CURSOS DE VERANO, CONFERENCIAS, FORO Y CONGRESO EN 2023 por Pablo Anzalone

Artículo publicado en EL DIARIO MEDICO N° 263 Febrero 2023

Las actividades de la Red de Municipios y Comunidades Saludables comienzan este año 2023 con tres Cursos de Verano de Apex sobre Elaboración de proyectos comunitarios, Participación social en el Oeste y Abordaje comunitario de Drogas, los días 27 y 28 de febrero y 1° de marzo .

Luego, en marzo, la Red MCS participa junto a otros actores institucionales y sociales en el lanzamiento del Congreso sobre Salud Participación Social y Comunidad en el Mercosur “Dr.Pablo Carlevaro” que se realizará el 8, 9 y 10 de noviembre en el Centro de Conferencias de la Intendencia de Montevideo. El Foro Nacional de Salud de Uruguay está previsto para octubre con aportes de encuentros en todo el país.

Las Conferencias Preparatorias del Congreso se inician en Canelones en el mes de abril abordando la problemática de la Salud Mental con talleres sobre Experiencias Comunitarias, Prevención del Suicidio y Drogas. Luego continuarán en los meses siguientes encararando los temas Infancias y Adolescencias, Personas Mayores, Cuidados, Alimentación y Ambiente. Las sedes de estas actividades serán distintas localidades del interior de Uruguay y virtualmente con participación de actores de la región que tengan trabajo en los temas priorizados.

Se destaca en la presentación del Congreso Dr. Pablo Carlevaro que recoge como “antecedentes ineludibles la rica experiencia de los Congresos Multidisciplinares de Salud Comunitaria del Mercosur que asumimos por su gran trayectoria y sus aportes a los desafíos actuales de la salud en la región del Mercosur. Su iniciativa dio comienzo a esta convocatoria. Valoramos lo realizado en el marco de la estrategia de Municipios y Comunidades Saludables desde hace varias décadas, pero especialmente en los últimos años, en escenarios complejos de crisis sanitaria. Consideramos la importancia creciente que desde los diversos actores sociales e institucionales se le asigna a la Participación Social en el campo de la Salud y los trabajos de OMS/OPS en tal sentido ubicándola como uno de los recursos esenciales de la Salud Pública. A su vez la actividad se suma al conjunto de propuestas impulsadas por la Udelar en homenaje a los 30 años del programa Apex y a su fundador el Dr. Pablo Carlevaro quien constituye una referencia ineludible para la salud en Uruguay. Conscientes de la grave situación sanitaria y social que viven nuestros pueblos, urge la búsqueda dar respuestas integrales y participativas que aseguren el ejercicio activo de los derechos hoy postergados. Es importante aprender de las distintas experiencias construidas con duro esfuerzo a lo largo de los años, mantener intercambios enriquecedores, promover la formación-acción y la investigación, para desarrollar procesos transformadores cuyo eje son las comunidades”.

Como se ve, es una agenda intensa y variada de actividades con muchos actores sociales, comunitarios e institucionales involucrados. Son instancias abiertas, gratuitas, con modalidades presenciales y virtuales. Para los Cursos de Verano las inscripciones se pueden realizar en “apex.edu.uy” y por consultas pueden escribir a comunicacion@apex.edu.uy o municipioscomunidadesaludables@gmail.com .

CURSO SOBRE FORMULACIÓN DE PROYECTOS COMUNITARIOS CON ORGANIZACIONES SOCIALES.

Este curso se realizará el 27 y 28 de febrero de 17 a 21 hs presencialmente en Apex, Haití 1606 y virtualmente por zoom. El equipo docente lo integran : Humberto Tommasino, Ayelen Gandolfo, Eloisa Ibarzabal y Pablo Anzalone.

Resumen de la propuesta: este taller procura elaborar conocimientos y apropiación de métodos y abordajes participativos para la construcción de proyectos colectivos colaborativos a nivel de organizaciones sociales comunitarias.

Objetivos: contribuir a la construcción de proyectos colectivos y participativos en las organizaciones sociales comunitarias, generando alternativas de formación y apropiación de herramientas teórico metodológicas tendientes al desarrollo comunitario autónomo y autogestionario. Contenidos: contextualización del territorio incorporando las dimensiones de cooperación, poder, antagonismo, dominación y resistencia en el ámbito de las organizaciones y grupos que están presentes en el territorio. Se abordarán los métodos de mapeo de conflictos y cartografías sociales. Métodos y técnicas que permitan percibir y delimitar los diferentes problemas y proyectos que están presentes en el territorio donde están las organizaciones y grupos. Mapas y árbol de problemas. Identificación y caracterización del problema a abordar en el proyecto comunitario específico. Explicitación de los criterios de priorización utilizados para su selección. Registro y análisis de las manifestaciones y consecuencias del problema y también de sus factores determinantes en su especificidad y su interrelación. Caracterización de los procesos problemáticos y los procesos positivos en relación con el problema a abordar. Consideración de los antecedentes existentes. Identificación y análisis de los actores vinculados de una u otra forma con el problema. Formulación de objetivos generales y específicos vinculados al problema que caracterizan el proyecto a ser trabajado a nivel de la organización comunitaria. Formulación de planes participativos de acción. Aproximación a la formulación de una matriz de doble entrada que dé cuenta de todo el proceso de trabajo comunitario, abarcando las actividades, contenidos de las actividades, equipos responsables, metas, indicadores y evaluación del proceso. Consideración de la posibilidad de planes a mediano plazo y planes anuales operativos como dimensiones temporales complementarias.

Metodología: la metodología será teórico-práctica, incluyendo momentos de taller grupal en función de los intereses de los grupos participantes. Además de la modalidad presencial se implementará una modalidad virtual para habilitar la participación de personas de distintos lugares del país o con dificultades de traslado. De acuerdo a los resultados que se obtengan en el curso, se dejará abierta la posibilidad de un seguimiento e información de los proyectos por parte de las organizaciones o personas participantes. Todos los materiales utilizados o que surjan en el curso serán compartidos de manera abierta a través de mecanismos virtuales, como herramientas para la labor comunitaria. Público objetivo: personas de los grupos y organizaciones de la comunidad del municipio a y otros municipios o barrios de mdeo y el interior del país. Docentes, estudiantes y funcionarios de la Udelar, técnicos o personas vinculadas a instituciones y ong con trabajo comunitario y barrial.

CURSO SOBRE ABORDAJES COMUNITARIOS EN MATERIA DE DROGAS

Se realizará el 1° de marzo de 17 a 21 hs presencialmente en Apex y por zoom. El equipo docente son Milton Romani, Aldo Tomasini, Pablo Anzalone y Ricardo Larrañaga.

Resumen de la propuesta: este taller apunta a caracterizar los distintos paradigmas de políticas en materia de drogas y relacionarlos con estrategias de abordaje descentralizados basados en los DDHH, con enfoque de cercanías y participación comunitaria.

Objetivos: aportar a la construcción de proyectos y planes locales en materia de drogas desarrollando las capacidades y formación de los actores a nivel territorial y comunitario en esta materia. Objetivos específicos: a) Caracterizar la situación actual del debate entre paradigmas de abordaje de las drogas. b) Destacar las experiencias nacionales en materia de estrategias de prevención y contención, con énfasis comunitario. c) Elaborar una guía para la realización de Planes Locales en Consumos Problemáticos de Drogas. d) Analizar el rol que han cumplido y pueden llegar a cumplir los actores sociales involucrados.

Contenidos: Se priorizará en este curso un enfoque comunitario y territorial con énfasis en el Primer Nivel de Atención en Salud. El consumo problemático de drogas es considerado un capítulo de la salud mental. En cuanto a la caracterización de problemas a abordar se constata que la existencia de dispositivos y programas o planes es insuficiente y parcial en relación con las dimensiones de las necesidades planteadas. Existe una cierta rigidez en los abordajes ante enfoques más abiertos, una resistencia al enfoque grupal de diversas patologías, circunscribiendo salud mental y drogas a una mirada medicalizada que reduce los usuarios a un rol pasivo. Operan asimismo concepciones en la sociedad que excluyen y estigmatizan a las personas con problemas de salud mental y adicciones.

En el curso se trabajará la necesidad y las formas de construir redes de acogida, prevención, educación y apoyo social a la problemática, transformando lo que es una depositación masiva de dicha problemática en las instituciones médicas, en general en su modalidad de internación.

Entre las principales propuestas a estudiar está la realización de Planes Municipales de Salud Mental para un abordaje saludable de esta problemática. En esta dirección se considerarán las formas de un diagnóstico territorial que implique la participación de la población del Municipio. Un aspecto a estudiar será la participación relevando necesidades y consultando respuestas, en un diálogo del saber popular y del saber científico, para definir planes adecuados.

En la elaboración de un Plan de Salud Municipal se tendrá en cuenta el relevamiento de todos los recursos sociales, vecinales, religiosos, de salud, de protección social, de vivienda, de centros de enseñanzas, de deportes, de Udelar presentes en territorio y su interrelación con el abordaje en salud. También se consideran espacios de reducción de daños y gestión de riesgos (como por ej. el dispositivo “El Achique de Casavalle”), que atiendan los aspectos sociales del consumo de drogas. Se realizarán videos previos con testimonios de experiencias destacables en esta materia.

Un plan apoyado en los territorios incluye prever, consultar y diseñar el aporte de docentes y estudiantes universitarios de todas las disciplinas en un vínculo de aprendizaje y extensión universitarios. Esto le brinda al territorio recursos humanos calificados y con compromiso, y a la Udelar le ofrece un campo de aprendizaje renovador y concreto. Otro de los ejes es la formación de organizaciones de usuarios de salud en el territorio que conviertan a los pacientes en sujetos activos del tema salud. Esto implica también promover la formación de agentes de salud comunitarios, que trabajen en prevención y promoción de salud. Dentro de una planificación local está asimismo la promoción de un conjunto de actividades saludables que aporten a la comunidad formas de diversión, buenas prácticas de alimentación, deporte y salud.

Metodología: Se utilizará una metodología con mecanismos presenciales y virtuales, que incluirá presentaciones conceptuales y análisis de experiencias destacables así como dinámicas de trabajo en taller presencial y taller virtual. Se distribuirán previamente videos sobre experiencias concretas.

Público objetivo: organizaciones de usuarios y colectivos comunitarios, estudiantes de todas las disciplinas, personas de la comunidad interesadas en la labor en la temática, trabajadores técnicos y no técnicos de los servicios de salud y protección social.

CURSO SOBRE INTERCAMBIO DE EXPERIENCIAS con foco en las prácticas, los procesos de sistematización y los modos de hacer en red. Se realizará el 27 de febrero de 17 a 21 hs con un equipo docente integrado por Mario Bentacour, Brenda Bogliaccini, Ricardo Larrañaga, Kail Márquez, Daniel Pena, Daniel Silva y Camilo Zino. Resumen de la propuesta: este taller se propone a partir de las experiencias de la Red de Ollas y Merenderos Solidarios del Cerro de Montevideo por Autonomía y Vida Digna, de la Organización de Usuarios de Salud del Oeste y del Espacio de gestión del Parque Público Punta Yeguas, problematizar y enriquecer la reflexión sobre las prácticas de organizaciones comunitarias, profundizar sobre las potencialidades de los modos de hacer en red y la relación con la Udelar, otras instituciones y el Estado. Objetivos: a)aportar a fortalecer el vínculo entre diferentes experiencias a través de un mayor conocimiento de sus objetivos y modos de hacer, apuntando a superar la fragmentación de las luchas por vida digna en el territorio. b)Ampliar el conocimiento de otras experiencias comunitarias de la Red de Ollas y Merenderos del Cerro por Autonomía y Vida Digna para la perspectiva de su acción futura. c) Aportar a la Organización de Usuarios de Salud del Oeste el conocimiento de la práctica de ollas y merenderos como lugares desde los cuales poder ampliar la red de promoción de salud. d) Para que el Espacio de Gestión del Parque Público Punta Yeguas sea escenario del desarrollo de vida saludable para otros espacios comunitarios y aporte con su experiencia de relación con múltiples actores de la sociedad y el Estado. e) Para fortalecer el vínculo con Apex-Udelar y las y los estudiantes para enriquecer la reflexión y potenciar las acciones en comunidad, así como la formación de los estudiantes. Contenidos: 1. Profundizar el conocimiento entre diferentes experiencias a partir de una exposición de cada uno de los colectivos de los aspectos centrales de su acción y también haciendo foco en las prácticas, en los modos de hacer. 2. Intercambiar sobre los modos de hacer, explicitando, profundizando y conceptualizando las razones de las opciones de los modos de hacer de cada colectivo. 3. Reflexionar sobre los límites, potencialidades y fortalezas de los modos de hacer en red que desarrollan las diferentes experiencias. 4. Intercambiar sobre la relación de las experiencias con Apex-Udelar, con estudiantes e instituciones como la IM y el Estado. Metodología: cada colectivo realizará una presentación de su experiencia en plenario de 20 minutos. Luego se trabajará en subgrupos para facilitar la participación durante una hora, se realizará registro en papelógrafos. Finalmente se compartirá en plenario lo trabajado en cada subgrupo y se intercambiará con registro también del plenario en papelógrafos. Público objetivo: participantes de la red de ollas y merenderos solidarios del Cerro por Autonomía y Vida Digna, de la Organización de Usuarios de Salud del Oeste, del Espacio de gestión del Parque Público Punta Yeguas, de las redes de ollas del oeste y de la Coordinadora Popular y Solidaria, docentes de apex participantes de estas experiencias, estudiantes de todas las disciplinas, comisiones barriales, personas de la comunidad interesadas, trabajadores técnicos y no técnicos de los servicios de salud y protección social, de la Intendencia de Montevideo y colectivos comunitarios.

ESPACIO DE FORMACIÓN DE PROMOTORES 2023

Con estos cursos se da inicio al Espacio de Formación de Promotores de Salud 2023 de la Red de Municipios y Comunidades Saludables y al conjunto de actividades del año. La formación, la investigación y la acción son aspectos entrelazados para la participación social en el campo de la salud. Todos tenemos que aprender y enseñar para actuar mejor. La unidad y la amplitud de actores diversos -sociales, académicos y gubernamentales- con vínculos horizontales y acciones conjuntas es una forma para involucrar a la sociedad toda en la construcción de su propia salud.

VALIOSO APORTE DE OMS SOBRE PARTICIPACIÓN SOCIAL EN SALUD por Pablo Anzalone

escribe Dr. Pablo Anzalone

Artículo publicado en EL DIARIO MEDICO N° 262 Enero 2023

En 2022 OMS presentó en varias instancias un Manual cuyo título es Voz, agencia, empoderamiento – Manual sobre la participación social para la cobertura sanitaria universal. Se trata de un conjunto de propuestas y orientaciones para abordar ese aspecto de las políticas de salud 1. Además de conceptos generales el manual refiere estudios de caso, investigaciones realizadas sobre procesos participativos en salud en Francia, India, Madagascar, Portugal, Tailandia, Tunez, Mexico, Burkina Faso e Irán. Tuvo la colaboración de la Red Técnica de Participación Social y del grupo interno de OMS sobre participación comunitaria.

Desde Uruguay y pensando en una necesaria segunda generación de reformas en la salud el tema adquiere gran relevancia porque la participación social fue uno de los ejes fundantes del SNIS y su desarrollo tuvo experiencias enriquecedoras y obstáculos que la trabaron. Hacia el futuro la profundización y ampliación de los espacios participativos es una de las claves para involucrar a las comunidades en las políticas de salud y dar un salto en calidad en las transformaciones en este campo.

Prologado por su director Tedros Adhanom Ghebreyesus el documento de OMS fundamenta que la comunidad mundial de la salud debe reconocer la importancia decisiva de prestar atención y destinar recursos al fortalecimiento de la gobernanza de la salud. Para ello importa la incorporación sistemática de la voz de la población a la formulación de políticas y la adopción de decisiones (OMS 2022).

Según la OMS la pandemia del COVID agrega “una luz adicional y esclarecedora sobre la necesidad de la participación social como base para fomentar la confianza en las autoridades y las instituciones públicas”. Citando a Mattos y Serapioni 2 se destaca que la confianza puede fomentarse mediante un diálogo más sólido, regular e institucionalizado entre los poderes públicos y la población, cuando los ciudadanos sienten que las autoridades prestan oído a sus intereses y tienen en cuenta sus perspectivas.

Explícitamente este manual apunta a demostrar a los responsables políticos que la solución para los problemas de comunicación y receptividad entre quienes elaboran las políticas y sus destinatarios es invertir en la creación, fortalecimiento e institucionalización de mecanismos de participación social.

Citando el informe (2018) del Equipo especial de tareas sobre el diálogo entre la OMS y la sociedad civil el presente manual recoge la recomendación a la OMS que «actualice sus políticas, orientaciones y procesos a fin de alentar… a los Estados Miembros a que consulten de manera más regular, amplia y provechosa a las organizaciones de la sociedad civil”.

A tales efectos se definen tres modalidades principales que no son excluyentes sino que se solapan entre sí : las plataformas para la participación directa de la población, los mecanismos de participación a nivel comunitario y el diálogo con las organizaciones de la sociedad civil (OSC).

El texto está centrado fundamentalmente en la incorporación de las voces de las personas al proceso de formulación de políticas en materia de salud tanto directamente desde las comunidades, o también mediante otras organizaciones de la sociedad civil.

La gobernanza del sistema de salud para OMS implica hacer oír la “voz de las instancias interesadas” , es decir, garantizar que las opiniones, experiencias y necesidades de esas instancias sean escuchadas y tenidas en cuenta en los procesos de adopción de decisiones.

En ese sentido es muy importante que los distintos grupos de la sociedad interactúen entre sí y con los responsables de la adopción de decisiones para que las políticas sean más receptivas.

DESIGUALDADES Y DISTRIBUCIÓN INJUSTA DEL PODER

Las desigualdades y la distribución injusta del poder son un obstáculo central para la participación social y al mismo tiempo ella es un camino para reducirlas. Para OMS la complejidad de la gestión de un espacio participativo se resume en disponer de la capacidad para elaborar un formato y diseño que pueda igualar en la mayor medida posible los desequilibrios de poder que dificultan un debate fecundo. No es una tarea fácil y por el contrario exige un proceso de aprendizaje para todas las partes, que debe considerarse (e invertir en él) como una estrategia de acción a largo plazo.

Un elemento importante de la participación (OMS 2022) es la atención que se presta a los grupos marginados y minoritarios de la población que han sido excluidos de los procesos políticos. La participación social es una forma de incorporarlos en la planificación, la investigación y la acción en el área de la salud .

Citando a Robertson y Minkler3 entienden la participación comunitaria como la determinación por parte de los grupos de sus necesidades y el establecimiento de mecanismos para satisfacerlas. Quizás agregaríamos a esta definición el énfasis en la acción colectiva que produce los cambios en los determinantes y hace que los mecanismos funcionen efectivamente o que las políticas sucedan.

La OMS propone que “Participación social” puede ser el término más incluyente por lo que respecta a todas las formas de participación.

Una observación interesante del Manual es que no hay un único mecanismo de participación que sea el mejor, cada uno tiene ventajas y desventajas que dependen de sus características así como del contexto y del contenido. Los estudios de caso presentados muestran una gran variedad de mecanismos en distintos paises y dentro de cada país por lo menos en las experiencias mas ricas. OMS analiza que emplear una combinación de mecanismos permite compensar los contras de cada uno y obtener un resultado más equilibrado. De esta forma se contribuye a triangular las metodologías y reforzar la validez de los resultados.

La deliberatividad, los procesos deliberativos están estrechamente vinculados a la participación social (OMS 2022). En el manual se menciona que además de los métodos consultivos, hay un muchos de los llamados métodos de participación deliberativa.

DIALOGO DE SABERES

Desde las investigaciones que hemos realizado en Uruguay podemos concluir que el diálogo de saberes, los intercambios entre el saber académico y el saber popular son un elemento clave. Las miradas desde la academia y también desde los técnicos que trabajan en los servicios en contacto directo con los problemas, las diferentes disciplinas o profesiones y en particular desde las organizaciones sociales que abordan esos temas desde la comunidad, generan procesos de educación de doble o triple vía. Lejos del modelo bancario que criticaba Paulo Freire de educación unidireccional. En ese sentido el formato pedagógico de esos intercambios es importante para hacer posible la creación colaborativa de conocimientos nuevos y su apropiación por la sociedad. Las experiencias de formación de promotores o agentes comunitarios de salud son instancias particularmente fecundas para dinamizar estos procesos. Los talleres de la Red de Municipios y Comunidades Saludables en 2020, 2021 y 2022 son ejemplos de ese tipo de intercambios de formación/acción e investigación.

OMS remarca que además de los espacios de diálogo presencial, los organizadores de espacios participativos deben aprovechar las tecnologías digitales. Amplia esta fundamentación señalando que los medios digitales por sí solos generalmente no alcanzan para aplicar un enfoque participativo integral y fructífero, pero pueden desempeñar un papel clave para llegar a los jóvenes y a los profesionales que por su trabajo disponen de poco tiempo, si se emplean en una combinación bien estudiada de mecanismos que conformen un espacio participativo.

