DAÑOS SEVEROS DE UNA PANDEMIA por Ignacio Martínez

La gente que ha emergido a la luz pública mostrando una situación al límite del desamparo, es una parte importante de la población que venía resolviendo su vida con ingresos diarios constantes que, lejos de ser magníficos, les permitían, sin embargo, hacer frente a las vicisitudes de la vida.

Ninguno es dependiente de ayudas sociales del MIDES u otros organismos. Son trabajadores en procura de una vida digna que, de buenas a primeras, vieron cerrada su fuente de ingresos.

Feriantes de los más diversos rubros. Trabajadores de puestos callejeros; los que llamamos cuentapropistas con atención en la calle. Changadores. Gente de oficios de atención directa, muchas veces en sus propias casas, léase peluqueros, masajes, estudiantes avanzados que preparan exámenes o apoyan escolaridades, para nombrar solo algunos. Ellos pagan sus impuestos, su DGI, su BPS y quedaron sin clientela.

Taximetristas independientes, gente de UBER, mudanzas, fletes, trabajadores independientes de los más diversos oficios. Ellos también han visto reducida la demanda de sus servicios y por ende sus ingresos.

Los trabajadores de sueldos muy bajos que se acogen al seguro de paro a término, reciben partidas muy inferiores a lo habitual.

Gente de comercios que cerraron, de empleos domésticos y otros servicios, también ha visto que su economía familiar se ve enormemente trastocada de malas a primeras.

La gente de la cultura y sus más diversos anexos también. Actores y actrices, directores, iluminadores, escenógrafos, personal de boleterías, personal de limpieza y tantos otros. La gente de los cines. Los músicos y el personal de centros de espectáculos musicales. Los artistas callejeros. La gente de gimnasios y clubes deportivos y escenarios deportivos. Podríamos seguir sumando.

No nombro acá a otros trabajadores que tal vez apechugaron porque tenían ahorros, pero su vida también se vio amenazada. Dentistas, podólogos, psicólogos, entre otros.

Toda esta gente es nuestro pueblo del día a día, del mes a mes que, sin embargo, había visto mejorar su condición de vida en estos 15 años con más acceso a la vivienda, a la cultura, a la educación, a la salud, pero que de una guadañazo vio abortados sus ingresos.

¿Cuántos son? Y sí, tal vez anden en los 500 mil orientales entre los trabajadores directamente afectados y sus familias. A ellos son a quienes debemos proteger con un salario mínimo de emergencia, una renta básica, hasta que escampe el temporal. Esa sí es una responsabilidad de gobierno.

Por la repentina y dramática visibilidad de estos compatriotas hay quienes ponen el grito en el cielo y acusan a los 3 períodos frenteamplistas. Esa acusación es ambidiestra porque la he oído desde la derecha y desde la izquierda. Me niego a ese griterío infame. Me enorgullece saber que, rápidamente, ante esa ruptura de economías familiares de gente que no tuvo capacidad de ahorro y de un día para el otro se quedó sin ingresos, se armaron cientos de ollas populares y se procuraron ayudas. Esto nació en los barrios, desde los trabajadores y desde los mismos damnificados con la solidaridad de muchísima gente.

Este será uno de los daños más severos que dejará esta pandemia porque hay que preguntarse ¿volverán a sus trabajos? ¿verán mejorías en sus ingresos en el futuro inmediato? Difícil, con respuestas tales como aumento de tarifas básicas (luz, agua), aumento del IVA, aumento del dólar, carestía de decenas de productos alimenticios y de vestimenta, entre otras.

Muchas de estas personas están en las filas por una comida caliente, pero que te quede claro, no son ventajeros ni atorrantes, son parte de los sectores más expuestos de la sociedad a quienes la pandemia los ha golpeado mucho más allá de su salud. No son daños colaterales. Son el principal y más urgente asunto a atender desde ya. De lo contrario las consecuencias del virus serán mucho más desastrosas.

Contratapa del semanario VOCES del jueves 28.V.2020

EL MALLA ORO, EL PELOTÓN Y LOS REZAGADOS por José Baez

Mientras atravesamos esta inédita situación sanitaria, y en tiempos de cuidarse y cuidarnos, manteniendo el distanciamiento físico y las medidas preventivas; surgen para algunas reflexiones pensando en cuando pase la pandemia.

No soy apasionado por el ciclismo, pero lo considero un deporte de mucho arraigo en los uruguayos. Siendo adolescente, cuando los tiempos los manejaba de otra manera, seguía las transmisiones radiales de ‘Rutas de América’ y ‘La vuelta ciclista de Uruguay’. Admiraba la creatividad de los relatores, capaces de atraer a la audiencia durante toda la mañana, en una competencia con pocas alternativas y donde casi siempre ganaba el mismo; ‘destacado velocista en la contrarreloj’, que luego era cuidadosamente protegido por su equipo en el » pelotón».

Traigo este recuerdo a raíz de la metáfora utilizada por el presidente Lacalle, días pasados, al sintetizar su plan para la » nueva normalidad». En la diaria puesta en escena, con formato de conferencia de prensa, surgió una de las pocas preguntas incisivas sobre el futuro económico y productivo, a la que el presidente contestó descartando de plano gravar el gran capital, como forma de recaudar fondos, al menos para paliar la situación.

