores vulnerados, pero también en la visión positiva, propositiva, de una salud como vida digna y disfrutable, como buen vivir.
Artículo publicado en EL DIARIO MEDICO N° 262 Enero 2023
En 2022 OMS presentó en varias instancias un Manual cuyo título es Voz, agencia, empoderamiento – Manual sobre la participación social para la cobertura sanitaria universal. Se trata de un conjunto de propuestas y orientaciones para abordar ese aspecto de las políticas de salud 1. Además de conceptos generales el manual refiere estudios de caso, investigaciones realizadas sobre procesos participativos en salud en Francia, India, Madagascar, Portugal, Tailandia, Tunez, Mexico, Burkina Faso e Irán. Tuvo la colaboración de la Red Técnica de Participación Social y del grupo interno de OMS sobre participación comunitaria.
Desde Uruguay y pensando en una necesaria segunda generación de reformas en la salud el tema adquiere gran relevancia porque la participación social fue uno de los ejes fundantes del SNIS y su desarrollo tuvo experiencias enriquecedoras y obstáculos que la trabaron. Hacia el futuro la profundización y ampliación de los espacios participativos es una de las claves para involucrar a las comunidades en las políticas de salud y dar un salto en calidad en las transformaciones en este campo.
Prologado por su director Tedros Adhanom Ghebreyesus el documento de OMS fundamenta que la comunidad mundial de la salud debe reconocer la importancia decisiva de prestar atención y destinar recursos al fortalecimiento de la gobernanza de la salud. Para ello importa la incorporación sistemática de la voz de la población a la formulación de políticas y la adopción de decisiones (OMS 2022).
Según la OMS la pandemia del COVID agrega “una luz adicional y esclarecedora sobre la necesidad de la participación social como base para fomentar la confianza en las autoridades y las instituciones públicas”. Citando a Mattos y Serapioni 2 se destaca que la confianza puede fomentarse mediante un diálogo más sólido, regular e institucionalizado entre los poderes públicos y la población, cuando los ciudadanos sienten que las autoridades prestan oído a sus intereses y tienen en cuenta sus perspectivas.
Explícitamente este manual apunta a demostrar a los responsables políticos que la solución para los problemas de comunicación y receptividad entre quienes elaboran las políticas y sus destinatarios es invertir en la creación, fortalecimiento e institucionalización de mecanismos de participación social.
Citando el informe (2018) del Equipo especial de tareas sobre el diálogo entre la OMS y la sociedad civil el presente manual recoge la recomendación a la OMS que «actualice sus políticas, orientaciones y procesos a fin de alentar… a los Estados Miembros a que consulten de manera más regular, amplia y provechosa a las organizaciones de la sociedad civil”.
A tales efectos se definen tres modalidades principales que no son excluyentes sino que se solapan entre sí : las plataformas para la participación directa de la población, los mecanismos de participación a nivel comunitario y el diálogo con las organizaciones de la sociedad civil (OSC).
El texto está centrado fundamentalmente en la incorporación de las voces de las personas al proceso de formulación de políticas en materia de salud tanto directamente desde las comunidades, o también mediante otras organizaciones de la sociedad civil.
La gobernanza del sistema de salud para OMS implica hacer oír la “voz de las instancias interesadas” , es decir, garantizar que las opiniones, experiencias y necesidades de esas instancias sean escuchadas y tenidas en cuenta en los procesos de adopción de decisiones.
En ese sentido es muy importante que los distintos grupos de la sociedad interactúen entre sí y con los responsables de la adopción de decisiones para que las políticas sean más receptivas.
DESIGUALDADES Y DISTRIBUCIÓN INJUSTA DEL PODER
Las desigualdades y la distribución injusta del poder son un obstáculo central para la participación social y al mismo tiempo ella es un camino para reducirlas. Para OMS la complejidad de la gestión de un espacio participativo se resume en disponer de la capacidad para elaborar un formato y diseño que pueda igualar en la mayor medida posible los desequilibrios de poder que dificultan un debate fecundo. No es una tarea fácil y por el contrario exige un proceso de aprendizaje para todas las partes, que debe considerarse (e invertir en él) como una estrategia de acción a largo plazo.
Un elemento importante de la participación (OMS 2022) es la atención que se presta a los grupos marginados y minoritarios de la población que han sido excluidos de los procesos políticos. La participación social es una forma de incorporarlos en la planificación, la investigación y la acción en el área de la salud .
Citando a Robertson y Minkler3 entienden la participación comunitaria como la determinación por parte de los grupos de sus necesidades y el establecimiento de mecanismos para satisfacerlas. Quizás agregaríamos a esta definición el énfasis en la acción colectiva que produce los cambios en los determinantes y hace que los mecanismos funcionen efectivamente o que las políticas sucedan.
La OMS propone que “Participación social” puede ser el término más incluyente por lo que respecta a todas las formas de participación.
Una observación interesante del Manual es que no hay un único mecanismo de participación que sea el mejor, cada uno tiene ventajas y desventajas que dependen de sus características así como del contexto y del contenido. Los estudios de caso presentados muestran una gran variedad de mecanismos en distintos paises y dentro de cada país por lo menos en las experiencias mas ricas. OMS analiza que emplear una combinación de mecanismos permite compensar los contras de cada uno y obtener un resultado más equilibrado. De esta forma se contribuye a triangular las metodologías y reforzar la validez de los resultados.
La deliberatividad, los procesos deliberativos están estrechamente vinculados a la participación social (OMS 2022). En el manual se menciona que además de los métodos consultivos, hay un muchos de los llamados métodos de participación deliberativa.
DIALOGO DE SABERES
Desde las investigaciones que hemos realizado en Uruguay podemos concluir que el diálogo de saberes, los intercambios entre el saber académico y el saber popular son un elemento clave. Las miradas desde la academia y también desde los técnicos que trabajan en los servicios en contacto directo con los problemas, las diferentes disciplinas o profesiones y en particular desde las organizaciones sociales que abordan esos temas desde la comunidad, generan procesos de educación de doble o triple vía. Lejos del modelo bancario que criticaba Paulo Freire de educación unidireccional. En ese sentido el formato pedagógico de esos intercambios es importante para hacer posible la creación colaborativa de conocimientos nuevos y su apropiación por la sociedad. Las experiencias de formación de promotores o agentes comunitarios de salud son instancias particularmente fecundas para dinamizar estos procesos. Los talleres de la Red de Municipios y Comunidades Saludables en 2020, 2021 y 2022 son ejemplos de ese tipo de intercambios de formación/acción e investigación.
OMS remarca que además de los espacios de diálogo presencial, los organizadores de espacios participativos deben aprovechar las tecnologías digitales. Amplia esta fundamentación señalando que los medios digitales por sí solos generalmente no alcanzan para aplicar un enfoque participativo integral y fructífero, pero pueden desempeñar un papel clave para llegar a los jóvenes y a los profesionales que por su trabajo disponen de poco tiempo, si se emplean en una combinación bien estudiada de mecanismos que conformen un espacio participativo.
Aunque no se menciona en esta parte del manual la experiencia de Uruguay muestra que hay otro aporte relevante del uso de medios digitales: la posibilidad de participar de intercambios, con dinámicas de formación/acción desde diversas ciudades,desde localidades pequeñas o desde los ámbitos rurales. La necesidad de trasladarse fisicamente para participar de eventos tiene inconvenientes económicos y de tiempo, para personas con menos recursos o que viven lejos de la capital o los grandes centros urbanos. La realización en Uruguay durante 2023 del 8vo Congreso Interdisciplinario de Salud Comunitaria del Mercosur utilizando medios presenciales y virtuales es una apuesta a un fenómeno que se extendió durante la pandemia: la posibilidad de intercambios horizontales entre distintos colectivos de diversos países usando la tecnología digital en forma creativa.
Buena parte del trabajo referido de OMS estudia las caracteristicas y el “cómo” construir un entorno propicio que funcione como un gran catalizador para que la participación llegue a sus objetivos y expectativas en toda su diversidad .
El Poder y la formulación de políticas de salud es uno de los puntos jerarquizados del documento de OMS para quién el poder enmarca las políticas de salud de muchas maneras, comenzando por quién está autorizado a sentarse a la mesa de formulación de esas políticas y alcanzando la forma cómo se realizan las negociaciones entre las instancias interesadas respecto a la distribución de los recursos y la definición de prioridades. Los desequilibrios de poder exacerban las desigualdades (sociales, económicas y políticas), más aún cuando interactúan con otras características de vulnerabilidad (género,religión, clase, etnicidad, etc) denuncia OMS. Agrega el manual que la posición de inferioridad de poder de los grupos vulnerables determina que sus necesidades en materia de salud no suelan estar en el centro del diálogo sobre las políticas. En última instancia, el poder determina qué problemas del sistema de salud se abordan y priorizan. El mal uso o el abuso del poder es un factor clave del mal funcionamiento del sistema de salud (OMS 2022).
Los desequilibrios de poder pueden darse no solo entre distintos grupos de población (p. ej. ricos y pobres), sino también dentro de los grupos, lo que suele denominarse desigualdades intracomunitarias, es decir a nivel macro y micro. Por ejemplo diversos estudios y debates en Uruguay han puesto en evidencia que las desigualdades por razones de género o de etnia operan también a nivel micro y las lógicas verticales o autoritarias existen también dentro de la sociedad civil. También son obstáculos a la participación democratizadora.
OMS fundamenta que existe un círculo vicioso donde los obstáculos a la participación vinculados a la asimetría de poder intensifican aún más el desequilibrio estructural. Uno de los énfasis del manual es el análisis de muchos obstáculos a la participación de los más débiles y menos poderosos de la sociedad.
Por otro lado se argumenta que un espacio participativo puede ser una herramienta para reducir las asimetrías de poder. Incluso más algunos investigadores definen la propia participación como la “equiparación de las relaciones de poder en los procesos de adopción de decisiones”.
En nuestra opinión el énfasis en los grupos mas desfavorecidos en materia de poder que plantea OMS es muy pertinente. No solo en Uruguay sino en toda América Latina y en el contexto mundial (vease los trabajos de Thomas Piketty) esas desigualdades tienen efectos profundos en la salud.
DIFERENTES PARADIGMAS DE SALUD Y PARTICIPACIÓN SOCIAL
Al mismo tiempo hay otras contradicciones que operan en el campo de la salud y deben ser tenidas en cuenta. Hace muchas décadas que el informe Lalonde (1974) destacó la influencia de los determinantes de la salud y el rol relativamente mas acotado de la asistencia a la enfermedad mientras la asignación de recursos está absolutamente centrada en esta última. La legitimación de esta disparidad es la concepción médico-biologicista hegemónica. Esa concepción excluye a la población de la consideración de los temas de la salud porque el conocimiento está concentrado en el poder técnico. Las personas son objetos de tratamientos, son pacientes, definidos por la patología que sufren, que los identifica en el radar del sistema. Las personas entran al sistema cuando se les diagnostica una patología y salen cuando se curan. La promoción y prevención y la rehabilitación y reinserción no son priorizadas en este modelo. El entorno familiar, comunitario, laboral, sociohabitacional no es tomado en cuenta. Por eso el SNIS en Uruguay se propuso un cambio del modelo de atención que piense los problemas en su integralidad y conciba a las personas en su rol activo, de protagonistas y no solo receptores de las órdenes del poder técnico. El abordaje integral de los problemas es un camino fundamental para la participación plena y ella implica deconstruir las percepciones del modelo hegemónico. Ese modelo es un obstáculo poderoso, objetivo y subjetivo, para la participación. Al mismo tiempo no hay abordaje integral e intersectorial sin participación social.
En el texto que estamos comentando hay una convocatoria a comprender y abordar los obstáculos sociales a la participación. Si bien el empoderamiento económico y social no puede ser responsabilidad exclusiva del sector de la salud, y menos aún a través de un ejercicio de participación limitado, es necesario reconocerlo como un factor estructural que requiere inversiones a largo plazo (OMS 2022).
RECOMENDACIONES DE OMS
La OMS destaca entre las acciones referidas al formato para crear un terreno mas nivelado :
a) poner a disposición recursos humanos y financieros para la participación independiente.
b) Ser transparente por lo que respecta al espacio de participación. c) Brindar oportunidades para la interacción sistemática en el espacio participativo. d) Utilizar un amplio abanico de técnicas de diálogo diversas, adaptadas a los diferentes grupos de población. e) Facilitar el acceso a la información y el conocimiento. f) Comprobar constantemente quién NO participa. g) Llevar a cabo evaluaciones periódicas del espacio participativo que serán tenidos en cuenta en los procesos posteriores y reunir pruebas de lo que funciona bien y menos bien.
Entre las recomendaciones para que la participación puede servir para acrecentar la confianza al permitir que los individuos formen parte de un emprendimiento colectivo, la OMS jerarquiza:
a) Las instancias interesadas se deben tomar en serio y ser tratadas con respeto.
b) El fortalecimiento de las asociaciones que surgen gracias a la interacción sistemática en un espacio participativo fomenta las relaciones entre los responsables de las políticas y los ciudadanos y, por lo tanto, produce una repercusión positiva en las creencias y opiniones que éstos tienen sobre los gobernantes.
c) La participación puede aumentar la rendición de cuentas en lo tocante a las decisiones y ello también contribuye a una relación de confianza.
El texto presentado por OMS en 2022 maneja con fuerza el concepto de “empoderamiento”. Entiende en este sentido que : a) empoderamiento es un proceso de acción social por el que se crea en las personas, organizaciones y comunidades un sentimiento de confianza para actuar hacia metas colectivas. b) El empoderamiento posibilita ser parte y/o influir en las decisiones que afectan a los empoderados. c) La creación de capacidades en la participación social dentro del ámbito de la salud puede considerarse un proceso de empoderamiento.
REPRESENTATIVIDAD DE LA PARTICIPACION SOCIAL
Uno de los capítulos redactado por Kira Koch y Dheepa Rajan aborda el tema de la “Representación en la participación”. La representatividad percibida es una preocupación frecuente de las instancias vinculadas a la gobernanza participativa. Se asocia este asunto con la legitimidad y credibilidad en base a la idea de que si las personas que forman parte de un proceso participativo son representativos de quienes se supone que representan, entonces son considerados legítimos. Y los resultados del proceso participativo son considerados legitimos. De ahí que el manual insista en los mecanismos para seleccionar a las personas participantes.
Agregaríamos de nuestra parte que la experiencia en Uruguay otorga un énfasis mayor a las dinámicas participativas que pueden jugar un papel clave en la representatividad de los delegados sociales. No se trata solo del mecanismo por el cual son elegidos los representantes sino también la consulta e información permanente a las bases sociales, la construcción de acciones amplias donde la población participe, la realización de instancias abiertas de intercambio y reflexión colectivas.
La representatividad no debe considerarse aislada frente a esos otros aspectos: la consulta amplia a la población, la actitud de escucha, los mecanismos regulares de funcionamiento democratizante, la acción integral sobre los problemas priorizados, la modificación de los determinantes sociales, la creación de vínculos participativos y la labor en red, la reducción de las desigualdades y sobre todo la movilización social para resolver los problemas y cambiar positivamente los valores y las estructuras de la sociedad . Se puede tener representantes pero si no se construye un entramado de funcionamiento democrático, y si ese complejo no actúa sobre la realidad los resultados no serán mas participativos. La representación social democrática que analiza largamente el manual de OMS es muy necesaria y está muy bien pensar al respecto para el diseño y formato de los espacios participativos. Al mismo tiempo es preciso evitar la “trampa” de la representación donde los colectivos transfieren la responsabilidad de un tema a sus representantes, sin mecanismos regulares y fluidos de ida y vuelta y sin priorizar la acción para transformar la realidad.
El nudo central de la participación social es democratizar profundamente la sociedad, sus estructuras y las prácticas. No solo en el campo de la salud pero incluyéndolo. Analizando el escenario latinoamericano y el resurgimiento de alternativas autoritarias y añoranzas golpistas con apoyo político y social este aspecto adquiere una enorme trascendencia.
1Voz, agencia, empoderamiento – Manual sobre la participación social para la cobertura sanitaria universal [Voice, agency, empowerment – handbook on social participation for universal health coverage]. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2022. OMS 2022
2Matos AR, Serapioni M. The challenge of citizens’ participation in health systems in Southern Europe: a literature review. Cadernos de Saude Publica. 2017;33(1):e00066716.
3Robertson A, Minkler M. New health promotion movement: a critical examination. Health Education Quarterly.
Ponencia presentada junto con el Soc. Prof. Rodolfo Levin en el Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología ALAS 2022 recogiendo distintas reflexiones y artículos. Publicada en El Diario Médico diciembre 2022.
Desde fines de 2019 se produjeron intercambios para crear una Red de Municipios y Comunidades Saludables entre organizaciones sociales (Movimiento Nacional de Usuarios de Salud, Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas, Organización de usuarios de salud del Oeste, distintos colectivos comunitarios), varios municipios e intendencias y diversas áreas de la Universidad de la República (Medicina, Ciencias Sociales, Enfermería, Psicología). Se recogían así muchos antecedentes de articulaciones y trabajo en red vinculadas con la participación social en salud .
La emergencia sanitaria obligó a que el Encuentro Fundacional se realizara de forma virtual. A pesar de la crítica situación sanitaria y social los colectivos involucrados decidieron seguir adelante y realizaron una intensa actividad durante 2020, 2021 y 2022.
Varios Ciclos de Talleres Abiertos , un Curso de Formación de Animadores de Redes Comunitarias, un Curso sobre Investigación Acción Participación, y un Espacio permanente de Formación de Promotores Sociosanitarios se concretaron en estos tres años .
Todos los talleres y actividades fueron abiertos, con participación de personas de distintos lugares del país , exposiciones que incluyeron siempre referentes sociales y académicos, experiencias locales, trabajo en subgrupos, conclusiones, evaluaciones, relatorías, sistematizaciones, quedando a disposición de todes en el canal de youtube “Red Municipios y Comunidades Saludables”. Las metodologías participativas fueron un objetivo y un esfuerzo permanente.
Salir de un abordaje reduccionista, vertical y paralizante de la pandemia incluyó talleres sobre Salud Mental, Personas Mayores, Seguridad Alimentaria, “Después del COVID-19”, Violencias Patriarcales, Suicidios, Drogas, Problemas Críticos, Primer Nivel de Atención, Trabajar en la salud, Cuidados, Discapacidades, Explotación Sexual, Primera Infancia, Adolescencias, Atención de Salud en
2021,Planes Locales de Salud en Canelones, entre otros temas.
En el marco de estas experiencias llevamos adelante una investigación que culminó en 2021 con una tesis de doctorado en Sociología sobre participación social en salud (FCS- Udelar) y un posdoctorado actualmente en el Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra.