Aunque no se menciona en esta parte del manual la experiencia de Uruguay muestra que hay otro aporte relevante del uso de medios digitales: la posibilidad de participar de intercambios, con dinámicas de formación/acción desde diversas ciudades,desde localidades pequeñas o desde los ámbitos rurales. La necesidad de trasladarse fisicamente para participar de eventos tiene inconvenientes económicos y de tiempo, para personas con menos recursos o que viven lejos de la capital o los grandes centros urbanos. La realización en Uruguay durante 2023 del 8vo Congreso Interdisciplinario de Salud Comunitaria del Mercosur utilizando medios presenciales y virtuales es una apuesta a un fenómeno que se extendió durante la pandemia: la posibilidad de intercambios horizontales entre distintos colectivos de diversos países usando la tecnología digital en forma creativa.

Buena parte del trabajo referido de OMS estudia las caracteristicas y el “cómo” construir un entorno propicio que funcione como un gran catalizador para que la participación llegue a sus objetivos y expectativas en toda su diversidad .

El Poder y la formulación de políticas de salud es uno de los puntos jerarquizados del documento de OMS para quién el poder enmarca las políticas de salud de muchas maneras, comenzando por quién está autorizado a sentarse a la mesa de formulación de esas políticas y alcanzando la forma cómo se realizan las negociaciones entre las instancias interesadas respecto a la distribución de los recursos y la definición de prioridades. Los desequilibrios de poder exacerban las desigualdades (sociales, económicas y políticas), más aún cuando interactúan con otras características de vulnerabilidad (género,religión, clase, etnicidad, etc) denuncia OMS. Agrega el manual que la posición de inferioridad de poder de los grupos vulnerables determina que sus necesidades en materia de salud no suelan estar en el centro del diálogo sobre las políticas. En última instancia, el poder determina qué problemas del sistema de salud se abordan y priorizan. El mal uso o el abuso del poder es un factor clave del mal funcionamiento del sistema de salud (OMS 2022).

Los desequilibrios de poder pueden darse no solo entre distintos grupos de población (p. ej. ricos y pobres), sino también dentro de los grupos, lo que suele denominarse desigualdades intracomunitarias, es decir a nivel macro y micro. Por ejemplo diversos estudios y debates en Uruguay han puesto en evidencia que las desigualdades por razones de género o de etnia operan también a nivel micro y las lógicas verticales o autoritarias existen también dentro de la sociedad civil. También son obstáculos a la participación democratizadora.

OMS fundamenta que existe un círculo vicioso donde los obstáculos a la participación vinculados a la asimetría de poder intensifican aún más el desequilibrio estructural. Uno de los énfasis del manual es el análisis de muchos obstáculos a la participación de los más débiles y menos poderosos de la sociedad.

Por otro lado se argumenta que un espacio participativo puede ser una herramienta para reducir las asimetrías de poder. Incluso más algunos investigadores definen la propia participación como la “equiparación de las relaciones de poder en los procesos de adopción de decisiones”.

En nuestra opinión el énfasis en los grupos mas desfavorecidos en materia de poder que plantea OMS es muy pertinente. No solo en Uruguay sino en toda América Latina y en el contexto mundial (vease los trabajos de Thomas Piketty) esas desigualdades tienen efectos profundos en la salud.

DIFERENTES PARADIGMAS DE SALUD Y PARTICIPACIÓN SOCIAL

Al mismo tiempo hay otras contradicciones que operan en el campo de la salud y deben ser tenidas en cuenta. Hace muchas décadas que el informe Lalonde (1974) destacó la influencia de los determinantes de la salud y el rol relativamente mas acotado de la asistencia a la enfermedad mientras la asignación de recursos está absolutamente centrada en esta última. La legitimación de esta disparidad es la concepción médico-biologicista hegemónica. Esa concepción excluye a la población de la consideración de los temas de la salud porque el conocimiento está concentrado en el poder técnico. Las personas son objetos de tratamientos, son pacientes, definidos por la patología que sufren, que los identifica en el radar del sistema. Las personas entran al sistema cuando se les diagnostica una patología y salen cuando se curan. La promoción y prevención y la rehabilitación y reinserción no son priorizadas en este modelo. El entorno familiar, comunitario, laboral, sociohabitacional no es tomado en cuenta. Por eso el SNIS en Uruguay se propuso un cambio del modelo de atención que piense los problemas en su integralidad y conciba a las personas en su rol activo, de protagonistas y no solo receptores de las órdenes del poder técnico. El abordaje integral de los problemas es un camino fundamental para la participación plena y ella implica deconstruir las percepciones del modelo hegemónico. Ese modelo es un obstáculo poderoso, objetivo y subjetivo, para la participación. Al mismo tiempo no hay abordaje integral e intersectorial sin participación social.

En el texto que estamos comentando hay una convocatoria a comprender y abordar los obstáculos sociales a la participación. Si bien el empoderamiento económico y social no puede ser responsabilidad exclusiva del sector de la salud, y menos aún a través de un ejercicio de participación limitado, es necesario reconocerlo como un factor estructural que requiere inversiones a largo plazo (OMS 2022).

RECOMENDACIONES DE OMS

La OMS destaca entre las acciones referidas al formato para crear un terreno mas nivelado :

a) poner a disposición recursos humanos y financieros para la participación independiente.

b) Ser transparente por lo que respecta al espacio de participación. c) Brindar oportunidades para la interacción sistemática en el espacio participativo. d) Utilizar un amplio abanico de técnicas de diálogo diversas, adaptadas a los diferentes grupos de población. e) Facilitar el acceso a la información y el conocimiento. f) Comprobar constantemente quién NO participa. g) Llevar a cabo evaluaciones periódicas del espacio participativo que serán tenidos en cuenta en los procesos posteriores y reunir pruebas de lo que funciona bien y menos bien.

Entre las recomendaciones para que la participación puede servir para acrecentar la confianza al permitir que los individuos formen parte de un emprendimiento colectivo, la OMS jerarquiza:

a) Las instancias interesadas se deben tomar en serio y ser tratadas con respeto.

b) El fortalecimiento de las asociaciones que surgen gracias a la interacción sistemática en un espacio participativo fomenta las relaciones entre los responsables de las políticas y los ciudadanos y, por lo tanto, produce una repercusión positiva en las creencias y opiniones que éstos tienen sobre los gobernantes.

c) La participación puede aumentar la rendición de cuentas en lo tocante a las decisiones y ello también contribuye a una relación de confianza.

El texto presentado por OMS en 2022 maneja con fuerza el concepto de “empoderamiento”. Entiende en este sentido que : a) empoderamiento es un proceso de acción social por el que se crea en las personas, organizaciones y comunidades un sentimiento de confianza para actuar hacia metas colectivas. b) El empoderamiento posibilita ser parte y/o influir en las decisiones que afectan a los empoderados. c) La creación de capacidades en la participación social dentro del ámbito de la salud puede considerarse un proceso de empoderamiento.

REPRESENTATIVIDAD DE LA PARTICIPACION SOCIAL

Uno de los capítulos redactado por Kira Koch y Dheepa Rajan aborda el tema de la “Representación en la participación”. La representatividad percibida es una preocupación frecuente de las instancias vinculadas a la gobernanza participativa. Se asocia este asunto con la legitimidad y credibilidad en base a la idea de que si las personas que forman parte de un proceso participativo son representativos de quienes se supone que representan, entonces son considerados legítimos. Y los resultados del proceso participativo son considerados legitimos. De ahí que el manual insista en los mecanismos para seleccionar a las personas participantes.

Agregaríamos de nuestra parte que la experiencia en Uruguay otorga un énfasis mayor a las dinámicas participativas que pueden jugar un papel clave en la representatividad de los delegados sociales. No se trata solo del mecanismo por el cual son elegidos los representantes sino también la consulta e información permanente a las bases sociales, la construcción de acciones amplias donde la población participe, la realización de instancias abiertas de intercambio y reflexión colectivas.

La representatividad no debe considerarse aislada frente a esos otros aspectos: la consulta amplia a la población, la actitud de escucha, los mecanismos regulares de funcionamiento democratizante, la acción integral sobre los problemas priorizados, la modificación de los determinantes sociales, la creación de vínculos participativos y la labor en red, la reducción de las desigualdades y sobre todo la movilización social para resolver los problemas y cambiar positivamente los valores y las estructuras de la sociedad . Se puede tener representantes pero si no se construye un entramado de funcionamiento democrático, y si ese complejo no actúa sobre la realidad los resultados no serán mas participativos. La representación social democrática que analiza largamente el manual de OMS es muy necesaria y está muy bien pensar al respecto para el diseño y formato de los espacios participativos. Al mismo tiempo es preciso evitar la “trampa” de la representación donde los colectivos transfieren la responsabilidad de un tema a sus representantes, sin mecanismos regulares y fluidos de ida y vuelta y sin priorizar la acción para transformar la realidad.

El nudo central de la participación social es democratizar profundamente la sociedad, sus estructuras y las prácticas. No solo en el campo de la salud pero incluyéndolo. Analizando el escenario latinoamericano y el resurgimiento de alternativas autoritarias y añoranzas golpistas con apoyo político y social este aspecto adquiere una enorme trascendencia.

1Voz, agencia, empoderamiento – Manual sobre la participación social para la cobertura sanitaria universal [Voice, agency, empowerment – handbook on social participation for universal health coverage]. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2022. OMS 2022

2Matos AR, Serapioni M. The challenge of citizens’ participation in health systems in Southern Europe: a literature review. Cadernos de Saude Publica. 2017;33(1):e00066716.

3Robertson A, Minkler M. New health promotion movement: a critical examination. Health Education Quarterly.

1994;21(3):295-312.

EXPERIENCIAS DE ABORDAJE DE LA PANDEMIA DESDE LAS REDES COMUNITARIAS por Dr. Pablo Anzalone

Ponencia presentada junto con el Soc. Prof. Rodolfo Levin en el Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología ALAS 2022 recogiendo distintas reflexiones y artículos. Publicada en El Diario Médico diciembre 2022.

Desde fines de 2019 se produjeron intercambios para crear una Red de Municipios y Comunidades Saludables entre organizaciones sociales (Movimiento Nacional de Usuarios de Salud, Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas, Organización de usuarios de salud del Oeste, distintos colectivos comunitarios), varios municipios e intendencias y diversas áreas de la Universidad de la República (Medicina, Ciencias Sociales, Enfermería, Psicología). Se recogían así muchos antecedentes de articulaciones y trabajo en red vinculadas con la participación social en salud .

La emergencia sanitaria obligó a que el Encuentro Fundacional se realizara de forma virtual. A pesar de la crítica situación sanitaria y social los colectivos involucrados decidieron seguir adelante y realizaron una intensa actividad durante 2020, 2021 y 2022.

Varios Ciclos de Talleres Abiertos , un Curso de Formación de Animadores de Redes Comunitarias, un Curso sobre Investigación Acción Participación, y un Espacio permanente de Formación de Promotores Sociosanitarios se concretaron en estos tres años .

Todos los talleres y actividades fueron abiertos, con participación de personas de distintos lugares del país , exposiciones que incluyeron siempre referentes sociales y académicos, experiencias locales, trabajo en subgrupos, conclusiones, evaluaciones, relatorías, sistematizaciones, quedando a disposición de todes en el canal de youtube “Red Municipios y Comunidades Saludables”. Las metodologías participativas fueron un objetivo y un esfuerzo permanente.

Salir de un abordaje reduccionista, vertical y paralizante de la pandemia incluyó talleres sobre Salud Mental, Personas Mayores, Seguridad Alimentaria, “Después del COVID-19”, Violencias Patriarcales, Suicidios, Drogas, Problemas Críticos, Primer Nivel de Atención, Trabajar en la salud, Cuidados, Discapacidades, Explotación Sexual, Primera Infancia, Adolescencias, Atención de Salud en

2021,Planes Locales de Salud en Canelones, entre otros temas.

Desde estas experiencias se redactó y publicó un libro y 6 videos cortos con apoyo de OPS (Red de Municipios y comunidades saludables – Construyendo salud desde los territorios – OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud (paho.org) .

En el marco de estas experiencias llevamos adelante una investigación que culminó en 2021 con una tesis de doctorado en Sociología sobre participación social en salud (FCS- Udelar) y un posdoctorado actualmente en el Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra.

En un contexto complejo como fue la pandemia, lleno de incertidumbres, con fuertes mensajes de parálisis y aislamiento los colectivos de la Red de Municipios y Comunidades Saludables de Uruguay pusieron el énfasis en una visión integral y proactiva de la salud con las comunidades como actores fundamentales. Trabajaron en la creación de nuevos conocimientos desde el dialogo de saberes, reconociendo el saber popular junto al académico, cuestionando paradigmas hegemónicos en salud y cuidados, promoviendo la formación junto con la acción comunitaria, tejiendo redes, planteando preguntas, procurando aportar a la democratización de la salud y sociedad.

Pandemia y acción social

La pandemia y la crisis social y económica agravaron los problemas sanitarios. En este período no se han convocado a los organismos con participación social del SNIS Sistema Nacional Integrado de Salud, ni se los consideró en la pandemia. Se debilitaron los controles de salud, las políticas de prevención y el primer nivel de atención. Hubo retrocesos en las políticas contra el tabaquismo y por una alimentación saludable. Existen mas dificultades de acceso a la medicación y las listas de espera para especialistas aumentaron. Disminuyó la fiscalización del cumplimiento del Plan Integral de Prestaciones PIAS y de las metas asistenciales. Los problemas de salud mental se incrementaron y no hay pasos hacia la implementación de la ley 19.529 de salud mental.

Sin embargo los movimientos sociales y comunitarios aportaron esfuerzos, conocimientos, propuestas y acciones solidarias frente a la pandemia. Las Ollas Populares son uno de esos ejemplos de solidaridad.

No solo contribuyeron a un abordaje integral de la pandemia sino que esas acciones son un elemento relevante para pensar el futuro de la salud.

¿Cuál es el campo más trascendente de transformaciones en la salud pensando en el próximo período?

En nuestra valoración es el involucramiento de la sociedad en la construcción de su salud. Ese empoderamiento social es una de las ideas centrales del cambio del modelo de atención y gestión propuesto por el SNIS y donde aparecen más carencias. La participación social amplia no es un mero complemento de la labor técnica, una colaboración honoraria a los servicios de salud, sino una concepción que responde a dos preguntas claves ¿qué es la salud? y ¿cómo se construye?.

Al mismo tiempo, la participación es un proceso complejo: que no se reduce a tener representantes sociales en los organismos del SNIS, sino que apunta a la sociedad toda.

Cuando OPS destaca que la participación social es una de las funciones esenciales de la salud pública nosotros entendemos que es necesaria una actitud proactiva que genere mayores formas de participación del conjunto de la sociedad en los problemas de salud. Esos crecimientos en la base tienen que poder influir más en las políticas de salud, en la opinión pública y en la escena nacional. Hay una batalla cultural. Es más que comunicación: es el contenido de las políticas de salud y su interacción con la sociedad. No son problemas técnicos, sino eminentemente sociales, políticos y culturales.

Crear una agenda pública en salud es construir un relato que unifique y multiplique las diversas acciones en salud, que les dé sentido para la población, que fije prioridades e insista en el involucramiento activo de la sociedad por medio de formas variadas.

En el proceso de elaboración e impulso a la creación del SNIS tuvieron un rol clave las organizaciones sociales. El Consejo Consultivo para los Cambios en 2005 fue una instancia muy fructífera de consultas e intercambios sobre los ejes de la reforma.

En el período posterior pueden identificarse tres hitos de la movilización social en materia de salud: a) el movimiento en defensa de la Salud en 2013 que recogió mas de 56 mil firmas con una plataforma de reivindicaciones. b) el Frente Social de la Salud en 2017 que unificó a todos los movimientos sociales en una plataforma programática y c) la Red de Municipios y Comunidades Saludables de 2020 en adelante.

Por estas razones es muy valorable el rol de la participación social y los actores comunitarios en el escenario de pandemia y pos pandemia.

¿Cómo poner en relación saberes comunitarios y científicos?

En uno de los talleres de la Red MCS quedaron planteadas tres preguntas para pensar (por parte del prof. Carlos Torrado del Programa Apex de la Universidad de la República): ¿Cómo sostener las redes, lo vincular en tiempos de pandemia y crisis sanitaria? ¿Cómo poner en relación los saberes comunitarios con los científicos? ¿ Existen espacios que habiliten y legitimen estos saberes comunitarios?

La Red MCS fue un esfuerzo colectivo para dar respuestas a estas preguntas.

La IAP Investigación Acción Participación es una estrategia metodológica que aporta en esa misma dirección, tomando como punto de partida que es imprescindible investigar la nueva realidad pero ese conocimiento no es meramente académico, ni institucional, sino que incorpora el saber popular y rompe con la relación sujeto-objeto de la investigación clásica. La realización en 2022 de un Curso sobre Investigación-Acción-Participación IAP y Planificación Participativa en Salud por parte de la Red MCS se continuó luego con otros dos cursos organizados uno por el Area de Extensión de Facultad de Veterinaria y otro por el Programa Apex de Extensión Universitaria.

La producción de conocimientos nuevos es necesaria para que los actores puedan reflexionar, corregir, ampliar, insistir, pensar el largo plazo y lo cotidiano. La Udelar ha demostrado una gran capacidad para aportar investigación y extensión valiosos para el país interactuando con la sociedad civil y sus organizaciones.

En esa misma instancia Ricardo Larrañaga de la Organización de Usuarios de Salud del Oeste planteó que siempre existe una tensión entre Estado, ciencia/academia y comunidad. En momentos de pandemia esto se vió claramente. El Estado sigue sus intereses, la academia intenta dar las lineas, aconseja y la comunidad tiene poca voz. Los movimientos sociales se han expresado muchas veces en el contexto de la pandemia sin haber recibido la atención debida, es un elemento invisibilizado de esta tensión. El modelo médico hegemónico es biologicista, individualista, autoritario y mercantilizado. Piensa la enfermedad solo en el individuo, sin tomar en cuenta los determinantes sociales, la familia, la comunidad. Es autoritario porque tiene una centralidad en el saber médico sin abrir espacios al saber comunitario, con poco dialogo de saberes. Hay excesos de intervenciones médicas, producidas por los intereses de lucro. La salud bucal y la salud mental son aspectos rezagados por el modelo predominante. La salud debe ser integral, no debe tomar a la persona por partes. Lo mas inteligente es prevenir, promover y cuidar, concluye Larrañaga.

Wilson Benia un referente de OPS en Uruguay, médico epidemiólogo con larga experiencia de trabajo en el primer nivel de atención, hizo una precisión interesante: existe un movimiento que pasa con cada concepto cuando se mete en la vida. Si se logra aprehender ese proceso es fuertemente político y obliga a repensar los conceptos. Eso implica una redistribución del poder. La gran pregunta es como invertir recursos desde las instituciones y la academia para hacer sostenibles esos procesos sin debilitarlos. Desde las instituciones existe una fuerte tendencia a planificar, asignar recursos con modelos normativos y en los procesos comunitarios se trabaja con mucha incertidumbre. Uno comienza abordando un tema y luego surgen otros que reflejan las preocupaciones de la gente en ese momento y lugar. Sumergirse en la incertidumbre de los procesos comunitarios implica soportar esa tensión. Ese juego entre la vida y el concepto plantea enormes desafíos para hacer salud desde las comunidades. Las alianzas entre colectivos de personas en los barrios, con los movimientos sociales de carácter nacional, las instituciones de protección social y los ámbitos académicos, son herramientas para promover estos procesos como surge de las experiencias de MCS en Uruguay.

Para Rodolfo Levin hay dos convicciones fundamentales : a) las personas y las comunidades no son objetos sino sujetos de todos estos procesos y ese rol activo es un derecho y al mismo tiempo una estrategia sanitaria y social fecunda. Los estereotipos de pasividad aplicados a pacientes, a personas mayores, a discapacitados, o a toda la población en contextos de pandemia, no contribuyen a alcanzar una salud mejor. Al contrario la perjudican. b) Es mejor invertir en prevención y promoción que gastar ingentes recursos en intervenciones médicas concentradas en el diagnóstico o la terapéutica ante algunas enfermedades una vez que ya están afectando a las personas y sin modificar sus factores determinantes. Sumar protagonistas locales para una estrategia general de salud basada en la APS renovada reconoce la diversidad socio-territorial existente y promueve el empoderamiento de la sociedad civil en relación con su salud.

Comunidades Saludables y participación social

La estrategia de Municipios y Comunidades Saludables tiene elementos conceptuales muy interesantes para construir salud desde la sociedad, basados en la participación activa de las comunidades. Cómo la APS Atención Primaria en Salud y otros buenos conceptos puede tergiversarse y terminar siendo un discurso con algún proyecto aislado, o la excusa para que los estados nacionales se desentiendan de sus responsabilidades en asegurar el derecho a la salud a todas las personas, con equidad, integralidad y sostenibilidad.

Su carácter fermental, democratizador, participativo depende de que los actores sociales e institucionales le pongan vida a las teorías, con nuevas praxis que hagan posibles los cambios deseables.

El SNIS fue un cambio revolucionario para la salud en Uruguay donde múltiples actores sumaron fuerzas . Sigue siendo un proceso inconcluso. Uno de los pendientes es precisamente una articulación fuerte en redes territoriales donde las organizaciones sociales construyan alianzas locales e involucren a la sociedad para promover la salud. La participación social en salud es un motor fundamental de las transformaciones hacia el derecho a la salud. Ese entramado comunitario solidario, cercano, participativo, integrador no solo es una herramienta sino un fin en sí mismo. Hay múltiples experiencias que van en esa dirección y su capacidad de articularse con otras, generar aprendizajes y contribuir a una vida saludable es de la mayor trascendencia en contextos de crisis sanitaria y social. Por eso la Red MCS pudo realizar tantas actividades interesantes en 2020, 2021 y 2022. El rol de los gobiernos locales debe jerarquizarse en las estrategias de salud integral pero más aún el de las comunidades. La academia y en especial la Universidad de la República tienen mucho para aportar y aprender en estos procesos. A 100 años del nacimiento de Paulo Freire las ideas de una educación popular, crítica, dialógica, problematizadora y emancipadora siguen siendo fecundas, también en el campo de la salud comunitaria.