Los llamó los «malla oro» distintivo de quién lidera la competencia ciclista; que había que apuntalar porque ellos traccionarán la economía; aunque aclaró que no dejará abandonados a “los rezagados», como se denomina a los últimos de la carrera.

Puso en el » pelotón» a los que también aportarán a la reactivación, pero no para proteger al ‘malla oro’, sino por todos y para que cada vez sean menos » los rezagados».

En ese pelotón muy numeroso están, además de los funcionarios de la salud, justamente reconocidos, los docentes que trabajan desde sus casas, gracias a las bondades del Plan Ceibal; los productores familiares, los trabajadores públicos y privados, los estudiantes, los artistas, los deportistas, los changadores… los que cocinan en las ollas populares, los que juntan y reparten alimentos y artículos de higiene.

No alcanzan las acciones caritativas de unos cuantos kilos de arroz, del direccionamiento de fondos de INIA (Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria) e INAC (Instituto Nacional de Carnes) o la renuncia a alguna devolución de impuestos.

Tampoco la grandeza de la niña que entrega las monedas de sus ahorros para el Fondo Covid-19, o las señoras pobres, de barrios pobres, que aportan de sus verduras o fideos para armar el guiso comunitario, o los que se las ingenian para sustituir la carencia de proteínas por falta de carnes en esas ollas populares. Estos si, forman parte de la verdadera solidaridad, dan lo que se necesita, no los excedentes.

El eslogan tan usado: «a esto lo sacamos entre todos», se logrará concretar si todos aportamos de acuerdo a nuestras posibilidades. Los que han sido despedidos de sus trabajos, los que son cuentapropistas, ya han resignado bastante por esta situación.

Será necesario insertar varios miles de millones de dólares para reactivar de verdad la economía. Además de diferir vencimientos y otorgar nuevas líneas de crédito, es imperiosa una renta básica digna, al menos por un tiempo, para los rezagados.

Esto ha sido sugerido por destacados representantes de la academia, propuesto por la central sindical y afirmado por el mismísimo Papa Francisco en su Carta Pascual a las organizaciones sociales. Y esos recursos deberán salir de los sectores más ricos, esos que el gobierno por ahora no piensa tocar. «Al copetudo de riñón cubierto -pa quien no usa leyes ningún comisario-» como escribía Serafín J. García en 1936.

Los mismos que se abrazaron a los tiranos, que se regocijaron con los gobiernos neoliberales de los 90, que incluso con algunas restricciones, crecieron enormemente durante los gobiernos progresistas; hoy se muestran » generosos», sabiendo que sus intereses no se verán afectados. Provienen del negocio papelero, tabacalero o de la banca privada, del agro negocio; todos ellos terratenientes, varios de los cuales aportaron económicamente para la campaña del actual presidente, incluso integran su equipo más cercano.

Un pequeño porcentaje de aporte de sus cuantiosas fortunas, ¿será un real impedimento a futuras inversiones productivas? Yo creo que no, solo que la lógica sea ganar-ganar.

Quién pierde su trabajo aunque sea temporalmente, el que vende cada vez menos, el que ordeña a diario sus vacas, cuida sus ovejas…, conoce la otra lógica ganar- perder, perder- ganar.

Es momento que quienes durante tantos años se han beneficiado de las oportunidades que ofrece esta penillanura suavemente ondulada, con manos laboriosas y cabezas inteligentes; y un sistema económico complaciente, devuelvan un poco de lo obtenido, para aplanar esta curva, que parece llevarnos a mayor desigualdad y nuevas postergaciones para los «rezagados» y los luchadores del » pelotón».

José Baez, productor agropecuario de Agraciada (Soriano)

Articulo publicado en El Eco digital https://elecodigital.com.uy/sociedad/el-malla-oro-el-peloton-y-los-rezagados/

SOBRE LAS PERSPECTIVAS DE LAS IZQUIERDAS. UNA MIRADA DESDE EL URUGUAY por Rodrigo Arocena

A escala internacional, la historia reciente y la problemática contemporánea requieren una revisión a fondo de los supuestos, las propuestas y las prácticas de las izquierdas. Los errores cometidos y las oportunidades poco aprovechadas reclaman modestia. Hace falta estudiar sistemáticamente e intercambiar ideas de manera amplia y plural. Debemos volver a aprender cómo impulsar transformaciones sociales deseables. Lo que está pasando en el mundo lo hace urgente: hoy hay que enfrentar dificultades todavía mayores que las de ayer; mañana quizás sea posible hacer cambios inesperadamente grandes. Desde ese punto de vista hice circular versiones sucesivas de un texto preliminar y breve. Las alentadoras y sugerentes observaciones recibidas motivaron esta nueva redacción ampliada; ella debe mucho a los comentarios de personas amigas aunque yo no haya sido capaz de aprovecharlas a cabalidad. Se refiere a temas complejos sobre los que arriesgo opiniones tentativas, confiando en seguir aprendiendo de la crítica orientada por el pluralismo. Apunta a contribuir mínimamente al debate que hace falta promover en el Frente Amplio y en el conjunto del movimiento popular uruguayo, en diálogo con las izquierdas de otros países y regiones.