En un contexto complejo como fue la pandemia, lleno de incertidumbres, con fuertes mensajes de parálisis y aislamiento los colectivos de la Red de Municipios y Comunidades Saludables de Uruguay pusieron el énfasis en una visión integral y proactiva de la salud con las comunidades como actores fundamentales. Trabajaron en la creación de nuevos conocimientos desde el dialogo de saberes, reconociendo el saber popular junto al académico, cuestionando paradigmas hegemónicos en salud y cuidados, promoviendo la formación junto con la acción comunitaria, tejiendo redes, planteando preguntas, procurando aportar a la democratización de la salud y sociedad.
Pandemia y acción social
La pandemia y la crisis social y económica agravaron los problemas sanitarios. En este período no se han convocado a los organismos con participación social del SNIS Sistema Nacional Integrado de Salud, ni se los consideró en la pandemia. Se debilitaron los controles de salud, las políticas de prevención y el primer nivel de atención. Hubo retrocesos en las políticas contra el tabaquismo y por una alimentación saludable. Existen mas dificultades de acceso a la medicación y las listas de espera para especialistas aumentaron. Disminuyó la fiscalización del cumplimiento del Plan Integral de Prestaciones PIAS y de las metas asistenciales. Los problemas de salud mental se incrementaron y no hay pasos hacia la implementación de la ley 19.529 de salud mental.
Sin embargo los movimientos sociales y comunitarios aportaron esfuerzos, conocimientos, propuestas y acciones solidarias frente a la pandemia. Las Ollas Populares son uno de esos ejemplos de solidaridad.
No solo contribuyeron a un abordaje integral de la pandemia sino que esas acciones son un elemento relevante para pensar el futuro de la salud.
¿Cuál es el campo más trascendente de transformaciones en la salud pensando en el próximo período?
En nuestra valoración es el involucramiento de la sociedad en la construcción de su salud. Ese empoderamiento social es una de las ideas centrales del cambio del modelo de atención y gestión propuesto por el SNIS y donde aparecen más carencias. La participación social amplia no es un mero complemento de la labor técnica, una colaboración honoraria a los servicios de salud, sino una concepción que responde a dos preguntas claves ¿qué es la salud? y ¿cómo se construye?.
Al mismo tiempo, la participación es un proceso complejo: que no se reduce a tener representantes sociales en los organismos del SNIS, sino que apunta a la sociedad toda.
Cuando OPS destaca que la participación social es una de las funciones esenciales de la salud pública nosotros entendemos que es necesaria una actitud proactiva que genere mayores formas de participación del conjunto de la sociedad en los problemas de salud. Esos crecimientos en la base tienen que poder influir más en las políticas de salud, en la opinión pública y en la escena nacional. Hay una batalla cultural. Es más que comunicación: es el contenido de las políticas de salud y su interacción con la sociedad. No son problemas técnicos, sino eminentemente sociales, políticos y culturales.
Crear una agenda pública en salud es construir un relato que unifique y multiplique las diversas acciones en salud, que les dé sentido para la población, que fije prioridades e insista en el involucramiento activo de la sociedad por medio de formas variadas.
En el proceso de elaboración e impulso a la creación del SNIS tuvieron un rol clave las organizaciones sociales. El Consejo Consultivo para los Cambios en 2005 fue una instancia muy fructífera de consultas e intercambios sobre los ejes de la reforma.
En el período posterior pueden identificarse tres hitos de la movilización social en materia de salud: a) el movimiento en defensa de la Salud en 2013 que recogió mas de 56 mil firmas con una plataforma de reivindicaciones. b) el Frente Social de la Salud en 2017 que unificó a todos los movimientos sociales en una plataforma programática y c) la Red de Municipios y Comunidades Saludables de 2020 en adelante.
Por estas razones es muy valorable el rol de la participación social y los actores comunitarios en el escenario de pandemia y pos pandemia.
¿Cómo poner en relación saberes comunitarios y científicos?
En uno de los talleres de la Red MCS quedaron planteadas tres preguntas para pensar (por parte del prof. Carlos Torrado del Programa Apex de la Universidad de la República): ¿Cómo sostener las redes, lo vincular en tiempos de pandemia y crisis sanitaria? ¿Cómo poner en relación los saberes comunitarios con los científicos? ¿ Existen espacios que habiliten y legitimen estos saberes comunitarios?
La Red MCS fue un esfuerzo colectivo para dar respuestas a estas preguntas.
La IAP Investigación Acción Participación es una estrategia metodológica que aporta en esa misma dirección, tomando como punto de partida que es imprescindible investigar la nueva realidad pero ese conocimiento no es meramente académico, ni institucional, sino que incorpora el saber popular y rompe con la relación sujeto-objeto de la investigación clásica. La realización en 2022 de un Curso sobre Investigación-Acción-Participación IAP y Planificación Participativa en Salud por parte de la Red MCS se continuó luego con otros dos cursos organizados uno por el Area de Extensión de Facultad de Veterinaria y otro por el Programa Apex de Extensión Universitaria.
La producción de conocimientos nuevos es necesaria para que los actores puedan reflexionar, corregir, ampliar, insistir, pensar el largo plazo y lo cotidiano. La Udelar ha demostrado una gran capacidad para aportar investigación y extensión valiosos para el país interactuando con la sociedad civil y sus organizaciones.
En esa misma instancia Ricardo Larrañaga de la Organización de Usuarios de Salud del Oeste planteó que siempre existe una tensión entre Estado, ciencia/academia y comunidad. En momentos de pandemia esto se vió claramente. El Estado sigue sus intereses, la academia intenta dar las lineas, aconseja y la comunidad tiene poca voz. Los movimientos sociales se han expresado muchas veces en el contexto de la pandemia sin haber recibido la atención debida, es un elemento invisibilizado de esta tensión. El modelo médico hegemónico es biologicista, individualista, autoritario y mercantilizado. Piensa la enfermedad solo en el individuo, sin tomar en cuenta los determinantes sociales, la familia, la comunidad. Es autoritario porque tiene una centralidad en el saber médico sin abrir espacios al saber comunitario, con poco dialogo de saberes. Hay excesos de intervenciones médicas, producidas por los intereses de lucro. La salud bucal y la salud mental son aspectos rezagados por el modelo predominante. La salud debe ser integral, no debe tomar a la persona por partes. Lo mas inteligente es prevenir, promover y cuidar, concluye Larrañaga.
Wilson Benia un referente de OPS en Uruguay, médico epidemiólogo con larga experiencia de trabajo en el primer nivel de atención, hizo una precisión interesante: existe un movimiento que pasa con cada concepto cuando se mete en la vida. Si se logra aprehender ese proceso es fuertemente político y obliga a repensar los conceptos. Eso implica una redistribución del poder. La gran pregunta es como invertir recursos desde las instituciones y la academia para hacer sostenibles esos procesos sin debilitarlos. Desde las instituciones existe una fuerte tendencia a planificar, asignar recursos con modelos normativos y en los procesos comunitarios se trabaja con mucha incertidumbre. Uno comienza abordando un tema y luego surgen otros que reflejan las preocupaciones de la gente en ese momento y lugar. Sumergirse en la incertidumbre de los procesos comunitarios implica soportar esa tensión. Ese juego entre la vida y el concepto plantea enormes desafíos para hacer salud desde las comunidades. Las alianzas entre colectivos de personas en los barrios, con los movimientos sociales de carácter nacional, las instituciones de protección social y los ámbitos académicos, son herramientas para promover estos procesos como surge de las experiencias de MCS en Uruguay.
Para Rodolfo Levin hay dos convicciones fundamentales : a) las personas y las comunidades no son objetos sino sujetos de todos estos procesos y ese rol activo es un derecho y al mismo tiempo una estrategia sanitaria y social fecunda. Los estereotipos de pasividad aplicados a pacientes, a personas mayores, a discapacitados, o a toda la población en contextos de pandemia, no contribuyen a alcanzar una salud mejor. Al contrario la perjudican. b) Es mejor invertir en prevención y promoción que gastar ingentes recursos en intervenciones médicas concentradas en el diagnóstico o la terapéutica ante algunas enfermedades una vez que ya están afectando a las personas y sin modificar sus factores determinantes. Sumar protagonistas locales para una estrategia general de salud basada en la APS renovada reconoce la diversidad socio-territorial existente y promueve el empoderamiento de la sociedad civil en relación con su salud.
Comunidades Saludables y participación social
La estrategia de Municipios y Comunidades Saludables tiene elementos conceptuales muy interesantes para construir salud desde la sociedad, basados en la participación activa de las comunidades. Cómo la APS Atención Primaria en Salud y otros buenos conceptos puede tergiversarse y terminar siendo un discurso con algún proyecto aislado, o la excusa para que los estados nacionales se desentiendan de sus responsabilidades en asegurar el derecho a la salud a todas las personas, con equidad, integralidad y sostenibilidad.
Su carácter fermental, democratizador, participativo depende de que los actores sociales e institucionales le pongan vida a las teorías, con nuevas praxis que hagan posibles los cambios deseables.
El SNIS fue un cambio revolucionario para la salud en Uruguay donde múltiples actores sumaron fuerzas . Sigue siendo un proceso inconcluso. Uno de los pendientes es precisamente una articulación fuerte en redes territoriales donde las organizaciones sociales construyan alianzas locales e involucren a la sociedad para promover la salud. La participación social en salud es un motor fundamental de las transformaciones hacia el derecho a la salud. Ese entramado comunitario solidario, cercano, participativo, integrador no solo es una herramienta sino un fin en sí mismo. Hay múltiples experiencias que van en esa dirección y su capacidad de articularse con otras, generar aprendizajes y contribuir a una vida saludable es de la mayor trascendencia en contextos de crisis sanitaria y social. Por eso la Red MCS pudo realizar tantas actividades interesantes en 2020, 2021 y 2022. El rol de los gobiernos locales debe jerarquizarse en las estrategias de salud integral pero más aún el de las comunidades. La academia y en especial la Universidad de la República tienen mucho para aportar y aprender en estos procesos. A 100 años del nacimiento de Paulo Freire las ideas de una educación popular, crítica, dialógica, problematizadora y emancipadora siguen siendo fecundas, también en el campo de la salud comunitaria.
Salud y democratización social
La participación social, las acciones colectivas por temas sensibles contribuyen a construir una agenda pública de transformaciones necesarias, fortalecen a los movimientos sociales y enriquecen a la democracia. Este tipo de luchas son particularmente importantes en el plano ideológico y político para la sociedad por varias razones. En primer lugar porque plantean problemas importantes omitidos o subestimados por el sistema político. En segundo término porque reclaman cambios en situaciones de desigualdad e injusticia, promoviendo el respeto de derechos humanos que muchas veces no son reconocidos como tales.
Estos movimientos elaboran propuestas, plantean soluciones inmediatas pero también a mediano y largo plazo. Los temas en sí mismos, las propuestas y el hecho social de la acción colectiva son grandes formadores de valores ideológicos que permean a la sociedad . Esos aspectos culturales están en pugna con otros valores que justifican las desigualdades y la violación de derechos, por defensa del status quo tradicional o reaccionando ante avances democratizadores (el término “reaccionarios” aplica aquí claramente). No debe perderse de vista que también las ultraderechas en el mundo han demostrado ser capaces de promover movilizaciones y hasta rebeldías desde lo social, lo cultural, lo religioso y lo político.
La idea que la política se hace en los espacios estatales y en las campañas electorales es una versión deliberadamente acotada y pobre de la misma. La participación social es un factor clave para el desarrollo de políticas democratizadoras. El campo de la salud es un espacio particularmente fértil para el desarrollo de políticas participativas con protagonismo comunitario.
Debe tenerse en cuenta que la democratización es un nudo crítico de los procesos latinoamericanos. Es un conjunto de encrucijadas que involucran desde las situaciones más urgentes hasta las utopías societales que nos ayudan a caminar como decía Eduardo Galeano. Contradiciendo a quienes sostienen que desaparecieron los grandes relatos (ya no habría utopías y solo cabe resignarse a este modelo de sociedad) hay nuevos sueños que se están construyendo en estos procesos. América Latina es un laboratorio fermental en este sentido.
Referencias bibliográficas
.-Anzalone, Pablo (2021). Uruguay: participación social en salud y democratización de la sociedad y el Estado Tesis de doctorado en Sociología. TD_AnzalonePAblo.pdf (udelar.edu.uy)
.-Durston John y Miranda Francisca (2002). Experiencias y metodología de la investigación participativa. Santiago de Chile.CEPAL . ECLAC.
.-Gimenez, Luis (2020) “Uruguay en el enfrentamiento a la pandemia de covid-19” en La psicología de la salud en el enfrentamiento a la Covid-19 en América Latina capítulo x, p 348
.-Goren, Nora; Ferrón, Guillermo . Comp. (2020) Desigualdades en el marco de la pandemia. Reflexiones y desafíos.EDUNPAZ. Disponible en https://www.clacso.org/desigualdades-en-el marco-de-la-pandemia-ii/
.- Loewenson R, Laurell AC, Hogstedt C, D’Ambruoso L, Shroff Z (2014) Investigación-acción participativa en sistemas de salud: Una guía de métodos, TARSC, AHPSR, WHO, IDRC Canada, EQUINET, Harare
.-Menéndez, Eduardo Luis.(1995). Participación social en salud como realidad técnica y como imaginario social en Dimensión Antropológica, vol. 5, septiembrediciembre, 1995, pp. 7-37. Disponible en: http://www.dimensiónantropologica.inah.gob.mx/?p=1499 .
.-Red MCS (2021) Construyendo salud desde los territorios.
Escribe Dr. Pablo Anzalone El Diario Médico Junio 2022
El interés por la IAP está creciendo en distintos ámbitos de nuestro país y la región por varios motivos. La crisis mundial marcada por la guerra, la pandemia, el aumento de la pobreza, la desigualdad, las violencias, el deterioro ambiental, no encuentra respuestas claras y la incertidumbre campea. Desde diferentes sectores aparece cada vez mas necesaria la creación de nuevos conocimientos basados en fundamentos sólidos, en investigaciones que permitan enriquecer un pensamiento crítico y constructor.
En Uruguay tres iniciativas de formación-acción han abordado el tema de la IAP en este año, coordinando entre sí. Por un lado la Red de Municipios y Comunidades Saludables llevó a cabo un curso introductorio sobre IAP con cuatro jornadas durante abril, mayo y junio. La Maestría en Educación y Extensión Rural de Facultad de Veterinaria Udelar realizó un seminario intensivo de 6 jornadas con Nicolas Herrera Farfán sobre los orígenes de la IAP a través del periplo intelectual y vital de Orlando Fals Borda y Camilo Torres en Colombia. Apex-Udelar tiene previsto un curso de profundización sobre IAP que abarca varios talleres durante junio, julio y agosto de 2022. En las tres actividades ha sido importante la participación de Humberto Tommasino, con una amplia trayectoria en la extensión crítica desde la Udelar.
La Red MCS inició el Curso sobre IAP el 29 de abril con un taller sobre Planificación participativa en salud, incorporando la realización de diagnósticos locales, identificación de problemas criticos, elaboración de Objetivos Sanitarios Nacionales y Objetivos Sanitarios Locales, con respuestas a la emergencia y planificación a mediano y largo plazo. Evaluaciones, sistematizaciones, rendición de cuentas, nuevas planificaciones. Como disparadores de este análisis se contó con las exposiciones de Jorge Bentancur, Aracelis Delgado, Virginia Cardozo y Gerardo Barrios. Bentancur de la Organización de Usuarios de Salud del Oeste se refirió a la experiencia de Plan de Salud organizado a partir de la primera Asamblea de Salud en 2005 que jerarquizó la situación de la primera infancia y el tema de las drogas, enriqueciendo luego un proceso con nueve asambleas barriales. La creación de la Red de Primera Infancia y el movimiento Mi Cerro Sin Drogas, fueron resultados de dicho plan que continúan muy activos hasta hoy. Aracelis Delgado, directora de Salud de la Intendencia de Canelones expuso sobre los Planes Locales de Salud que se llevaron a cabo en ese departamento desde 2015 hasta la actualidad, con la conformación de Grupos Motores por localidad y su propuesta de ampliar este programa a los 30 municipios existentes.
Virginia Cardozo relató la confección participativa del Plan Estratégico de la División Salud de la Intendencia de Montevideo para el período 2020-2025, con decenas de talleres y diversidad de actores consultados e involucrados en sus objetivos, indicadores y líneas de acción. Gerardo Barrios por su parte expuso la confección de planes locales en un tema muy relevante en lo sanitario y social como es la siniestralidad, visibilizando el impacto de los planes y políticas participativas en el abatimiento de las cifras de siniestros viales. Puede verse el video del taller en (761) Taller abierto de la Red MCS – YouTube .
En un segundo taller el 13 de mayo se abordaron los orígenes de la IAP a partir de los aportes de Orlando Fals Borda, Camilo Torres y Paulo Freire. Humberto Tommasino quien realizó la exposición central del taller relaciona la IAP con tres direcciones de transformación de la realidad hacia procesos que rebasen los marcos capitalistas, patriarcales y colonialistas. Los campos de actuación son varios e incluyen educación, salud, políticas sociales, planes territoriales. Se destacó en el taller que una de las influencias mas importantes en Fals Borda fue la lectura de Pedagogía del Oprimido de Paulo Freire y los desarrollos de la educación popular. En la IAP la investigación está vinculada estrechamente con la acción, donde las relaciones son de tipo cooperativo y todos los actores sociales o académicos son sujetos. Hay una ruptura epistemológica
con la diferenciacion sujeto-objeto propia de las investigaciones tradicionales. Fals es el fundador de la sociología en Colombia, con estudios sobre el campesinado y las poblaciones urbanas que constituyeron referencias claves para las ciencias sociales de ese país. Camilo Torres sacerdote, sociólogo y guerrillero que muere luchando en las montañas colombianas fue un vínculo importante para Fals. La evolución teórica de ambos referentes fue un proceso largo muy vinculado con el contexto histórico de Colombia y América Latina en esas décadas de rebelión y esperanzas. Algunas cuestiones claves de la IAP refieren a que la producción de conocimientos apunta a resolver problemas colectivos. En ese proceso se construyen sujetos que transforman la realidad, problematizando y repensando los modelos societarios. El grupo motor de la IAP incluye a la población que visualice, trabaje y proponga la transformación de la realidad.
En la producción de conocimientos nuevos es necesario el reconocimiento y dialogo de saberes. La apuesta fuerte al enfoque participativo supone superar las miradas “extractivas”, donde la academia se apropia de conocimientos y recursos de la comunidad para sus propios fines. Se incorpora una perspectiva de clase, de grupalidad conjunta con sectores populares. Está clara la relación de esta metodología y sus soportes epistemológicos con una concepción de salud comunitaria.
En el concepto de la IAP la praxis genera aprendizajes tanto en sus éxitos como en sus fracasos. Las luchas populares tienen un componente pedagógico fundamental. Tommasino refiere además a autores que han enriquecido la IAP como Michel Thiollent, Maria Teresa Sirvent, Tomas Rodríguez Villasante, Joel Martí, Luis Rigal, entre otros.