Salud y democratización social

La participación social, las acciones colectivas por temas sensibles contribuyen a construir una agenda pública de transformaciones necesarias, fortalecen a los movimientos sociales y enriquecen a la democracia. Este tipo de luchas son particularmente importantes en el plano ideológico y político para la sociedad por varias razones. En primer lugar porque plantean problemas importantes omitidos o subestimados por el sistema político. En segundo término porque reclaman cambios en situaciones de desigualdad e injusticia, promoviendo el respeto de derechos humanos que muchas veces no son reconocidos como tales.

Estos movimientos elaboran propuestas, plantean soluciones inmediatas pero también a mediano y largo plazo. Los temas en sí mismos, las propuestas y el hecho social de la acción colectiva son grandes formadores de valores ideológicos que permean a la sociedad . Esos aspectos culturales están en pugna con otros valores que justifican las desigualdades y la violación de derechos, por defensa del status quo tradicional o reaccionando ante avances democratizadores (el término “reaccionarios” aplica aquí claramente). No debe perderse de vista que también las ultraderechas en el mundo han demostrado ser capaces de promover movilizaciones y hasta rebeldías desde lo social, lo cultural, lo religioso y lo político.

La idea que la política se hace en los espacios estatales y en las campañas electorales es una versión deliberadamente acotada y pobre de la misma. La participación social es un factor clave para el desarrollo de políticas democratizadoras. El campo de la salud es un espacio particularmente fértil para el desarrollo de políticas participativas con protagonismo comunitario.

Debe tenerse en cuenta que la democratización es un nudo crítico de los procesos latinoamericanos. Es un conjunto de encrucijadas que involucran desde las situaciones más urgentes hasta las utopías societales que nos ayudan a caminar como decía Eduardo Galeano. Contradiciendo a quienes sostienen que desaparecieron los grandes relatos (ya no habría utopías y solo cabe resignarse a este modelo de sociedad) hay nuevos sueños que se están construyendo en estos procesos. América Latina es un laboratorio fermental en este sentido.

Referencias bibliográficas

.-Anzalone, Pablo (2021). Uruguay: participación social en salud y democratización de la sociedad y el Estado Tesis de doctorado en Sociología. TD_AnzalonePAblo.pdf (udelar.edu.uy)

.-Durston John y Miranda Francisca (2002). Experiencias y metodología de la investigación participativa. Santiago de Chile.CEPAL . ECLAC.

.-Gimenez, Luis (2020) “Uruguay en el enfrentamiento a la pandemia de covid-19” en La psicología de la salud en el enfrentamiento a la Covid-19 en América Latina capítulo x, p 348

.-Goren, Nora; Ferrón, Guillermo . Comp. (2020) Desigualdades en el marco de la pandemia. Reflexiones y desafíos.EDUNPAZ. Disponible en https://www.clacso.org/desigualdades-en-el marco-de-la-pandemia-ii/

.- Loewenson R, Laurell AC, Hogstedt C, D’Ambruoso L, Shroff Z (2014) Investigación-acción participativa en sistemas de salud: Una guía de métodos, TARSC, AHPSR, WHO, IDRC Canada, EQUINET, Harare

.-Menéndez, Eduardo Luis.(1995). Participación social en salud como realidad técnica y como imaginario social en Dimensión Antropológica, vol. 5, septiembrediciembre, 1995, pp. 7-37. Disponible en: http://www.dimensiónantropologica.inah.gob.mx/?p=1499 .

.-Red MCS (2021) Construyendo salud desde los territorios.

Red de Municipios y comunidades saludables – Construyendo salud desde los territorios – OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud (paho.org)

.-Red MCS Canal de Youtube: (423) Red de Municipios y Comunidades Saludables – YouTube

.-Red MCS Página Web : Red de Municipios y Comunidades Saludables (redmunicipioscomunidadesaludables.com)

.- Santos, Boaventura de Souza (2020) La cruel pedagogía del virus. CLACSO. Buenos Aires. Disponible en :https://www.clacso.org/en/la-cruel-pedagogia-del-virus/

.-Serapioni, Mauro (2018) . Participação pública nos sistemas de saúde. Uma introdução. Portugal. Revista Crítica de Ciências Sociais 117 | 2018.

Nuevas reflexiones sobre Investigación Acción Participación

Escribe Dr. Pablo Anzalone El Diario Médico Junio 2022

El interés por la IAP está creciendo en distintos ámbitos de nuestro país y la región por varios motivos. La crisis mundial marcada por la guerra, la pandemia, el aumento de la pobreza, la desigualdad, las violencias, el deterioro ambiental, no encuentra respuestas claras y la incertidumbre campea. Desde diferentes sectores aparece cada vez mas necesaria la creación de nuevos conocimientos basados en fundamentos sólidos, en investigaciones que permitan enriquecer un pensamiento crítico y constructor.

En Uruguay tres iniciativas de formación-acción han abordado el tema de la IAP en este año, coordinando entre sí. Por un lado la Red de Municipios y Comunidades Saludables llevó a cabo un curso introductorio sobre IAP con cuatro jornadas durante abril, mayo y junio. La Maestría en Educación y Extensión Rural de Facultad de Veterinaria Udelar realizó un seminario intensivo de 6 jornadas con Nicolas Herrera Farfán sobre los orígenes de la IAP a través del periplo intelectual y vital de Orlando Fals Borda y Camilo Torres en Colombia. Apex-Udelar tiene previsto un curso de profundización sobre IAP que abarca varios talleres durante junio, julio y agosto de 2022. En las tres actividades ha sido importante la participación de Humberto Tommasino, con una amplia trayectoria en la extensión crítica desde la Udelar.


La Red MCS inició el Curso sobre IAP el 29 de abril con un taller sobre Planificación
participativa en salud,
incorporando la realización de diagnósticos locales, identificación de problemas criticos, elaboración de Objetivos Sanitarios Nacionales y Objetivos Sanitarios Locales, con respuestas a la emergencia y planificación a mediano y largo plazo. Evaluaciones, sistematizaciones, rendición de cuentas, nuevas planificaciones. Como disparadores de este análisis se contó con las exposiciones de Jorge Bentancur, Aracelis Delgado, Virginia Cardozo y Gerardo Barrios. Bentancur de la Organización de Usuarios de Salud del Oeste se refirió a la experiencia de Plan de Salud organizado a partir de la primera Asamblea de Salud en 2005 que jerarquizó la situación de la primera infancia y el tema de las drogas, enriqueciendo luego un proceso con nueve asambleas barriales. La creación de la Red de Primera Infancia y el movimiento Mi Cerro Sin Drogas, fueron resultados de dicho plan que continúan muy activos hasta hoy.
Aracelis Delgado, directora de Salud de la Intendencia de Canelones expuso sobre los Planes Locales de Salud que se llevaron a cabo en ese departamento desde 2015 hasta la actualidad, con la conformación de Grupos Motores por localidad y su propuesta de ampliar este programa a los 30 municipios existentes.


Virginia Cardozo relató la confección participativa del Plan Estratégico de la División Salud de la Intendencia de Montevideo para el período 2020-2025, con decenas de talleres y diversidad de actores consultados e involucrados en sus objetivos, indicadores y líneas de acción. Gerardo Barrios por su parte expuso la confección de planes locales en un tema muy relevante en lo sanitario y social como es la siniestralidad, visibilizando el impacto de los planes y políticas participativas en el abatimiento de las cifras de siniestros viales. Puede verse el video del taller en (761) Taller abierto de la Red MCS – YouTube .


En un segundo taller el 13 de mayo se abordaron los orígenes de la IAP a partir de los aportes de Orlando Fals Borda, Camilo Torres y Paulo Freire. Humberto Tommasino quien realizó la exposición central del taller relaciona la IAP con tres direcciones de transformación de la realidad hacia procesos que rebasen los marcos capitalistas, patriarcales y colonialistas. Los campos de actuación son varios e incluyen educación, salud, políticas sociales, planes territoriales.
Se destacó en el taller que una de las influencias mas importantes en Fals Borda fue la lectura de Pedagogía del Oprimido de Paulo Freire y los desarrollos de la educación popular. En la IAP la investigación está vinculada estrechamente con la acción, donde las relaciones son de tipo cooperativo y todos los actores sociales o académicos son sujetos. Hay una ruptura epistemológica

con la diferenciacion sujeto-objeto propia de las investigaciones tradicionales. Fals es el fundador de la sociología en Colombia, con estudios sobre el campesinado y las poblaciones urbanas que constituyeron referencias claves para las ciencias sociales de ese país. Camilo Torres sacerdote, sociólogo y guerrillero que muere luchando en las montañas colombianas fue un vínculo importante para Fals. La evolución teórica de ambos referentes fue un proceso largo muy vinculado con el contexto histórico de Colombia y América Latina en esas décadas de rebelión y esperanzas. Algunas cuestiones claves de la IAP refieren a que la producción de conocimientos apunta a resolver problemas colectivos. En ese proceso se construyen sujetos que transforman la realidad, problematizando y repensando los modelos societarios. El grupo motor de la IAP incluye a la población que visualice, trabaje y proponga la transformación de la realidad.

En la producción de conocimientos nuevos es necesario el reconocimiento y dialogo de saberes. La apuesta fuerte al enfoque participativo supone superar las miradas “extractivas”, donde la academia se apropia de conocimientos y recursos de la comunidad para sus propios fines. Se incorpora una perspectiva de clase, de grupalidad conjunta con sectores populares. Está clara la relación de esta metodología y sus soportes epistemológicos con una concepción de salud comunitaria.

En el concepto de la IAP la praxis genera aprendizajes tanto en sus éxitos como en sus fracasos. Las luchas populares tienen un componente pedagógico fundamental.
Tommasino refiere además a autores que han enriquecido la IAP como Michel Thiollent, Maria Teresa Sirvent, Tomas Rodríguez Villasante, Joel Martí, Luis Rigal, entre otros.

En un excelente libro denominado IAP Un desafío de nuestros tiempos para la construcción de una sociedad democrática Sirvent y Rigal señalan que la participación real es un largo y difícil proceso de aprendizaje de conocimientos, actitudes, habilidades y destrezas mentales que modifican modelos de relación humana, internalizados durante años de autoritarismo y explotación. Esto es válido para los integrantes del equipo de investigación y para los participantes de la comunidad.

La IAP como metodología de pensar reflexivo y científico recoge el saber-hacer para la participación y la construcción de proyectos colectivos. En tal sentido permite romper las representaciones colectivas cotidianas cuestionando y asumiendo una conciencia crítica del sentido común. Recomendamos ver el video del taller en (761) IAP – Orígenes fundamentos metodologías/ Humberto Tommasino. – YouTube .
En el tercer taller (19 de mayo) se abordaron tres experiencias de IAP en Uruguay. La enfermería comunitaria ya en la década de los 80 y 90 promovió la IAP en los territorios y en sus propuestas pedagógicas. Un video previo con una presentación de las Licenciadas Pilar Gonzalez, Cristina Barrenechea, Alicia Guerra, América Monge, Teresa Menoni, Cecilia Acosta y Esther Lacava relata una larga y rica trayectoria de la enfermería en materia de investigación y acción participativa. La experiencia de trabajo con colectivos de ladrilleros es un ejemplo. También el testimonio de Juana Perez una de las vecinas participantes de la labor territorial en el entorno de Las Piedras vale la pena. Ver videos : (761) Enfermería Comunitaria / Investigación Acción Participación. – YouTube (761) Acción y participación comunitaria en salud en Las Piedras. – YouTube


Rodolfo Levin presentó las investigaciones, articuladas con ONAJPU, REDAM y la Red Pro Cuidados, sobre las políticas de cuidados basadas en la prevención de la dependencia y la construcción de fortalezas territoriales para un envejecimiento activo como ejemplos de IAP . El autor de este artículo expuso sobre una investigación de la Participación Social en Salud que incluyó la construcción del Frente Social de la Salud en base a una alianza entre los trabajadores (FUS, FFSP y PITCNT), SMU, ONAJPU y las organizaciones de usuarios. También presentó la experiencia de la Red de Municipios y Comunidades Saludables donde las organizaciones y colectivos de usuarios suman fuerzas con gobiernos locales y la Universidad de la República en un diseño de IAP, con funcionamiento horizontal y énfasis en los aspectos participativos de la formación-acción. Ver video en (761) Taller IAP de fecha 19 de mayo de 2022. – YouTube


En el último taller (3 de junio) se pensó en la IAP de cara a los problemas críticos de hoy y de mañana. Para ello se realizó una síntesis de los aportes del curso, retomando los proyectos elaborados en 2020 en el Curso de Animadores de Redes Comunitarias en materia de Drogas y Salud Mental, Soberanía y Seguridad Alimentaria, Comunicación Comunitaria, Mujeres en situación de vulneración, Personas mayores protagonistas, Explotación sexual de niñas, niños y adolescentes. También se informó de los primeros pasos en los grupos motores que se están formando por departamento y municipio, para elaborar diagnósticos locales y planes o proyectos. Ver video del taller en (761) Curso Sobre IAP de fecha 3 de junio de 2022. – YouTube .

A partir del 6 de junio (hasta el 11 de junio inclusive) los asistentes al curso IAP Proposiciones y experiencias indo–afro–latinoamericanas organizado por la Maestría de Educación y Extensión Rural de la Universidad de la República asistimos a un verdadero baño en la historia colombiana apoyado en las historias de vida de Camilo Torres y Orlando Fals Borda y los procesos conceptuales y practicos que dieron origen a la IAP. El colombiano Nicolas Herrera Farfán no brindó cualquier abordaje de IAP sino un enfoque indo,latino, afro americano. La “descolonización de los saberes” que propone Boaventura de Souza Santos implica entre otras cosas reivindicar los pensadores de América Latina y del Sur Global en su contexto histórico. Es necesario historizar para ver de dónde vienen los conceptos y cómo surgieron sus contenidos epistemológicos y metodológicos. En esta manera de investigar no buscamos en Fals Borda sus respuestas sino su forma de abordar criticamente los problemas.

No es casualidad que actores diferentes hayan coincidido en revalorar la IAP en el actual contexto regional y nacional, ni tampoco su utilización en el campo de la salud. La pandemia y las políticas de recorte de recursos para la protección social están agravando las desigualdades y la salud es uno de los campos mas sensibles. Asistimos a un retroceso en términos sanitarios y sociales, se deteriora la atención en ASSE, aumentó la mortalidad materna, la prematurez y el bajo peso al nacer, el hambre vuelve a aparecer, las enfermedades crónicas avanzan, hay mas violencias, la afectación de la salud mental es mayor y el cumplimiento de la ley 19529 aparece lejano. Son muchas razones para investigar, actuar y participar en el campo de la salud y los cuidados.

UN ANTES Y UN DESPUES, 1º ASAMBLEA DE USUARIOS Y USUARIAS DE SALUD por Jorge Bentancur

Ponencia realizada en el taller sobre Planificación Participativa en Salud de la Red de Municipios y Comunidades Saludables el 29 de abril de 2022.

Disponible en :https://www.youtube.com/watch?v=BdDGN3XVuC0&authuser=1

La reforma de Salud es una de las transformaciones estructurales más importantes de nuestro tiempo. Allí estamos con grandes desafíos desde hace 17 años. No solamente estuvimos en el Consejo Consultivo para los Cambios, en el Directorio de ASSE y en la JUNASA…

Con cambios en el modelo de atención, en el modelo de gestión y el modelo de financiamiento. Transformar una salud totalmente mercantilizada y centrada en el lucro fue tarea difícil. Esto no podría haber sido posible y ser sostenible en el tiempo sin una amplia participación social y el compromiso de los involucrados. Es así que pasan a ser actores fundamentales los trabajadores y trabajadoras de salud y los usuarios y las usuarias del SNIS.

No tengo salud si tengo hambre, sino tengo trabajo, no tengo salud sino tengo vivienda, sino tengo saneamiento, no tengo salud sino tengo educación, sino hago ejercicio, sino tengo recreación. En salud el equilibrio se rompe cuando triunfan los factores de riesgos. Cruzar la calle con roja es un factor de riesgo, si además vamos rengos y tenemos dificultad para ver el riesgo aumenta, entonces se produce el daño. Después del daño viene la secuela o la muerte. En eso está encarado el problema de salud, de no prevenir. La mentalidad preventiva es promocionar la salud, trabajando esos factores de riesgo que están en el barrio, para que no se conviertan en daño, no esperar a que se enfermen las personas.

Con esta motivacion se realiza el 30/4/2005 la 1º Asamblea Representativa de Usuarios y Usuarias de salud del Zonal 17, trabajando con la metodología de taller, participando 100 personas. También estuvo presente la Ministrra de salud, María Julia Muñoz que se quedó todo el tiempo que duraron los talleres. Allí se resolvió:

1)Conformar un Grupo Promotor para la formación de un Movimiento Nacional de Usuarios.

2)Realizar Asambleas itinerantes en las subzonas del Zonal 17.

3)Convocar a las Comisiones de Salud de los otros Zonales a sumarse a este proceso participativo.

Asumiendo el desafío se realizan talleres con los vecinos que son convocados por parlante que auspicia el almacenero del barrio, por 9 subzonas del Zonal 17 con la metodología de la pregunta:

¿Qué mas hay que hacer?

¿Qué mas hay que saber y aprender?

¿Cómo comunicarnos mejor?

¿Cómo concretar todo esto?

Y también se dibuja un Mapa activo de la salud, lo que existe hoy y lo que debería haber a futuro.

28/5 Santa Catalina

11/6 Cerro Oeste

25/6 Casabó

2/7 La Boyada

9/7 Pajas Blancas

30/7 San Rafael – Cerro Norte

6/8 Casco – AJUPEN

13/8 Cerro Oeste

20/8 Casco – Tito Borjas

Luego tocó la puesta en común, se realiza la 2ª Asamblea Representativa:

1 Un mapa diagnóstico de todo el Zonal

2 Análisis de Viabilidad

3 Agenda de trabajo

Además de los usuarios y usuarias estaban presentes los actores que trabajan en territorio y autoridades.

Simultáneo a todo esto se realizan 8 Asambleas similares con otros consejos vecinales de otros zonales de Montevideo y el 18 de agosto se formaliza la Coordinadora de las Comisiones de Salud de los Consejos Vecinales, con reuniones quincenales, para ir gestando un Movimiento Nacional de Usuarios de Salud.

El 19/10 se comienza la segunda recorrida para hacer la devolución de lo avanzado que finalizaría el 22/4/2006 participando en total 300 activistas de salud, a la elaboración de un diagnóstico de alta calidad democrática y que serviría de insumos para la 3ª Asamblea del Zonal 17 que se realizó el 8/7/2006, para entre todos y todas elaborar un Plan “Salud derecho de todos” que es nuestra brújula hasta el día de hoy, con monitoreos y puestas a punto en un proceso dinámico.

El Plan tiene 6 programas y varios proyectos y comisiones de trabajo.

Fue una planificación estratégica local, fruto del trabajo de 2 años, por parte de 300 activistas de salud interactuando con todos los actores que trabajan en el territorio y con responsables en cada tema.

Nuestro territorio es la cuna del país y la mitad de los bebes nacen en hogares pobres. Los niños y niñas desnutridos y las 1300 embarazadas que llegaban al parto con casi ningún control, hizo que definiéramos prioridad la creación de la Red de Primera Infancia. La cual funciona hasta el día de hoy integrada por 35 organizaciones.

Las adicciones fue otra prioridad y el local para el Centro de Escucha fue un objetivo alcanzado gracias al presupuesto participativo del año 2006. Teniendo lugar el lanzamiento de «Mi Cerro sin Drogas» con una presencia de 700 personas de todos los grupos de edades y participación de centros educativos del barrio, así como el futbol femenino de Cerro, Rampla y Progreso que adhirió a la movida que fue durante todo un día.

El trabajo de «Mi Cerro sin drogas» fue de gran impacto varios años, trabajando en escuelas , liceo, UTU. Recuperando espacios públicos ganados por adictos. Realizando carpas de achique y recibiendo una capacitación para 15 de nuestros militantes, del 14 de abril al 3 de junio del 2007, sobre Uso problemático de drogas y enfermedades de transmisión sexual. Financiada por la Cruz Roja Italiana. A pedido del Ministerio de Educación, integrantes de «Mi Cerro sin drogas» realizan un Manual de talleres de promoción de salud para poder ingresar en las escuelas y liceos. El tema era que fuimos los primeros a realizar talleres de educación sexual en el aula cuando todavía el tema era tabú.

Del programa “recreación para todos”, surge el Grupo pro Parque, hoy Espacio de Gestión de Parque Publico Punta Yeguas que ha participado desde los orígenes de la Organización de Usuarios de Salud y en especial de la realización de 10 campamentos » ¡A tu salú!» donde nos encontramos los participantes del “Plan Salud derecho de todos y todas”. El campamento es una instancia de integración barrial en intergeneracional, de fortalecimiento de vínculos, intercambio de experiencias y desarrollo de prácticas saludables.