IDEAS DE BASE

  1. El punto de partida tienen que ser los principios éticos, no las teorías sociales o las estrategias políticas; éstas vienen después. Las izquierdas se definen ante todo por un compromiso ético: impulsar conjuntamente libertad, igualdad y solidaridad. Las tres consignas deben ser consideradas en conjunto y al mismo nivel, sin sacrificar ninguna a las otras. Conjugan derechos con deberes, individuales y colectivos, apuntando a mejorar la calidad de vida material y espiritual de la gente con prioridad a los más postergados. Llevan a reivindicar el pluralismo, la democracia y la agenda completa de los derechos humanos – civiles y políticos, económicos, sociales y culturales, sexuales y reproductivos, de los pueblos, de las generaciones futuras – para todas y todos en todas partes.
  2. Las propuestas transformadoras deben combinar fundamentos éticos claros y una cierta interpretación lo más objetiva posible de las dinámicas sociales. Los principios de las izquierdas tienen que abrirse paso en las realidades del poder. Éste puede entenderse como las posibilidades que tienen los grupos humanos para llevar a la práctica sus propósitos mediante cierto control del entorno natural y social.
    Corresponde pues prestar especial atención a: (i) el poder económico, político, militar e ideológico que se plasma en las principales relaciones sociales; (ii) el poder tecnológico que se plasma en las fuerzas productivas, destructivas, de comunicación, etc.; (iii) las influencias mutuas entre relaciones sociales y tecnología. Una de las más antiguas y persistentes formas de dominación, el patriarcado, se alimenta mutuamente con las relaciones sociales prevalecientes.
    La expansión del conocimiento avanzado ha multiplicado la gravitación de la tecnología, en gran medida controlada por las élites. La principal configuración del poder en esta época ha llegado a ser la sociedad capitalista del conocimiento, surgida en el Norte y que proyecta su dominación sobre el conjunto de la Humanidad.
  1. En los supuestos antedichos una opción compatible con otras es impulsar, desde variadas tradiciones militantes, izquierdas democratizadoras de inspiración socialista. Este es el hilo conductor que se explicita y elabora en los próximos numerales.
  2. Como orientación general se propone impulsar la democratización de las relaciones entre los seres humanos. Apunta a disminuir las disparidades de poder económico, político y de conocimientos, así como enfrentar al patriarcado y limitar el poder militar, todo ello en formas que amplíen la calidad de vida individual y colectiva. Lleva a enfrentar las desigualdades vinculadas a las discapacidades y a diferencias étnicas, de raza, orientación sexual e identidad de género entre otras.
  3. Promover la democratización incluye defender los niveles alcanzados de la democracia, que siempre serán parciales y frágiles. En especial, siempre es necesario defender la democracia política, las libertades públicas, el pluripartidismo y las elecciones transparentes. La democracia nunca será completa ni estará garantizada en ámbito alguno. Protegerla y expandirla en todos los terrenos son tareas propias de las izquierdas que constituyen las dos caras de la democratización.
  4. Lo más valioso y perdurable de la inspiración socialista, en sus diversas tradiciones, es la prioridad que asigna a ciertos derechos fundamentales y también a los deberes de la militancia solidaria para transformaciones sociales en las cuales los sectores populares no sean pacientes sino agentes de los cambios deseables y viables. Esta es una orientación fundamental para la práctica de las izquierdas. Por ejemplo, el “ciclo progresista” latinoamericano se caracterizó por un gran impulso a las políticas sociales, que sin embargo fue perdiendo dinamismo con su propio éxito. Revivirá seguramente junto con la expansión de la agencia de los grupos postergados. Los grandes avances sociales se han caracterizado por el protagonismo de los directamente involucrados: lo ejemplifican el movimiento obrero y el feminismo, los mayores agentes de transformación con inspiración de izquierdas en la historia contemporánea.
  5. El socialismo cobró inmensa relevancia histórica durante el siglo XX, entendido como un sistema social superior al capitalismo al que habría de desplazar. Eso no sucedió. El socialismo de Estado logró ciertos éxitos iniciales y mejoró en gran medida las condiciones de salud, educación y seguridad social pero no se ubicó como lo pretendía a la vanguardia del desarrollo de las fuerzas productivas, hipertrofió el estatismo y demostró ser ajeno a la democracia. Causó grandes sufrimientos. Implosionó de maneras distintas pero sin que los pueblos involucrados lo defendieran. No se puede ignorar tamaña experiencia y seguir reivindicando al socialismo como un modo de producción alternativo al capitalismo, basado en la primacía económica, política e ideológica del partido-Estado. Eso parece poco viable y no es deseable. Así no se contribuye al enfrentamiento a los peores rasgos del capitalismo que hoy domina al mundo ni a la búsqueda modesta de caminos necesariamente nuevos para superarlo. Para ambas tareas pueden ser fecundos los ideales fundacionales del socialismo conjugados con los principios democráticos. Esa es la conjetura que inspira la noción de izquierdas democratizadoras de inspiración socialista.