En un excelente libro denominado IAP Un desafío de nuestros tiempos para la construcción de una sociedad democrática Sirvent y Rigal señalan que la participación real es un largo y difícil proceso de aprendizaje de conocimientos, actitudes, habilidades y destrezas mentales que modifican modelos de relación humana, internalizados durante años de autoritarismo y explotación. Esto es válido para los integrantes del equipo de investigación y para los participantes de la comunidad.
La IAP como metodología de pensar reflexivo y científico recoge el saber-hacer para la participación y la construcción de proyectos colectivos. En tal sentido permite romper las representaciones colectivas cotidianas cuestionando y asumiendo una conciencia crítica del sentido común. Recomendamos ver el video del taller en (761) IAP – Orígenes fundamentos metodologías/ Humberto Tommasino. – YouTube . En el tercer taller (19 de mayo) se abordaron tres experiencias de IAP en Uruguay. La enfermería comunitaria ya en la década de los 80 y 90 promovió la IAP en los territorios y en sus propuestas pedagógicas. Un video previo con una presentación de las Licenciadas Pilar Gonzalez, Cristina Barrenechea, Alicia Guerra, América Monge, Teresa Menoni, Cecilia Acosta y Esther Lacava relata una larga y rica trayectoria de la enfermería en materia de investigación y acción participativa. La experiencia de trabajo con colectivos de ladrilleros es un ejemplo. También el testimonio de Juana Perez una de las vecinas participantes de la labor territorial en el entorno de Las Piedras vale la pena. Ver videos : (761) Enfermería Comunitaria / Investigación Acción Participación. – YouTube (761) Acción y participación comunitaria en salud en Las Piedras. – YouTube
Rodolfo Levin presentó las investigaciones, articuladas con ONAJPU, REDAM y la Red Pro Cuidados, sobre las políticas de cuidados basadas en la prevención de la dependencia y la construcción de fortalezas territoriales para un envejecimiento activo como ejemplos de IAP . El autor de este artículo expuso sobre una investigación de la Participación Social en Salud que incluyó la construcción del Frente Social de la Salud en base a una alianza entre los trabajadores (FUS, FFSP y PITCNT), SMU, ONAJPU y las organizaciones de usuarios. También presentó la experiencia de la Red de Municipios y Comunidades Saludables donde las organizaciones y colectivos de usuarios suman fuerzas con gobiernos locales y la Universidad de la República en un diseño de IAP, con funcionamiento horizontal y énfasis en los aspectos participativos de la formación-acción. Ver video en (761) Taller IAP de fecha 19 de mayo de 2022. – YouTube
En el último taller (3 de junio) se pensó en la IAP de cara a los problemas críticos de hoy y de mañana. Para ello se realizó una síntesis de los aportes del curso, retomando los proyectos elaborados en 2020 en el Curso de Animadores de Redes Comunitarias en materia de Drogas y Salud Mental, Soberanía y Seguridad Alimentaria, Comunicación Comunitaria, Mujeres en situación de vulneración, Personas mayores protagonistas, Explotación sexual de niñas, niños y adolescentes. También se informó de los primeros pasos en los grupos motores que se están formando por departamento y municipio, para elaborar diagnósticos locales y planes o proyectos. Ver video del taller en (761) Curso Sobre IAP de fecha 3 de junio de 2022. – YouTube .
A partir del 6 de junio (hasta el 11 de junio inclusive) los asistentes al curso IAP Proposiciones y experiencias indo–afro–latinoamericanas organizado por la Maestría de Educación y Extensión Rural de la Universidad de la República asistimos a un verdadero baño en la historia colombiana apoyado en las historias de vida de Camilo Torres y Orlando Fals Borda y los procesos conceptuales y practicos que dieron origen a la IAP. El colombiano Nicolas Herrera Farfán no brindó cualquier abordaje de IAP sino un enfoque indo,latino, afro americano. La “descolonización de los saberes” que propone Boaventura de Souza Santos implica entre otras cosas reivindicar los pensadores de América Latina y del Sur Global en su contexto histórico. Es necesario historizar para ver de dónde vienen los conceptos y cómo surgieron sus contenidos epistemológicos y metodológicos. En esta manera de investigar no buscamos en Fals Borda sus respuestas sino su forma de abordar criticamente los problemas.
No es casualidad que actores diferentes hayan coincidido en revalorar la IAP en el actual contexto regional y nacional, ni tampoco su utilización en el campo de la salud. La pandemia y las políticas de recorte de recursos para la protección social están agravando las desigualdades y la salud es uno de los campos mas sensibles. Asistimos a un retroceso en términos sanitarios y sociales, se deteriora la atención en ASSE, aumentó la mortalidad materna, la prematurez y el bajo peso al nacer, el hambre vuelve a aparecer, las enfermedades crónicas avanzan, hay mas violencias, la afectación de la salud mental es mayor y el cumplimiento de la ley 19529 aparece lejano. Son muchas razones para investigar, actuar y participar en el campo de la salud y los cuidados.
El ser humano es un animal inteligente. La diferencia entre otros animales y el ser humano es, justamente, el grado de inteligencia que ha logrado alcanzar nuestra especie, que lo ha llevado, entre otras cosas, a poder elaborar herramientas, luego tecnologías y, principalmente, construir y analizar la historia. Generar cultura.
Es el análisis y la transmisión intergeneracional de lo ocurrido y, sobre todo, de lo que se hizo y se hace con lo ocurrido lo que nos permite avanzar como sociedad. El conocimiento acumulado que permite la transmisión intra e intergeneracional es un componente esencial de la construcción científica y cultural. Sin embargo, a veces, uno siente que nos cuesta aprender de las cosas, algunas terribles, que nos pasan. Que damos vueltas, como en una noria, alrededor de ciertos errores.
Un ejemplo claro, en este momento, es observar que algunas enseñanzas que pudimos tomar de lo vivido durante la pandemia de covid-19, a la luz de acciones actuales, no se incorporaron.
El SARS-CoV-2, como ya todos deben saber luego de más de dos años de “convivir” de algún modo con él, se transmite de persona a persona a través sobre todo de la emisión de gotitas de vapor de agua que se expelen al respirar (al exhalar el aire), que se llaman gotitas de Pflugge (por supuesto, en honor a quien las describió por vez primera, como pasa habitualmente en la ciencia y en la medicina). Estas gotitas son inhaladas por otra persona, llegan a su sistema respiratorio y pueden, si esa persona es inmunosensible a esa enfermedad determinada, enfermar. La importancia o gravedad de la enfermedad que desarrolle dependerá de múltiples variables: su nivel de inmunidad frente a ese germen, sea esta natural (por haber estado expuesta previamente a la enfermedad) o adquirida (al ser vacunada); y su capacidad inmune, es decir, la fortaleza de su sistema inmunitario más allá de lo específico de esta enfermedad. Respecto a esto último, presentan mayor riesgo los niños muy pequeños, recién nacidos y lactantes; los ancianos, cuya inmunidad y capacidad de responder adecuadamente a una enfermedad cualquiera va disminuyendo; o los que tengan otras enfermedades que por sí mismas o por el tratamiento que requieren los hacen más susceptibles a desarrollar enfermedades graves (aquí podemos colocar, por ejemplo, a quienes estén recibiendo un tratamiento quimioterápico por un cáncer).
Esas gotitas de Pflugge quedan suspendidas en el aire alrededor nuestro por un tiempo, hasta que se depositan en las superficies: manos, ropas, muebles. Su concentración en el aire que respiramos es mayor cuantas más personas estén cursando esta enfermedad y estén respirando un mismo aire, si el ambiente está cerrado o mal ventilado, si la persona que está enferma no toma algunos cuidados al toser (como anteponer el dorso de su mano). Por ello, el uso de tapabocas, el lavado de manos, la ventilación adecuada y disminuir los contactos (por ejemplo, evitando el hacinamiento) son medidas que favorecen nuestro cuidado y procuran que no enfermemos. Por eso es importante, también, cuando estamos cursando una enfermedad respiratoria, “aislarnos”, es decir, cuidarnos quedándonos en casa, no ir a trabajar, y en caso de los niños no concurrir a centros de enseñanza o de cuidado. Por eso es importante disminuir los contactos cuando estamos enfermos, con personas que pudieran, de contagiarse, desarrollar una enfermedad más grave.
¿Es el SARS-CoV-2 el único germen importante que se transmite de esta manera? No. Todos los años, sobre todo durante los meses más fríos, extendiéndose generalmente entre mayo y octubre, hay un aumento de la circulación de los que llamamos “virus de invierno”. Estos virus, que son muchos (se estima que existen cerca de 300 agentes patógenos que causan infecciones respiratorias), circulan en mayor número en estos meses fríos, produciendo variadas enfermedades: resfríos, faringitis, bronquiolitis, laringitis, neumonías virales, y favoreciendo las neumonías bacterianas. Para algunos tenemos vacunas: esto es, para algunas variantes (las que circularon en mayor medida en el hemisferio norte en el invierno previo) de influenza A y B. Para los demás, no. Con estos virus la mayoría de nosotros ha tenido más de un contacto a lo largo de su vida, y por ende ha desarrollado inmunidad relativa. Si nos contagiamos, tenemos unos días de resfrío, un poco de tos, cefalea, algún síntoma gastrointestinal, pero no mucho más. Sin embargo, no es así para los grupos de riesgo. En este caso, sobre todo los niños muy pequeños y los ancianos. Todos los años en esta época tenemos un importante aumento de consultas a nivel de las emergencias extrahospitalarias, las emergencias sanatoriales e ingresos a cuidados moderados y CTI. Y algunos niños mueren. Algunos quedan con una mayor tendencia a repetir sobre todo los broncoespasmos.
Durante la epidemia de covid- 19 todos, y también los niños, si se contagiaban o eran contacto con un portador de covid-19, debían guardar aislamiento, evitando esto la progresión de la epidemia, limitando los contagios. Esta es una de las medidas no farmacológicas más potentes para controlar una epidemia. También se determinaron aforos a nivel de las clases y se favoreció la ventilación de estas. Se generaron, para ello, mecanismos de certificación laboral adecuados, indispensables para que estas medidas puedan ser cumplidas.
A lo largo de los años, previo a la epidemia de covid-19, los pediatras hemos asistido a una realidad: cuando comienzan a circular los virus de invierno, uno de los lugares donde los niños se contagian con más facilidad es la escuela y la guardería. Muchas veces el que se contagia es un preescolar, que desarrolla una enfermedad banal, y contagia a un hermanito muy pequeño, incluso un recién nacido, que es el que corre la peor suerte. También son vectores los adultos, que concurren muchas veces a trabajar contagiados, contagian a compañeros de trabajo que son padres, y estos a sus pequeños hijos.
¿Queremos decir con esto que los niños no deben escolarizarse precozmente? Nada de eso. La escolarización temprana es fundamental para su desarrollo. Sin embargo, a nadie se le ocurriría enviar a su hijo al centro educativo que concurre con una enfermedad banal pero contagiosa, si pudiera quedarse en casa esos días a su cuidado. El problema aquí no es la escuela. El problema es que, en la mayoría de los hogares, ambos padres trabajan. Y muchas veces no tienen posibilidad alguna fuera de la escuela de obtener un cuidado adecuado de sus hijos en el horario en que concurren al centro educativo. Es así que cuando no tiene fiebre (y a veces con ella; son muchas las veces que el niño hizo fiebre la noche anterior, pero se despierta sin ella y lo envían, sólo para que vuelva a hacer fiebre en la tarde. Siempre se recomienda dejar un período de 24-48 horas en apirexia antes de enviarlo) el niño o la niña concurrirá enfermo. Y contagiará a sus compañeros.
Si hemos realmente aprendido algo de esta epidemia, algo trasladable a la vida diaria, es que las medidas no farmacológicas para detener la transmisión de virus son trascendentes.
Es de señalar que varios países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ya han aplicado este tipo de permisos pagos para cuidado de los hijos con enfermedades leves, y España lo tiene actualmente a estudio, siguiendo las recomendaciones de mejora del cuidado de la infancia propuestas en el “Libro Blanco para un nuevo marco nacional de apoyo a las familias en España”.1
Los gastos en salud que ocasiona año a año esta epidemia de virus respiratorios son altos. Es necesario desarrollar los llamados “planes de invierno” con un aumento importante de los recursos destinados a la atención de niños en todos los niveles (duplicando al menos la capacidad instalada), y aun así, muchas veces este sistema se satura, no da abasto. Ni hablemos de los gastos sociales y emocionales cuando el niño enferma gravemente.
Las “vacaciones de invierno” tenían este fin en su constitución: cortar los contactos en las escuelas, y con ello abatir la circulación y los contagios. Lamentablemente se utilizan cada vez más con fines turísticos y de esparcimiento, que sólo cambian el lugar de contagio.
Entonces, si hemos realmente aprendido algo de esta epidemia, algo trasladable a la vida diaria, es que las medidas no farmacológicas para detener la transmisión de virus son trascendentes. Algunas dependen de nosotros como sociedad (porque las acciones que tomamos tienen un gran componente solidario, de no enfermar al otro), como el lavado de manos, uso de tapabocas en lugares cerrados y con mucha gente, no concurrir a trabajar o a centros educativos con infecciones respiratorias, no enviar a nuestros hijos a la escuela enfermos. Se necesitan, también, medidas potentes que dependen del sistema político: visibilización del problema, difusión adecuada de síntomas precoces, síntomas de alarma y qué hacer, y sobre todo medidas que posibiliten que los niños y adultos enfermos se queden en casa: atenta contra ello que no se paguen los tres primeros días de enfermedad (las enfermedades respiratorias no requieren generalmente más de cinco días de certificación, no debería ser el trabajador quien resienta su salario), y que el adulto que queda al cuidado de un niño enfermo también pueda faltar a trabajar sin perder salario.
Es necesario mantener una relación adecuada entre el número de niños o adolescentes que componen un grupo en cada centro educativo y el tamaño del local, así como garantizar que la ventilación sea posible y adecuada. No favorece esto la reducción de horas docentes, producto del afán de disminuir la brecha fiscal. Desde hace dos años los grupos son más numerosos, lo que afecta tanto la posibilidad de aprender como de mantenerse sanos. Si bien las razones económicas pudieran, en los papeles, ser válidas, descuidar la salud de los niños parece motivo suficiente para buscar “recortar” por otro lado (no mencionamos aquí el efecto que los grupos numerosos tienen en el aprendizaje, eso da para otro capítulo). Esas mismas “razones económicas” deben, también, compararse con los gastos que genera el aumento de ingreso de niños a cuidados moderados y, sobre todo, críticos.
Así que, de nuevo, al título: nos cuesta aprender.
“NO LE PIDAN A HEBER COSAS QUE NO VA A PODER HACER”
Durante quince años estuvo vinculado al tema seguridad, primero como Secretario de la Junta de Drogas y luego durante dos periodos como subsecretario del Ministerio del Interior, así que credenciales para opinar sobre el tema no le faltan. Hicimos una autopsia de su gestión y de su actual visión sobre la inseguridad pública y la Policía.
POR JORGE LAURO Y ALFREDO GARCÍA FOTOS RODRIGO LÓPEZ
¿Qué estás haciendo?
La pandemia coincidió con mi jubilación. Me dediqué a cuidar a mi familia. Tuve varios problemas, con una hermana que falleció, y un hermano que se enfermó y también falleció. Tengo una hija con una discapacidad severa. Todos eran de riesgo en la pandemia. Nos cuidamos mutuamente. Sigo trabajando, trabajo para un seguro médico internacional, desde el año 2003. Hago una revisión de gastos de internación.
Mirando para atrás, diez años en el Ministerio y muchos en la prosecretaría de presidencia, ¿qué balance hacés? Dividiría esos quince años en los tres períodos de gobierno del Frente. Creo que el período más producti- vo sin duda fue el primero de Tabaré, quizás porque el país estaba tan mal que todo lo que hicieras, estaba bien. Si íbamos al norte del país a hacer un acto, a veces no lo podíamos hacer, porque la gente se ponía a llorar. La situación económica era un desastre. En el primer período hubo mucha creatividad. Muchas cosas quedaron pendientes. Este país siempre se piensa en cinco años, y en realidad los cambios estructurales deberían pensarse a más largo plazo. Si vas a China y preguntás cómo va a ser Pekín dentro de cincuenta años, te muestran los planos.
Pero no hay elecciones de por medio.
Con toda la experiencia que tenemos de la dictadura para acá, deberíamos acostumbrarnos a que no se puede estar siempre empezando de vuelta, que hay que tomar la experiencia del gobierno anterior, sin importar de qué pelo sea. Cada gobierno habrá hecho cosas buenas y malas. Beneficiás a uno o a otro, o tratás de beneficiar a todos. En el primer período se le dio mucha importancia al tema económico, a los puestos de trabajo, a la creación del MIDES, al apoyo a los sectores más desprotegidos. La Policía había quedado un poco de lado. Díaz había impulsado la liberación de personas privadas de libertad con bue- na conducta. Fue una buena experiencia, más allá de que la criticaron tanto.
Parecía la causa de todos los aumentos de delitos.
Del total de gente liberada, menos del 20% reincidió. En el segundo período empezó a pesar más en la opinión pública el tema de la seguridad. ¿Por qué? El tema de la seguridad es un tema muy sensible. Tiene que ver con tu vida, tu familia, tus expectativas. Hay una serie de cosas que te hacen sentir inseguro, aunque lo más importante sea el tema de la seguridad pública. La preocupación que más nos movió cuando fuimos con el Bicho al Ministerio fue las condiciones en que estaba la Policía y los presos, que eran desastrosas. Se trabajó mucho en la humanización del sistema carcelario, se hicieron cárceles nuevas y se repararon otras. El COMCAR estaba hecho con bloques, donde los presos terminaban haciendo agujeros.
Tiempo no les falta.
Era una máquina de destrozar cárceles. Otro tema importante era el de la Policía, que estaba muy mal vista, mal uniformada, sin patrulleros. Se tenían que comprar las balas para practicar. Nos propusimos trabajar en la dignificación de la Policía. La primera medida fue mejorar el salario. Un policía ganaba cuatro mil pesos y pasó a ganar treinta. Simultáneamente empezamos a pedir más responsabilidad. El 222 era una máquina de destruir gente. El policía trabajaba fundamentalmente para el 222, que era donde cobraba bien. Esa situación la revertimos: pagamos bien en el Ministerio, y se hacen menos horas de 222. Esto generó, también, el descubrimiento de una cantidad de hechos de corrupción. Se vendían servicios 222 que no se hacían. Había oficiales que no controlaban. El trabajo contra la corrupción policial fue otro de los puntos. No podíamos tener una buena Policía si era corrupta. Y no alcanzaba con pagarle bien para que dejara de ser corrupta.