Otro grupo fuerte es la Mesa local de salud mental que aborda también el tema de des-manicomialización con dispositivos alternativos y el tema de prevención en suicidios que se viene trabajando de siempre con el aporte de vecinos especializados y con campañas que han trascendido el territorio

LAS ENFERMEDADES CRÓNICAS: MÚLTIPLES MIRADAS SOBRE UN PROBLEMA PRIORITARIO DE LA SALUD PUBLICA por Pablo Anzalone

La actual ola de la pandemia del COVID 19 no debe hacernos olvidar otros problemas vinculados a las enfermedades crónicas de enorme impacto en la salud pública.

Desde hace tiempo se sabe que los factores ambientales y socioeconómicos son decisivos para la salud, tanto para protegerla y promoverla como para afectarla negativamente hasta niveles extremos. Hay enfermedades como las cardiovasculares, cerebrovasculares, cáncer, diabetes y problemas respiratorios que tienen causas comunes muy vinculadas a los estilos y las condiciones de vida de las personas. Ese grupo de enfermedades han sido denominadas como ECNT Enfermedades Crónicas No Transmisibles aludiendo a que no son producto de un virus o bacteria, no se transmiten por algún vector. Sin embargo se ha señalado con acierto que son transmisibles a través de mecanismos socialmente establecidos que inciden sobre la vida de las personas y sus pautas de conducta. Con una visión un poco mas amplia se incluyen la salud ambiental, la siniestralidad vial y la salud bucal dentro de esos problemas relacionados con el ambiente físico y social.

En el marco del Espacio permanente de Formación de Promotores Sociosanitarios que está llevando adelante la Red de Municipios y Comunidades Saludables se abordó esta problemática en un Seminario realizado el 23 de septiembre (https://www.youtube.com/watch?v=3-i4uUImpXI&t=4s) . Para ello hubo videos previos, exposiciones y discusiones en taller muy destacables por la riqueza de sus aportes.

Entre las exposiciones iniciales el Lic. Luis Galicia, consultor en las ECNT destacó que estas enfermedades provocan el 70% de las muertes en todo el mundo y son la principal causa de carga de enfermedad en la Región de las Américas. Determinan 5,5 millones de muertes por año en las Américas. En Uruguay el 54% de las muertes se debe a las cuatro principales ENT (cardiovasculares, cáncer, diabetes y respiratorias). Hablando de los factores de riesgo conductuales y los metabólicos Galicia señaló que en 2019 en Uruguay la prevalencia de fumadores diarios era de 21,8% y la prevalencia del consumo episódico excesivo de alcohol 26,1% (2018). Al mismo tiempo 90,9% de la población en 2013 tenía un consumo menor a 5 porciones diarias de frutas y/o verduras. El nivel bajo de actividad física tenía una prevalencia de 22,8%, la presión arterial elevada (hipertensión arterial) 36,6% y el sobrepeso y obesidad alcanzaban a 64,9% de la población. La prevalencia de glucosa elevada en sangre (diabetes) era 7,6% y el colesterol elevado en sangre 21,5% (2013). Son cifras preocupantes.

Los principales factores de riesgo también fueron abordados por la Dra Laura Garré directora ejecutiva de la Comisión Honoraria de Salud Cardiovascular ((98) Enfermedades Cardiovasculares – YouTube) enfatizando que un porcentaje alto de estas muertes son tempranas, prematuras, se producen en personas entre 30 y 69 años. La adopción de conductas saludables tiene un impacto muy fuerte sobre esa mortalidad, abatiéndola. No son destinos inevitables por la mayor edad. Estas muertes pueden ser prevenidas en un 80%, dependiendo de cómo las personas viven y llegan al envejecimiento. No es solo la mortalidad, esa carga de enfermedad influye mucho en la calidad de vida. Los comportamientos influyen pero al mismo tiempo cabe señalar que están muy relacionados con los determinantes sociales.

Al igual que Galicia identificó como factores de riesgo: alimentación no saludable, tabaquismo, alcoholismo, sedentarismo y desarrolló su relación con la obesidad , hipertensión, diabetes y colesterol aumentado, asociándolo en especial con el alto consumo de sal, el exceso de grasas, azúcares, el escaso consumo de frutas y verduras. En la atención a las ENT destacó la importancia del diagnóstico temprano, los controles de salud, la adhesión a los tratamientos y la rehabilitación .

La Dra Carmen Ciganda especialista en Toxicología y asesora en Ambiente y Trabajo, fundamentó que el ambiente es un determinante mayor de la salud “aún más relevante que los estilos de vida, porque son las condiciones ambientales las que determinan que las opciones saludables sean más o menos accesibles” (Lalonde – Buck 1996). Retomando conceptos de la OMS definió a la Salud Ambiental como “todos aquellos aspectos de la salud humana, incluyendo la calidad de vida, que están determinadas por factores físicos, químicos, biológicos, sociales y psicológicos en el ambiente. También se refiere a la teoría y práctica de valorar, corregir, controlar y evitar aquellos factores en el medio ambiente que potencialmente pueden perjudicar la salud de generaciones actuales y futuras” (OMS,1993 Carta de Sofía). Caracterizó al Ambiente Social (producción agrícola, industrial y energética, uso y manejo del agua y desechos, urbanización, distribución del ingreso, servicios públicos), el Ambiente físico – químico (suelo, aire, agua, alimentos, patógenos, clima, contaminantes) y el Ambiente biológico (flora, fauna, hábitats incluyendo reservorios y vectores). Reivindicó la concepción de “Una Salud” como la relación entre la Salud Humana, la Salud Animal y la Salud Ambiental.

Ciganda aportó cifras significativas : 24% de las consecuencias no mortales de enfermedades a nivel mundial y 23 % de todos los fallecimientos se atribuyen a factores ambientales. De 102 enfermedades principales, los factores de riesgo ambientales contribuyen en 85 categorías (diarrea, infecciones respiratorias, accidentes, afecciones perinatales, asma, intoxicaciones, pérdida audición, etc.). Mas del 40% del total de enfermedades atribuidas a los factores ambientales recaen en niños menores de 5 años de edad y afectan su desarrollo.

Entre los principales problemas ambientales mencionó : falta de acceso al agua potable; contaminación del agua por urbanización, industria y agricultura intensiva; higiene y saneamiento deficitarios; contaminación del aire urbano (emisiones de vehículos, industrias, centrales energéticas) y contaminación de alimentos. También destacó la acumulación de residuos sólidos y peligrosos; riesgos químicos y por radiación; insuficiente o inadecuada disposición de residuos, riesgos de enfermedades infecciosas nuevas y reemergentes y riesgos de accidentes laborales en la agricultura e industrias.

Entre los factores relevantes incluyó la deforestación, la degradación del suelo y los cambios ecosistémicos. El cambio climático y los fenómenos extremos como inundaciones – sequías o huracanes son un elemento de gran trascendencia. Para esta caracterización se apoyó en “Salud Ambiental básica. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente 2002”. Hay riesgos tradicionales asociados a la pobreza y nuevos riesgos vinculados a consumos no sostenibles que deben considerarse. Existen “ventanas de vulnerabilidad” que afectan mas a unas poblaciones que a otras.

Los aportes de Ruben Bouzas y Malena Damian del ISEF Instituto Superior de Educación Fisica ((97) Entrevistas sobre Actividad Fisica y Salud – YouTube ) consideran que ha habido una importante evolución en el concepto de actividad física. Practicas corporales y actividad física son cosas similares pero no iguales. Mientras las practicas corporales incluyen a todas las personas, la actividad física refiere a otros aspectos biomédicos. Hay una cultura, prácticas históricas, que contextualizan la forma de que las personas realizan este tipo de prácticas y su vínculo con la salud. Debemos pensar estos temas no solo desde lo biológico sino también en otras dimensiones. La homogeneización de los organismos para definir que es lo sano y aquello que no lo es, puede ser interpelada o complejizada, para evitar universalizaciones y pensar la singularidad de cada persona. Hay que “devolver la palabra” a las personas en su propio proceso de salud, en forma compartida.

La siniestralidad vial fue abordada por el Dr. Gerardo Barrios ((98) Siniestralidad Vial – Gerardo Barrios – YouTube) aclarando en primer lugar que no son accidentes, porque no ocurren por casualidad. Son un problema de salud, de seguridad ciudadana, de convivencia, y también un problema de equidad social. La cantidad y el tipo de personas lesionadas muestra una mayor afectación de los trabajadores. Es un fenómeno multifactorial y multicausal. No es un problema de una institución sino de las instituciones. Si no hay cambios en las políticas aumentarán las muertes y lesionados. Hay una gran inequidad si se comparan los paises según sus ingresos: los paises de ingresos medios y bajos tienen el 48% del parque automotor pero el 92% de las muertes por siniestros. Es decir que las muertes no dependen del parque automotor sino de la implementación de políticas adecuadas de prevención. En el cono sur de América la mortalidad es promedialmente 19 cada cien mil habitantes. En Uruguay esa mortalidad es de 11 cada cien mil. Europa está en 4 cada cien mil. Montevideo está en 6 fallecidos por cien mil habitantes. La meta es que no haya muertos por siniestros de tránsito. El Observatorio de Movilidad recoge las informaciones para poder promover buenas prácticas.

La evolución en Uruguay muestra que hasta 2009 la cantidad de fallecidos acompañaba el aumento del parque motor, pero luego esa tendencia cambia y con las politicas implementadas se logra bajar la cantidad de fallecimientos. No todas las acciones tienen impacto alto para descender la cantidad de fallecidos y lesionados. En Montevideo se construyó un Plan Departamental de Seguridad Vial con metas claras. Se creó un Consejo Departamental de Seguridad Vial para adaptar los planes generales a cada municipio. De 2015 a 2020 se logró un descenso de 41% en la cantidad de fallecidos,33% los heridos leves y 47% los heridos graves. Entre las víctimas predominan los jóvenes y adultos, llegando en 2020 a 6675 lesionados y 84 fallecidos. La situación varía según los municipios y si se trata de siniestros en rutas nacionales o en ciudad (bajan en ciudad y aumentan en rutas). Ahora están en la etapa de establecer el Plan de Seguridad Vial 2021-2025 de Montevideo cuya meta es disminuir 25% la cantidad de fallecidos. Hacen una gran apuesta a la territorialización, trabajando con los municipios y con las comunidades para poder alcanzar esa meta.

El Profesor Gabriel Tapia (https://www.youtube.com/watch?v=35lFN7CjvZA) de la Facultad de Odontología Udelar e integrante del Movimiento Nacional de Usuarios de la Salud, aportó un análisis sobre la situación de la salud bucal en base a varios componentes. El primero es el derecho fundamental a la salud que estableció la ley 18211 (antes la salud era un deber) que implica definir quienes lo ejercen y quienes deben asegurarlo. El derecho a la salud bucal está fuertemente cercenado en Uruguay. Tiene mucho mas que ver con la capacidad de pago de las personas. Hay mucho para hacer y se requieren voluntades pero no recursos siderales. El tema no está en la agenda. “La salud bucal en Uruguay es un desastre, sobre todo para algunas poblaciones” sostuvo Tapia. De un relevamiento realizado por la Facultad de Odontología surge que cuantos mas años tienen las personas mas dientes pierden . El acceso a los servicios básicos muestra inequidades, es decir desigualdades evitables concluyendo que los únicos que pueden transformar esta realidad son los ciudadanos, somos todos. Tapia planteó que las claves son el empoderamiento de las comunidades entendido como el poder de tomar decisiones desde las comunidades y el enfoque de la salud colectiva. El primer paso es el autocuidado. La segunda clave es concebir la salud con una mirada de ciclo de vida. Para avanzar es fundamental que la canasta del PIAS (prestaciones obligatorias para todos los efectores del SNIS) sea reforzada incluyendo más prestaciones odontológicas. ASSE tiene que ser el buque insignia de las transformaciones en salud bucal, por las necesidades de su población y por su incidencia en el SNIS.

El subgrupo que discutió sobre salud bucal abordó la pregunta : ¿Como pueden incidir las comunidades en el derecho a la salud bucal desde una mirada del ciclo de vida?
Se reafirmó allí la salud bucal como un derecho, parte de la salud integral y se planteó desmercantilizar toda la medicina y especialmente la Salud Bucal. Para ello se debe integrar la atencion de la Salud Bucal como prestacion básica (paquete básico) del SNIS. Se trata de integrarla con la salud del niño, adolescente, mujer, a todos los programas y a través de toda la vida.
Las organizaciones sociales y los ciudadanos deben poner en la agenda este derecho. Hay que cambiar la lógica de la atención pasando del trabajo individual a lo colectivo. Es importante unir los propósitos expresados con la viabilidad economica financiera para estos cambios.

Todos los expositores y la discusión colectiva apuntaron a las acciones necesarias para modificar las situaciones diagnosticadas. Luis Galicia detalló varias acciones de las ciudades para mejorar el entorno como reglamentar sobre la disponibilidad comercial y pública de bebidas alcohólicas y favorecer la aplicación de la normativa sobre ambientes libres de humo de tabaco. También se refirió a realizar acciones para mejorar el entorno alimentario y favorecer las políticas para promover la actividad física y reducir el sedentarismo.

Carmen Ciganda desarrolló una Estrategia de abordaje de la salud ambiental denominada “Múltiples Exposiciones-Múltiples Efectos”o Modelo MEME de la OMS. Señaló la importancia de los entornos saludables en lo local caracterizando una comunidad productiva y saludable como una comunidad organizada que aporta al desarrollo económico, social y de salud mejorando su calidad de vida.

En la discusión por subgrupos surgió que la percepción del riesgo en relación con el tabaco ha tenido un incremento significativo, pero si pensamos en el consumo problemático de alcohol dicha percepción es mucho menor.

En alimentación y actividad física han habido avances pero falta mucho por hacer. El etiquetado por excesos de sodio, grasas y azúcares fue considerado un paso importante pero su incidencia requiere campañas e iniciativas para contribuir a que las personas tomen las decisiones mas saludables en su alimentación. Están faltando esas campañas, que promuevan la reflexión de todos y pongan sobre la mesa alternativas a la comida chatarra. El desarrollo de políticas de alimentación saludable es una de las grandes prioridades sanitarias.

Fernando Fernández integrante del Movimiento Nacional de Usuarios de Salud residente en la ciudad de Cardona departamento de Soriano, reivindicó la importancia de interactuar con la academia desde los movimientos sociales . Reafirmó el proceso de participación social dentro del SNIS desde su origen. Cuando hablamos de ENT y de Salud Pública no solo debemos ver la salud individual sino la colectiva, teniendo en cuenta la relación entre salud y la estructura de la sociedad en el contexto de un modo de producción capitalista de libre mercado. Hay factores asimetricos de poder y herramientas de comunicación que inciden en los estilos de vida. A veces las campañas sanitarias van en desventaja con el sistema hegemónico de la sociedad para intentar cambiar los estilos de vida. No pueden tomarse los determinantes en forma aislada porque termina siendo funcional a una situación que se quiere modificar, desconociendo las asimetrías de poder existentes. La política pública debe basarse en una postura de derecho a la salud con equidad. Caracterizó la sociedad y su vínculo con la matriz productiva, como extractivista, expoliador y colonial, de la mano con el agro negocio. Eso es determinante porque es concentrador de la riqueza, incidiendo en la salud colectiva de la población y la salud del hábitat. El agro negocio indica y decide sobre la vida de nosotros, fundamenta Fernández. Un ejemplo es el acopio de cereales existente en la ciudad de Cardona, incidiendo en problemas de asma crónico. El camino es la construcción colectiva de un pensamiento emancipador bajo la premisa del derecho humano a una vida saludable de la población y del planeta como un todo. Para ello es necesario construir masa crítica para influir en las políticas públicas con un pensamiento estratégico a 30 años. Creen que es posible alcanzar un modo de vida basado en un Buen Vivir, regenerando el planeta a etapas anteriores al cambio climático.

En estos seminarios se considera que la labor de promotores socio sanitarios refuerza una estrategia de participación comunitaria. Sin ese involucramiento activo de la comunidad no será posible prevenir y actuar sobre estos graves problemas desde una visión integral de la salud.

ABORDAJES COMUNITARIOS EN SALUD MENTAL por Pablo Anzalone

Articulo publicado en NUESTRA VOZ periódico de ONAJPU Nº 170 Año 19 Agosto 2021

La salud mental en el contexto de pandemia ha sido una preocupación permanente de organizaciones sociales y colectivos comunitarios. El primer taller abierto de la Red de Municipios y Comunidades Saludables el 16 de abril de 2020 tuvo ese tema central recogiendo experiencias del Frente Antimanicomial, del Movimiento para las Autonomías, la Mesa Local de Salud Mental, los Primeros Auxilios Psicológicos, entre otras. Desde entonces una mirada integral buscó incorporar la salud mental en todos los temas priorizados.

En 2021 el Espacio de Formación de Promotores Sociosanitarios realizó en agosto (19 y 26) un Seminario centrado en los Abordajes Comunitarios de la Salud Mental. Alrededor de 150 personas se inscribieron de Artigas, Rivera, Tacuarembó, Paysandú, Rio Negro, Soriano, Colonia, San José, Montevideo, Canelones, Lavalleja, Maldonado, Rocha y Treinta y Tres, que se suman a las 450 inscriptas para el Espacio FPS. Además del zoom y youtube se realizaron por primera vez grupos presenciales en el Centro Cultural Julia Arevalo del Municipio A y la Casa del Vecino en el Municipio B de Montevideo.

Entre los materiales previos enviados cabe destacar :


1) La experiencia de ADAP Atención de Alzheimer Paysandú, relata como desde hace 15 años familiares y voluntarios de pacientes con Alzheimer en Paysandú se organizaron para brindarles mayor calidad de vida, informando y promoviendo la participación de la comunidad. Testimonios de Martha Pasarello vicepresidenta de ADAP y Lucía Rivero trabajadora social e investigadora. https://youtu.be/injTHVVAhi8

2)Milton Romani expuso sobre Abordaje Comunitario en Drogas y Salud Mental desarrollando

los conceptos, experiencias y propuestas que sustentan esta forma de abordar la temática de consumos problematicos de drogas. Las experiencias del programa “Aleros” y del “Achique Casavalle” son ejemplos de ese tipo de abordaje comunitario.

3) “Juntas Podemos”es un grupo de mujeres que nace en la Policlínica La Boyada de Asse, en el marco de los talleres de expresión, desde una perspectiva de género y se postula a la convocatoria “Fortalecidas” de la Intendencia de Montevideo, impulsando la huerta en el predio de la policlínica con el fin de promover el espacio como lugar de integración de vecinos y vecinas y fomentar el auto sustento. http://apex.edu.uy/wordpress/archivos/3052

4) “Intercambios que sanan” relata la experiencia de la Huerta “Los Compañeros” que es un dispositivo de integración socio productiva que forma parte del Movimiento Para las Autonomías. https://youtu.be/rYN42KTKwT4

5) Intervenciones psico-socio-educativas con adolescentes en varios departamentos afectados por inundaciones en 2007 son un ejemplo a considerar ante este nuevo evento crítico que es la pandemia. No existen hoy mecanismos para que los jóvenes puedan compartir lo que están viviendo y hacer oir su voz. https://youtu.be/31vFhUHZRf8 https://youtu.be/blqkZjXaQaM

Discusiones fermentales en subgrupos

En el trabajo en subgrupos del taller del 19 de agosto, tanto virtuales (6) como presenciales (2), las preguntas fueron : ¿Cuales son los principales problemas de salud mental que ven en su entorno? ¿Qué podemos hacer ante ellos desde la comunidad? ¿Podemos prevenirlos? ¿ Factores de riesgo? ¿Fortalezas o Factores de protección?

En los intercambios surgieron como principales problemas : depresión, ansiedad, insomnio, miedo a la muerte propia y del entorno, suicidios, aumento del consumo de alcohol y drogas, violencia doméstica, mayor violencia en los vínculos, irritabilidad y enojos, frustraciones, poca tolerancia. Patologias duales, Alzheimer, deterioro cognitivo, problemas de convivencia. Ruptura de “normalidades” y desestructuración de lo cotidiano.

En materia de atención a la salud se percibe un debilitamiento, mayor dificultad para obtener medicación, falta de técnicos en salud mental, reducción de metas asistenciales en violencia de género.

Entre los factores de riesgo se constató que la pandemia hizo visible el miedo y lo potenció por el confinamiento y la saturación informativa, el exceso de uso de las redes, el alarmismo paralizante (que es diferente a la percepción del riesgo) . Se analizó la existencia de bloqueos mentales, la dificultad para afrontar los problemas, la negación de la realidad como sistema de defensa. El autoaislamiento, la incertidumbre del futuro, la dificultad para salir de la burbuja de cada uno, la ruptura o el debilitamiento de los vínculos. La pérdida del trabajo o de los ingresos, la mayor pobreza e indigencia, la precariedad en la vivienda son factores que pesan en la salud mental. Una condición particularmente crítica sufren las personas privadas de libertad y las personas en situación de calle. El cuidado a los que cuidan debe ser una preocupación permanente.

Una de las conclusiones fue la necesidad de jerarquizar más la salud mental.

Fortalecer los vínculos debía haber sido una prioridad del abordaje de la pandemia y en cambio se dió la señal contraria, confundiendo distanciamiento físico con distanciamiento social. Ese fortalecimiento de los vínculos pasa por la cercanía entre pares, la familia y la comunidad, afirmando las redes de contención. La formación de promotores, es decir, personas dispuestas a actuar hacia su entorno y su comunidad, es un elemento relevante para construir acciones comunitarias que den respuestas adecuadas a las distintas situaciones. Ante la situación de jóvenes y adolescentes se consideró importante crear las condiciones para que construyan una voz colectiva y desarrollen actividades hacia sus pares y hacia sus comunidades.