TENSIONES Y DESAFÍOS

  1. Hoy la tensión decisiva es entre el crecimiento económico y la sustentabilidad ambiental: de cómo evolucione dependerá en gran medida lo que suceda con los grandes desafíos que la Humanidad tiene por delante. El crecimiento económico ha elevado el nivel de vida de mucha gente, incluso muy pobre, y es clave de permanencia para los gobiernos, pero en sus formas prevalecientes genera una gravísima degradación ambiental: ésa es la tensión que debe ser resuelta. Puede ser pensada como una disyuntiva entre la producción de bienes y servicios, por un lado, y las urgencias de la protección ambiental, por otro. En esa disyuntiva frecuentemente quedan enfrentados los movimientos obreros y los ecologistas. Ni siquiera en los países ricos se puede simplemente “congelar” la producción, por ejemplo porque siempre hará falta expandir cuantitativa y cualitativamente la producción vinculada a la salud. Pero las formas dominantes de la producción en general son ambientalmente insustentables. Hace falta producir mejores bienes y servicios para más gente con menos recursos naturales, priorizando las necesidades fundamentales y los sectores desfavorecidos. Eso exige transformaciones sustantivas, pues tiene que ver con los valores predominantes, con el poder económico y político, y también con el papel del conocimiento, tanto por las calificaciones de la gente como por las prioridades de la investigación y la innovación. Si se avanzara en esa dirección de transformación los movimientos ecologistas, que tanto han aportado a poner en la agenda pública la cuestión ambiental, podrían cobrar más fuerza y converger con otros movimientos populares en coaliciones para los cambios.
  1. Tres desafíos principales del mundo actual son la insustentabilidad ambiental, el incremento de la desigualdad – en casi todas las regiones aunque no necesariamente en el mundo en su conjunto – y el avance del autoritarismo. Si el crecimiento económico sigue teniendo lugar en desmedro de la sustentabilidad ambiental, se va a una catástrofe climática. En casi todas partes el crecimiento económico va de la mano con el incremento de la desigualdad, pues está dirigido por las élites del poder y porque se basa en el conocimiento avanzado que, cuando no hay políticas alternativas, es un recurso con rendimientos crecientes a su uso: quienes más lo usan, más lo tienen, mientras lo contrario les pasa a quienes menos pueden usarlo.
    Falta de sustentabilidad y desigualdad son dos desafíos habitualmente reconocidos y estrechamente vinculados, como puede verse por ejemplo en el último Informe sobre el Desarrollo Humano. Hay que prestar también atención al desafío del autoritarismo, que se extiende o afianza a lo largo y ancho del mundo (China, Estados Unidos, India, Rusia, Brasil…); en el Oeste rico la desigualdad que afecta a los perdedores de la globalización ha impulsado una reacción chovinista de derechas que aseguró la elección de Trump. En buena medida, cada uno de los tres desafíos agrava a los otros dos. En lo que las izquierdas puedan aportar a enfrentarlos se juega su vigencia y quizás también el porvenir de la Humanidad.
  2. Para cerrar espacios al autoritarismo y preservar la democracia política, hace falta buscar las más amplias confluencias ciudadanas para la defensa de los derechos y las libertades. Tanto los principios como un análisis mínimamente realista de lo que pasa en el mundo debieran hacer que las izquierdas prioricen esta problemática. A este respecto es seguramente válida aquella afirmación de que “en política lo decisivo es quién aísla a quién”. En paralelo, es imprescindible limitar el poder militar, afirmando su subordinación al gobierno constitucional, no fomentando intereses castrenses por motivos políticos sectoriales y disminuyendo el generalmente hipertrofiado gasto en defensa. Hace falta reconvertir gradualmente las fuerzas armadas convencionales en cuerpos más pequeños de intervención rápida ante amenazas y emergencias. Para ello conviene superar la ineficiente e injusta divisoria entre oficialidad y tropa, dedicar el tiempo de los soldados ante todo a la capacitación para profesiones varias y convertir cuarteles en centros polivalentes de servicio a la comunidad. Transformar los cuarteles en escuelas es consigna a revivir con objetivos ampliados. La historia enseña que afirmar la democracia pasa por disminuir la gravitación social de las armas.
  3. Aporte significativo del “ciclo progresista” fue recuperar el papel del Estado. Para que éste sea el escudo de los débiles e impulsor mayor de cambios en profundidad, es imprescindible que se le dirija democráticamente, con probidad y eficiencia. Cuando las izquierdas fallan al respecto – como ha ocurrido particularmente en Venezuela – el pueblo involucrado sufre y los sectores progresistas retroceden en muchas partes. La crisis mundial de hoy vuelve a mostrar la diferencia que hace tener o no tener herramientas estatales adecuadas que permitan respaldar rápidamente a la población priorizando a los más necesitados.
    Mañana ampliar y mejorar esas herramientas será imprescindible para afrontar una crisis sanitaria y socio-económica de larga duración así como para promover la cada vez más urgente transformación de la producción. Sólo las izquierdas pueden impulsar ese papel estratégico del Estado. Tienen que volver a convencer a las mayorías de que saben cómo hacerlo.
  4. Ciertos gobiernos del “ciclo progresista” – particularmente los del Frente Amplio – hicieron un aporte significativo en la dirección de que paguen más impuestos quienes más pueden hacerlo. Si bien puede discutirse la medida en que durante ese período se incrementó la contribución del sector más pudiente y se avanzó hacia mayor equidad, es indudable que deben redoblarse esfuerzo en ese sentido. Afrontar la desigualdad al alza, revertir la concentración de la riqueza y disponer de recursos mayores para las políticas sociales exige profundizar el carácter progresivo del impuesto a los ingresos y extenderlo a la riqueza, como lo han planteado por ejemplo Piketty y sus colaboradores. Al mismo tiempo la redistribución, por sí misma, es insuficiente: tiene que hacerse de modos que fomenten la expansión de las capacidades para mejorar la calidad de vida colectiva. El Sur ético y político de las izquierdas apunta al protagonismo de los sectores menos favorecidos.
  5. No habrá cambios deseables de gran envergadura sin la participación de la sociedad civil en sus múltiples expresiones. En éstas figuran el movimiento sindical, el feminismo y los movimientos en pro de la diversidad sexual, los ecologistas, el cooperativismo, múltiples organizaciones de defensa de derechos y de grupos específicos incluyendo etnias oprimidas, organizaciones de base comunitaria y territorial, y otros actores colectivos. No habrá democracia sólida ni, menos aún, avances en la democratización sin una sociedad civil autónoma, plural y activa. Diversas organizaciones sociales tendrán que superar el papel de prestadoras de servicios y mediadoras de políticas para afirmar su independencia material e ideológica; el Estado no debe relegarlas a ese papel sino contribuir a que profundicen su autonomía. Los actores de la sociedad civil en general tienen cometidos fundamentales a desempeñar, desde sus capacidades e iniciativas autónomas, en la promoción de formas solidarias y comunitarias de relación de los seres humanos entre sí y con la naturaleza.