Eso se depuró mucho. Sí. Creamos la Dirección de Asuntos Internos. Se hicieron muchos sumarios e investigaciones administrativas. Se pasó gente a la Justicia. En el segundo período terminamos desarmando las Comisiones de Apoyo Policial. Era fatal. Era coercitivo. Era conflictivo. Pasás de ser policía a ser un pedigüeño. Pusimos el Sitecom en el Ministerio, que controla quién carga el combustible, cuánto carga y dónde. Con la misma cantidad de plata que teníamos en el Ministerio patrullamos muchísimo más. Aumentamos la cantidad de patrulleros.
Cambiaron la Escuela de Policía. La reforma que hicimos en educación policial implicaba un módulo básico de seis meses, común, que hacían todos. Con secundaria completa, podías seguir como cadete. Sacamos la lógica militar que tenía la escuela. Se les dio carácter universitario, y hoy los oficiales se gradúan como licenciados en Seguridad Pública. Empezamos a traer especialistas del exterior, de la Universidad de Cambridge, de Chile, de Brasil, de Argentina. Estuvo dando clases acá Lawrence Sherman, que fue el asesor de Giuliani en Nueva York. Fue un proyecto muy serio. Veníamos preparando a la Policía para fortalecer la policía comunitaria. Si querés una Policía profesional, tenés unidades que son muy especializadas, como la Policía Científica, que tuvo un desarrollo tecnológico impresionante. O las unidades de investigación. En Identificación Civil hicimos el pasaporte y la cédula electrónica. Informatizamos Migraciones. Creamos el Sistema de Gestión de Seguridad Pública, que centralizaba toda la información. Trabajamos el sistema de comunicaciones. Creo que se hicieron pila de cosas. Nuestros propios policías llegaron a la conclusión de que muchos de los problemas de seguridad no tienen que ver con la Policía. ¿Por qué? Por ejemplo, generamos un cuerpo de Policía capaz de ir a recorrer el barrio y tener contacto con la Intendencia, haciendo sugerencias sobre lo que llamábamos “puntos calientes”. Uno de esos puntos calientes era un lugar donde robaban taximetristas. Mandamos a los fotógrafos nuestros a que fueran todo el día a sacar fotos de lo que pasaba.
¿Y qué pasaba? Había un baldío, la iluminación quedaba lejos y había un basural. Hacían parar a los taxis ahí, y ahí se la daban. Eso no se arreglaba con policías. El problema pasaba por sacar el basural, sacar el contenedor, cambiar la garita de lugar, iluminarla, cosas que no corresponden a la Policía. Cuando la gente bajaba por Río Branco a la terminal y los afanaban, eso se arregló con la Intendencia, iluminando. Si en cada lugar donde tenés un problema querés poner un policía, no te alcanzan los policías del mundo. Tenés que sustituir los policías con tecnologías. Saturamos la Ciudad Vieja de cámaras, y eso cambió el barrio. Pero movió el delito a otras zonas. Eso siempre pasa. Pero está demostrado que se corre menos del que había. El chorro tiene hábitos y costumbres como tenemos todos, tiene lugares que conoce, de donde sabe cómo salir. Primero nos manejamos con los mapas de calor, registrando dónde se cometían los delitos. Lo hace Japón, lo hace Chile. Es una técnica vieja.
¿Se hace en base a denuncias? Siempre en base a denuncias, por eso promovíamos que la gente denunciara. Iban a decir que los delitos aumentaban, pero lo que aumentaba eran las denuncias. Cuando creamos la seccional 25 lo hicimos porque la 17 era muy grande, y la gente que vivía por 8 de Octubre y Camino Maldonado no denunciaba porque tenía que tomarse un ómnibus para hacerlo. Veníamos monitoreando la cantidad de delitos que se cometían en cada seccional. Cuando se creó la 25 bajaron los delitos en la 17, claro, y subieron los de la 25. Sumados los de ambas, nos daba muchos más delitos denunciados de los que hasta ese momento teníamos. Porque era más accesible. Claro. Y otra cosa muy importante es que la Policía tiene que ser confiable. Si no lo es, la gente no denuncia. Y tenés que darle a la Policía un elemento técnico para que pueda tomar la denuncia con dignidad. Fomentamos mucho el tema de la denuncia para achicar la cifra negra. En todas las policías del mundo se habla de esa cifra, la de los delitos que no se denuncian. ¿Cuánto era? Andaba por el 70%. Era alta. Cuando pusimos las tablets a circular, el 30% de las denuncias se empezaron a hacer por ahí. Eran denuncias que se perdían. Y las denuncias aumentaron porque pusimos becarios en las comisarías. Un becario no es un policía, primera cosa. No se lo mide por la cantidad de delitos, sino por si hace buenos o malos registros. Son estudiantes con perfil universitario, estudiantes de Derecho, de Ciencias Sociales, para los cuales es una experiencia fundamental para la formación el conocer la problemática, la sensibilidad de la gente y la Policía. Estábamos preparando profesionales con una experiencia que no iban a tener de otro modo. Esto ahora lo eliminó el nuevo gobierno.
Lograron bajar la cifra negra. Sí. ¿Cómo se calcula la cifra negra? Por las encuestas de victimización. El otro día estaba mirando una encuesta que hizo Naciones Unidas por el tema pandemia, y uno de los aspectos que tocaba era el tema seguridad. El delegado de la ONU decía que habían detectado que el 50% de los delitos no se denunciaban. Me llamó lo atención. Ellos hicieron una encuesta, pero me parece que lo que no se está haciendo son las encuestas de victimización, que nosotros hacíamos cada dos años, donde el Instituto Nacional de Estadística consultaba sobre delitos y denuncias. Eso es muy importante. Para hacer un mapa de calor necesitás la denuncia. De los mapas de calor pasamos a los puntos calientes.
Implementaron los mapas de calor en todo Montevideo. Empezamos en Montevideo, y de eso pasamos a los puntos calientes. El mapa de calor va del verde al rojo. Es muy interesante, pero le faltan cosas. Así empezamos a armar los puntos calientes, a los que empezamos a mandar policías. La presencia policial llevó a que los delitos bajaran abruptamente. Empezamos a medir cuánto bajaban, y dónde aumentaban por corrimiento. El efecto de la presencia policial en el punto caliente tenía un radio de corrimiento del delincuente de dos o tres cuadras a la redonda, con lo cual mandábamos policías al punto caliente y patrullaje en el entorno. Ahí se crea el PADO, con la experiencia de los mapas y los puntos calientes, que eran buenos, pero te limitaban al entorno. Creamos las zonas PADO, adjudicadas a un grupo de policías y a un patrullaje, que podía ser a pie, si era una zona muy concurrida, o en moto o en patrullero. El PADO fue made in Uruguay y fue un logro tremendamente importante. Muchas policías del mundo nos estuvieron preguntando cómo habíamos llegado a eso. ¿Qué efecto tuvo el PADO? Bajó muchísimo los delitos, hasta el año 2018, cuando empiezan a subir de nuevo, lo que tiene que ver con la puesta en funcionamiento del nuevo Código del Proceso Penal. La vieja discusión sobre si el Código incidió o no. Como dato, cuando asumimos en 2010 había cuatro mil quinientos presos, mientras que en 2019 había once mil cuatrocientos. Cuando se aplica el nuevo Código del Proceso, Fiscalía decía que lo podía implementar, y la Corte decía que no. Era un cambio sustancial. El policía estaba acostumbrado a llevarlo al juez, que ya lo dejaba guardado, y ahora tenía que llevarlo al fiscal que podía pedirle que lo dejara en libertad para citarlo después. ¿Cuál era la señal para la Policía? Que esto no sirve para nada. Y la señal para el chorro es que esto es una papa. ¿Cuál fue la consecuencia para los fiscales? Los fiscales se llenaron de expedientes y los jueces quedaron sin trabajo. La Fiscalía empezó a decir que no daba abasto.
Hubo todo un movimiento.
Que llevó a que pasáramos de once mil quinientos presos a nueve mil quinientos. Veníamos subiendo en los privados de libertad y los delitos venían bajando. Ponele que tuviéramos mil quinientos presos menos, y que de esos reincidiera el 60%. Tenías novecientos tipos que iban a cometer delitos. En Montevideo un 80% de las rapiñas era por un monto menor de mil pesos. Esos tipos no solamente estaban robando, sino que tenían que robar más para poder vivir. Ahí fue cuando se empezaron a disparar las rapiñas. Claro, esto fue utilizado políticamente. Realmente nos comimos este asunto por el enfrentamiento entre el Po-
Poder Judicial y la Fiscalía. Nos hubiera convenido que se aplicara a partir del próximo gobierno. Veníamos bajando los delitos muy bien. Cuando Tabaré dijo que íbamos a bajar las rapiñas en un 30% no dijo una locura. Nos había consultado. Aparte de registrar lo que pasa todos los días, tenés que registrar las tendencias. Hoy podés tener cero delitos y mañana veinticinco.
¿Cuál es la tendencia, entonces? Ni cero ni veinticinco, hay que proyectarlo en el tiempo y ver cómo se comporta el delito. Con la gráfica por la cual sabíamos que la Policía venía siendo eficiente y los delitos estaban bajando, en mi opinión, haciendo una proyección, llegamos al 27% en octubre de 2019, el mes de las elecciones. En cualquier fenómeno social donde otro fenómeno cambia las reglas del juego, cambia todo el escenario. Si en el Parlamento se hubiera votado que el nuevo Código empezara con el nuevo gobierno, que era lo lógico, en mi opinión hubiéramos llegado a entre un 27 y un 30%.
Tenés una visión optimista de lo que se hizo, pero a la población se logró transmitir lo contrario, y en parte la derrota del Frente Amplio obedece a esto.
Yo te expliqué todo esto y vos lo entendiste como una explicación. Cuando Bonomi o yo salíamos a decir algo, nos decían que nos estábamos justificando. Para la opinión pública no es lo mismo que le digan que se está explicando un fenómeno a que se están justificando. Justificarse es “no están haciendo nada”, es que fracasaste.
La oposición no eligió la economía para pegar pero en seguridad la población fue absorbiendo el discurso. La seguridad es un tema sensible. Sentirse seguro en una sociedad tiene que ver con tu situación familiar, con tu salud, con la economía, con el trabajo. Sentirse seguro o tener miedo está en la idiosincrasia del ser humano. Que existían los delitos, existían. Que los veníamos bajando también es cierto. Y también que no existe sociedad con delito cero. A Sherman más de una vez le pregunté cuál sería la cantidad de delitos que el Uruguay debería aceptar como probable. ¿Qué respondió? Me dijo que nunca lo iba a saber, porque la gente siempre va a pedir que los delitos bajen más. Y además hay una diferencia entre el número de delitos, el número de denuncias y la sensación seguridad. Se habla mucho de la sensación térmica. En realidad, en algunos lugares tenés una sensación de muchísima inseguridad cuando no hay inseguridad. Carrasco tiene cifras delictivas mínimas, pero ellos se sienten inseguros y son los que tienen la caja de resonancia. En cambio, vas a un barrio lleno de chorros y la gente no se siente insegura. Yo me crié en un barrio, y sabía quién era el que afanaba y el que no, y jugábamos juntos al fútbol. ¡No me vengan con historias! Las conozco todas, la del barrio, la del preso, la del policía. He jugado en ambos lados del mostrador. En el barrio había un chorro que se llamaba el Urraca, y cuando salíamos dejábamos la casa sola. “Urraca, mirá que la casa queda sola”, decía mi viejo. Y no pasaba nada. Pero eso cambió. Cambió. Los Urraca ahora son diferentes. Pero la gente que vive en los barrios vive el tema de la delincuencia de manera diferente. ¿Te acordás cuando se incendió el Marconi y hubo un procedimiento policial, con dos gurises en moto que se dieron de punta con la Guardia Republicana? Un policía tiró y mató a uno de los gurises, y en el barrio prendieron fuego los ómnibus. ¿Por qué esa reacción? Cómo no van a reaccionar, si todos conocían al que mataron, chorro, sí, pero buen tipo, que no jodía a nadie. Hay diferentes percepciones del problema, y en algunos lugares la delincuencia se naturaliza más, y también la violencia. También hicimos un estudio sobre la violencia en los barrios, desde las peleas entre vecinos hasta suicidios, robos, rapiñas, peleas entre clubes. La violencia está radicada en zonas donde la gente tiene problemas de carácter económico y social. Los barrios más marginados son los más violentos. Y ahí es donde te roban y no denunciás. Cuando se armó lío en el Marconi para tranquilizar el barrio tuvimos que mandar la Guardia Republicana. La gente del MIDES se quería ir, la de Salud Pública no quería entrar. Dejó de pasar el ómnibus y tuvimos que poner choferes policías. Pusimos policías en las policlínicas, en los liceos, en las escuelas. La vida social del barrio tenía que seguir, pero no a expensas de la Policía. La Policía tenía que reinstitucionalizar el barrio y retirarse. Y fue lo que se hizo
y nadie lo valoró. El barrio quedó como siempre. La sensación de inseguridad cada uno la vive de manera diferente, porque tenemos vivencias distintas. El tema de los miedos es subjetivo. Y si además te lo muestran cien veces por televisión, como pasó con el asesinato en la pizzería… Es terrible, pero generás un estado de ánimo. Los medios inciden. Tampoco quiero echarle la culpa a la prensa ni a los periodistas. Trato de analizar las cosas como son. Puedo estar equivocado. Pero hasta ahora no he encontrado otro que me diga que estoy equivocado. Nosotros llevamos adelante una teoría de seguridad pública, la tenemos documentada y probada, y tenemos los resultados. Sabemos dónde nos equivocamos, dónde fuimos para atrás, en qué nos fue bien y mal. No hay otra. Lo que están ensayando ahora es más de lo mismo de cuando estábamos nosotros, con la ventaja de que antes que estuviéramos nosotros no había patrulleros, ni armas, ni policías, ni uniformes, ni comunicaciones, ni nada. Ahora tienen todos esos recursos que nosotros dejamos. El patrullaje aéreo es inédito en Uruguay. ¿Y cómo surge? Porque los policías nos decían que recorrían los barrios y hay cosas que no veían. ¿Qué pasa detrás del muro? No tenían idea. Si roban un auto no sé si a las tres cuadras dieron vuelta o no. Roban un ómnibus y no sabemos cuál es. Había que buscar una solución. Empezamos con el tema del abigeato, y nos dijeron que estábamos recorriendo en avión de día cuando el abigeato se produce de noche. No, pasamos de día porque no estamos mirando cuándo roban la vaca sino por dónde la sacan. Tenés que saber cuáles son los pasos que hay en los arroyos, en los montes. Y por primera vez la Policía pudo ver de arriba cómo era el territorio. No hay que mirarlo desde la carretera sino desde arriba. Compramos los helicópteros, que nos dieron un enorme resultado. Creo que debe haber sido el país que formó de cero una unidad policial con pilotos, observadores, mecánicos y autonomía total. Los tipos son unos tigres en el aire. Además, después de que el tipo se acostumbra a ver desde arriba ve todo. Ve una moto y sabe que tiene que seguirla. Sabe que detrás del muro hay dos tipos armados. Sabe para dónde ir luego del robo de un auto. ¿Por qué hoy en día este gobierno podría hacer muchas más cosas que las que hicimos nosotros? Porque las que hicimos nosotros ya no las tienen que hacer.
Dejaron una estructura armada. Cuando ves un policía con casco balístico es porque los compramos porque en el Cerro a una policía, de refilón, le pegaron un balazo en la cabeza. Pero no podés salir a comprarlos en Tienda Inglesa. Lo mismo con los chalecos. Cuando llegamos estaban vencidos. Se compraba bajo determinada norma.
¿Era la única posible? Me dijeron que sí. Los rusos son nabos, entonces. Los de la OTAN, también, son chotos que mueren con el chaleco puesto. Vamos a mirar otros lugares donde vendan chalecos, y vamos a comprar al menor precio posible. Así se hicieron licitaciones y se compraron chalecos para toda la Policía. Y apenas los compramos, en el Correo de Pocitos, le pegaron un balazo en el pecho a un policía y el chaleco lo salvó, cuando nos criticaban que los chalecos eran una porquería. De esas anécdotas te puedo contar mil. Para traer el primer blindado fuimos a Brasil a recorrer las favelas, donde está lleno de narcos, donde los milicos habían entrado con un blindado y habían salido con mil quinientos disparos. Le tiraron desde que entró a la favela hasta que salió. Son cosas que tenés que aprender. Ahora, por ejemplo, se descubrió quién mató a Lola Chomnalez. Me parece bárbaro. Es gracias a que teníamos el banco de ADN, y especialistas en ADN, y gracias a que desarrollamos la Policía Científica. Si tenés todo eso, ¿por qué no se aprovecha la tecnología, el conocimiento y la información para poder mejorar?
Cuando vino Giuliani, que lo trajo Novick, elogió a la Policía. Se reunió en el Prado con Tabaré y conmigo. Venía con un speech. Antes había venido su equipo asesor, se habían reunido varias veces con nosotros y habían visto lo que estábamos haciendo. Al final terminó viniendo Giuliani, que supuestamente iba a traer sugerencias para que cambiáramos cosas. Le conté lo que estábamos haciendo, le mostré la documentación, los proyectos, los programas. En realidad, vino a sugerirnos cosas que ya estábamos haciendo. La prueba está que el propio Novick sale en conferencia y dice que los asombramos con la tecnología, el conocimiento y la profesionalidad que tienen. Después no salió nunca más. Giuliani, además, fue alumno de Sherman, que fue nuestro asesor.
¿A qué obedece el delito? No hay sociedades sin delito, pero hay algunas con más delito que otras. Es una cuestión casi filosófica. Desde que existe la propiedad privada, existe delito. Vienen justo a hablar con un anarco.
También puede haberlo sin ella. Pero es diferente la violencia que el delito. Hay que diferenciar las cosas. Si no, le erramos al bizcochazo. Hay delito porque hay gente que no tiene cosas y otra gente sí las tiene. ¿La pobreza? No es la pobreza. Yo fui pobre toda mi vida y nunca robé a nadie. Es la inequidad. Capaz nosotros fomentamos eso, sin darnos cuenta. Mejoramos la calidad de vida de la gente, aumentamos el salario, habilitamos el gasto por tarjetas de crédito, aumentaron las importaciones y las exportaciones, la gente tuvo acceso a una cantidad de bienes y servicios que antes no tenía, proliferaron los shoppings, las marcas, la publicidad…
Aumentó el consumismo. Aumentó el consumismo. ¿Por qué, entonces, hay cosas que no puedo tener? Yo estaba en el Ministerio todavía y vi tres gurises vestidos con equipos deportivos nuevos, de marca. Me vieron bajar del auto y me saludaron, y me dijeron que hacía una semana habían salido del Penal, pero que se estaban portando bien. Habían choreado las pilchas que tenían. Otro día el cuidacoches me pidió para sacarse una foto conmigo, y después me dijo que la iba a mandar para el Penal. “Soy boleta”, pensé, “abrazado con los chorros en la calle”. Pero es así. Mientras haya inequidad y algunos tengan mucho mientras otros no tienen nada, va a haber robos. Hay robos en los asentamientos, en los refugios. ¿Qué se roban? Un pantalón, un par de medias. Uno tiene eso, el otro no tiene nada. Y siempre hablamos de ese tipo de robos. Pero también hay gente que estafa, que mete cheques sin fondo, gente que vacía bancos y se va del país. Gente de mucho poder adquisitivo que no tendría que robar para vivir y, sin embargo, comete delitos. ¿O te pensás que acá en Carrasco no hay chorros?