Entre las acciones que podemos hacer se planteó hacer mas visibles estos temas. Crear espacios de asesoramiento, promover valores humanistas de respeto y empatía, de ayudarnos entre todos. Un aspecto discutido fue el egoismo y la indiferencia, reivindicando volver al humanismo, desarrollar solidaridad, tratar a las personas dignamente. “Importa el trato, no solo el tratamiento”. También se señaló que la sociedad capitalista incentiva el consumismo y eso es un factor de riesgo. Como fortalezas se habló de las familias, la comunidad organizada y los profesionales comprometidos.

Hay un modelo individualista que contribuye al sufrimiento mental. Superarlo implica una construcción colectiva de la vida como factor que fortalece la salud mental. Ponerse en el lugar del otro u otra, la empatía, el tono de voz deben ser parte de una comunicación fermental, que rompa con las discriminaciones y la “pasivización” de las personas, es decir asignarles un rol pasivo, obediente.

Entre las actividades a promover se mencionó: talleres, danza, bio danza, teatro, artesanías, juegos, deportes. Necesitamos mas actividades que deben ser gratuitas e integradoras. Los centros juveniles, los centros diurnos para personas mayores, personas con discapacidades o problemas mentales son espacios a jerarquizar.

Para prevenir hay una responsabilidad indelegable del Estado y también un rol necesario de la comunidad. Los entornos vulnerables son un factor importante de afectación de la salud mental. El sedentarismo es un problema. La falta de una alimentación adecuada. Se requieren políticas publicas que apoyen desde la infancia a las poblaciones vulnerables.

A través de la formación de promotores comunitarios se puede ampliar la capacidad de elaborar planes concretos y proyectos a partir del diagnóstico de problemas priorizados. Aprender a leer las señales, los pedidos de ayuda de las personas con riesgo de autoeliminación. Podemos informarnos y difundir de manera correcta. Crear formas de escucha activa. Establecer redes en la comunidad. Asesorar sobre qué hacer ante los problemas de salud mental.

Desde la comunidad importan los talleres de formación en prevención, acompañamiento de duelos, apoyo para el manejo de las frustraciones, generación de vínculos cercanos. Ampliar el trabajo de la comunidad organizada en el territorio, con iniciativas diversas que pueden incluir huertas comunitarias, actividades culturales y educativas, proyectos productivos, uso cogestionado de espacios públicos y muchas otras herramientas. En la prevención los sistemas de crianza, la infancia y la adolescencia son momentos claves.

En las exposiciones Graciela Loarche (docente de Fac de Psicología) desarrolló los impactos y las respuestas a eventos extremos. Este tipo de situaciones significa cambios en la vida de las personas, que pueden ser traumáticos, duelos por muertes cercanas, cambios de identidad (viudas, viudos, huerfanos). Las crisis nos hacen cuestionar nuestra realidad personal y del entorno. Podemos hablar de trauma sicosocial, no como patologias sino como síntomas del entorno. El daño o las reacciónes que pueda haber tienen su origen en la sociedad y no en el individuo. Podemos identificar factores protectores, mencanismos de resistencia, capacidades personales y colectivas para afrontar estas situaciones. Los Primeros Auxilios Psicologicos, o atención psicosocial temprana son la primera atención que se recibe para dar una ayuda inmediata a la poblacion y reducir el estres primario. Cualquier persona puede brindar estos PAPS. Está destinada a toda la población, individual y colectivamente.

Mercedes Lukin de APEX Udelar relató el proceso de creación de la Mesa Local de Salud Mental en el Oeste como respuesta promovida por la organización de usuarios articulando con todos los actores del territorio. Hoy este espacio es una referencia para pensar las distintas formas de actuar en este campo. Mario Bentancor (Org. De Usuarios del Oeste) explicó como se trabaja en red desde la Mesa Local de SM. En el entramado de redes que se ha construido en la zona la Organización de Usuarios articula con otros actores en la Mesa Local de Salud Mental, la Red de Primera Infancia, el Grupo Intersectorial de Salud, la Red de Municipios y Comunidades Saludables, el Frente Antimanicomial, la Red de Ollas y Merenderos del Oeste.

Ricardo Larrañaga de la Organización de Usuarios del Oeste destacó que en agosto de 2017 se aprobó la ley de salud mental, luego de 80 años sin actualización de la legislación al respecto. A 4 años de aprobada la ley no está implementada y todos los dias se hacen anuncios contra su cumplimiento. Estamos atados de enfoques biologicistas y médico-hegemónicos, que muchas veces diagnostican patologias cuando hay malestares que son reacciones lógicas ante una sociedad que maltrata a las personas. Mas que dificultades en integrar conocimientos encontramos obstáculos para cambiar un modelo de salud mental que es obsoleto. Un nuevo modelo debe incorporar los vinculos familiares y comunitarios y terminar con los manicomios que cronifican situaciones. “Nos resistimos a una medicalización promovida por la industria farmaceutica. Criticamos a los enfermólogos que no trabajan con la salud sino con la enfermedad. En el abordaje comunitario lo primero es el cuidado, amoroso, integrador de lo diferente”. Reclaman cambios, son parte de la Comisión Asesora de la implementación de la ley, son parte del Frente Antimanicomial. Sin embargo no alcanza con reclamar, hay que formarse y proponer, poniendo el cuerpo para empujar y lograr que los cambios sean posibles. La salud mental no es diferente de la salud integral. Es un problema de salud y de DDHH.

En el taller del 26 de agosto las preguntas fueron: ¿Cómo podemos promover proyectos para que las personas puedan compartir lo que están sintiendo en textos, fotos, dibujos? ¿Cuales son los vínculos que pueden ser apoyos, cercanía y promoción de salud? ¿Qué acciones desde colectivos o instituciones permiten promover este tipo de respuestas en nuestro entorno?.¿Cómo nos estamos cuidando nosotros?

La riqueza de las respuestas y el proyecto de creación de un Espacio de Jóvenes Promotores de Salud, con el programa Jóvenes con Voz,s ameritan transmitirlas en otro artículo.

La salud mental comunitaria es una búsqueda que tiene muchas experiencias valiosas en América Latina. La Red de Municipios y Comunidades Saludables de Uruguay está generando vínculos con la Red Internacional de Prácticas y Experiencias en el Cuidado de la Salud Mental

(https://practicasyexperienciasdecuidadosm.udc.edu.ar/) con el propósito compartido de visibilizar e intercambiar experiencias valiosas, que producen ideas nuevas, conocimientos potentes para promover nuevas formas de construir salud en y con las comunidades y diversidades.

EN MEDIO DE LA CATÁSTROFE PENSAR HACIA ADELANTE por Pablo Anzalone

Artículo publicado en NUESTRA VOZ periódico de ONAJPU Junio 2021

Más de cinco mil personas muertas es una catástrofe humana y sanitaria para Uruguay. Los intentos de minimizar la situación, de naturalizar este nivel de mortalidad y la negativa a tomar las medidas necesarias para abatir la cantidad de fallecimientos, ponen en evidencia una gran falta de sensibilidad hacia el sufrimiento de los demás. No son cifras, no son números, son personas. Las familias golpeadas por estas muertes han retomado algo que hicieron desde hace muchos años los familiares de detenidos desaparecidos: poner nombre y apellido a las víctimas, trayectorias y circunstancias, vínculos e historias de vida. Dejan de estar ausentes para mantener esa presencia que nos permite hacer el duelo y reivindicar su memoria. Cuando se trata de muertes tempranas, que podrían haberse evitado, el sentimiento de injusticia y de indignación se vuelve muy legítimo.

El discurso que pretende reducir los problemas de salud a la responsabilidad individual, es insostenible en términos científicos y éticos. Desde hace varios siglos la humanidad aprendió que actuar sobre las enfermedades y la salud requiere de políticas, de acciones del Estado en conjunto con la sociedad civil para construir condiciones de vida que prevengan unas y protejan la otra. En otros tiempos cuando millones de personas enfermaban y morían de “peste” se pensaba que era un castigo divino o un mal inexplicable frente al cual solo cabía la resignación. Pero eso no es así hoy en día. Si se fracasa de manera estrepitosa en reducir la mortalidad es por malas decisiones humanas, responsabilidades indelegables de quienes deben desarrollar las políticas necesarias para proteger la salud.

La construcción de políticas de salud requiere de la participación social, del compromiso de la sociedad y sus organizaciones, para que sean más democráticas y más eficaces. Esta concepción de la salud como un derecho humano y una construcción social no refiere solo a la crisis actual por la Covid sino a todos los problemas de salud. Debemos ser conscientes, además, que el aumento de la pobreza y la miseria, el desempleo, la crisis alimentaria, originan mayor deterioro de la salud.

Enfrentar integralmente la pandemia implica abordar todas sus dimensiones incluyendo la afectación de la salud mental, la salud en los vínculos y el conjunto de problemas no Covid que siguen estando y se han agravado en este periodo. Es imprescindible un plan de acción inmediato para responder a esta situación de emergencia sanitaria que abarca la Covid, el contexto pos-Covid así como las enfermedades crónicas que no se controlaron en este tiempo, los embarazos y nacimientos que no fueron cuidados adecuadamente, las acciones de prevención y promoción que dejaron de hacerse. Sin un plan de contingencia andaremos a los tumbos y costará mucho más recuperar salud y calidad de vida.

Al mismo tiempo es imprescindible pensar en el mediano y largo plazo donde el envejecimiento saludable y las políticas de cuidados confluyen. Uruguay inició un camino muy positivo con el SNIS y con el Sistema Nacional de Cuidados. Ninguno de esos procesos ha culminado y todos requieren nuevas acciones que contemplen el escenario cambiante y crítico que vivimos hoy.

La ley del Sistema Nacional de Cuidados (ley 19.353 de 2015) establece en su artículo 9 inciso G la necesidad de “impulsar la descentralización territorial, buscando contemplar las necesidades específicas de cada comunidad y territorio, estableciendo acuerdos y acciones conjuntas con Gobiernos Departamentales y Municipales cuando correspondiere.

En una mirada similar los programas de prevención y reducción de las situaciones de dependencia están previstos por el Decreto 427 / 2016 de aplicación de la Ley N° 19.353.

La Organización Panamericana de la Salud, define a la promoción de la salud como «el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud«; aclarando que “este concepto se pone en práctica usando enfoques participativos; los individuos, las organizaciones, las comunidades y las instituciones colaboran para crear condiciones que garanticen la salud y el bienestar para todos”.

El enfoque de “entornos saludables” y la estrategia de “Municipios y Comunidades Saludables” implican cambios en el entorno local, espacios públicos, barrios, municipios y ciudades que sean amigables con las personas mayores, con los niños , con las personas discapacitadas .

Consolidar la autonomía de las personas y evitar o retrasar la dependencia pasa por factores psicológicos, emocionales y sociales donde se reconoce la participación activa de los involucrados. De ahí la importancia de las asociaciones, las organizaciones sociales y las redes territoriales.

Como ha sido destacado por muchos actores la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores (2015) es una referencia ineludible. Esta convención da un soporte jurídico para asegurar el ejercicio pleno, en condiciones de igualdad, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de las personas adultas mayores en la región. En ese sentido la Convención establece principios fundamentales de valorización de la persona mayor, su papel en la sociedad y contribución al desarrollo, la dignidad, independencia, protagonismo y autonomía, así como la igualdad y no discriminación. El concepto de “envejecimiento activo y saludable” es uno de los ejes de la Convención.

Uruguay fue el segundo país de América Latina en ratificar esta Convención en diciembre de 2016 mediante la ley 19.439, a través de un proceso participativo donde aportaron muchos actores sociales. La Convención fue el marco del Segundo Plan Nacional de Envejecimiento y Vejez 2016-2019 que incluyó también a los gobiernos locales y la participación de la sociedad civil. El Segundo Plan Nacional de Envejecimiento y Vejez comprende 171 líneas de acción, agrupadas en tres áreas: sensibilización y capacitación , fortalecimiento institucional y ejercicio efectivo de derechos. Evaluar los avances y los pendientes para definir nuevos planes estratégicos es una tarea imprescindible en la actualidad. En un sentido confluyente es necesaria la elaboración con criterios participativos de Objetivos Sanitarios Nacionales al 2030 identificando los problemas críticos priorizados y definiendo líneas de acción y metas concretas en cada uno de ellos .

La Red de Municipios y Comunidades Saludables organiza hoy un Espacio de Formación de Promotores Socio Sanitarios que pretende generar más formación para la acción comunitaria. Es una oportunidad para profundizar en el conocimiento de los problemas urgentes y al mismo tiempo pensar y trabajar para el mediano y largo plazo. Véase la página web www. redmunicipioscomunidadesaludables.com para inscribirse. Es una forma de adquirir herramientas que nos permitan mejorar la labor comunitaria, avanzar como personas y como colectivos. Rescatando y apoyándonos en una larga trayectoria de promotores y agentes comunitarios que construyeron experiencias valiosas en lo sanitario y social.

La solidaridad fue la respuesta más importante de la sociedad uruguaya ante la pandemia. Estamos en el punto más crítico de la emergencia y necesitamos pensar hacia adelante.

UNA NUEVA MIRADA SOBRE LA PANDEMIA

escribe Pablo Anzalone

Artículo publicado en EL DIARIO MEDICO Nº238 enero 2021

La pandemia y las respuestas contra ella, son un punto de inflexión en la historia de la humanidad. Sus causas y consecuencias todavía no han sido estudiadas en profundidad aunque se ha escrito y discutido mucho durante este largo año. Hay una crisis civilizatoria que viene de antes y pone en cuestión la relación con la naturaleza, el cuidado de la vida y las desigualdades inaceptables. También hemos asistido a muchisima información de muy variada credibilidad.

El agravamiento actual de la pandemia en Uruguay dio por tierra con la imagen de excepcionalidad del país y de buen manejo de la estrategia sanitaria. Como dice Adriana Peveroni en La Diaria1, Uruguay ganó un tiempo valioso en el primer semestre del 2020, con un costo alto en materia de desempleo, pobreza e incertidumbre. Ese tiempo no fue utilizado adecuadamente para sostener el entramado social y fortalecer todo el sistema de salud incluyendo en particular el primer nivel de atención. Todavía hoy, en el punto más álgido de la pandemia, se cierran policlínicas zonales de ASSE (13 policlinicas cerradas de un total de 29 en el Dpto de San José) en lugar de dotarlas de recursos, asegurando la higiene y los cuidados necesarios, ampliando la atención en lugar de reducirla.

La estrategia centralizadora ha limitado la capacidad de seguimiento epidemiológico y debilitado las posibilidades de un accionar más cercano a la población en cada departamento, ciudades, localidades y barrios. No fueron consideradas las propuestas presentadas desde la sociedad civil para construir un abordaje local de la pandemia, sumando gobiernos municipales, gobiernos departamentales, servicios de salud públicos y privados y organizaciones sociales, en cada territorio.

Entre estas propuestas cabe destacar la carta enviada el 22 de diciembre al Ministro de Salud Pública con la firma de organizaciones sociales 2y personas donde se plantea que cuando el rasgo dominante de la pandemia es la circulación comunitaria, urge tomar acciones contundentes, socio-sanitarias y económicas; de prevención y cuidado solidario, que permitan dar respuestas sanitarias integrales, realizar rastreos con conocimiento real del territorio, evitar aglomeraciones mediante la disuasión y la mediación y reducir los riesgos de contagio. Además la carta señala la necesidad de potenciar las redes comunitarias que ya existen de forma tal que puedan cooperar, complementar y profundizar las líneas socio sanitarias que define el gobierno nacional y los gobiernos departamentales. Propone en tal sentido “reconocer, potenciar y ayudar a organizar esta fuerza comunitaria desde el nivel de gobierno municipal, mediante la creación de Centros Coordinadores Locales de Emergencia en cada municipio y/u otras jurisdicciones territoriales, fortaleciendo el componente local del sistema de emergencias”.3

La detección de los puntos críticos para el contagio y su mitigación o resolución, solo puede hacerse desde los actores locales que conocen sus realidades específicas y pueden actuar sobre ellas. Las cuarentenas y otras medidas decididas sin tener en cuenta las situaciones concretas de personas y familias tienen mucho menos eficacia y producen mayor afectación social. Es notoria la necesidad de reforzar los planes de apoyo económico ante el aumento de la crisis sanitaria. Como han asumido la enorme mayoría de paises en el mundo, el déficit fiscal no puede ser la principal preocupación en contexto de pandemia.

El incremento de la desigualdad, la pobreza y la vulnerabilidad social son factores que inciden en la salud, hacen más complejo el abordaje de la pandemia y deterioran la calidad de vida de la población. En un libro reciente denominado Desigualdades en el Marco de la Pandemia Nora Goren4 sostiene que “la fragmentación social y las desigualdades se imponen ante nuestros ojos, porque enfrentar a la pandemia es también enfrentar las desigualdades. Nos encontramos con diferencias y déficits en los sistemas de salud y en los accesos a ellos, en los sistemas de protección social, en las condiciones laborales, en la carga y redistribución de los cuidados, en el acceso a la tecnología, en las formas de enfrentar la violencia y en el acceso a los servicios básicos como la vivienda y el agua, entre otros”.

Hoy en Uruguay la obtención de vacunas es una “urgencia de salud pública” y las demoras en este aspecto tienen consecuencias sanitarias y humanas, que nos golpean cada vez más.

Sin embargo nos importa fundamentar que no alcanza con las vacunas, se precisan más medidas “no farmacológicas” y toda una estrategia que incluya al conjunto de problemas críticos de salud.

Se necesitan politicas contra la desigualdad, que reconozcan y actúen sobre los problemas sanitarios, sociales, económicos y culturales involucrados.

Esto implica salir de una visión reduccionista de la pandemia, de manera similar a la ruptura con una concepción acotada de la salud que plantearon en su momento el Informe Lalonde y la Conferencia de Alma Ata. La mirada exclusivamente biologicista, asistencialista, fragmentada, vertical , ha tenido malos resultados en materia de salud. Ese modelo de atención deja de lado los factores determinantes, piensa en lo curativo sin vincularlo a la prevención y rehabilitación, prioriza solo un tipo de tecnología, es funcional a los intereses de lucro y concibe a las personas como entes aislados, subordinados a un poder técnico superior a ellas, sin un rol activo en todo el proceso de salud-enfermedad. En esta coyuntura es como si las personas fueran aparatos que responden a las “perillas” que mueven los gobernantes de turno, y son culpabilizadas cuando se apartan de esos mandatos.

La diferencia conceptual entre distancia física y distanciamiento social es un buen ejemplo.

Fundamenta bien Francois Graña que “la maraña de relaciones sociales en que nos involucramos de por vida desde nuestro nacimiento, desborda ampliamente el simple contacto físico”, utilizando signos cuya comunicación no depende de la copresencia física. Cada vez más los medios de comunicación masiva, internet, celulares y “redes sociales” combinados generan un entretejido de relaciones sociales donde participan una cantidad creciente de personas. Graña afirma en este sentido que estamos siempre socialmente próximos, más allá de la distancia física. Desde este punto analiza las respuestas a la pandemia y cuestiona “¿no es un disparate eliminar la distinción entre “físico” y “social?”. La explicación de esta cancelación de una diferencia tan marcada no puede adjudicarse a la ignorancia sino a la “preeminencia de un biologismo decimonónico que pervive en pleno siglo XXI” y que en plena pandemia tiene consecuencias negativas para la salud y bienestar. “El tratamiento exclusivamente biologista del Covid-19 es un boomerang: produce un efecto contrario al deseado” concluye Graña.

En esa línea de pensamiento considero fundamental promover un fortalecimiento de los lazos sociales. Eso no se contradice con mantener distancia física, usar tapabocas, evitar aglomeraciones y tomar las medidas necesarias para prevenir contagios. Por el contrario puede ser la única forma de cuidarnos y cuidar a los demás. Minimizar los efectos de todas las crisis (sanitaria, económica y social) en materia de salud mental y de vínculos es un grave error. Es necesario pensar que las personas y sus formas de nucleamiento, las organizaciones de todo tipo, los colectivos comunitarios, son protagonistas relevantes, y recurrir a ellos, escuchando, dialogando, promoviendo acciones adecuadas a cada realidad.

Un ejemplo reciente de integralidad en el abordaje de la situación sanitaria fueron los Talleres Abiertos de la Red de Municipios y Comunidades Saludables de abril a noviembre de 2020 realizados por via zoom con una gran participación. En lugar de reducir los problemas a una sola patología y abordarla solo desde la atención técnica específica se promovió la discusión y el aprendizaje sobre temas importantes priorizados en conjunto. Es así que se hicieron talleres sobre Salud Mental en tiempos de Coronavirus, sobre Suicidios y los dilemas de la prevención, sobre Drogas y el abordaje comunitario de los consumos problemáticos. Temas relevantes como la Seguridad y Soberanía Alimentarias, las Violencias Patriarcales, los Cuidados, las Discapacidades y la Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes, fueron abordados a lo largo del año. Las Personas Mayores (sus Redes, su participación y ejercicio de derechos), la Primera Infancia y las Adolescencias, también motivaron talleres abiertos con aportes valiosos de la academia y la comunidad. La atención a la salud fue encarada con globalidad en talleres sobre la situación de los trabajadores de la salud en la jornada Entre aplausos, miedos y violencias, así como en instancias sobre Primer Nivel de Atención y Problemas Críticos de Salud. También se buscó una reflexión prospectiva en el taller Despues del Covid, reconstruyendo la trama social, donde los componentes sanitarios se vincularon con los aspectos económicos, sociales y culturales5 . La idea fuerza fue promover el entramado social y el accionar colectivo de las personas, las organizaciones sociales, las comunidades y los gobiernos locales para construir una salud mejor, desde la combinación del conocimiento científico y el saber comunitario.