  1. Durante el “ciclo progresista” se atendió de maneras significativas a las necesidades de la población. Para encararlas de manera cada vez mejor, protegiendo más al ambiente y dependiendo menos de la bonanza exportadora o de la inversión extranjera, es imprescindible impulsar una transformación productiva basada en la educación y el conocimiento, como lo explicó Fernando Fajnzylber hace ya casi 30 años, pero para lo cual poco se hizo desde entonces. No es nada fácil por cierto concretar estrategias para reorientar el conjunto de la estructura productiva y la inversión extranjera en especial. Pero algunas orientaciones generales debieran ser afirmadas. Ante todo, no hay transformación productiva profunda y deseable sin sostenida incorporación de altas calificaciones y conocimiento avanzado al conjunto de la producción de bienes y servicios socialmente valiosos. En esto las posibilidades de las empresas públicas, particularmente en un país que ha sabido preservarlas como Uruguay, son grandes pero en general poco aprovechadas. Alice Amsden recomendaba propiciar el “modo aprendizaje” del desarrollo, basado en la expansión de las capacidades nacionales. Es lo contrario de lo que se hace, por ejemplo, cuando se compra al exterior “paquetes” tecnológicos y modelos educativos que pueden ser generados en el país, a menudo mejores y más baratos. Las izquierdas de la periferia no son inmunes al virus de la dependencia ideológica que incluye suponer que la ciencia y la tecnología del Norte es de por sí mejor que la propia. La crisis sanitaria actual pone de manifiesto el potencial de la investigación nacional de nivel internacional con vocación social. Una estrategia genuinamente transformadora debe proteger los aprendizajes nacionales en materia de conocimiento e innovación para que sirvan a la inclusión social y al desarrollo integral.
  1. Promover el protagonismo de la gente en la mejora de la calidad material y espiritual de vida pasa por la educación. También pasa por allí la transformación de la producción. Las izquierdas necesitan una concepción integral para una reforma de la educación basada en:
    (i) la universalización del egreso de una enseñanza media que capacite a todos sus egresados para a la vez acceder al trabajo digno y a seguir aprendiendo a nivel terciario;
    (ii) la generalización de la educación superior efectivamente abierta a todos y ligada al desempeño laboral, de forma que se aprenda durante toda la vida activa estudiando a alto nivel a la vez que trabajando en contextos donde se requiere creatividad;
    (iii) la estrecha vinculación de la formación con la investigación y la innovación orientadas a la inclusión social, la sustentabilidad ambiental y el desarrollo integral. Todo ello requiere defender y consolidar un sistema nacional de educación pública. Requiere también un incremento sostenido de la inversión en educación e investigación y desarrollo. Esta tendrá respaldo sólido de las mayorías populares en la medida en que sea cada vez más clara su contribución a la mejora de la condiciones de vida de todos. En suma, la imprescindible expansión de la educación y el conocimiento pasan por su democratización.
  2. Las izquierdas sociales y políticas han ignorado en general las cuestiones vinculadas al conocimiento avanzado. Este es controlado en gran medida por las élites, con lo que así afianzan su poder. Ese control lo facilitan quienes cuestionan en bloque al conocimiento científico y tecnológico. No se trata de rehuir sino de afrontar la lucha al interior de ese conocimiento para democratizarlo y reorientarlo a respaldar los cambios deseables. Esa reorientación es viable pues el cambio científico y tecnológico no está predeterminado ni sigue una trayectoria única; no es cierto que no existan alternativas en materia de generación y uso de conocimiento. Pero para impulsar las mejores alternativas no se puede estar lejos de tales procesos. Aquí aparece un problema mayor. Las desigualdades no serán duraderamente revertidas mientras los actores populares estén alejados del poder del conocimiento. Los cambios educativos antes mencionados son condición no suficiente pero sí necesaria para la disminución de tal lejanía. Para encarar la cuestión de manera integral el Frente Amplio, surgido del movimiento popular uruguayo con el cual mantiene estrechos lazos, mucho puede aportar. Lo primero es poner la cuestión en la agenda. Luego cabría rastrear las experiencias fecundas. A continuación se podría esbozar una estrategia, vinculada a la superación de la actual crisis sanitaria y socio-económica, para la vinculación entre actores populares y conocimiento avanzado. Lo que se logre y aprenda podría tener positiva repercusión internacional.
  3. Promover protagonismos populares en la transformación productiva pasa por impulsar: (i) experiencias múltiples en la economía social y solidaria, respaldando en especial su autonomía financiera, sus capacidades tecnológicas y los aprendizajes permanentes, como lo sugieren casos exitosos;
    (ii) la cogestión de los trabajadores en las empresas privadas, fuente potencial de mejora en las condiciones de trabajo, de productividad genuina y de disminución de las disparidades en las remuneraciones;
    (iii) el involucramiento de los funcionarios en la gestión estatal, fortaleciendo su calidad y su potencial para la innovación mediante modalidades participativas que mejoren las condiciones de trabajo y sobre todo la eficiencia del sector público en cuya dirección siempre debe primar el interés general.
  4. Una proporción creciente de la población que trabaja lo hará en la salud y en la educación, con las cuales se vinculará una proporción creciente del tiempo de toda la población. Estos dos ámbitos y el de los cuidados serán fundamentales para la ampliación a largo plazo de las fuentes de trabajo, lo que dependerá en gran medida de cómo se atienda a las necesidades de la población. Existen posibilidades productivas vinculadas a conocimiento y salud que pueden constituir especializaciones incluso con proyecciones exportadoras, particularmente en ciertos países periféricos. El Frente Amplio hizo un gran aporte con la Reforma de la Salud en Uruguay, cuya profundización habrá que preparar. Los valores propios de las izquierdas debieran inspirar una transformación no menos grande de la educación, combinando las políticas laborales activas y en general las políticas sociales solidarias con el fomento a los aprendizajes avanzados directamente conectados con el mundo del trabajo.