De cuello blanco. Los narcos compran con plata, y son millones de dólares, que no están en los asentamientos sino acá. Si querés pegarle al narcotráfico pegale donde le duele: en la plata. Tenés que hacer cosas para evitar que haya lavado de dinero, pero si dejás que vengan con valijas. Si vos dejás que la gente venga con plata sin ningún control, ahí estás fomentando el lavado de guita. El que la hace laburando no necesita blanquearla. Meter la guita en el mercado legal cuesta mucha guita. Si yo quiero lavar un millón de dólares, probablemente voy a tener que dejar por el camino doscientos mil. No es lo mismo que traer guita de la Argentina. Venían con una bolsa de guita, fenómeno. ¿Pero la podían lavar? Si traigo una bolsa de guita de la Argentina y la entierro en el jardín, eso no es lavado.
Ponen a Balcedo como ejemplo. Claro. Pero Balcedo hizo cosas que no debía hacer. Compró cosas y nadie controló. Debería haber una responsabilidad colectiva y no la hay. Lo que decía Guarteche, una percepción compartida de la amenaza. Si vos sos contador y vengo y te digo que vamos a comprar una casa, que vayas y hables con el dueño; vas, la comprás y te llevás la cometa de comisión. Me ayudaste a lavar ese palo verde y ayudaste al otro a vender una casa por una plata que no vale. ¿Quién pierde? Alguien tiene que perder. Y pierden los gurises que fuman pasta base, los que compran cocaína, los que andan en los barrios a los tiros matándose. Se puede disminuir el delito y la droga, lo que hay que hacer es no comprarla. Mientras se dé el fenómeno de que yo vendo y vos comprás, mientras haya un mercado y mientras alguien compre, alguien va a vender. Si en ese mercado no tocás todos los aspectos, si no trabajás sobre el consumidor problemático, si no trabajás en el control de los laboratorios, en el control del microtráfico, de la viejita que viene de Argentina con un ladrillo de pasta base. De un kilo de pasta base salen seis mil dosis, y hoy controlás mucho más agarrando a la viejita que viene de Argentina que metiendo cinco tipos en cana. Podés cerrar veinticinco bocas, pero si no le sacás el intermediario, la vuelven a abrir.
También está el tema de que la boca en el barrio genera un lío bárbaro. Sí, porque en el entorno de la boca hay peleas, porque fulano viene a comprar y no tiene plata, y otro quedó con una deuda, entonces salen de ahí y afanan una garrafa, una maceta, una canilla. Las bocas son tremendamente trastornadoras de la tranquilidad pública. Y está bien que haya que darles a las bocas, pero…
Pero se las mata más matando al intermediario que al grande. Tenés que trabajar sobre todos los aspectos, los vinculados a la salud, al tráfico, a lavado de dinero, y sobre las relaciones internacionales. Los países del entorno juegan mucho. Tenés que controlar las fronteras. Y Uruguay tiene un plan integrado. Si eso funcionara bien, se tendría mucho más controlado el puerto, por ejemplo. ¿Cómo controlás el puerto? ¿Paso todos los contenedores por scanner? Trancás el puerto. No se hace en ningún lado. En ningún lugar se escanea el 100% de los contenedores, sobre todo en lugares como Hong Kong. Lo que se hace, y nosotros lo hacíamos acá, son análisis de riesgo. Para cada contenedor hay un programa que te dice qué es lo que hizo ese contenedor, de dónde salió, por dónde pasó, qué tiene adentro, quién lo exporta o lo importa. Si ese contenedor lo están operando tipos que sabés que son serios y además hizo los movimientos y controles que debía hacer, ni lo revises. Pero si este contenedor estaba en el campo y no lo controló la Aduana, controlalo. Si es un tipo que exportó dos máquinas en un año, controlalo. Si es un importador de Tienda Inglesa, que trae té de Ceylán y arroz de China, no te molestes. Lo que tenés que hacer es análisis de riesgo. En el aeropuerto de Carrasco instalamos un sistema que cuando sacás un pasaje en Europa, ya entrás en el sistema y no importa quién seas. Si sos sospechoso, te espero, porque algo vas a hacer. Al delito hay que anticiparlo. Es mucha inteligencia.
El delito también tiene su inteligencia
También. Ellos también aprenden de lo que hacés vos, y saben qué tenés. Uruguay es un país chico, de tres millones de habitantes, lo que hay que hacer es seguir desarrollando la tecnología.
¿Es tan difícil controlar en un país pequeño?
Uno de los proyectos que nosotros dejamos encaminado fue el de identificación facial, el mismo que tenemos para seguridad en el deporte, pero colocado en Identificación Civil. ¿Por qué? Hoy en día hay cámaras por todos lados. Si agarrás un delincuente en una cámara y lográs tener la foto, la llevás a Iden- tificación Civil y vas a saber quién es y dónde vive. Si junto con eso trabajás con los shoppings y les pedís que hagan un esfuerzo y pongan identificación facial en sus cámaras. Si estás buscando a alguien, lo bus- cás en Tres Cruces, en el puerto, en el aeropuerto, en los shoppings, en el fútbol. Tarde o temprano lo ter- minás pescando. No es que tengas que inundar de policías la ciudad, tenés que inundarla de inteligencia. Tenés las posibilidades, si durante diez años estuviste trabajando para tener una Policía de primer nivel, que tanto nos costó.
¿No se pudo prever el tema de la escalada de violencia? Layera había dicho que vienen las maras. ¿Era un visionario o estaba loco? No estaba loco, es que en Uruguay no hay una percepción compartida de la amenaza. El tema de las armas, por ejemplo. Hay una cantidad de armas ilegales y legales en Uruguay, y los delincuentes se proveen de ambas. Vamos a ir por el control de armas legales haciendo un registro. Compramos dos equipos que hacen el peritaje balístico. Si aparece una vaina o una bala, se la lleva a Policía Científica, que arma una base de datos. Y resulta que mañana en otro lugar aparece otra bala que salió de la misma arma. Podés ir generando un mapa de dónde está operando esa arma. En algún momento vas a caer con un arma que va a estar en la base de datos, y vas a tener en cuenta todos estos hechos. Capaz al primer mes esto no nos sirve para nada, pero al año tenés una cantidad de información. Si sumo la identificación facial, la balística, el ADN, la huella digital e investigadores que saben hacer las cosas bien entonces tengo un potencial de trabajo brutal para investigar los delitos. Todas estas cosas las dejamos en desarrollo.
Pero es como El Guardián. Los delincuentes se avivaron y usan el WhatsApp. Es cierto. Pero, ¿cómo sabías que no agarraba WhatsApp?
Me enteré después en los medios.
Que los medios lo hayan dicho es no tener una percepción compartida de la amenaza. Cuando com- pramos los primeros blindados salió en la prensa qué tipo de bala resistían y cuál no. Estaban avivando giles, diciéndole al enemigo en qué cosas sos vulnerable. ¿Qué le importa a la gente qué bala atraviesa la camioneta? Solo a los chorros le importa, al pesado.
Con las herramientas tecnológicas y la Policía que tenemos, ¿tan difícil es combatir a los grupos de narcotraficantes en nuestro país? Una vez tuve una reunión con el viceministro de Seguridad de China. Me preguntó cuál era el principal problema del país. Y yo empecé a hablar de las rapiñas. “Pero dígame cuál es el problema”, me dijo al rato. Después fui a visitar el edificio de la Policía en Pekín y el fondo negreaba de policías haciendo ejercicio. Ellos están pensando en la seguridad para mil quinientos millones de habitantes, y no pueden entender cómo no lo podemos manejar para tres millones y medio. Yo tampoco lo entiendo. No hay que hacer inversiones desmesuradas. Y aunque hubiera que hacerlas, si querés tener un Uruguay diferente dentro de veinte años, lo tenés que empezar a construir ahora.
¿Tenés una nueva Policía o no?
La tenés. En diez años en el Ministerio del Interior se hicieron cosas que no se habían hecho nunca. Hoy en día podés presentar tu Policía en el mundo. Te podrán decir que te falta, y sí, te falta.
Mucha gente piensa que no podrían operar bandas narcos sin saber quiénes son las cúpulas. Se termina vinculando que políticos y gente de mucho poder está metida, y que por eso no caen. ¿Qué contestás?
Primero, no creo que haya políticos metidos. No es la norma, lo que no quiere decir que no haya alguno que no esté metido. La gente lo puede pensar. En general, la gente piensa muy mal de los políticos. La corrupción de los políticos no es un tema de ahora.
Pero que no puedan desarticular las organizaciones; si agarrás una boca y seguís al escalón superior, al intermediario… Si no abrís el abanico para tocar el problema en todos sus aspectos, no lo vas a solucionar. No me preguntes a mí, preguntale a Heber. En el primer gobierno del Frente, cuando fui presidente de la Junta Nacional de Drogas, se hicieron cosas que nunca se habían hecho en este país. Se trabajó en el consumidor y en el narcotráfico. Llenamos las cárceles de narcotraficantes extranjeros. Había serbios, colombianos, italianos. Los agarramos en las estancias, en los aviones, en el puerto, en el aeropuerto, en los yates, en las fronteras. Hubo mucha inteligencia y mucho laburo, con lo poco que teníamos. Y empezamos a trabajar fuerte en el tema del lavado de dinero, creando la Secretaría antilavado. Cuando dijimos que los escribanos y los abogados debían controlar tuve unos líos bárbaros. El sector que teníamos mejor controlado era el financiero. Después entramos a las casas de cambio. Tenés que conocer el cliente y el destinatario final. Tenés que tener mucha gente ejecutiva que resuelva problemas, y gente que se comprometa contigo, los contadores, las inmobiliarias. Tiene toda una lógica, y hay que trancarlo antes que suceda, y para eso hay que tratarlo en todos los aspectos. Donde dejás un hueco, por ahí se meten.
La filosofía hoy es la inflación punitiva.
Lo que tenés que meter en la cabeza del delincuente es que, si afana, lo vas a agarrar. Eso opera en todas las áreas de la vida. Lo mismo en el terrorismo. ¿Querés matar a un presidente? Capaz lo hacés, pero mirá que la quedás. Y nadie quiere quedarla. Ni un sicario.
¿Cómo se llega al sicariato acá?
Es un problema de mercado. Cuando tenés pila de deudas, de alguna manera te la tienen que cobrar. Y si no podés pagar, te matan. Es la señal para el otro, porque después de que te matan no cobran nada. ¿Y sabés cuál es el otro ejemplo del aumento de homicidios entre delincuentes? Que baja la posibilidad de aclarar homicidios, porque probablemente al que matan hoy mató al alguien ayer, o robó, o rapiñó, y ese tipo se lleva información.
Hoy ha caído muchísimo la aclaración de homicidios, está en 50%. En la época de ustedes era 68%.
Sí, pero la aclaración del homicidio cambia de acuerdo al homicidio. En la violencia intrafamiliar es fácil. En la rapiña es bastante fácil, ahora que tenemos cámaras por todos lados. Si el familiar del asesinado te puede hacer el identikit de chorro, la identificación facial te da un porcentaje de posibilidades, y por des- carte lo agarrás.
Pero hoy ha caído al 50%.
Porque predominan los homicidios entre delincuentes, donde no conseguís información, donde proba- blemente mañana maten al que mata hoy. Es mucho más difícil. Primero que nadie declara. Pero es más difícil aclarar un homicidio por ajuste de cuentas. Cuando la mayoría de los delitos se cometen entre delincuentes hay cierta dificultad. Pero si desarrollás la tecnología de identificación facial y balística al máximo y tenés buenos investigadores, se llega.
Uno de los logros del gobierno del Frente fue la sindicalización de la Policía. Fue buena cosa. Yo decía que los mejores sindicalistas para la Policía éramos nosotros, que todo lo que comprábamos lo hacíamos sin que nos lo pidieran. Los chalecos, las botas, los uniformes, el armamento.
Pero el sindicato pateaba contra ustedes.
¡Y claro, cómo no va a patear! Si no, no es sindicalista. Y está bien que patalee. Si tuviera una empresa, quisiera tener un sindicato fuerte, inteligente, que discuta conmigo los balances de la empresa.
El actual gobierno antes decía que la Policía no se sentía respaldada por el gobierno del Frente.
Se les aumentó el salario, se les mejoró la salud. El Hospital Policial pasó a ser de los mejor equipados del país. Se armó un CTI pediátrico que en su momento fue el mejor del país. La atención que se les daba a las familias. El hospital vendía servicios y con eso compraba tecnología. La parte de seguridad social, lo que era la Caja Policial antes. El Centro de Atención a la Discapacidad, a los hijos y funcionarios del Ministerio del Interior, es un ejemplo hoy en día. Les compramos uniformes como nunca se les había comprado, de verano, de invierno. Les compramos hasta medias elásticas para evitar las várices como enfermedad laboral. Camperas, correaje, chalecos, cascos antibalísticos. Todo.
Pero en la parte operativa el Policía no tiene respaldo ante la Justicia. Ojalá frente a la Justicia nunca tenga respaldo político. Al tipo que va a la Justicia se lo tiene que resolver desde el punto de vista jurídico, no político. ¿Cuál es la garantía del policía? Primero, tiene una ley orgáni- ca policial. Tiene una ley de procedimiento policial. Tiene un código de ética policial. Tiene una estructura universitaria. Queda lo que se llama mala praxis, el hacer las cosas bien o hacerlas mal. Si las hacés mal, la Justicia te va a castigar.
La LUC le dio otro respaldo, dicen.
Creo que no le dio respaldo, porque el día que un policía le pegue un disparo a alguien va a tener que ir a declarar a la Justicia.
Pero la palabra del policía vale más.
O no. Hay cosas muy indefinidas, como el tema del desacato. Si le pego un balazo a uno porque se des- acató, el juez me va a preguntar por qué se desacató. Y que me haya dicho algo que no me gustó no es desacato. Todos los delitos que un policía puede cometer ya están en el Código Penal. Todas las garantías se las tiene que dar la Justicia.
Una de las quejas era que el policía agarraba al chorro y salía por la otra puerta. El policía tenía la sensación de que eso no funcionaba. La verdad sea dicha, hubo un período en que se acomodaron los engranajes, donde no funcionó. Hoy en día tienen como quince mil presos. Nosotros los dejamos con once mil cuatrocientos. Vos sabés lo que son los números relativos y los absolutos. Si aumentás la cantidad de presos, tiene que bajar la cantidad de delitos y los homicidios. ¿Por qué no bajan? Y si no bajan, tenés más delitos que antes. ¿No? Comparativamente.
O tenés más denuncias.
O tenés más denuncias. Pero para saber si tenés más delitos o más denuncias, tenés que hacer una en- cuesta de victimización. Nosotros tuvimos una calificación de Naciones Unidas como que teníamos un sistema de registros excelente. Pero si sacás los becarios y ponés a los policías a tomar las denuncias, vas a tener una mala calidad en los registros, y mucha cosa que no se va a registrar.
Siempre decían que desmantelaron las comisarías.
No es así el tema. Había dos cosas que nos criticaban. Una es que habíamos sacado a los policías de las comisarías, y la otra es que habíamos cerrado algunos destacamentos en el interior. Vamos a empezar por los destacamentos. En un destacamento en el interior tenés que tener dos policías por turno y un móvil, y los tenés clavados ahí por si pasa algo. Hoy en día, cuando tenés un celular con el que en el medio del campo agarrás una llamada de Jefatura y al ratito tenés una camioneta, no se justifica tener esos desta- camentos. Y no controlan el abigeato, como se decía. Pasa que el destacamento de Policía en el interior es de otra época, la época en que el policía le firmaba las guías al productor para mover el ganado. Hoy la guía la obtenés por internet. No se justifica tener policías donde no hay delito.
¿Y las comisarías?
Luego las comisarías, donde por lo menos tenés que tener uno en el teléfono, otro tomando denuncias, otro en el celdario, el comisario, el subcomisario. Son diez o doce policías por turno. ¿Para qué? Para que vaya alguien a denunciar algo o a pedir un certificado de domicilio. Nosotros generamos cuatro zonas, con edificios nuevos. Uno está en la ruta 5, otro está en Avenida Italia. Ahí están los celdarios y los lugares para que operen los investigadores de Inteligencia, para no tener personas detenidas en la comisaría. Los policías son mucho más efectivos en la calle que en la comisaria. Si tienen que recibir una denuncia y es- tán patrullando, la toman en la tablet. ¿Qué problema le resolvés al vecino con diez policías por turno en la comisaría? Significa que para funcionar una comisaría tiene que tener asignados cincuenta o sesenta policías, entre los descansos, las licencias y los certificados. ¿Cuántos de ellos patrullan? “Llamo a la comisaría y no mandan el móvil”. No llames a la comisaria, llamá al 911, que tiene todos los móviles distribuidos en la pantalla y te manda el que está más cerca.
Convence ese argumento, pero fue uno de los caballitos de batalla. Si a la comisaría le sacás un chofer, la dejás vacía. Dejás uno en la puerta y otro en el celdario, otro que toma las denuncias y el ayudante del comisario. Los móviles tienen que estar en la calle y no en cualquier lugar porque, si ves los mapas de puntos calientes, vas a ver que hay lugares donde nunca se cometió un delito. Patrullar en todos lados no sirve. Hay que patrullar donde sabés que se van a cometer delitos. No podés patrullar en lugares donde vas a agarrar un chorro en un año.
Se les criticaba que no invertían en tobilleras. Después tenés dos o tres policías para defender una señora. Había que hacerlo con guardia policial, y además tenés que dejar un móvil porque si llueve, se moja. Es un desperdicio de gente.