Todo indica que el año 2021 va a ser difícil y lo que podamos hacer cada uno de nosotros requiere ideas claras, intercambios y debates francos, sumar esfuerzos con amplitud, impulsar la investigación-formación-acción, promover la democratización de la sociedad, la solidaridad, la empatía y las acciones colectivas.

1 https://ladiaria.com.uy/opinion/articulo/2021/1/el-uso-del-tiempo-en-el-manejo-de-la-pandemia/

2 Movimiento Nacional de Usuarios de la Salud Pública y Privada:ONAJPU Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas; COJUSAPRI Comité de Jubilados de la Salud Privada ONAJPU; GRUPO INTERSECTORIAL DE SALUD DEL CERRO:APEX Cerro Udelar, Asociación Civil La Teja Barrial, Movimiento por las Autonomías; Organización de Usuarios de Salud del Cerro; Parque Público Punta Yeguas; PTI Cerro; MYSU Mujer y Salud en Uruguay; AUDAAG As. Ur. de Asist. y Auxiliares Gerontológicos

3 https://abordajelocalmunicipalemergencia.wordpress.com/2020/12/22/abordaje-local-y-comunitario-frente-a-la-pandemia-centros-de-emergencia-locales-y-municipales/

https://ladiaria.com.uy/opinion/articulo/2020/12/la-fuerza-de-la-comunidad-abordaje-local-y-municipal-en-sindemia/

4 Goren, Nora; Ferrón, Guillermo . Comp. (2020) Desigualdades en el marco de la pandemia. Reflexiones y desafíos.EDUNPAZ. Disponible en https://www.clacso.org/desigualdades-en-el-marco-de-la-pandemia-ii/

5 Ver en canal de you tube https://www.youtube.com/channel/UC0jE-fNJH-sQ1_8OiCMWcBw/featured

COVID 19: UNA RESPUESTA COMUNITARIA PARA UNA PANDEMIA SOCIAL por Miguel Fernández Galeano

La Alianza de Salud Comunitaria (ASC) es una plataforma de 28 organizaciones e instituciones representativas de la mayoría de las comunidades autónomas que forman parte del estado español, que trabajan la promoción de la salud y la salud comunitaria desde los diferentes territorios.  

En las últimas semanas el Observatorio de Salud Comunitaria de COVID-19 que se conformó en su seno como equipo multiprofesional difundió un Manifiesto con el sugestivo título COVID-19: Una respuesta comunitaria para una pandemia social” que aporta un abordaje alternativo al hegemónico a la hora de responder a los principales desafíos sanitarios y sociales que debemos enfrentar en el marco la pandemia.

En efecto, cualquiera sea el país y cualquiera sea la evolución de la pandemia la lógica predominante sigue siendo el resultado de un sistema sanitario centrado en la enfermedad, con un enfoque biomédico y hospitalocentrista que olvida la promoción de salud y la participación comunitaria en salud. Muchas veces no se tiene en cuenta algo fundamental como es la influencia de los determinantes sociales y las condiciones de vida que caracterizan a cada población y que cada territorio.

Es conocida la desigual incidencia de la pandemia en los distintos territorios y grupos de población, determinada fundamentalmente por las condiciones de vida, laborales y socio familiares, en estrecha relación con el nivel socioeconómico. La información sobre la evolución de la pandemia se centra fundamentalmente en el número de nuevos casos, ingresos hospitalarios y defunciones limitándose a constatar las diferencias geográficas por ciudades y barrios sin entrar a analizar sus causas.

Sobre este tema en el número 234 de setiembre de este año en El Diario Médico escribimos una columna en la que analizamos el impacto desigual de la pandemia en función de los determinantes sociales que influyen de materia decisiva en la posibilidad de enfermar y morir por una enfermedad como la COVID-19, por un virus como el SARS-CoV-2 que interviene en el contexto de una clásica triada epidemiológica que no pierde vigencia: agente, ambiente y persona.

En ese sentido nos pareció muy importante compartir con los lectores del Diario Médico un resumen del marco conceptual y las propuestas que se formulan en un enfoque que no solo nos interpela, también nos brinda elementos para una hoja de ruta para construir en Uruguay las mejores respuestas desde una perspectiva integral, humana, ética y socialmente sostenible.

Una conceptualización alternativa de lo que es salud

  • «Se concibe a la ciudadanía como mera destinataria de normas y consejos con una llamada a la responsabilidad individual para su cumplimiento y a la culpabilización del “otro” cuando esto no ocurre, llegando a estigmatizar a grupos de población bien definidos (jóvenes, inmigrantes, barrios obreros)
  • Existen otras formas complementarias de orientar las acciones que, de llevarse a cabo, serían eficaces para disminuir los contagios y aplanar la curva, así como para atender mejor a los grupos más vulnerables
  • Dictar normas y dar consejos no es suficiente para cambiar las conductas de las personas. Para ello, es imprescindible conocer y entender los contextos de las poblaciones y territorios que determinan sus condiciones de vida y con ello sus conductas. Es necesario mejorar esas condiciones laborales y socio familiares que permitan comportamientos saludables para frenar los contagios
  • Dada la emergencia, es imprescindible adoptar acciones concretas con carácter urgente adaptadas a las muy distintas necesidades de territorios y grupos de población. Sería eficaz dar protagonismo a la ciudadanía y sus organizaciones permitiendo su empoderamiento, entendiendo que forman parte de la solución y no del problema
  • Existen muchos ejemplos en los que asociaciones y redes ciudadanas han sido fundamentales para dar soporte a grupos vulnerables a los que la pandemia está castigando duramente.
  • Es posible otro enfoque para el abordaje de la pandemia, un enfoque salutogénico centrado en la salud comunitaria, el empoderamiento y la participación activa de la ciudadanía. Un enfoque que disminuiría contagios y aplanaría la curva«

Cinco propuestas para apuntar a una respuesta integral

«1. Visibilizando a los invisibles. Las condiciones de vida influyen en la desigual distribución del virus

  • Las distintas medidas deben adaptarse a la comunidad a la que se dirigen, sin disociar la salud de lo social y con especial enfoque a los grupos más vulnerables. Las personas vulnerables y que sufren desigualdad (personas refugiadas y personas migrantes, las personas socialmente aisladas, las personas sin hogar, las personas mayores en residencias, las personas con enfermedad mental y las mujeres y niñas y niños en riesgo de violencia de género) se verán más negativamente afectadas por la COVID-19 
  • El afrontamiento de la pandemia no es solo una estrategia sanitaria, implica una intervención conjunta de toda la sociedad, en la que se aprenda a convivir con la COVID-19, diseñando nuevas formas de proteger a las personas más vulnerables, promoviendo la educación y el desarrollo social de la infancia y juventud, mejorando la calidad de vida, la interacción social y los cuidados personales 
  • Los gobiernos y autoridades deben utilizar un enfoque sistemático para reducir las inequidades sanitarias actuando sobre los determinantes sociales de la salud
  • Es necesario promover, desde el inicio, un diálogo local entre las comunidades, las instituciones y los servicios públicos (atención primaria de salud, salud pública, servicios sociales, educación, asociaciones, comunidad y otros) para trabajar con la información precisa y adaptada a cada circunstancia y contexto; un diálogo a través de canales normalizados, a todos los niveles y a lo largo de toda la respuesta, para facilitar la participación activa de las personas afectadas en el proceso, movilizando acciones, recursos y activos para la salud, sin dejar a nadie atrás
  • Una sociedad solidaria que fomenta la equidad y la inclusión es la mejor forma de afrontamiento de la pandemia

Propuesta: Asignación de recursos económicos, humanos y materiales potenciando los servicios públicos en función de las necesidades adaptadas a cada circunstancia y contexto, con especial énfasis en los grupos vulnerables y con un enfoque para reducir las inequidades en salud.«

«2. Reivindicación del papel de la comunidad en el aplanamiento de la curva. Integrando la mirada a lo individual en su contexto comunitario

  • Organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) señalan que las redes comunitarias son esenciales para el manejo de la crisis social y sanitaria de la COVID19
  • Estas redes disminuyen tanto la transmisión de la infección como el impacto social asociado. Además, facilitan una comunicación bilateral, hacen accesible el conocimiento, detectan necesidades y promueven mecanismos de cooperación aumentando el alcance de las intervenciones, abarcando a toda la población de una forma más eficaz
  • La prevención comunitaria de la COVID-19 es clave ya que las comunidades pueden facilitar la reciprocidad y la ayuda mutua. Las medidas preventivas y la distancia física no significan distancia social
  • La resiliencia comunitaria es la capacidad de hacer frente a situaciones de emergencia y poder recuperarse, como en el caso de una pandemia. Tiene relación con el conocimiento local, las redes y relaciones comunitarias, la gobernanza y liderazgo, los recursos y activos para la salud, la organización y el desarrollo comunitario
  • Las instituciones tienen que contar más con la participación de estas redes a la hora de diseñar e implementar acciones ya que son las que conocen el territorio y son reconocidas por quienes viven en él. Y a su vez el gobierno debe potenciar los servicios públicos que son la principal protección colectiva de la población con criterios de equidad, no hacerlo es cuestionable
  • Además, lo colectivo y la participación tienen efecto sobre el empoderamiento de la población y sobre el manejo de las condiciones de vida. Se debe huir de soluciones individuales y patologizantes de los procesos. Una situación de emergencia social precisa implementar una salida grupal y comunitaria que busque la elaboración colectiva de los traumas asociados y de los procesos personales de adaptación

Propuesta: Identificar y reconocer las redes comunitarias que deben participar en el diseño e implementación de acciones en cada territorio, así como asignar recursos y herramientas que faciliten los procesos que lo permitan«.

» 3. Cuidando la narrativa. No culpabilizar, señalar ni estigmatizar sino promover la salud

  • La información sobre la pandemia provoca infodemia, un exceso de información en la que se incluyen rumores que ocasiona confusión y dificultad para encontrar orientación y fuentes de información fiables.
  • Además, la actual estrategia de comunicación de la epidemia busca con frecuencia fomentar el miedo e identificar culpables, señalando a los colectivos en quienes la sociedad puede descargar la responsabilidad de la situación actual. Estas generalizaciones fomentan la estigmatización de determinados grupos sociales y dificultan las medidas de prevención
  • Las estrategias de comunicación del riesgo deben contar con las visiones y valores de la comunidad, favoreciendo una comunicación que facilite el sentido de la eficacia y la seguridad en las formas de prevención.
  • Las estrategias de prevención de COVID-19 y de promoción de la salud deben contar con la participación de representantes de los grupos destinatarios tanto en el diseño como en la implementación
  • El cambio de narrativa en la comunicación debe ser útil a la prevención, fomentando la responsabilidad social y la resiliencia comunitaria. Los medios de comunicación tienen que huir de la información espectáculo que provoca miedo y bloqueo para comunicar mensajes desde tonos y estilos que faciliten la información crítica y la prevención
  • La ciudadanía cuando usa las redes sociales debe ser crítica con las informaciones falsamente novedosas y llamativas que envuelven los bulos y ser conscientes de la información que se comparte para no alimentar rumores y desinformaciones

Propuesta

Cambiar la orientación de la información y recomendaciones a la ciudadanía por los organismos públicos y medios de comunicación huyendo de la estigmatización fomentando la culpa hacia “el otro”. Informar sobre los determinantes sociales y las condiciones de vida que dificultan de forma muy desigual el seguir las recomendaciones de prevención. Desarrollar políticas de promoción de salud con participación de ciudadanos y organizaciones

«4. Reorientando el sistema sanitario hacia la atención primaria, puerta de entrada a la comunidad

  • Los centros de salud son el elemento central del sistema sanitario para la prevención y mitigación de la COVID-19. Además de ser el eje de la detección precoz de casos, la atención primaria es la puerta de entrada para la implicación de la comunidad
  • La atención comunitaria desde el centro de salud supone generar un diálogo con los diferentes centros y servicios existentes en un territorio para aumentar la responsabilidad social y la resiliencia comunitaria
  • El reconocimiento de los recursos y activos comunitarios permite adaptar las medidas preventivas al contexto de cada territorio y fomentar un entorno seguro para la salud física, social y mental de las comunidades
  • El centro de salud puede fomentar el empoderamiento personal, comunitario y organizativo, elementos fundamentales de la responsabilidad comunitaria

Propuesta

Revertir la tendencia hospitalocentrista en la asignación de presupuestos y aumentar la inversión finalista destinada a Atención Primaria adaptando la asignación de recursos humanos, materiales y económicos en función de las necesidades y la complejidad de cada territorio, haciendo posible los cambios estructurales y organizativos que permitan a los centros de salud volver a poner el foco en las comunidades.«

«5. La salud pública creando sinergias entre sociedad y sistema sanitario

  • La salud pública elabora las estrategias de respuesta a la que sirven de puente entre la sociedad y el sistema sanitario. La inteligencia de salud pública debe combinar la epidemiología del virus y la epidemiología social
  • La afectación de la sociedad está mediatizada por los determinantes sociales de la salud. Las actuaciones de salud pública tienen que ser transversales e inclusivas dentro del sistema sanitario y dinamizadoras de los recursos y activos de la sociedad y las diferentes comunidades
  • Esto no es una estrategia de guerra en la que hay que buscar culpables, sino una estrategia de desarrollo social que fomente las capacidades de los servicios públicos y las capacidades para la salud y el empoderamiento de los diferentes grupos sociales de nuestra sociedad
  • La salud y el bienestar tienen que estar incluidos en todas las políticas (educación, servicios sociales, movilidad, urbanismo, medio ambiente,) y en los diferentes territorios
  • Salud pública tiene que facilitar herramientas, formación y apoyo técnico a los procesos que fomentan la participación, la equidad y el diseño colaborativo. La vigilancia y la promoción de la salud de los servicios de salud pública en coordinación con la Atención Primaria mejoran la adaptación y la efectividad en los diferentes territorios
  • Desde Salud pública se debe articular la cooperación entre los diferentes servicios públicos, especialmente los centros educativos, los servicios sanitarios, los servicios sociales y otros servicios municipales. Los ayuntamientos tienen un papel clave en la salud comunitaria y prevención de la COVID-19

Propuesta

Dotar de los recursos económicos, humanos y tecnológicos suficientes para que puedan existir espacios de trabajo y cooperación efectivos entre los servicios de salud pública, los ayuntamientos y atención primaria. Retomar de forma efectiva los consejos de salud como espacios comunitarios de especial relevancia en la vida comunitaria de los barrios.

Aumentar la inversión en servicios de salud pública que los hagan potentes y efectivos, fomentando contrataciones y condiciones laborales atractivas para crear servicios que puedan dar respuesta a las necesidades de cada territorio con un mayor enfoque en epidemiología social y estrategias de promoción de la salud.«

¿CÓMO AFECTÓ LA PANDEMIA A LAS PRÁCTICAS COLECTIVAS?

La experiencia de la Red de Municipios y Comunidades Saludables

Escribe Pablo Anzalone

Sentimientos que desencadenó la pandemia y cómo afectó a las prácticas colectivas

La Covid produjo a nivel general sentimientos de incertidumbre, miedo, inseguridad, soledad, preocupación, ansiedad. En primer lugar relacionados con la salud propia y de familiares; en segundo lugar con la subsistencia económica, el empleo, la alimentación, en tercer término con los vínculos sociales y el futuro. Instaló una parálisis recomendada fuertemente con argumentos sanitarios, muy vinculada con el confinamiento pero también con la sensación colectiva que no se podía hacer mucho en otros planos de la sociedad. En lo sanitario las medidas prescriptas fueron evitar el contagio y esperar la vacuna. En el discurso predominante esto se traduce en la postergación de todas las demas temáticas y en una fuerte indicación a las personas de quedarse quietas. Es muy expresiva la frase “distanciamiento social” para referirse a la distancia física entre las personas fuera de su hogar.

En grupos específicos como las personas mayores de 65 años esta situación agravó el estereotipo de “pasivización” que la sociedad promueve hacia esta población y que se internaliza fácilmente. A pesar de que estrictamente no es la edad el factor de riesgo sino las patologías previas que las personas hayan tenido.

La concentración de la comunicación pública en el nuevo gobierno con un mecanismo de conferencias de prensa diarias le otorgó un enorme poder mediático, sumado al vínculo privilegiado con los propietarios de los grandes medios.

La proliferación de noticias sobre la Covid a través de medios tradicionales y redes no generó mejor información sino que produjo saturación, incertidumbre, miedos, y promovió en las personas un rol pasivo de receptores.

Al mismo tiempo la comunicación via web ofreció mayores posibilidades de contacto, información e intercambio entre personas alejadas geográficamente dentro y fuera del país. Ese es un efecto interesante para las prácticas colectivas. Un tema fundamental para la acción social y política es la posibilidad de razonar, de analizar las informaciones recibidas , para promover reflexiones críticas y conductas pro activas. La comunicación unidireccional de emisor a receptor, casi monotemática en un nucleo como la COVID asociado al miedo, donde los mensajes reiterados son de pasividad y aislamiento, opera fuertemente contra la acción social y política como práctica colectiva.

Se ha dicho bien que la pandemia agravó muchos de los problemas y desigualdades que ya existían. En el campo de la política profundizó lógicas de concentración del poder y debilitó la participación ciudadana.

Sin embargo hay “efectos pandemia” que van en una dirección contraria a los mencionados. El escenario de pandemia desencadenó también respuestas solidarias muy importantes a través de Ollas Populares, canastas de alimentos, apoyos psicológicos gratuitos y otras. Estas respuestas solidarias fueron sorprendentemente rápidas y extendidas. Su creación fue posible por fortalezas previas del entramado social. Como muestra “Solidaridad.uy” las ollas populares se sostuvieron en el tiempo, aún con dificultades dado el escaso apoyo estatal, pero además coordinaron entre ellas y con la Intersocial, se vincularon con movidas de huertas comunitarias y familiares. Las coordinaciones de Ollas y la propia Intersocial son fenómenos destacables, expresión de valores solidarios y de un fuerte sentimiento de unidad que caracteriza a los sectores populares uruguayos.

Al mismo tiempo la recién creada Red de Municipios y Comunidades Saludables llevó adelante un conjunto interesante de acciones en este corto período.

La estrategia de Municipios y Comunidades Saludables

La estrategia de MCS tiene un predicamento relativamente importante a nivel de OPS OMS. Da continuidad y operacionaliza algunas definiciones fundamentales de la Declaración de Alma Ata sobre el derecho de los pueblos a decidir respecto a su salud, participando en la elaboración y puesta en práctica de acciones intersectoriales.

Esto implica varios elementos interesantes en términos de acción colectiva, social y política en un sentido amplio:

a) los protagonistas principales de la salud no son solo los servicios médicos, no se concentran en el segundo y tercer nivel de atención, no piensan la tecnología compleja vinculada al diagnóstico y terapéutica como las llaves mágicas de la salud. El mensaje implícito se distancia del estereotipo: “quedese tranquilo que nosotros lo vamos a curar”, tan fuerte en el modelo bio médico.

b) El gobierno nacional no es el único ni principal actor, ni decisor inapelable, y se jerarquiza el rol de los gobiernos locales (municipales y departamentales). La dimensión territorial adquiere mas fuerza con consecuencias en varios planos.

c) La salud se piensa desde una mirada intersectorial centrada en sus determinantes sociales, económicos y culturales, que no se conciben como algo dado, inamovible, sino como factores transformables. La prevención de la enfermedad y la promoción de la salud son enfatizadas en este enfoque, que cuestiona las condiciones de vida y los hábitos que producen los problemas o también la protección de la salud.

d) Las comunidades, es decir los colectivos sociales, son protagonistas de primera línea en esta estrategia, su saber es valorado, su accionar es requerido y sus intereses pesan más que en otras estrategias o diseños. Este rol va mas allá de formular demandas a las autoridades para que resuelvan los problemas. Implica involucrarse en el diagnóstico, en la elaboración e implementación de las soluciones. Supone una evaluación participativa de los pasos que se van dando y la retroalimentación hacia nuevas etapas y acciones.

e) La construcción de alianzas amplias es la clave de la estrategia MCS, acuerdos entre sectores heterogéneos, que tienen intereses en común (y también diferentes). Se trata de un abanico de organizaciones sociales del territorio, gobiernos locales, servicios nacionales, junto con la academia y la colaboración técnica de organismos como la OPS/OMS, FAO, PNUD.

f) El dialogo de saberes es un elemento decisivo para los MCS. La academia, en el caso uruguayo, la Udelar, a través de mecanismos de extensión, de investigación/acción/participación puede contribuir con sus conocimientos y recoger los saberes de los demás actores. En particular los protagonistas de la comunidad tienen saberes y capacidades insustituibles y los gobiernos locales también. Este dialogo de saberes supone asimismo la construcción de nuevos conocimientos, su apropiación democrática por parte de los actores locales y su traducción en prácticas transformadoras de su medio.