A MODO DE CONCLUSIÓN

  1. El predominio del individualismo adquisitivo es tal vez el principal peligro para la sustentabilidad y la igualdad. Las izquierdas tienen que reivindicar el valor de la frugalidad. ¿Cómo hacerlo? Al menos, poniendo el tema sobre el tapete. Además, bregando para que las remuneraciones de los cargos políticos sean moderadas. También, fomentando la innovación social para hacer mejor uso de los recursos disponibles, como debiera suceder por ejemplo en el caso del transporte. Y, sobre todo, aprendiendo de la mucha gente que trabaja o está dispuesta a trabajar con la meta de la frugalidad en su práctica laboral o incluso en el conjunto de su vida cotidiana. No se preconiza la pobreza. En una sociedad justa, nadie debiera verse obligado a vivir en la pobreza mientras que el consumismo individualista debiera ser superado por la solidaridad entre la gente y la protección de la naturaleza.
  2. La combinación de capitalismo y conocimiento es hoy la principal configuración del poder. Ella aprovecha plenamente del poder militar y tiende a subordinar al poder político. Ha promovido una globalización que al mismo tiempo multiplicó la producción y puso de manifiesto rasgos catastróficos. Desde hace ya varios años esa globalización se está resquebrajando en formas que dificultan cada vez más la coordinación internacional para atender a los grandes problemas de la Humanidad. El proceso en su conjunto va camino de generar alteraciones mayores. Para afrontarlas harán falta protagonismos de nuevas generaciones militantes, formas originales de acción a todos los niveles de la sociedad y, también, la revitalización de las ideas de izquierdas.
  3. Epílogo
  4. El panorama de la Humanidad se ha ensombrecido bruscamente por la crisis sanitaria y la crisis socioeconómica resultante. Probablemente la primera no sea corta y la segunda bastante más larga. De alguna manera, una transformación o mutación de la sociedad se acelerará. Las izquierdas pueden tener por delante responsabilidades mayores.

25/4/2020

PODER FINANCIERO Y EXPULSIONES por Pablo Anzalone

Sistema financiero y cambio social

El peso del sistema financiero y de sus lógicas en la economía y la intensa concentración de capital que caracteriza a esta etapa marcan una nueva fase del capitalismo. ¿En qué medida el crecimiento de las finanzas y el predominio de la lógica financiera profundizan los fenómenos de concentración de la riqueza y generan nuevas elites? ¿Es posible pensar en mecanismos de inclusión en este contexto? ¿Es posible pensar en finanzas alternativas? ¿Qué rol juegan los estados, cada vez más jaqueados ante poderes ajenos a la deliberación democrática? Este mes, Dínamo buscará responder algunas de estas preguntas.

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En su libro Expulsiones. Brutalidad y complejidad en la economía global, Saskia Sassen (2015) desarrolla la tesis de que el capitalismo en su escala global ha generado una nueva lógica de expulsión. Esta reconocida socióloga, estudiosa de la globalización, las migraciones internacionales y las grandes urbes, señala que en los últimos 30 años ha aumentado de forma extraordinaria el fenómeno de la expulsión generada tanto por decisiones simples como por otras muy complejas. En algunos casos se construyeron mecanismos sofisticados, con largas cadenas de transacciones que culminan en expulsiones. “La complejidad creciente de los instrumentos financieros, producida por la creatividad de investigadores brillantes y la aplicación de modelos matemáticos avanzados”, es una demostración de que ello termina generando una “brutalidad primaria”, sostiene Sassen.