No le solucionaron el tema vivienda a la Policía. Es otra cosa de la que se quejan. No se solucionó, pero estaba en vías de solucionarse. ¿Cuál es el problema que tenía la Policía? En algún momento a la Policía se le hizo una retención para vivienda, y se hizo un convenio con el Banco Hipoteca- rio. Quedó en la nada. Un día fui a la Guardia Republicana y un viejo oficial ya en retiro me dijo que quería hablar conmigo por un tema de vivienda. Lo recibí. Me dijo que él había estado en el tema de la vivienda, que se entregaron viviendas donde el Banco Hipotecario ponía una parte y el Ministerio del Interior otra, y el funcionario accedía a la vivienda y pagaba. Pero muchos funcionarios dejaron de pagar y el Banco Hipotecario los remató y se quedó con esa plata, plata que era del Ministerio del Interior. Le agradecí y le dije que íbamos a averiguar. Le dije a un abogado del Ministerio que averiguara, y recuperamos una cantidad de dinero que era del Ministerio, con el que hicimos un plan de vivienda para la Policía. Cuando lo dejamos, mensualmente se estaban entregando préstamos de la Caja Policial, préstamos de la Caja de vivienda y préstamos para reparación. Se venían entregando regularmente, lo que pasa es que no nos dio el tiempo de seguir con ese proyecto.
La gran queja era que había muchos policías viviendo en asentamientos, al lado de los chorros. Estoy de acuerdo. Hay que sacarlos con mucha habilidad y no formar guetos de policías, para evitar tener otro conflicto, porque la familia policial es complicada. Pero se había empezado un plan. Si hubiera segui- do, habría funcionado sin ningún problema. No sé si sigue o no, pero estaba financiado.
¿Por qué no se continuó con el Plan Siete Zonas?
Porque solamente como plan para tener una plaza pública una cancha de básquetbol o una pista de skate no servía. Para el barrio es bárbaro, pero después tenés que ponerle cosas adentro para que los delincuentes no se apropien de eso. Se hacía, pero después la gente no podía ir porque paraban los pastabaseros. Tenés que hacer algo para que eso no pase. En el último carnaval en que estuvimos en el Ministerio hubo una polémica cuando querían llevar las murgas a Casavalle. Decían que las iban a apedrear. Pero no, es gente que no tiene posibilidad de ir a otros lados, y las iban a ver con agrado. Les mandamos unos policías de particular para que estén ahí, pero para que esto funcione bien hay que llenarlo de gente, no de policías. Y se hizo el carnaval en Casavalle y no pasó nada. La Plaza N° 1 de Deportes estaba abandonada, y con la Intendencia y los ministerios de Deporte y Turismo la reinaugu- ramos. Se llenó de gente del barrio. Lo hicimos con motivo de un mundial. La solución es que la gente del barrio se apropie de esos espacios. Uno de los problemas que tiene que ver con la seguridad es la urbanización.
¿Cómo es eso?
No hay especialidad en Uruguay en urbanización con seguridad pública. Te hacen una plazoleta y después detrás te ponen un muro donde se esconden los chorros, tienen relaciones sexuales y suceden mil cosas. ¿Cómo hacer una intervención urbana respetando lo que la gente quiere, con condiciones de seguridad? Hicimos un llamado internacional y al final terminó viniendo una arquitecta chilena que les dio clases a los policías, a los arquitectos de la Intendencia y en la Facultad de Arquitectura. Hicimos un libro, que debe ser el único. «La mirada urbana en la prevención del delito». El último año de gobierno lo regalábamos en la Feria del Libro. Te muestra cómo es Casavalle y cómo va a terminar siendo, con este proyecto. Al frente de este proyecto Tabaré puso a Ana Olivera. El Ministerio de Interior hizo muchas más cosas que formar policías. Todas estas cosas no son de la Policía.
¿Qué errores cometieron? Solo hablaste de los méritos. Yo también te voy a hacer una crítica. No tiene goyete que en 2022 te vengas a enterar de los libros que hicimos en 2018.
Comunicaban muy mal. ¿Cómo fue la transición con el nuevo gobierno? Fue mala. Con Larrañaga nos reunimos y entendió por qué no se podía patrullar al boleo. Nunca lo hicie- ron. No nos dieron pelota. Veníamos diciendo desde el 2013 que no alcanza con acciones policiales. ¿Qué hicimos mal? Primero, no fuimos capaces de encontrar sectores políticos de la población que nos acom pañaran en el planteo.
¿Ni en la propia izquierda?
Tampoco. Esto que les conté es lo que decía en el consejo de ministros. Y en políticas integrales no alcanza con que el Ministerio de Vivienda haga más viviendas y el MIDES dé más tarjetas, y Educación más horas de clases. Las políticas integrales implican agarrar un grupo de la población, la que se quiere proteger, que hoy en día es menor, o adolescentes, que dentro de cinco años van a tener que tomar una decisión, y acompañarlos para que lo hagan de forma responsable. Si no tenés eso, estás muerto. Garantizar que por la vía del estudio o del laburo vas a llegar a algo. Cuando éramos jóvenes el viejo te decía: “Al laburo o a estudiar”. Tenías expectativa, si querías estudiar o encontrabas laburo en algún lugar. Hoy en día no aga- rran para ningún lado.
Y tampoco tienen expectativa de vida. “Estoy juga- do”, te dicen. Cuando no tenés salida para adelante, las salidas son a corto plazo. No conozco ningún narcotraficante que llegue a viejo, que esté vivo, que tenga guita, mi- nas, auto y casa. Es transitorio, pero ellos creen que lo transitorio es a lo que pueden aspirar. Lo otro no les importa. Creen que más vale vivir poco y bien que mucho y mal. Si les decís que los van a llevar en cana, te dicen que cuál es el problema, si a la cárcel entrás saludando, si en un módulo están los del Marconi, en otro los de Casavalle y en otros los de Peñarol. ¿Vivís mal en la cárcel? ¿Y en el asentamiento, cómo vivís? ¿Y qué expectativa de vida le das a un gurí que se cría en un rancho, que duerme al lado de los padres que garchan de noche, con la hermana que se trajo al no- vio a la casa, donde fuman porro y, si no fumás, sos puto? Cuando éramos jóvenes si no fumabas cigarrillos, eras marica. Después nos dimos cuenta que era una gansada. Pero esas lógicas de vida operan, y hay que conocerlas, hay que enchastrarse las patas e ir a conocer eso. Cuando te digo que al guacho del Marconi lo mataron y fue una reverenda cagada, más allá de que el loco era chorro, el Marconi tenía razón, y yo era ministro del Interior. Viéndolo desde la lógica de ellos, tenían razón: viene un milico de afuera y mata un gurí del barrio. Es la lógica de ellos. Todavía hay lógicas en el Uruguay. ¿Quién quiere ser milico? Nadie. Ser milico era la salida para el que no tenía más remedio.
¿Eso no ha cambiado? Sí, cambió con el gobierno del Frente. Tuvimos la graduación de más de cien oficiales por primera vez en la historia del Uruguay. Tipos que decidían ser cadetes. Y esos tipos que estuvieron tres años en la Escuela de Policía tuvieron asesoramiento con policías internacionales. A cada uno se le dio uno de estos libritos. Metimos la Escuela en el Plan Ceibal y todos tuvieron acceso a una computadora. Dejaron atrás la lógica de la escuela militar y pasaron a la lógica de la seguridad pública. Dejaron la lógica de defensores del orden público para ser defensores de los derechos de los ciudadanos. Pero en todo esto no tuvimos caja de resonancia, no supimos explicarlo.
Es más fácil pegar un grito con dos titulares. Y, cada vez que salías a explicar, te decían que te estabas justificando. Hubo una muy buena campaña de la derecha para desacreditar lo que se estaba haciendo. ¿Había delitos? Sí. ¿Habían aumentado las denuncias? También. Pero aumentaron porque se estaban aceptando más denuncias, porque se estaban saliendo a buscar, porque se quería achicar la cifra negra. Pero tampoco desde nuestra fuerza política se pudo defender eso. ¿No se entendió en la interna del Frente? Te voy a poner algunos ejemplos. Reconozco las cosas buenas del Frente y también las malas, y si la derecha hace algo bueno, también. ¿Te acordás cuando evacuamos el CODICEN? Nos dijeron que los habíamos cagado a palos. A los policías que fueron a desocupar les dijimos que llevaran las cámaras GoPro. Los tipos accedieron por una puerta lateral, abrieron una puerta cerrada y desocuparon desde el piso de arriba. Un edificio siempre se desocupa de arriba hacia abajo. Fueron bajando, y las cámaras mostraron que no le pegaban a nadie. Recién en el primer piso le pusieron los escudos a un grupo de gente que no quería salir. La orden era no pegar. Fui a una reunión de la mesa política del Frente y me dijeron que los habíamos cagado a palos. ¡No seas malo! ¿Te parece que podemos ir a cagar a palos a unos gurises en el CODICEN? Les sacamos las escopetas a los policías para evitar que tiraran en las manifestaciones. En el COMCAR habían matado a uno de un escopetazo, y se las sacamos. Nos dijeron que los dejábamos en bolas. Les dijimos que iban a hacer un curso de capacitación para usar escopetas con balas de goma. Y no se devolvieron las escopetas hasta que todos hicieron el curso. Teníamos en marcha una compra de pistolas accesorias con cuatro caños para balas de goma o de pintura, pero Larrañaga la echó para atrás. Entonces, claro, vas a un barrio y en el barrio no son amigos de la Policía, porque la Policía va a joder al barrio. Y siempre alguno cacarea. Y si lo único que tenés para responder es una pistola 9mm, más vale que te vayas.
¿Por qué en quince años se fracasó en que el barrio sea amigo de la Policía? En Uruguay en general nadie es amigo de la Policía. Hay un profundo sentimiento antimilico en el Uruguay, desde mucho antes de la dictadura. ¿Sabés porqué? Por la represión a los trabajadores, en los fri goríficos, en ANCAP. El primer paro que hice en mi vida lo hice en sexto de escuela, con la huelga de los frigoríficos, donde mandaron a reprimir con el Ejército. Yo iba a la escuela Yugoslavia y estaba frente a la Plaza Lafone. Éramos gurises y nos indignamos de ver los jeeps con ametralladoras, y milicos a caballo persiguiendo a los padres de nuestros compañeros de clase. Nos indignó. Hicimos un paro y nos senta- mos todos en el muro, y decidimos no entrar a clase. ¿Cómo no vas a querer que en esos barrios se quiera a la Policía? En el Cerro había una pintada que decía: “Haga patria y mate a un milico”. Es la fama de la Policía como represora. ¿Quién determina el orden público? El gobierno y el ministro de turno. ¿Hay un problema? Meta garrote. ¿Con eso lo solucionás? Cuando había un conflicto con ocupación y el Ministerio de Trabajo pedía desocupación, ¿a quién mandábamos nosotros? A los mediadores, a conversar, a negociar. No tenés que pelearte con el trabajador, que es tan trabajador como vos, como el milico.
Antes del Frente Amplio, la Policía entraba a los partidos de fútbol cuando había cualquier cosita y pegaba. Eso mejoró mucho. Y sin embargo con el gobierno del Frente se mejoraron los problemas del estadio. La gente pide me- didas punitivas, quiere que des palo, que metas en cana. Después te piden derechos humanos. El tema del fútbol nos costó mucho, primero porque no contábamos con la colaboración de los dirigentes de los cuadros. Mirá que ellos dicen una cosa y después hacen otra. Y la relación entre dirigentes y barras, y entre barras y delincuencia es una situación bien compleja, que hay que estudiar bien. La única solución es que los violentos no entren a los espectáculos deportivos, y dijimos que íbamos a hacer una lista de personas violentas. Nos dijeron que ellos no hacían nada porque ellos eran dirigentes y después tenían problemas.
Es que en ciertos casos es bravo.
Tenían razón. Yo hice una declaración y dije: “Ustedes dedíquense al deporte y déjenos los delincuentes a nosotros”. Y trajimos las cámaras de identificación facial. Se terminó el problema. El tema no era cagarlos a palos, sino que no entraran al estadio. Nosotros tenemos todo filmado. Te pongo un ejemplo cualquiera. Entraba gente a la tribuna, y había una parte de la tribuna que no se llenaba hasta que no llegaba la barra. Quedaban en el medio. Entran doce mil quinientas personas.
¿Cuántos milicos tenés que poner para controlar eso? Es imposible. ¿Qué hacés cuando se arma lío? Mandar al milico. Empieza a rodar gente por la escalera. Tirás gas y se lo fuma una viejita que no tiene nada que ver. Un niño, una mujer embarazada. Tenés que
ser selectivo. En los temas de seguridad tenés que ir con el bisturí. Con Guarteche como director de la Brigada de Drogas y Jorge Díaz como juez de Crimen Organizado decíamos que no íbamos a traer a nadie para que se vaya caminando, que el que viene, viene a quedarla. Y con los sistemas de inteligencia a algunos narcos ni los interrogaban.
¿Cómo se puede haber fugado Morabito?
Se fugó con complicidad policial.
¿Cayeron esos?
La investigación no se terminó.
¿No hubo investigación administrativa?
Sí, pero está en la órbita de la Justicia.
¿Cómo ves actuando al Ministerio del Interior actual? No sé. Lo único que veo es lo que dice la prensa.
La prensa miente.
Cuando se da el fenómeno de aumento de los homicidios y el ministro dice que se reunió con el presidente y que van a hacer más de lo mismo, ya te adelanto que van a fracasar. Soy de los que dicen que no le pidan responsabilidad al ministro porque no va a poder resolver los problemas de seguridad pública con la Policía. Está demostrado. No le pidan a Heber cosas que no va a poder hacer. Y decir que aumentan los homicidios porque atacaron las bocas y hay menos droga es algo que hay que demostrar. Si hubiera menos droga, habría menos deudas y no se estarían cobrando deudas. ¿Qué se van a repartir si no hay nada para repartir? ¿Por qué se van a matar por un reparto que no existe?
¿La legalización de la marihuana sirvió para algo?
Para algo sirvió. Lo que estuvo mal fue ponerlo entre las medidas para la seguridad pública. En realidad, el consumo de marihuana en general no es problemático, no está vinculado al delito como la pasta base. Cuando hicimos una encuesta a personas recién detenidas, y de cinco tres habían cometido el delito para consumir o habían consumido. La pasta base de cocaína está vinculada a la delincuencia. La marihuana no. Hay mucho consumo ocasional de marihuana. Y aunque lo disminuís, tampoco le sacás el mercado al narcotraficante, que ofrece otra droga. Hay gente que no quiere estar registrada en nada. El que está en algo raro no se va a registrar como consumidor.
¿Qué debería retomar de las políticas otro eventual gobierno del Frente? ¿Qué debería apuntar a cambiar? La integralidad de las políticas. Volver a recuperar una Policía profesional, comprometida con los derechos humanos y garantista. Una Policía bien profesional, tecnificada y que se adelante a los acontecimientos. Una política eficaz en el tema drogas, abarcando todos los aspectos desde el consumo hasta el lavado. Y creo que hay que buscar una población objetivo con la cual trabajar en valores y vivienda para formar una generación de ciudadanos para un Uruguay productivo. En última instancia, eso es lo que querés, que el tipo cuando sea grande se integre a un país productivo, más justo. Eso tenés que prepararlo.
Es algo que trasciende al Ministerio del Interior. Es una cuestión de todos los gabinetes. Sí, y hay que hacer acuerdos con la oposición.
¿Es tan difícil lograr políticas de Estado?
Vivimos en un país de 50%. La política la definen unos pocos tipos que un día votan para un lado y a los cinco años para otro. Hay que pensar constructivamente de forma diferente y ponerse de acuerdo, y el que gane las elecciones le dará la tónica después. ¿Por qué en otros países hay políticas de Estado y en Uruguay no? Una discusión que tuvimos en el primer gobierno de Tabaré fue que en el Estado había que armar una especie de escuela de formación política para que los que se desempeñan en cargos públicos tengan una buena capacitación. La idea no es mala. Un tecnócrata en política. Pero después son esos los que van a definir la política. Entonces no. Otros países lo tienen, como Noruega y Finlandia. Lo tiene Brasil, en Itamaraty, sin importar el presidente de turno. Hay que buscar un camino diferente, políticas de Estado. La seguridad pública es un problema del país.
¿Qué países tienen tantas políticas de Estado?
¿La seguridad pública es un problema importante para alguien que vive en Carrasco? Sí, es importante. Porque además está la tormenta de la televisión, donde ves que se mata gente, que van a salir un montón de presos. Después tenés a Canessa, que dice que si pasa una señora negra y gorda con un botija hay que seguirla porque está haciendo relevamiento. Estás estigmatizando gente. Al final, los pobres, negros y jóvenes son delincuentes.
Querés llegar a políticas de Estado con gente que estigmatiza, que ve al negro y al pobre como de- lincuente. Y bueno, hay que hacerlo. Si el problema es ese, hay que solucionarlo. ¿Si fueras empresario, harías una inversión extra para trabajar el tema de la educación para que de acá a diez años tengas menos problemas sociales y mejores trabajadores? Yo haría la inversión. Si fuera ministro de Economía, usaría parte de las reservas internacionales para mejorar las condiciones. El tema es si estás dispuesto o no. Mientras haya pobres, inequidad, racismo, femicidios y todo ese tipo de cosas, vamos a seguir con el Uruguay que tenemos. Se dice que hay que aumentar la pena porque se cometió un femicidio. No, hay que tratar que no haya más femicidios.
La reforma de Salud es una de las transformaciones estructurales más importantes de nuestro tiempo. Allí estamos con grandes desafíos desde hace 17 años. No solamente estuvimos en el Consejo Consultivo para los Cambios, en el Directorio de ASSE y en la JUNASA…
Con cambios en el modelo de atención, en el modelo de gestión y el modelo de financiamiento. Transformar una salud totalmente mercantilizada y centrada en el lucro fue tarea difícil. Esto no podría haber sido posible y ser sostenible en el tiempo sin una amplia participación social y el compromiso de los involucrados. Es así que pasan a ser actores fundamentales los trabajadores y trabajadoras de salud y los usuarios y las usuarias del SNIS.
No tengo salud si tengo hambre, sino tengo trabajo, no tengo salud sino tengo vivienda, sino tengo saneamiento, no tengo salud sino tengo educación, sino hago ejercicio, sino tengo recreación. En salud el equilibrio se rompe cuando triunfan los factores de riesgos. Cruzar la calle con roja es un factor de riesgo, si además vamos rengos y tenemos dificultad para ver el riesgo aumenta, entonces se produce el daño. Después del daño viene la secuela o la muerte. En eso está encarado el problema de salud, de no prevenir. La mentalidad preventiva es promocionar la salud, trabajando esos factores de riesgo que están en el barrio, para que no se conviertan en daño, no esperar a que se enfermen las personas.
Con esta motivacion se realiza el 30/4/2005 la 1º Asamblea Representativa de Usuarios y Usuarias de salud del Zonal 17, trabajando con la metodología de taller, participando 100 personas. También estuvo presente la Ministrra de salud, María Julia Muñoz que se quedó todo el tiempo que duraron los talleres. Allí se resolvió:
1)Conformar un Grupo Promotor para la formación de un Movimiento Nacional de Usuarios.
2)Realizar Asambleas itinerantes en las subzonas del Zonal 17.
3)Convocar a las Comisiones de Salud de los otros Zonales a sumarse a este proceso participativo.