La puesta en práctica de estas potencialidades enfrenta muchas dificultades de distinto tipo. Algunos de esos obstáculos están relacionados con las correlaciones de fuerza y las hegemonías culturales existentes, los intereses que predominan, el peso del modelo biomédico y la industria internacional de la salud (medicamentos y tecnologías). Otras dificultades tienen que ver con las debilidades del entramado social, sus contradicciones, divisiones, las historias distintas y a veces divergentes, la dependencia del Estado, la existencia de lógicas clientelares, entre otros factores. Como sucedió con la APS, la estrategia MCS puede asimismo ser utilizada con otros fines y convertirse en formas de trasladar la responsabilidad a actores sociales o instituciones locales al mismo tiempo que no se les dan los recursos necesarios. Un elemento clave es si se ponen en cuestión las estructuras que reproducen las desigualdades y afectan las condiciones de vida y salud.

Red de Municipios y Comunidades Saludables

En Uruguay el MSP promovió en alguna medida la estrategia MCS, durante los últimos gobiernos. Esto se tradujo sobre todo en intercambios con varios gobiernos municipales y la firma entre cada uno de ellos y el MSP de un documento o compromiso de trabajo que los reconocía como Municipios Saludables. A nivel del Municipio A de Montevideo el gobierno local conformó en 2019 un Grupo de Trabajo de MCS que además de la firma del documento generó una línea de trabajo sostenido con acciones que incluyeron la creación de una Mesa Coordinadora, la realización un encuentro amplio de puesta en común de las distintas experiencias comunitarias de la zona y una Feria de Salud.

La percepción de la riqueza en las experiencias de distintos territorios y comunidades, pero también su dispersión, fragmentación e invisibilización, llevaron a la idea de crear una Red de Municipios y Comunidades Saludables. Las conversaciones con este objetivo se desarrollaron desde fines de 2019 y comienzos del 2020 entre varios municipios de Montevideo, ONAJPU, Movimiento Nacional de Usuarios de la Salud, Organización de Usuarios de Salud del Cerro, División Salud de la Intendencia de Montevideo y la de Canelones, Asoc. De Nutricionistas, entre otros. También el proyecto Udelar CSIC “Descentralización y Promoción de Salud. Integrando la trama local a los cuidados” con equipos de Facultad de Medicina, Ciencias Sociales y Enfermería.

El Encuentro fundacional de la Red estaba planificado para el 31 de marzo, pero la pandemia cambió esos planes y la realidad del país. Puestos en la disyuntiva de postergar y esperar tiempos mejores, o adaptarse a la nueva situación manteniendo el impulso inicial, los colectivos e instituciones resolvieron multiplicar las acciones utilizando las herramientas de comunicación web.

Es asi que se mantuvo el funcionamiento regular de la Red MCS y se organizaron varias iniciativas. Paradójicamente más reuniones y acciones que las previsibles en un contexto normal. En particular los Talleres Abiertos de la Red MCS con temas priorizados en conjunto, obtuvieron una amplia convocatoria y generaron una gran riqueza de intercambios. Además de los Talleres la Red MCS realizó un Curso de Animadores de Redes Comunitarias que permitió la elaboración de 6 proyectos de acción comunitaria, puso en marcha una Página Web, un Canal de You Tube y apoyó varias iniciativas de las organizaciones integrantes.

Desde el 23 de abril al 29 de octubre la Red MCS realizó 16 talleres abiertos con el apoyo del zoom de Facultad de Medicina. Alrededor de 2500 personas ingresaron por esta vía a los talleres con un promedio de 160 personas por taller. Los temas fueron acordados en las reuniones de la Red recogiendo las preocupaciones y priorizaciones de los colectivos que la integran. Es así que se abordaron los siguientes temas: Salud Mental en tiempos de Covid; Situación de las Personas Mayores y Redes ; Seguridad y Soberanía alimentarias; Después del COVID, reconstituyendo la trama social; Violencias Patriarcales ; Suicidios, nuevos y viejos dilemas de la prevención ; Drogas, abordaje comunitario; Problemas Críticos de Salud, Objetivos Sanitarios y Comunidad; Primer Nivel de Atención; Entre aplausos, miedos y violencias, trabajar en la salud en tiempos de Covid; Cuidados; Discapacidades; Explotación sexual de niñas, niños y adolescentes; Personas Mayores Derechos y Participación; Primera Infancia; Adolescencias.

Desde una perspectiva de investigación-acción-participación hay herramientas utilizadas que merecen destacarse :

a) Metodologías participativas, que evitaron el formato de conferencias magistrales y optaron por exposiciones disparadoras, intercambios en subgrupos, puesta en común y discusión en plenaria.

b) En los expositores se combinaron el saber académico, las experiencias comunitarias y la gestión de políticas públicas. Esa diversidad de miradas complementarias y la calidad de los expositores aportaron riqueza a los intercambios.

c) Los talleres no se limitaron al evento en sí, sino que se ampliaron instrumentos para recoger opiniones incluyendo el formulario de inscripción, preguntas previas a los inscriptos, Chat , formulario de evaluación del Taller y Foros de la página Web.

d) La utilización de herramientas web y la amplitud de la convocatoria permitió la participación de personas y colectivos de muy distintos lugares del país. También participaron expositores y asistentes de otros paises de Iberoamerica (Colombia, Argentina, Ecuador, México, España, Perú).

e) Formación de tutores y coordinadores. Se promovió que personas con experiencia de los distintos colectivos realizaran un pre-curso brindado por el área de educación permanente de Facultad de Medicina. Estas personas coordinaron los subgrupos en los Talleres y participaron de la elaboración de proyectos comunitarios en el Curso de Animadores de Redes Comunitarias.

f) La realización de relatorías de los talleres buscó recoger los contenidos principales de las exposiciones, las discusiones en subgrupos y plenaria, junto con aportes recibidos por otras vías, para sistematizar los conocimientos trabajados colectivamente.

g) Al subir los audios o videos de todos los Talleres al canal de you tube de la Red de Municipios y Comunidades Saludables y la página web, quedó un material de consulta para todos los que quieran analizar los temas abordados (ver https://www.youtube.com/channel/UC0jE-fNJH-sQ1_8OiCMWcBw/featured; http://redmunicipioscomunidadesaludables.com/ )

h) La participación de la Udelar en estas actividades se basó en un enfoque de Investigación Acción Participación. El diseño IAP es una estrategia metodológica de investigación social que se origina en los aportes de Paulo Freire y Orlando Fals Borda y tiene una larga historia en América Latina. En Uruguay ha tenido menos desarrollo, pero el nuevo contexto revaloriza su rol como herramienta fermental para pensar la investigación científica junto con la acción colectiva vinculando la academia con los movimientos sociales.

Desafíos para la acción comunitaria en este período

La labor de los colectivos y organizaciones sociales en este contexto no es sencilla y enfrenta desafíos importantes. Entre las preocupaciones que surgieron de los intercambios realizados están las formas de afirmar el vínculo con las personas relacionadas con dichos colectivos y al mismo tiempo llegar al conjunto de la población. Otra preocupación es romper el aislamiento de cada demanda, de cada tema, de cada organización y de cada territorio. Esto implica generar puentes, intercambios, plataformas e iniciativas para pensar en conjunto los distintos temas y luchas, entre colectivos y personas que provienen de territorios y prácticas diferentes.

La formación/acción es una necesidad clara para los movimientos sociales. No hay acción innovadora sin formación permanente de sus protagonistas. Los escenarios actuales son complejos, hay que conocerlos en profundidad para poder construir líneas de acumulación y enriquecer las prácticas colectivas. El pensamiento crítico solo puede renovarse a partir del análisis de las realidades donde estamos insertos, apoyándose en las mejores experiencias para elaborar ideas y propuestas transformadoras.

Conclusiones:

En un contexto adverso organizaciones sociales, gobiernos locales y academia fueron capaces de desarrollar acciones colectivas, debates, instancias de formación/acción en el marco de un proceso innovador.

Artículo publicado en LA DIARIA 9/11/2020

https://www.youtube.com/channel/UC0jE-fNJH-sQ1_8OiCMWcBw/featured

PRIMER NIVEL DE ATENCIÓN : UNA DISCUSIÓN FERMENTAL DE ESTRATEGIAS SANITARIAS

escribe Mag. Pablo Anzalone

Artículo publicado en EL DIARIO MEDICO octubre 2020

El rol del Primer Nivel de Atención es uno de los nudos estratégicos de cualquier política de salud y de todo sistema de salud. También del SNIS. El 23 de julio pasado la Red de Municipios y Comunidades Saludables realizó un Taller Abierto sobre Primer Nivel de Atención. Aportaron a este intercambio las exposiciones de Giovanni Escalante representante de la OPS/OMS en Uruguay, Analice Berón Directora de División Salud de la Intendencia de Montevideo, Gabriela Lamique Directora de la RAP Metropolitana, Jorge Bentancur fundador de la Org. De Usuarios de la Salud del Cerro y Jacqueline Ponzo presidenta de la Confederación Latinoamericana de Medicina Familiar y Comunitaria. Moderaron el taller Adriana Robaina de ONAJPU y Gerardo Falco médico de familia integrante del grupo de MCS en el Municipio A. Además de este abanico de exposiciones, se discutió en cinco subgrupos y luego en plenaria con una participación muy activa de los asistentes.

Va aquí una síntesis de esos planteamientos e intercambios, como contribución a debates tan necesarios para el avance del SNIS (y su defensa ante todo intento de retroceso). La Red MCS está iniciando ahora una sistematización y evaluación de las experiencias realizadas en 2020 y estos talleres han sido una de las lineas de acción conjunta mas interesantes. En momentos en que el país se confinaba y muchas actividades u organizaciones se detenían, la Red MCS llevó adelante 16 Talleres Abiertos sobre temas relevantes con amplia convocatoria y participación de personas de distintos colectivos, instituciones y regiones del país.

Giovanni Escalante inició su planteo fundamentando que la mejor manera de construir sistemas de salud basados en APS es mediante el ejercicio del derecho a la salud, a traves de la participación plena de todos los actores de la comunidad. Está comprobado en el mundo que el mejor modelo es el que se adapta a las necesidades y demandas de la población, para desarrollar sistemas basados en la APS. Entonces el primer elemento a relevar es la participación social incluyendo la cogestión por parte de la comunidad. ¿En qué medida las redes de servicios de salud tienen mecanismos de cogestión por la via de involucrar la comunidad en la gestión integral de los servicios? .Hemos visto experiencias muy ricas de participación de la población, en la cogestión, no solo en las demandas, sino tambien en la planificación, la implementación y la evaluación sobre la marcha de los servicios,

Desarrolló luego un segundo concepto preguntándose en que medida es bueno seguir usando un término que se identifica con atención simple, básica. Citando a David Tejada Rivero uno de los primeros promotores de la APS señaló en su momento que en la traducción del término se perdió un aspecto relevante: los cuidados esenciales de salud. Hablamos de cuidados esenciales de la salud. El imperativo categorico es promover la salud y los cuidados a las personas. No solo la atención a la enfermedad. En la actualidad marcada por la pandemia no debemos ver solo la atencion a los pacientes con Covid, sino como asegurar los cuidados esenciales y velar por la salud. Al mismo tiempo ¿Cómo prevenir el Covid? ¿ cómo a traves de cambios de conductas, se puede incidir en los escenarios futuros?. Hay que mirar la prevención para que los servicios de la salud puedan responder adecuadamente. Ya no es solo atender la enfermedad, sino debemos cambiar el chip y promover la salud. No es una cuestion retorica sino algo esencial para procurar la supervivencia de la humanidad. La promoción de la salud nos hablaba de los escenarios de relación entre las personas para transformar nuestra realidad. A modo de ejemplos concretos : ¿podremos gestionar bien los residuos sólidos, reciclar la basura en mejores condiciones, lograr una mejor calidad del aire? ¿Podremos desarrollar programas de alimentación saludable donde se evite el consumo de productos ultraprocesados con altos niveles de sodio, grasas y azúcares.? ¿Cómo promoveremos espacios saludables en el trabajo, o en los municipios?

Hay un paradigma centrado en que los servicios de salud atiendan a los usuarios , con un PNA como puerta de entrada. Pero este paradigma piensa en los dispositivos fijos de atención. La policlinica es un elemento fundamental del PNA. Las personas pueden ir allí para atender las patologías de menor complejidad. Sin embargo las experiencias que he visitado en Uruguay son muy ricas, hay un trabajo construido durante décadas. Cabe preguntarse ¿Como se puede sistematizar esas experiencias para considerar PNA no solo los espacios fíjos sino todos los lugares de interacción en la comunidad?. Por ej. con programas claves para involucrar otros protagonistas. El escenario donde solo está la policlinica para recibir a los pacientes es un modelo que ya se agotó.

Más aún ahora con el desafío de la Telesalud. No solo la telemedicina, donde un médico atiende por un mecanismo remoto, para facilitar una conexión entre menor complejidad y mayor complejidad. La telesalud tiene también otras aplicaciones: campañas, tele-educación, capacitación al personal de salud y a la propia comunidad.

Por último el representante de OPS en Uruguay planteó una reflexión: ¿en qué medida vamos a hacer realmente que el nivel que traccione la atención a la salud y proteja a la población sea el PNA?. Destacó experiencias muy interesantes donde los usuarios están identificados desde el territorio, con mapeo georeferenciado de toda la población, ubicando donde están las gestantes, las personas con factores de riesgos, creando mecanismos claros para defender sus intereses.

Analice Berón desarrolló la trayectoria que ha tenido la IM en la APS y en el PNA. La experiencia de la IM y sus aportes en este plano, lo que hoy se conoce el SAS Servicio de Atención a la Salud fue creado como Unidades Sanitarias de Desarrollo en 1968. En 1985 se realiza un convenio entre IM y el MSP pero es en el 90 cuando estos servicios se amplían con 10 nuevas policlinicas. El modelo de atención llevado adelante por el SAS ha sido un precursor del promovido por el SNIS. Actualmente la IM tiene 20 policlinicas polivalentes. En setiembre se inaugurará una nueva policlínica en el Complejo Crece, un nuevo centro SACUDE Salud Cultura y Deporte, en la zona de Flor de Maroñas del Municipio F. Ese modelo SACUDE ha sido una experiencia exitosa en el Barrio Municipal del Municipio D. Destacó también la atención odontológica integral (21 sillones) y la labor de un policlinico móvil en el municipio A.

Hizo énfasis asimismo en el diseño e instrumentación del Primer Plan de Salud de Montevideo. Entendiendo la salud como un derecho, que implica la satisfacción de las necesidades humanas, con vistas a un desarrollo humano cada vez mas pleno, con mayor calidad de vida. A eso apunta el Plan de Salud, integrando las politicas que lleva adelante la IM en sus distintos departamentos. Este Plan fue aprobado por el intendente en diciembre de 2019 para que cada uno de los dptos de la IM, incorpore una mirada de salud en sus acciones.

Gabriela Lamique señaló que Uruguay tiene un Sistema de Salud cuyos pilares fundamentales son la territorialidad, la longitudinalidad, la integralidad y la accesibilidad. El PNA es la puerta de entrada y genera una atención longitudinal. La RAP Metropolitana es una de las unidades ejecutoras mas complejas de la Red de ASSE. Atiende al 30% de los usuarios de ASSE, 419 mil usuarios. Tiene catorce centros de salud, 6 de ellos con puerta de urgencia y 76 policlinicas. Lamique reafirmó que un objetivo fundamental de esta gestión es avanzar en la territorializacion, en un proceso que la RAP ya viene trabajando desde hace años. Esos territorios de salud son compartidos con aliados estratégicos, como la IM con sus 20 centros y tambien el BPS con sus 4 centros. En ese proceso de territorialización se vienen definiendo las areas de responsabilidad, las zonas mínimas de responsabilidad, después las áreas de salud, y luego un tercer plano que es la subregión donde ya hay servicios de segundo y tercer nivel. Y por último la región metropolitana, que es una de las cuatro regiones de todo ASSE. La territorialización es una manera de marcar la cancha, para ver los jugadores, identificar los usuarios y adscribirlos a un efector en el territorio. Un punto fundamental, razón de ser del PNA es la planificación local en salud. Esta será una de las líneas estratégicas, pero ademas con un enfoque de participación. Esa planificación participativa será un gran desafío para funcionarios y usuarios, y para todos los actores desde la intersectorialidad.

Lamique compartió las afirmaciones de Escalante de que el PNA no son solo los centros de atención.Jerarquizó las actividades de prevención y promoción, el diagnóstico de las enfermedades agudas y también los determinantes de los problemas crónicos. Mencionó que la RAP metropolitana tiene atención domiciliaria, atención individual y grupal. La priorización de los problemas y los factores protectores, es necesaria para elaborar los planes y luego hacer el seguimiento. Esto nos enriquece a los gestores de todos los niveles y tambien a los usuarios. La planificación local y la territorialización son fundamentales para la coordinación de la atención y asegurar la continuidad asistencial. “Ojala los hospitales nos pregunten por los planes locales de salud para poder encarar su propia labor” afirmó. El equipo de referencia del PNA debe poder tener contacto con la atención especializada en el territorio, con un plan de cuidados conjunto.

Analizando las perspectivas, propuso tomar la pandemia como una oportunidad, que puso en evidencia debilidades y fortalezas, planteando un gran reto para los sistemas de salud. Uno de estas crisis tiene que aprender, concluyó.

Jorge Bentancur caracterizó la realidad actual del zonal 17 del Municipio A con 206 mil habitantes y 70 asentamientos. Historió que alli están los dos primeros barrios de Montevideo, la Villa del Cerro y Pueblo Victoria. Recordó que las calles tenían nombre de país menos la llamada “Dr Viacaba” en homenaje a un médico que atendía solidariamente en la zona. Había mutualistas, sociedades de ayuda mutua, organizaciones fuertes aunque en determinado momento empezó a cambiar, “entró el negocio en la salud”. En los inicios del barrio vino un botánico que recogió mas de 100 plantas medicinales del arroyo Pantanoso. Hoy tenemos un Pantanoso totalmente contaminado.

Se refirió al proceso de cómo se convirtieron de Comisión de Salud del Consejo Vecinal, en una Organización de Usuarios . Antes de ese momento en el sistema de salud no había un usuario activo como rol reconocido. En la asamblea fundacional realizada en 2005 con mas de 100 vecinos se decidió recorrer las subzonas, los barrios de la zona, preguntando ¿qué mas hay que hacer?. Invitaron al centro de salud y otros actores locales. Se fue haciendo un mapa de lo que había en cada barrio y lo que debería haber para tener salud. Luego se puso en común lo recogido y con ese material se convocó una segunda asamblea y se fijaron prioridades.

Una gran prioridad fueron los niños desnutridos y en respuesta se hizo primero una Coordinación de Infancia y luego la Red de Primera Infancia. La principal riqueza de un pais son sus niños. Nacen solo 40 mil niños todos los años y 43% nacen en hogares pobres. La organización de usuarios del Cerro ha luchado mucho para lograr mas centros de atención a la primera infancia. Les costó mucho, muchísimo y sigue costando. 30% de los niños no tienen donde ir. Para los niños y sus padres es fundamental que puedan acceder a una atención digna tengan o no dinero. Esperan que la clase politica en lugar de malgastar 120 millones de dólares en una cárcel modelo, inviertan en que los niños tengan todas las posibilidades desde que nacen. Sabiendo que si nacen sin esas posibilidades es difícil que puedan recuperarse.

La segunda prioridad definida por los usuarios fueron las adicciones. Ahi surgió “Mi Cerro Sin Drogas”. En su lanzamiento participaron 700 vecinos, trabajando en talleres de 20 personas a lo largo de todo el día. Participaron escuelas, liceos, grupos de adultos mayores. Fue un lanzamiento de impacto. Hubo un triangular de fubol femenino de Cerro, Rampla y Progreso. “Mi Cerro Sin Drogas” hizo actividades en 4 escuelas, los mismos niños hicieron una obra de teatro y la representaron en el teatro Florencio sanchez. Más de 15 personas de MCSD recibieron una capacitación amplia. Se hizo una recorrida casa a casa en Cerro Norte. Se creó el Centro de Escucha “Pablo Barrios” adecuando un local de la IM por presupuesto participativo. Se hizo un manual para talleres, autorizado por el MEC. Fueron dos veces convocados a encuentros nacionales para mostrar la experiencia realizada. Siguen entrando personas nuevas a los grupos de adictos y se reunen también los familiares organizados.

Entre las iniciativas de educación de la Organización de Usuarios se capacitaron mas de 100 personas como agentes comunitarios de salud.. Se realizan Campamentos “A tu Salud” todos los años convocando a las personas de la zona a intercambiar sobre sus experiencias en la materia . Entre los temas urgentes abordaron problemas como el Dengue, y salieron con un mosquito gigante financiado por la Div. Salud, con volantes fotocopiados, en el desfile inaugural de carnaval y luego por los corsos barriales. Todos estos son procesos en los cuales los usuarios hacen planes junto con los otros actores del territorio, con una mirada intersectorial.