Los ejemplos paradigmáticos son una forma clásica de exponer una teoría. Dentro del concepto de expulsiones Sassen incluye desde las hipotecas subprime, que dejan a millones de personas sin hogar, hasta las políticas de austeridad que contraen las economías. Desde la compra masiva de tierras en algunos países por parte de otros estados hasta los millones de desplazados que terminan en campos de refugiados, la reclusión masiva de determinados grupos en cárceles o guetos o las políticas de destrucción ambiental, como las técnicas de minería que transforman los suelos en tierra muerta. Estos fenómenos tienen en común que son agudos y se producen a escalas mucho mayores que en el pasado. Pueden incluso coexistir con períodos de crecimiento económico.

Estos procesos están vinculados al peso creciente de las finanzas, que actúa como catalizador esencial, promoviendo una concentración extrema del poder y de la riqueza, y que conduce a la creación de elites cuya formación es depredadora (Sassen, 2015: 26). Los déficits del Estado y la deuda pública aumentan en la última década, pero al mismo tiempo crecen los beneficios y la riqueza de las empresas. Se constatan complejos mecanismos de evasión fiscal, falta de transparencia y escasos instrumentos para hacer cumplir la legislación fiscal.

Por otro lado, el deterioro de la calidad de la tierra, el agua y el aire ha determinado el desplazamiento de 800 millones de personas en todo el mundo (Sassen, 2015). En 2011, 42,5 millones de personas fueron desplazadas en todo el mundo y 15,2 millones tuvieron que buscar refugio. Sassen habla de la expulsión masiva de poblaciones enteras de los países en desarrollo.

El crecimiento de la población carcelaria es asimismo un factor de expulsión de la mano de obra excedentaria para el capitalismo avanzado, y llega a cifras muy altas en países como Estados Unidos.

El poder de las finanzas promueve la titularización de un inmueble, un bien o una deuda que lo inserta en un circuito financiero donde se convierte en móvil, para poder ser comprado y vendido indefinidamente en mercados de todo el mundo estimulando lógicas especulativas (Sassen, 2015).

En lugar de regular el capital financiero y evitar la evasión fiscal, los organismos internacionales operaron para acotar el espacio de intervención de los estados, facilitar la compra de tierras por parte de empresas y gobiernos de países desarrollados, reducir las clases medias, empobrecer aun más a sectores de la población y afectar profundamente el medioambiente.

Este crecimiento sobredimensionado de las finanzas se traduce en un predominio de la lógica financiera sobre toda la economía junto con un agotamiento del potencial de incremento de la economía real. Como todos estos fenómenos, este proceso opera a gran escala: los países donde los activos financieros superan al Producto Interno Bruto (PIB) se duplicaron entre 1990 y 2006, y en Estados Unidos llegan a 450% del PIB. Por eso las crisis del sector financiero golpean fuertemente a muchos sectores. La crisis de 2008 fue la más importante; la globalización la extendió rápidamente a todo el planeta y terminó afectando la economía real, ante la inoperancia y la debilidad de los estados, de los organismos internacionales y de la legislación regulatoria.

El concepto de “expulsiones” va más allá de las ideas de desigualdad creciente que han venido sosteniendo varios autores para caracterizar al capitalismo contemporáneo. Las mayores capacidades técnicas y la globalización del capital generaron dimensiones sustantivamente superiores de estos procesos. Sassen afirma que estos casos son manifestaciones de una dinámica profunda del sistema, una “tendencia subterránea” que es difícil de percibir.

Este capitalismo avanzado y globalizado reinventó sus mecanismos de acumulación primitiva, con operaciones especializadas y complejas, crecimiento desmedido del sector financiero y uso masivo de la subcontratación por las empresas.

La idea central de Sassen es que el pasaje del keynesianismo al capitalismo globalizado con sus desregulaciones y privatizaciones significó el cambio de una dinámica que atraía a la gente hacia adentro del sistema a una que la expulsa.

La reflexión de Sassen apunta a vincular un conjunto diverso de fenómenos de gran impacto local con una tendencia subterránea del capitalismo globalizado en esta etapa. Como tal aporta en forma significativa al conocimiento de estos procesos que se desarrollan en el borde del sistema y a la denuncia de estos. Los fenómenos extremos le sirven para analizar otras formas más amplias y menos perceptibles de expulsión. La búsqueda del beneficio sin límites, el crecimiento desproporcionado del sector financiero, la indiferencia hacia el medioambiente, el fortalecimiento de las empresas globales y la afectación de la democracia local son algunos de estos procesos.