Asumiendo el desafío se realizan talleres con los vecinos que son convocados por parlante que auspicia el almacenero del barrio, por 9 subzonas del Zonal 17 con la metodología de la pregunta:
¿Qué mas hay que hacer?
¿Qué mas hay que saber y aprender?
¿Cómo comunicarnos mejor?
¿Cómo concretar todo esto?
Y también se dibuja un Mapa activo de la salud, lo que existe hoy y lo que debería haber a futuro.
28/5 Santa Catalina
11/6 Cerro Oeste
25/6 Casabó
2/7 La Boyada
9/7 Pajas Blancas
30/7 San Rafael – Cerro Norte
6/8 Casco – AJUPEN
13/8 Cerro Oeste
20/8 Casco – Tito Borjas
Luego tocó la puesta en común, se realiza la 2ª Asamblea Representativa:
1 Un mapa diagnóstico de todo el Zonal
2 Análisis de Viabilidad
3 Agenda de trabajo
Además de los usuarios y usuarias estaban presentes los actores que trabajan en territorio y autoridades.
Simultáneo a todo esto se realizan 8 Asambleas similares con otros consejos vecinales de otros zonales de Montevideo y el 18 de agosto se formaliza la Coordinadora de las Comisiones de Salud de los Consejos Vecinales, con reuniones quincenales, para ir gestando un Movimiento Nacional de Usuarios de Salud.
El 19/10 se comienza la segunda recorrida para hacer la devolución de lo avanzado que finalizaría el 22/4/2006 participando en total 300 activistas de salud, a la elaboración de un diagnóstico de alta calidad democrática y que serviría de insumos para la 3ª Asamblea del Zonal 17 que se realizó el 8/7/2006, para entre todos y todas elaborar un Plan “Salud derecho de todos” que es nuestra brújula hasta el día de hoy, con monitoreos y puestas a punto en un proceso dinámico.
El Plan tiene 6 programas y varios proyectos y comisiones de trabajo.
Fue una planificación estratégica local, fruto del trabajo de 2 años, por parte de 300 activistas de salud interactuando con todos los actores que trabajan en el territorio y con responsables en cada tema.
Nuestro territorio es la cuna del país y la mitad de los bebes nacen en hogares pobres. Los niños y niñas desnutridos y las 1300 embarazadas que llegaban al parto con casi ningún control, hizo que definiéramos prioridad la creación de la Red de Primera Infancia. La cual funciona hasta el día de hoy integrada por 35 organizaciones.
Las adicciones fue otra prioridad y el local para el Centro de Escucha fue un objetivo alcanzado gracias al presupuesto participativo del año 2006. Teniendo lugar el lanzamiento de «Mi Cerro sin Drogas» con una presencia de 700 personas de todos los grupos de edades y participación de centros educativos del barrio, así como el futbol femenino de Cerro, Rampla y Progreso que adhirió a la movida que fue durante todo un día.
El trabajo de «Mi Cerro sin drogas» fue de gran impacto varios años, trabajando en escuelas , liceo, UTU. Recuperando espacios públicos ganados por adictos. Realizando carpas de achique y recibiendo una capacitación para 15 de nuestros militantes, del 14 de abril al 3 de junio del 2007, sobre Uso problemático de drogas y enfermedades de transmisión sexual. Financiada por la Cruz Roja Italiana. A pedido del Ministerio de Educación, integrantes de «Mi Cerro sin drogas» realizan un Manual de talleres de promoción de salud para poder ingresar en las escuelas y liceos. El tema era que fuimos los primeros a realizar talleres de educación sexual en el aula cuando todavía el tema era tabú.
Del programa “recreación para todos”, surge el Grupo pro Parque, hoy Espacio de Gestión de Parque Publico Punta Yeguas que ha participado desde los orígenes de la Organización de Usuarios de Salud y en especial de la realización de 10 campamentos » ¡A tu salú!» donde nos encontramos los participantes del “Plan Salud derecho de todos y todas”. El campamento es una instancia de integración barrial en intergeneracional, de fortalecimiento de vínculos, intercambio de experiencias y desarrollo de prácticas saludables.
Otro grupo fuerte es la Mesa local de salud mental que aborda también el tema de des-manicomialización con dispositivos alternativos y el tema de prevención en suicidios que se viene trabajando de siempre con el aporte de vecinos especializados y con campañas que han trascendido el territorio
La actual ola de la pandemia del COVID 19 no debe hacernos olvidar otros problemas vinculados a las enfermedades crónicas de enorme impacto en la salud pública.
Desde hace tiempo se sabe que los factores ambientales y socioeconómicos son decisivos para la salud, tanto para protegerla y promoverla como para afectarla negativamente hasta niveles extremos. Hay enfermedades como las cardiovasculares, cerebrovasculares, cáncer, diabetes y problemas respiratorios que tienen causas comunes muy vinculadas a los estilos y las condiciones de vida de las personas. Ese grupo de enfermedades han sido denominadas como ECNT Enfermedades Crónicas No Transmisibles aludiendo a que no son producto de un virus o bacteria, no se transmiten por algún vector. Sin embargo se ha señalado con acierto que son transmisibles a través de mecanismos socialmente establecidos que inciden sobre la vida de las personas y sus pautas de conducta. Con una visión un poco mas amplia se incluyen la salud ambiental, la siniestralidad vial y la salud bucal dentro de esos problemas relacionados con el ambiente físico y social.
En el marco del Espacio permanente de Formación de Promotores Sociosanitarios que está llevando adelante la Red de Municipios y Comunidades Saludables se abordó esta problemática en un Seminario realizado el 23 de septiembre (https://www.youtube.com/watch?v=3-i4uUImpXI&t=4s) . Para ello hubo videos previos, exposiciones y discusiones en taller muy destacables por la riqueza de sus aportes.
Entre las exposiciones iniciales el Lic. Luis Galicia, consultor en las ECNT destacó que estas enfermedades provocan el 70% de las muertes en todo el mundo y son la principal causa de carga de enfermedad en la Región de las Américas. Determinan 5,5 millones de muertes por año en las Américas. En Uruguay el 54% de las muertes se debe a las cuatro principales ENT (cardiovasculares, cáncer, diabetes y respiratorias). Hablando de los factores de riesgo conductuales y los metabólicos Galicia señaló que en 2019 en Uruguay la prevalencia de fumadores diarios era de 21,8% y la prevalencia del consumo episódico excesivo de alcohol 26,1% (2018). Al mismo tiempo 90,9% de la población en 2013 tenía un consumo menor a 5 porciones diarias de frutas y/o verduras. El nivel bajo de actividad física tenía una prevalencia de 22,8%, la presión arterial elevada (hipertensión arterial) 36,6% y el sobrepeso y obesidad alcanzaban a 64,9% de la población. La prevalencia de glucosa elevada en sangre (diabetes) era 7,6% y el colesterol elevado en sangre 21,5% (2013). Son cifras preocupantes.
Los principales factores de riesgo también fueron abordados por la Dra Laura Garré directora ejecutiva de la Comisión Honoraria de Salud Cardiovascular ((98) Enfermedades Cardiovasculares – YouTube) enfatizando que un porcentaje alto de estas muertes son tempranas, prematuras, se producen en personas entre 30 y 69 años. La adopción de conductas saludables tiene un impacto muy fuerte sobre esa mortalidad, abatiéndola. No son destinos inevitables por la mayor edad. Estas muertes pueden ser prevenidas en un 80%, dependiendo de cómo las personas viven y llegan al envejecimiento. No es solo la mortalidad, esa carga de enfermedad influye mucho en la calidad de vida. Los comportamientos influyen pero al mismo tiempo cabe señalar que están muy relacionados con los determinantes sociales.
Al igual que Galicia identificó como factores de riesgo: alimentación no saludable, tabaquismo, alcoholismo, sedentarismo y desarrolló su relación con la obesidad , hipertensión, diabetes y colesterol aumentado, asociándolo en especial con el alto consumo de sal, el exceso de grasas, azúcares, el escaso consumo de frutas y verduras. En la atención a las ENT destacó la importancia del diagnóstico temprano, los controles de salud, la adhesión a los tratamientos y la rehabilitación .
La Dra Carmen Ciganda especialista en Toxicología y asesora en Ambiente y Trabajo, fundamentó que el ambiente es un determinante mayor de la salud “aún más relevante que los estilos de vida, porque son las condiciones ambientales las que determinan que las opciones saludables sean más o menos accesibles” (Lalonde – Buck 1996). Retomando conceptos de la OMS definió a la Salud Ambiental como “todos aquellos aspectos de la salud humana, incluyendo la calidad de vida, que están determinadas por factores físicos, químicos, biológicos, sociales y psicológicos en el ambiente. También se refiere a la teoría y práctica de valorar, corregir, controlar y evitar aquellos factores en el medio ambiente que potencialmente pueden perjudicar la salud de generaciones actuales y futuras” (OMS,1993 Carta de Sofía). Caracterizó al Ambiente Social (producción agrícola, industrial y energética, uso y manejo del agua y desechos, urbanización, distribución del ingreso, servicios públicos), el Ambiente físico – químico (suelo, aire, agua, alimentos, patógenos, clima, contaminantes) y el Ambiente biológico (flora, fauna, hábitats incluyendo reservorios y vectores). Reivindicó la concepción de “Una Salud” como la relación entre la Salud Humana, la Salud Animal y la Salud Ambiental.
Ciganda aportó cifras significativas : 24% de las consecuencias no mortales de enfermedades a nivel mundial y 23 % de todos los fallecimientos se atribuyen a factores ambientales. De 102 enfermedades principales, los factores de riesgo ambientales contribuyen en 85 categorías (diarrea, infecciones respiratorias, accidentes, afecciones perinatales, asma, intoxicaciones, pérdida audición, etc.). Mas del 40% del total de enfermedades atribuidas a los factores ambientales recaen en niños menores de 5 años de edad y afectan su desarrollo.
Entre los principales problemas ambientales mencionó : falta de acceso al agua potable; contaminación del agua por urbanización, industria y agricultura intensiva; higiene y saneamiento deficitarios; contaminación del aire urbano (emisiones de vehículos, industrias, centrales energéticas) y contaminación de alimentos. También destacó la acumulación de residuos sólidos y peligrosos; riesgos químicos y por radiación; insuficiente o inadecuada disposición de residuos, riesgos de enfermedades infecciosas nuevas y reemergentes y riesgos de accidentes laborales en la agricultura e industrias.
Entre los factores relevantes incluyó la deforestación, la degradación del suelo y los cambios ecosistémicos. El cambio climático y los fenómenos extremos como inundaciones – sequías o huracanes son un elemento de gran trascendencia. Para esta caracterización se apoyó en “Salud Ambiental básica. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente 2002”. Hay riesgos tradicionales asociados a la pobreza y nuevos riesgos vinculados a consumos no sostenibles que deben considerarse. Existen “ventanas de vulnerabilidad” que afectan mas a unas poblaciones que a otras.
Los aportes de Ruben Bouzas y Malena Damian del ISEF Instituto Superior de Educación Fisica ((97) Entrevistas sobre Actividad Fisica y Salud – YouTube ) consideran que ha habido una importante evolución en el concepto de actividad física. Practicas corporales y actividad física son cosas similares pero no iguales. Mientras las practicas corporales incluyen a todas las personas, la actividad física refiere a otros aspectos biomédicos. Hay una cultura, prácticas históricas, que contextualizan la forma de que las personas realizan este tipo de prácticas y su vínculo con la salud. Debemos pensar estos temas no solo desde lo biológico sino también en otras dimensiones. La homogeneización de los organismos para definir que es lo sano y aquello que no lo es, puede ser interpelada o complejizada, para evitar universalizaciones y pensar la singularidad de cada persona. Hay que “devolver la palabra” a las personas en su propio proceso de salud, en forma compartida.
La siniestralidad vial fue abordada por el Dr. Gerardo Barrios ((98) Siniestralidad Vial – Gerardo Barrios – YouTube) aclarando en primer lugar que no son accidentes, porque no ocurren por casualidad. Son un problema de salud, de seguridad ciudadana, de convivencia, y también un problema de equidad social. La cantidad y el tipo de personas lesionadas muestra una mayor afectación de los trabajadores. Es un fenómeno multifactorial y multicausal. No es un problema de una institución sino de las instituciones. Si no hay cambios en las políticas aumentarán las muertes y lesionados. Hay una gran inequidad si se comparan los paises según sus ingresos: los paises de ingresos medios y bajos tienen el 48% del parque automotor pero el 92% de las muertes por siniestros. Es decir que las muertes no dependen del parque automotor sino de la implementación de políticas adecuadas de prevención. En el cono sur de América la mortalidad es promedialmente 19 cada cien mil habitantes. En Uruguay esa mortalidad es de 11 cada cien mil. Europa está en 4 cada cien mil. Montevideo está en 6 fallecidos por cien mil habitantes. La meta es que no haya muertos por siniestros de tránsito. El Observatorio de Movilidad recoge las informaciones para poder promover buenas prácticas.
La evolución en Uruguay muestra que hasta 2009 la cantidad de fallecidos acompañaba el aumento del parque motor, pero luego esa tendencia cambia y con las politicas implementadas se logra bajar la cantidad de fallecimientos. No todas las acciones tienen impacto alto para descender la cantidad de fallecidos y lesionados. En Montevideo se construyó un Plan Departamental de Seguridad Vial con metas claras. Se creó un Consejo Departamental de Seguridad Vial para adaptar los planes generales a cada municipio. De 2015 a 2020 se logró un descenso de 41% en la cantidad de fallecidos,33% los heridos leves y 47% los heridos graves. Entre las víctimas predominan los jóvenes y adultos, llegando en 2020 a 6675 lesionados y 84 fallecidos. La situación varía según los municipios y si se trata de siniestros en rutas nacionales o en ciudad (bajan en ciudad y aumentan en rutas). Ahora están en la etapa de establecer el Plan de Seguridad Vial 2021-2025 de Montevideo cuya meta es disminuir 25% la cantidad de fallecidos. Hacen una gran apuesta a la territorialización, trabajando con los municipios y con las comunidades para poder alcanzar esa meta.
El Profesor Gabriel Tapia (https://www.youtube.com/watch?v=35lFN7CjvZA) de la Facultad de Odontología Udelar e integrante del Movimiento Nacional de Usuarios de la Salud, aportó un análisis sobre la situación de la salud bucal en base a varios componentes. El primero es el derecho fundamental a la salud que estableció la ley 18211 (antes la salud era un deber) que implica definir quienes lo ejercen y quienes deben asegurarlo. El derecho a la salud bucal está fuertemente cercenado en Uruguay. Tiene mucho mas que ver con la capacidad de pago de las personas. Hay mucho para hacer y se requieren voluntades pero no recursos siderales. El tema no está en la agenda. “La salud bucal en Uruguay es un desastre, sobre todo para algunas poblaciones” sostuvo Tapia. De un relevamiento realizado por la Facultad de Odontología surge que cuantos mas años tienen las personas mas dientes pierden . El acceso a los servicios básicos muestra inequidades, es decir desigualdades evitables concluyendo que los únicos que pueden transformar esta realidad son los ciudadanos, somos todos. Tapia planteó que las claves son el empoderamiento de las comunidades entendido como el poder de tomar decisiones desde las comunidades y el enfoque de la salud colectiva. El primer paso es el autocuidado. La segunda clave es concebir la salud con una mirada de ciclo de vida. Para avanzar es fundamental que la canasta del PIAS (prestaciones obligatorias para todos los efectores del SNIS) sea reforzada incluyendo más prestaciones odontológicas. ASSE tiene que ser el buque insignia de las transformaciones en salud bucal, por las necesidades de su población y por su incidencia en el SNIS.
El subgrupo que discutió sobre salud bucal abordó la pregunta : ¿Como pueden incidir las comunidades en el derecho a la salud bucal desde una mirada del ciclo de vida? Se reafirmó allí la salud bucal como un derecho, parte de la salud integral y se planteó desmercantilizar toda la medicina y especialmente la Salud Bucal. Para ello se debe integrar la atencion de la Salud Bucal como prestacion básica (paquete básico) del SNIS. Se trata de integrarla con la salud del niño, adolescente, mujer, a todos los programas y a través de toda la vida. Las organizaciones sociales y los ciudadanos deben poner en la agenda este derecho. Hay que cambiar la lógica de la atención pasando del trabajo individual a lo colectivo. Es importante unir los propósitos expresados con la viabilidad economica financiera para estos cambios.
Todos los expositores y la discusión colectiva apuntaron a las acciones necesarias para modificar las situaciones diagnosticadas. Luis Galicia detalló varias acciones de las ciudades para mejorar el entorno como reglamentar sobre la disponibilidad comercial y pública de bebidas alcohólicas y favorecer la aplicación de la normativa sobre ambientes libres de humo de tabaco. También se refirió a realizar acciones para mejorar el entorno alimentario y favorecer las políticas para promover la actividad física y reducir el sedentarismo.
Carmen Ciganda desarrolló una Estrategia de abordaje de la salud ambiental denominada “Múltiples Exposiciones-Múltiples Efectos”o Modelo MEME de la OMS. Señaló la importancia de los entornos saludables en lo local caracterizando una comunidad productiva y saludable como una comunidad organizada que aporta al desarrollo económico, social y de salud mejorando su calidad de vida.
En la discusión por subgrupos surgió que la percepción del riesgo en relación con el tabaco ha tenido un incremento significativo, pero si pensamos en el consumo problemático de alcohol dicha percepción es mucho menor.
En alimentación y actividad física han habido avances pero falta mucho por hacer. El etiquetado por excesos de sodio, grasas y azúcares fue considerado un paso importante pero su incidencia requiere campañas e iniciativas para contribuir a que las personas tomen las decisiones mas saludables en su alimentación. Están faltando esas campañas, que promuevan la reflexión de todos y pongan sobre la mesa alternativas a la comida chatarra. El desarrollo de políticas de alimentación saludable es una de las grandes prioridades sanitarias.
Fernando Fernández integrante del Movimiento Nacional de Usuarios de Salud residente en la ciudad de Cardona departamento de Soriano, reivindicó la importancia de interactuar con la academia desde los movimientos sociales . Reafirmó el proceso de participación social dentro del SNIS desde su origen. Cuando hablamos de ENT y de Salud Pública no solo debemos ver la salud individual sino la colectiva, teniendo en cuenta la relación entre salud y la estructura de la sociedad en el contexto de un modo de producción capitalista de libre mercado. Hay factores asimetricos de poder y herramientas de comunicación que inciden en los estilos de vida. A veces las campañas sanitarias van en desventaja con el sistema hegemónico de la sociedad para intentar cambiar los estilos de vida. No pueden tomarse los determinantes en forma aislada porque termina siendo funcional a una situación que se quiere modificar, desconociendo las asimetrías de poder existentes. La política pública debe basarse en una postura de derecho a la salud con equidad. Caracterizó la sociedad y su vínculo con la matriz productiva, como extractivista, expoliador y colonial, de la mano con el agro negocio. Eso es determinante porque es concentrador de la riqueza, incidiendo en la salud colectiva de la población y la salud del hábitat. El agro negocio indica y decide sobre la vida de nosotros, fundamenta Fernández. Un ejemplo es el acopio de cereales existente en la ciudad de Cardona, incidiendo en problemas de asma crónico. El camino es la construcción colectiva de un pensamiento emancipador bajo la premisa del derecho humano a una vida saludable de la población y del planeta como un todo. Para ello es necesario construir masa crítica para influir en las políticas públicas con un pensamiento estratégico a 30 años. Creen que es posible alcanzar un modo de vida basado en un Buen Vivir, regenerando el planeta a etapas anteriores al cambio climático.