Jacqueline Ponzo retomó la preocupación de Giovanni Escalante por la confusión que generan algunos nombres. Llamó a tomar nota de esas confusiones: se asocia el PNA como sinónimo de prevención y promoción. Sin duda es un lugar de excelencia para hacer eso pero es mucho mas . Se asocia prevención y promoción con una charla en la escuela o sala de espera y aunque pueda incluirlas está lejos de limitarse a esas actividades. Otra confusión es identificar el PNA con atención básica, mínima, cosa que no es, todo lo contrario. O PNA como la planta baja de los sanatorios donde se hace atención ambulatoria. O se piensa PNA como policlinicas periféricas, pero lo central de un sistema de salud no son los servicios sino las personas. Y las policlínicas no son para nada periféricas. Otra confusión es considerarlo como atención de baja complejidad, identificando complejidad como tecnología dura, aparatos complejos o caros, específicos para ciertos diagnosticos, que abarcan problemas focalizados. En realidad la alta complejidad de los problemas que abordamos en el PNA, implica trabajar integralmente cuestiones como el tabaquismo, la obesidad, la violencia doméstica, ahora el Covid, o las pluripatologías que tienen los pacientes, junto a las familias reconstituidas o monoparentales, que deben afrontar la crianza. Por eso se resiste a usar el término PNA con esas connotaciones. Una expresión mas adecuada es la Atención a la Salud en el Ambito Comunitario. Atención en un sentido amplio, incluyendo prevención y promoción pero también asistencia en todos sus pasos, diagnostico, tratamiento, recuperación, rehabilitación. Es una atención en todas sus dimensiones en la que los problemas de salud están en etapas iniciales con la incertidumbre que ello implica. En realidad en ese ámbito comunitario no solo damos esa atención a la salud sino que tenemos la posibilidad de cuidar a la salud, no solo desde los equipos de salud sino también desde la comunidad. Cuando decimos el ámbito comunitario no nos referimos solo a los centros de salud, sino tambien al domicilio de las personas y a multiples espacios comunitarios, o instituciones diversas con las cuales se interactua permanentemente. Los servicios basados en la APS son necesarios para ese Espacio de Cuidado de Salud en el Ambito Comunitario. Contamos para evaluarlos con la operacionalización de Barbara Starfield de Alma Ata con los atributos: accesibilidad, integralidad, atención a lo largo de la vida, atención coordinada o continua en el sector salud, con enfoque familiar, orientación comunitaria e idoneidad cultural. Los equipos de salud deben contar con permanencia y diversidad de acuerdo a las necesidades del territorio, Deben ser ámbitos de formación de excelencia para el personal de salud. Este es un nuevo modelo médico, que se está formando, con equipos de salud y usuarios de salud comprometidos con esta perspectiva. Es territorial, es un modelo clinico comunitario, es multimedio para la comunicación con la población y planetario para cuidar el planeta. Es un modelo que se desarrolla dentro del SNIS.

Trabajo en subgrupos e intercambios en la plenaria

Luego de las exposiciones iniciales se constituyeron cinco sub- grupos que abordaron cuestiones relativas a las siguientes interrogantes: ¿Cuales son las fortalezas y cuales son las debilidades del PNA ?¿Cómo incrementar la capacidad de resolución del PNA? ¿Se ven articulaciones, complementación, prioridades coordinadas entre las policlinicas ? ¿Cómo mejorar la accesibilidad de las personas? ¿ Que tipo de vinculo tiene el PNA con las organizaciones sociales?. ¿Cuales son las dificultades en la relación entre PNA y los demás niveles de atención?.

Los informes de la labor en subgrupos y la discusión en la plenaria, los chat del taller, los formularios de evaluación posteriores aportaron una gran riqueza a la consideración de todos estos temas. Vale la pena desarrollarlos con mas tiempo y espacio en otro artículo .

COMUNICACIÓN Y SALUD por Pablo Anzalone

Artículo publicado en EL DIARIO MEDICO setiembre 2020

En todos los procesos sociales la comunicación es un elemento fundamental y la salud es una construcción social. Sin embargo hay poca formación específica en ese campo para los técnicos de la salud y en general los distintos actores tienen una concepción muy restringida de la comunicación. Algunas instituciones han confundido comunicación con marqueting, con publicidad para lograr mas afiliados.

Para abordar esta temática desde una mirada integral la Red de Municipios y Comunidades Saludables dedicó a la Comunicación el segundo Encuentro del Curso de Formación de Animadores de Redes Comunitarias. Se contó con valiosos aportes de docentes de la Facultad de Información y Comunicación FIC, y fue posible una discusión fructífera con mucha participación de los asistentes. Se enfatizó allí que vivimos tiempos de cambios en la comunicación. Como fortalezas se mencionó el gran impulso de las plataformas virtuales, la difusión masiva de la comunicación via web. Se afirmó también que las herramientas de comunicación permiten armar mejor los planes de trabajo, promover una participación mayor y el acercamiento de la población. Son elementos necesarios para una construcción sistemática en este campo.

Al mismo tiempo una de las conclusiones fue que hay mas medios de comunicación,más información pero estamos mas desinformados. En ese fenómeno inciden la saturación, la manipulación y la falta de garantías de las fuentes. Hay debilidades que surgieron siendo fortalezas.

La comunicación como campo de tensiones

Este ha sido un campo de tensiones donde operan concepciones e intereses diversos.

Cuando el MSP exigía que los mensajes de las instituciones de salud en los medios de comunicación tuvieran un contenido de educación para la salud, varias se resistieron y presentaron recursos hasta que el Tribunal de lo Contencioso Administrativo les permitió volver a la lógica comercial. Varios actores lograron boicotear asimismo todo intento de establecer por ley la necesidad de educar en salud a través de sus comunicaciones.

Los grandes medios han sido, en general, ajenos a su responsabilidad en materia de comunicación/educación sobre cuestiones de salud.

En 2014 luego de diversas consultas públicas y con una amplia participación de los actores de la sociedad civil se aprobó la llamada ley de Medios Nº 19307 . Vale la pena destacar entre varios puntos relevantes lo que establece en su articulo 95 inciso A consagrando legalmente “el uso gratuito de hasta quince minutos diarios, no acumulables, para realizar campañas de bien público sobre temas tales como salud, educación, niñez y adolescencia, igualdad de género, convivencia, seguridad vial, derechos humanos y combate a la violencia doméstica y la discriminación”.

Algunos medios de comunicación impugnaron ante la Suprema Corte de Justicia una gran parte de los artículos de la ley 19307 pero finalmente la Corte rechazó casi todos esos recursos dejando firme la ley. Las Campañas de Bien Público comenzaron recién en abril de 2018. La ley fue promulgada en diciembre de 2014 pero su reglamentación demoró varios años, concretándose en 2019 mediante el Decreto N° 160/019. La aplicación de los articulos de la Ley de Medios que refieren a Campañas de Bien Público, no solo fue tardía sino que no involucró de manera amplia a los actores de la sociedad civil en sus objetivos, contenidos y formas. De todas maneras una muestra de que tuvieron impacto y que abrieron un camino, es que el gobierno de coalición que asumió en marzo 2020 envió al parlamento un nuevo proyecto de ley de medios donde se eliminan las campañas de bien público, entre otras medidas que favorecen al oligopolio mediático. Lo hicieron en abril de 2020 en plena pandemia cuando la comunicación era (y es) la herramienta decisiva para el manejo de la enfermedad.

Por otro lado los actores politicos e institucionales frecuentemente conciben comunicación como difusión de logros. Varias explicaciones reduccionistas de las derrotas electorales las asocian con fallas en la transmisión pública de los resultados de las políticas aplicadas. La comunicación está limitada, en esta acepción, a un mensaje unidireccional que se reduce a información transmitida al público.

¿Receptores pasivos y uniformes?

Muchos puntos de vista suponen que las personas son receptores pasivos de la comunicación que emiten algunos. Esa separación estructurante de emisores y receptores consolida relaciones de poder asimétricas pero además subestima la complejidad de los roles en la sociedad.

En la discusión del Encuentro de la Red MCS se enfatizó que el “poder» en el proceso de comunicación no opera solo en los grandes medios, sino también en las relaciones interpersonales, en las dinámicas de grupo y en lo comunitario. Un elemento relevante es ¿quién tiene «la voz»? ¿cómo trabajar para habilitar otras voces ?, ¿qué medios elegimos desde las instituciones y organizaciones para comunicar? ¿a quienes dejamos afuera?

Ese poder desigual no es solo estructural sino también influyen las prácticas de los diferentes actores. Es decir que no es algo inamovible, se construye o se debilita con las acciones que se llevan adelante. Ese tipo de comunicación se relaciona con los procesos de toma de decisiones en los campos donde opera, en las instituciones, las organizaciones o la escena nacional.

Como sostuvo la profesora Alicia García de la FIC en el Encuentro de la Red MCS , la comunicación es un campo complejo y situado, ubicado en un contexto determinado y en un momento histórico. La definicion de comunicación es producción de vínculos y sentidos (ideas que hay sobre las cosas en cada coyuntura). “Buscamos promover mejores vínculos y poner en discusión sentidos. Todo comunica y nos comunicamos todo el tiempo. Todo quiere decir algo”. No son solo las palabras, las imágenes, los sonidos sino también las actitudes, los gestos, las acciones, comunican, nos comunican.

Cuatro campos de la comunicación en salud

Por lo menos deberíamos pensar la comunicación en cuatro campos que interactúan entre sí.

a) Dentro de las instituciones o las organizaciones. La forma como se comunica dentro de cada institución influye en el clima organizacional, en la manera como se cumple con sus funciones específicas y como se relaciona con el medio. No es lo mismo si los trabajadores conocen cuales son los objetivos y metas de la institución donde se desempeñan laboralmente que si las ignoran. No es igual si existen mecanismos y climas internos que les permitan aportar sus saberes a la elaboración de los planes institucionales que si se los concibe como piezas no pensantes y no comunicantes de un engranaje. El reconocimiento del saber del trabajador, del profesional y del no técnico, y su incorporación a las politicas institucionales contribuye a enriquecerlas y a generar mayor compromiso con las mismas. Las instituciones modernas y las de salud en particular son organizaciones complejas, que no funcionan bien con lógicas verticales y sistemas de “ordeno y mando”, más allá de las responsabilidades específicas de cada uno. La circulación de la información requiere mecanismos agiles, con fácil accesibilidad, con precisión en sus contenidos y formas adecuadas. Al mismo tiempo comunicación es más que transmisión de información. Incluye recepción y capacidad de escucha frente a las dificultades, intercambios y análisis de las situaciones y los procesos, que se relacionen con las prácticas institucionalizadas permitiendo problematizarlas, modificarlas cuando es necesario. El trabajo en equipo, tantas veces mencionado y en menos ocasiones implementado como práctica efectiva, requiere y genera comunicación productiva.

b) Hacia el entorno inmediato. Para las instituciones de salud sus usuarios son el principal entorno además de ser la razón de ser de su existencia como organización de servicios. El modelo asistencialista reduce la atención de salud a la respuesta frente a la demanda individual en los episodios de enfermedad. Omite por lo tanto una relación permanente con los usuarios cuando están “sanos”, para proteger esa condición y prevenir la enfermedad. Concibe los problemas de salud como fenómenos individuales centrados en las afecciones del cuerpo, dejando de lado los aspectos psicológicos y emocionales involucrados siempre en la vida de las personas. En lo que se ha llamado el “sindrome radar” los usuarios aparecen en el radar de las instituciones cuando consultan y desaparecen cuando son dados de alta. No hay continuidad longitudinal, falta una mirada hacia la familia y la comunidad, no se jerarquizan las condiciones sociales, económicas, ambientales y culturales de la vida de estas personas. Un modelo de atención integral, en cambio, jerarquiza la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud, actuando sobre los factores determinantes de ambos, tanto a nivel individual, como familiar y social. También se preocupa por la rehabilitación y la reinserción de las personas luego de los episodios de enfermedad o que cuando cursan enfermedades crónicas.

La comunicación con y desde los usuarios es un elemento central en este modelo integral de atención. En la relación médico-paciente (una clave de calidad asistencial) y en la atención en el mostrador, en la enfermería, en el consultorio o domicilio, es necesaria la existencia de tiempo suficiente y empatía para que se produzca un diálogo y se construyan relaciones de confianza. El Primer Nivel de Atención es el espacio fundamental para afirmar estas relaciones de comunicación e interacción.

Los Consejos Consultivos por institución podrían ser organismos motores de esta comunicación/participación. Sin embargo, en lugar de considerarlos una oportunidad para construir un relacionamiento nuevo basado en una comunicación de doble vía, se los minimizó, se desvalorizó su función o directamente no se los convocó en forma regular.

c ) Los territorios como dimensión comunicativa.

En el entorno cercano, pero en un plano distinto, es preciso incorporar los territorios donde están insertos los servicios de salud. Lejos de ser espacios neutros, meros lugares de residencia, existe una trama local que construye comunidades. Puede ser más o menos densa, más o menos fuerte, con procesos de mucha trayectoria o con emergentes recientes, pero siempre existe. Las personas no son solo individuos receptores de las indicaciones médicas sino que integran colectivos, comparten percepciones, hábitos, formas de ver el mundo y de actuar sobre él. Para la salud este escenario comunitario es la base de alianzas decisivas para el logro de sus fines. Allí entran los centros educativos, los de primera infancia, las organizaciones de personas mayores, los centros culturales, las organizaciones de mujeres, una multiplicidad de colectivos y también los gobiernos locales, que van conformando la trama de la vida en comunidad. La dimensión territorial es uno de los ejes de las políticas de salud, que requiere construir redes de salud, redes de personas mayores, redes ambientales y otras muchas formas de asociación local. Por eso los municipios son un nivel de gobierno a priorizar en las estrategias sanitarias y sociales. Asumir la integralidad del abordaje de la salud exige intersectorialidad, articulación de políticas y actores diversos tanto en el plano nacional como local.

La idea-fuerza de centros de salud con población y territorio asignados, permite una planificación territorial donde la gestación de alianzas y redes es un eje fundamental. La elaboración de diagnósticos locales de problemas priorizados en forma participativa y Planes Locales de Salud es una palanca poderosa para las orientaciones sanitarias. Una herramienta muchas veces subestimada cuando el sistema de salud actúa en forma autoreferencial y sigue la inercia de las lógicas asistencialistas y centralizadoras.

La estrategia de Municipios y Comunidades Saludables es una teorización fecunda para este tipo de acciones territoriales e intersectoriales. En ese contexto la comunicación comunitaria es un campo prioritario. El encuentro de la Red de MCS sobre Comunicación Comunitaria realizado el 30 de julio de 2020 permitió profundizar en esta temática.

Como destacó la docente de la FIC Sabrina Martínez es necesario pensar quienes son aquellas personas con las que nos queremos comunicar. “Dejemos de hablar de los mensajes como si fueran un avioncito de papel con nuestros contenidos. Hablemos de procesos de comunicación” propone. Consideremos la existencia de una multiplicidad de mensajes. Estos mensajes no llegan asépticos, hay mediaciones. Las personas desde su realidad, desde lo que las moviliza, lo que conecta con su historia, tienen el derecho a interpretar lo que es pertinente y relevante. Es preciso salir de la mirada de los mensajes como algo aséptico. Todas las personas somos emisores y receptores de comunicación, somos “EmiRec”, afirma.

Por otro lado no siempre comunicamos lo que queremos. Mensaje emitido no es igual a mensaje recibido. Nos puede pasar que quisimos promover algo y termina saliendo otra cosa.

En cada caso hay que ver quien puede hablar, quien puede ser escuchado. Por ejemplo en esta cultura los niños y adolescentes no son escuchados. Durante mucho tiempo las víctimas de violencias patriarcales y abusos no eran escuchadas, porque el relato dominante las silenciaba.

Hay que ponerse en el lugar de las demás personas. Muchas veces nos parecen centrales los temas que nos ocupan pero no siempre valoramos los que preocupan a otras personas.

Hablamos de comunicación doble vía, dialógica. Construir esa comunicación exige una actitud comunicativa. Para escuchar y para decir. Este proceso requiere construir un “nosotres”. Eso implica lidiar con las diferencias, diversidad, conflictos y acuerdos. Al mismo tiempo toda comunicación implica un compromiso, concluye Sabrina Martínez.

Visibilizar los procesos mas fecundos en esta materia, generar intercambios y aprendizajes colectivos es la mejor estrategia para romper la fragmentación. Hay experiencias donde acciones de gran riqueza comunitaria no se comunican, permanecen invisibilizadas, no forman parte del relato de ninguno de los actores relevantes.

En este contexto tan lleno de amenazas, incertidumbres y desafíos es fundamental evitar que las organizaciones sociales se anquilosen, debiliten su acción comunitaria y su comunicación. Los procesos de formación/acción son herramientas interesantes y la articulación con la academia (sobre todo con la Udelar) es un camino para avanzar. Para la academia las metodologías de InvestigaciónAcciónParticipación IAP constituyen una forma de producir conocimientos e intervenir en la realidad junto con los movimientos sociales. Los aportes de Paulo Freire y Orlando Fals Borda siguen ayudando a enfrentar situaciones complejas como la actual.

d) Hacia la escena nacional y la sociedad en su conjunto

Hay una dimensión nacional en la comunicación referida a la salud que no puede ser minimizada ni contrapuesta a los demás campos. No alcanza con lo interno ni con lo local. Es preciso abordar una comunicación a nivel nacional y al mismo tiempo ella debe ser coherente y generar sinergias con la comunicación interna y local.

Al sistema sanitario le resulta difícil construir una comunicación de ida y vuelta, con muchos actores, que sean a la vez emisores y receptores. Está acostumbrado a una comunicación unidireccional desde el conocimiento técnico, el interés mercantil o el poder político.

Hay ejemplos notorios de éxitos en esta materia. La campaña contra el tabaquismo y en particular contra fumar en lugares cerrados es un ejemplo de politica de comunicación exitosa en el plano sanitario. No fue la coerción directa o la coercibilidad posible desde el Estado sino la comunicación que hizo entender que el tabaco causa graves daños a la salud y que las personas tienen derecho a no ser perjudicadas por los fumadores. Pocas veces hemos visto un cambio de hábitos tan grande y en un período breve de tiempo. Fue el respaldo ciudadano apoyado en una comunicación clara quién lo hizo posible.

Ninguno de los grandes problemas sanitarios puede abordarse sin jerarquizar la comunicación a nivel nacional. Los Objetivos Sanitarios Nacionales OSN como compromiso global y como planificación requieren multiplicar la comunicación, ampliando la voz de los muchos actores dispuestos a trabajar por ellos. Evaluar los OSN 2020 y construir los OSN 2025 es un rumbo central para las politicas de salud. Desde el SNIS como sistema pero promoviendo la intersectorialidad imprescindible. Solo desde esa comunicación es posible promover un cambio cultural tan amplio como el que se necesita.

La situación de la pandemia

La incertidumbre y el miedo que produce la situación de pandemia exige un énfasis especial en la comunicación. El aislamiento es una medida para evitar la propagación de la enfermedad pero al mismo tiempo es, en sí mismo, un grave problema de salud, cuyas consecuencias serán duraderas. No es menor la confusión de términos entre distanciamiento físico y distanciamiento social. La utilización del término distanciamiento social introduce un conjunto de otros relacionamientos entre las personas. Sin embargo no es recomendable de ninguna forma evitar el relacionamiento social, debilitar los vínculos familiares o comunitarios. Sí se requiere mantener el distanciamiento físico entre las personas. En particular las personas mayores han sido más afectadas por el confinamiento porque potenció un problema de soledad pre existente. Agravó un estereotipo de “pasividad” que la sociedad construye hacia las personas mayores y que éstas internalizan muchas veces como la conducta esperada.

En la actualidad a los temores reales generados por la crisis sanitaria se suman las amenazas y las incertidumbres económicas y sociales. La perspectiva de un deterioro fuerte de la situación social, con un agravamiento de la pobreza, tendrá efectos sanitarios, tanto físicos como psicológicos. La priorización unilateral del Covid 19 va a traducirse en mayores problemas vinculados con las Enfermedades No Transmisibles, por la falta de controles y politicas activas para prevenirlas en este nuevo contexto. Las embarazadas y niños pequeños que no hayan sido controlados adecuadamente tendrán mayores riesgos para su salud.

En todos estos problemas se requiere una comunicación fuerte, más educación para la salud, mayor dialogo y construcción de códigos comunes. Los contenidos deben basarse en la evidencia, se insistió en el Encuentro de la Red MCS. En salud eso es importante. Las fake news conviven con todas las informaciones.

Comunicación y acción van juntas en el campo de la salud. A veces problemas detectados en la comunicación se basan en lógicas donde la acción no está clara o ha sido recortada a prácticas asistencialistas, que no asignan un lugar en estos procesos a la gente.

Para terminar volvemos al Encuentro de la Red MCS (en palabras de Sabrina Martínez FIC) resumiendo los intercambios realizados : “Debemos volver a la detección de los actores, saber que entiende la gente por salud, por comunitario. Se trata de cómo construir sentidos comunes con otras personas. Pensar en clave de estrategia, ¿desde donde estamos y hacia donde queremos ir?. Y después de ese marco de referencias ver las herramientas. Todos somos comunicadores y comunicadoras. Poder pensar estratégicamente es un gran impulso de transformación. Somos seres en situación, que vivimos en una determinada comunidad y un tiempo. Cada persona es una unidad referencial con preconceptos y pre concepciones. La comunicación incluye todas estas cosas. Compartir códigos en común es fundamental. Algunos códigos los compartimos y otros nos cuesta entenderlos”. “Tenemos que generar espacios de encuentro. Pensar en clave de sortear las diferencias que tenemos, esa es la potencia que puede generar una transformación. No hay mejor manera de transformar el mundo que primero aprendiendo a ver como es tu realidad. Todos tenemos la posibilidad de conocer y transformar el mundo. ”.