En estos seminarios se considera que la labor de promotores socio sanitarios refuerza una estrategia de participación comunitaria. Sin ese involucramiento activo de la comunidad no será posible prevenir y actuar sobre estos graves problemas desde una visión integral de la salud.
Artículo publicado en EL DIARIO MEDICO N° 249 diciembre 2021
Es imprescindible discutir los rumbos de la salud en nuestro país decíamos hace poco tiempo en un artículo publicado en LA DIARIA el 30 de noviembre de 2021 en una versión resumida del presente análisis. La crisis desencadenada por la COVID 19 agravó un conjunto de problemas sanitarios y el deterioro de la situación económica y social, el aumento de la pobreza y el desempleo, también influyen. Este escenario puede terminar de arrasar con los avances sociales logrados en las primeras decadas del siglo, socavando esos derechos y volviendo a situaciones muy graves de sufrimiento social. La crisis sanitaria se ha superpuesto con una crisis alimentaria, social y económica que ahonda las diferencias en recursos, riquezas y poder de los sectores sociales, en el acceso a la salud, la educación y a una vida digna, es una “crisis de las desigualdades” (BID 20201).
Está en peligro la seguridad alimentaria y nutricional. El aumento del hambre y la inseguridad alimentaria y la epidemia de obesidad y sobrepeso, dos caras de la misma moneda, se agravan en el mundo y en Uruguay. Las afectaciones en la salud mental han sido calificadas como una “cuarta ola” de la pandemia, por los impactos de depresión, angustia, estrés, que produjeron la incertidumbre, el miedo, el confinamiento y la infodemia.
Hay un deterioro de la asistencia sanitaria que requiere un plan de contingencia para abordar los aspectos críticos que afectan a la población. Al mismo tiempo es preciso pensar la salud al 2030 y al 2050. Para ello es útil conocer el contexto regional y mundial y avanzar en diagnósticos que sustenten líneas de acción, estrategias claras, donde participen actores diversos.
La pandemia puso a prueba los sistemas de salud en todo el mundo y las formas de protección social existentes, incluyendo las modalidades de cuidados.
En diciembre de 2020 la Organización Panamericana de la Salud (OPS) urgió a los países de las Américas a actualizar las funciones esenciales de salud pública (FESP)2, es decir aquellas intervenciones que todo sistema de salud debe llevar adelante para responder a la crisis sanitaria y avanzar hacia el acceso y la cobertura universal a la salud. Este enfoque implica salir del reduccionismo en el abordaje del COVID – 19 y plantear una estrategia integral que se expresa en once funciones estratégicas.
Esta renovación de las estrategias sanitarias incluye el abordaje de los determinantes sociales, la promoción de la salud, el acceso a servicios integrales y de calidad, el financiamiento, la medicación y tecnologías, el monitoreo y evaluación, la vigilancia, el personal de salud, la investigación y gestión del conocimiento, la legislación y la participación o movilización social.
A lo largo del año 2021 se ha realizado un Ciclo de Seminarios virtuales sobre las FESP 3 como forma de reflexión colectiva que se pueda traducir en políticas concretas en las Américas y el Caribe.
El 19 noviembre de 2021 se llevó a cabo un Seminario sobre Participación Social como elemento imprescindible para el cumplimiento de las FESP renovadas. La idea es sumar a organizaciones de la sociedad civil en este proceso de discusión-acción.
Fortalecer la gobernanza de los sistemas de salud
En la apertura, desde la OPS/OMS, Ernesto Báscolo, colocó algunos mensajes fundamentales:
La sociedad civil como sujeto y actor de las FESP.
Ubicar la participación social dentro del ciclo de las políticas, como un componente transversal a todas ellas.
Importancia clave del rol de la participación social dentro de la gobernanza y la intersectorialidad
La participación social como un contenido relevante en la definición de la salud pública.
La Salud Pública es concebida como un campo de conocimientos y prácticas con responsabilidad del Estado y con participación de la sociedad civil, para mejorar el acceso a la salud. Las funciones esenciales de salud pública no son intervenciones en sí mismas, sino capacidades de las autoridades sanitarias. La sociedad civil juega un rol fundamental para fortalecer la gobernanza del sistema de salud.
Para Báscolo pensar la sociedad civil como sujeto implica respetar los actores sociales concretos como protagonistas con sus propios proyectos y acumulaciones, con sus experiencias.
El derecho a la salud, la solidaridad y la equidad son los principios básicos . La participación social y la movilización social ya no son una condición para ciertas intervenciones sino un elemento indispensable en la formulación de políticas.
La mirada transversal incluye la participación en la etapa de evaluación o la etapa de desarrollo de políticas, o la defensa de derechos de poblaciones vulneradas, en asignación de recursos, en la incorporación de prestaciones, en garantizar el acceso. Es un elemento jerarquizado en el nuevo marco de las FESP sabiendo que hay formas muy diversas de participación.
Ernesto Báscolo se pregunta cómo podemos reconocer a la sociedad civil y los procesos de participación social en todo el ejercicio de las FESP. Para ello define tres etapas que pasan por el “mapeo institucional”, la creación de “capacidades institucionales” y el “plan de acción para fortalecer las FESP”. En esta concepción renovada las FESP deben ser lideradas por las autoridades de salud, pero incorporando una gran cantidad de otros actores.
En el mapeo institucional, en la medición de las capacidades, en intersectorialidad, descentralización-centralización, segmentación, desconcentración juegan también un rol importante.
La participación social aporta a las estrategias de la salud colectiva, la intersectorialidad y acción colectiva abordando problemas prioritarios mediante la creación de espacios para los usuarios.
Miradas desde los pueblos originarios y la interculturalidad
Por su parte, Vivian Machado de Bolivia, sostuvo que la salud se ha convertido en un gran negocio dentro del capitalismo. Una pandemia urgente es el hambre, acceder a alimentos sanos es un derecho humano. Hablamos de la determinación social de salud ya que las condiciones injustas llevan a enfermarse.
La interculturalidad de salud es un aspecto central a tener en cuenta. La medicina ancestral está viva en América Latina, tiene que ver con las formas en que reproducimos la vida. Las ceremonias ancestrales nos traen armonía y equilibrio. Hay que reconocer nuestra identidad cultural, superar el racismo estructural histórico que sufren como pueblos indígenas. En muchos lugares de América Latina siguen vigentes los lugares sagrados ancestrales que representan fortalezas y resistencia cultural para nuestros pueblos. Sumaq Kawsay: lo más bello, lo que nos hace vivir. Nosotros somos parte de la madre tierra. Sin aire libre, agua limpia nadie tendrá salud.
Desde el Estado plurinacional de Bolivia se promueve la interculturalidad. Desde nuestra identidad ancestral es preciso saber a qué queremos parecernos. El cuidado de la biodiversidad nos fortalece. Hay una perspectiva monocultural hegemónica, que piensa que nos curamos igual, para vendernos lo mismo.
Hay que avanzar en la descolonialización y despatriarcalización. Debemos recordar a todas las mujeres que han cuidado de la humanidad y nos siguen cuidando.
Renovemos el agradecimiento a la Pacha Mama. Ella, nuestra madre, nos da cobijo, alimentos, medicinas. Revalorizar la vida campesina es urgente. Al mercado global no le interesa la salud de la gente sino sus intereses.
En Bolivia tienen una política de salud familiar, comunitaria, intercultural. Han trabajado desde la declaración de Alma Ata, para relanzar estas propuestas y definir la salud como derecho humano. Crearon una plataforma indígena ante el COVID – 19. Quieren reencontrarse luego de la pandemia, seguir avanzando en la complementación de saberes, fortaleciendo el poder popular para una salud efectiva en los territorios. Forman parte del movimiento Salud de los Pueblos y de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social (ALAMES).
Por su parte la doctora peruana Norma Cruz habló desde Amazonas, la región de Perú fronteriza con Ecuador que cuenta con 58% de población rural, más de 3.000 centros poblados y dos etnias. Transmitió cómo crearon una plataforma local con espacios de concertación que fueron fundamentales para enfrentar la pandemia. Otros espacios nuevos estuvieron referidos a la salud mental. Asimismo, señaló que importa tener en cuenta la adecuación intercultural de los servicios, la brecha geográfica y la accesibilidad financiera como factores que influyen en el uso de los servicios .
El actual gobierno de Perú plantea crear un sistema de salud universal con una impronta participativa y multisectorial pensando en los ODS al 2030 para trabajar sobre los determinantes sociales. Si no hay participación las políticas quedarán en discursos sostuvo Cruz.
En salud mental promueven un modelo comunitario con abordajes holísticos e integrales. Reconocen los saberes previos de la población en el cuidado de la salud.
Entre las herramientas de la participación social identificó: diagnósticos participativos y participación/planificación de base. Consultas previas, diálogos interculturales, diálogos de saberes, investigación participativa, adecuación intercultural de los servicios.
Los “determinantes comerciales” de la salud
Alejandro Calvillo desde México se refirió a los determinantes de la salud y la enfermedad, así como a las acciones de las organizaciones sociales al respecto. Las causas de muerte globales están relacionadas con la alimentación, con la hipertensión y con el tabaquismo.
Los “determinantes comerciales” son las bebidas azucaradas y alimentos ultra procesados, el tabaco y el alcohol que penetran todas las regiones del mundo. La comida chatarra tiene un cabildeo multimillonario en los legislativos, ejecutivos, poderes judiciales. Hay una puerta giratoria de funcionarios que pasan de los gobiernos a estas empresas y viceversa. Estos factores llevan a un modelo de consumo insostenible. Al mismo tiempo las corporaciones se van uniendo, comprándose, concentrándose y hoy de las 100 entidades de mayor poder del mundo, 69 son corporaciones, mucho antes que los gobiernos.
La mala dieta es la principal causa de muerte en el mundo. México duplicó en 12 años las muertes por diabetes. Uno de cada dos niños en México va a desarrollar diabetes.
La estrategia a desarrollar desde la sociedad civil es que la gente entienda que hay un problema muy grave y hay que hacer algo. Identificar cual es la causa y desde el enojo pensar soluciones.
Exponer el drama humano es lo primero, luego identificar los responsables. Después proponer las acciones. En México el impuesto a las bebidas azucaradas recibió muchos ataques desde la industria. México tenía los mayores niveles de consumo de bebidas azucaradas en el mundo. En el primer año de aplicación del impuesto se verificó una reducción de 6% del consumo de bebidas azucaradas y 9% en el segundo año.
Finalmente, Calvillo propuso retomar la diversidad y riqueza cultural en materia de alimentación.
Entender los desequilibrios de poder y dar una voz más igualitaria
Para la consultora de OMS la india Dheepa Rajan, las reformas sanitarias se concentraron en la prestación de servicios y en la financiación olvidando la gobernanza. La financiación y la prestación de servicios deben estar apoyadas por la gobernanza. Hay que escuchar las voces de los pueblos indígenas. Hay que escuchar a los jóvenes. Debemos invertir más en los mecanismos de participación social.
Desafortunadamente en la pandemia hemos visto un enfoque institucionalizado donde se tomaron las decisiones a puertas cerradas entre el gobierno y los especialistas. Sin ver la pandemia como un problema de la sociedad, se la limitó a un tema médico y técnico. No se incorporó casi nada el conocimiento y la participación comunitaria.
Con el tiempo se reconoció la necesidad de alianzas con la sociedad civil. Pero se hizo mucho ad-hoc sin una mirada de largo plazo, sin construir mecanismos y plataformas para que las comunidades estén verdaderamente incluidas.
Deben considerarse las desigualdades de poder para que la voz de unos no ahogue la voz de otros y gestar una voz más igualitaria.
Hay distintos tipos de participación. Todos tienen su pro y sus contras, por eso no hay que basarse solo en uno de ellos.
Debora Melecchi integrante del Consejo Nacional de Salud de Brasil expuso sobre la práctica de la democracia participativa a partir del Sistema Único de Salud (SUS), que fue la mayor política pública conquistada en ese país. Es indisociable debatir democracia y salud. Al abordar democracia estamos hablando de salud para todos.
El gran paso en este plano fue la Octava Conferencia Nacional de Salud en 1986 que fortaleció el movimiento por la reforma sanitaria promoviendo cambios en todo el sector salud. Posteriormente en 1988 se conquistó una nueva Constitución que establece la salud como un derecho de la población y un deber del Estado. Se definió la democracia no solo representativa, sino también la democracia participativa.
El SUS universal, integral, participativo, fue una contribución del movimiento de reforma sanitaria ampliando la democracia. El control social del SUS no solo está en la Constitución federal sino también en dos leyes N.º 8180 y 8142 de 1990.
Es más que un proceso de fiscalización y control de la gestión, supone habilitar el protagonismo en las políticas públicas de salud. Básicamente se crearon dos instrumentos: las Conferencias de salud que se reúnen cada cuatro años, para debatir y proponer directrices de políticas. Al mismo tiempo están los Consejos de Salud, que incluyen Consejos Locales, Municipales, Estaduales y el Consejo Federal. La participación social en el SUS se basa en los usuarios, que son las personas que habitan en los territorios y constituyen el 50% de los integrantes en Consejos y Conferencias, 25% les corresponde a los trabajadores de la salud y 25% a las empresas prestadoras.
Esta conquista está en riesgo ya que, desde el golpe de 2016, hay un ataque frontal a la Constitución del 1988 y al propio SUS que aumentó con la pandemia.
Melecchi fundamenta que la participación popular exige radicalizar la democracia, tomando el concepto de Boaventura de Souza Santos y extendiéndola a la vida social y al control social del Estado.
En 2019 realizaron la 16° Conferencia Nacional de Salud y el Consejo Nacional de Salud pasó a tener un gran protagonismo. Hay un pacto de resistencia en defensa de la vida y las conquistas sociales del país. Están preparando la 17 Conferencia cuya consigna es “Defender las vidas, los derechos, el SUS y la democracia”.
En el cierre Amalia del Riego directora de Servicios de Salud de la OPS/OMS destacó la complementariedad de las ponencias, sus elementos comunes y puntos de encuentro en las formas de participación para fortalecer la democracia y avanzar hacia la salud universal.
Pensando en la realidad de Uruguay
El nuevo escenario sanitario, social, económico y político pone sobre la mesa la necesidad de una estrategia integral pensando en 2030 y un plan operativo ante la contingencia de acumulación de problemas críticos.
Los Objetivos Sanitarios Nacionales (OSN – 2030) pueden ser una herramienta poderosa para fortalecer las FESP a través de un proceso amplio y participativo de determinación de problemas prioritarios, objetivos, metas y líneas de acción. Importa un análisis técnico sólido pero el proceso es social y político, abarcando todo el sistema de salud, pero también yendo más allá al conjunto de políticas y actores que den una perspectiva territorial e intersectorial a los OSN.
Uruguay tiene un conjunto de fortalezas acumuladas por el SNIS, en planos relevantes que incluyen la participación social, los movimientos de usuarios, los sindicatos, los colectivos comunitarios, las redes territoriales de salud, personas mayores, primera infancia, entre otros. Es un proceso inconcluso especialmente en lo que refiere a las transformaciones en el modelo de atención y la crisis pandémica agravó los problemas en muchos campos.
Más allá de las responsabilidades del gobierno nacional construir una estrategia integral ampliando las FESP es una tarea de múltiples actores institucionales, sociales, comunitarios, académicos y políticos. Es necesario crear ámbitos amplios de reflexión, debate, intercambios donde la investigación vaya junto con la formación y la acción, para fortalecer la participación social y promover las transformaciones imprescindibles para ejercer el derecho a la salud.
La perspectiva de derechos aplicada a la salud, significa pensar en las dimensiones e instrumentos para su ejercicio pleno, a través de un rol activo de los protagonistas. Los gobernantes, los empresarios, los gestores y los técnicos deben ceder poder para habilitar dinámicas democratizadoras donde se escuche la voz de los usuarios. La participación de usuarios, trabajadores y prestadores de salud en el SNIS genera una nueva forma de gobernanza, que amplía las bases de sustentación de las políticas, enriquece sus contenidos y fortalece las capacidades estatales para implementar cambios mayores en la salud.
La democratización de la salud y de la sociedad son procesos que entran en contradicción con contextos sociales y culturales de fragmentación (véase Giorgi 20094) y desigualdades significativas . La participación concebida en estas dimensiones no es un elemento a incorporar simplemente al sistema de salud sino que, desarrollada en profundidad, cambia sustantivamente sus dinámicas internas y su relación con el entramado social. En esas dimensiones implica un cambio en el modelo tradicional de salud y sus soportes técnicos, políticos e ideológicos.
También en el campo de los cuidados se requieren políticas que no descarguen las respuestas sobre los hombros exclusivos de las familias, y en particular de las mujeres, ahondando la injusticia y la desigualdad de estas situaciones. El Sistema Nacional de Cuidados dio pasos iniciales para transformar esa realidad en un país con procesos acentuados de envejecimiento. No son aceptables retrocesos y por el contrario se hace imprescindible avanzar, salir del estereotipo de pasividad hacia las personas mayores, reconocer y reivindicar su participación. Prevenir la dependencia y sostener la autonomía no pueden resolverse solo individualmente, se precisan iniciativas, planes y políticas que fortalezcan el entramado social y comunitario.
El mundo está en una crisis profunda. ¿Cómo salir de esta crisis y en qué dirección? Son preguntas que no tienen respuestas simples. Como en toda situación crítica hay mas de una alternativa de salida. Estamos ante una realidad nueva y esto requiere estrategias renovadas. Defender la vida, enfrentar la crisis ambiental, luchar contra las desigualdades, reformular los cuidados, construir una salud digna para todes y profundizar la democracia son algunos de los grandes desafíos que tenemos.
1BID (2020) . La crisis de la desigualdad: América Latina y el Caribe en la encrucijada / editores, Matías Busso, Julián Messina. (Monografía del BID ; 837) Banco Interamericano de Desarrollo.
4Giorgi, V. (2009) “Presentación” en Rudolf, S. et al. Accesibilidad y participación ciudadana en el sistema de salud.Una mirada desde la Psicología (Montevideo: Fin de Siglo).