Publicado en La Diaria el 6 de agosto de 2018

LA MADUREZ DE LOS TRABAJADORES por Ignacio Martínez

Luego de intensas jornadas de búsqueda de acuerdos, el PIT-CNT finalmente salió victorioso. La Unidad se mantuvo en todos sus términos, afianzándose aún más al producirse una serie de cambios organizativos que fortalecen al movimiento.
Cualquier fractura hubiese significado un retroceso, pero eso no sucedió. Cualquier alteración de la relación entre mayorías y minorías hubiese resentido al propio instrumento. Pero lo que se habilitó fueron muchas instancias de negociación, donde la mayoría reconoció y dio espacios a las minorías para que se expresaran libremente y estas últimas supieron reconocer con altura los resultados mayoritarios y a los sindicatos y federaciones que los llevaron adelante.
El Congreso Wladimir Turiansky ha sido un ejemplo de democracia y participación, donde la tan discutida independencia de clase se mantuvo en todos sus términos porque allí no hubo ingerencia de ningún poder externo al propio PIT-CNT, ni partidario ni gubernamental ni de instrumentos internacionales de ninguna índole. Hubo sí mucho pensamiento político lejos de toda indiferencia hacia los cambios positivos que se están generando en el país, pero no hubo sujeciones partidarias ni mandatos exógenos. Lo que sí hubo sindicatos y federaciones que trabajaron desde sus lugares, produjeron documentos con ideas y mandataron a sus delegados, quienes luego dieron la discusión hasta agotarla en las votaciones abiertas y limpias. Más de una organización política o gremial de otros sectores sociales deberían tomar nota de esta madurez del sindicalismo uruguayo.
El documento presentado por AEBU, SUNCA, FUECYS y UNTMRA, uno de los tres en discusión, obtuvo el 60% de los votos del Congreso en expresión democrática, a mano alzada. Allí se unifica una visión sobre la realidad nacional, regional y mundial, sobre lo actuado por el PIT-CNT y sobre las perspectivas. Una de las tareas futuras será avanzar en la ley de insolvencia patronal, para que “cuando cierra una fábrica o una empresa, los trabajadores no sean los que salen siempre perdiendo» como señala Fernando Pereira, presidente reelecto en el Congreso.
Esa misma mayoría sin embargo concedió. De los 33 lugares que pretendía para la Mesa Representativa, órgano máximo después del Congreso, se acordó que aumentara a 43 lugares y que el Secretariado tuviera 15 miembros.
El objetivo de que se avance hacia la confluencia de gremiales por ramas de actividad, simplificando la estructura, tendrá que esperar. El propósito de que todos los sindicatos y las federaciones de actividades afines confluyan en una sola, deberá tener su proceso. Ejemplo de ello es que los gremios de la salud confluyan algún día en una sola herramienta sindical. Habrá que trabajar para ello.
El objetivo de que ese mismo Secretariado tenga una composición de al menos el 30% de compañeras, también se logró. Laura Alberti (Sunca); Soraya Larrosa (FUS); Abigail Puig (Fuecys); Valeria Ripoll (Adeom) y Fernanda Aguirre (Sughu) estarán en la nueva estructura con voz y voto.
Otro aspecto no menor y tal vez verdaderamente excepcional, es que el sindicato policial, SIFPOM, estará en la conducción de la central desde la Mesa Representativa. Es de notar que este avance integrador también tuvo a Patricia Rodríguez, dirigente del sindicato policial, como gestora fundamental.
Así se vivieron las jornadas cargadas de emociones por los homenajes y las semblanzas que se hicieron en torno a trabajadores y trabajadoras que dieron su vida a lo largo de toda la historia. Desde los homenajes a Daniel Viglietti, incansable cantautor, trabajador de la cultura, y a Turiansky, fundador de la central, en la inauguración misma, hasta los recuerdo que hicieron diferentes oradores a lo largo de sus intervenciones.
Los 1087 delegados representantes de 400.000 trabajadores también se comprometieron a llegar a superar el medio millón de afiliados, haciendo hincapié en los trabajadores independientes o de pequeñas entidades laborales, en los peones rurales y en las trabajadoras domésticas y en aquellas áreas donde aún quedan muchos trabajadores sin afiliar.
Este PIT-CNT, muchas veces vocero principal de los anhelos democráticos, progresistas, transformadores, antiimperialistas y constructores de un mundo nuevo y mejor, ha salido fortalecido. Un punto no menor es ahora destinar más y mejores fuerzas a los trabajos culturales, avanzando en la idea central de que los cambios son culturales o no son, consigna principal del Departamento de Cultura del PIT-CNT.

Publicado en el semanario uruguayo VOCES el 31. 5. 2018

LOS PLANES DESESTABILIZADORES por Ignacio Martínez

La campaña electoral ya está en curso, aunque se va a desatar en todo su fragor luego del Mundial de futbol.

Mientras tanto, la oposición centra sus baterías en crear la idea del caos, de que nunca estuvimos peor que ahora. La inseguridad es uno de los temas reiterados, buscando crear la impresión de que nunca hubo más asesinatos, ni más femicidios, ni más robos que hoy.

Los ideólogos del derrumbe del país no quieren que nos acordemos de las superbandas, ni de que en sus gobiernos jamás hubo protección para la mujer y los niños, ni que nadie ayudó a las víctimas de asesinatos.

Cuando sucede un terrible drama salen con todas sus bocinas. Cuando la policía resuelve delitos de manera vertiginosa se hacen los distraídos. Jamás reconocerán que la policía está mejor, como nunca antes. Desacreditar a la policía, al Ministerio del Interior y al Gobierno está por encima de todas las cosas; y eso hacen.

La Educación será el otro tema para desprestigiar al Gobierno. La universalización de la educación no les interesa. Ningún ejemplo de los cientos que podemos dar de procesos de avances; no les interesa. Se disponen a atacar a la Escuela Pública dejando la idea de que las opciones educativas privadas y religiosas son la mejor educación.

La Salud será otro caballito de batalla donde no cuenta que hayamos alcanzado la universalización de la asistencia. Les molesta que mucha gente humilde pueda andar por los pasillos de las mutualistas otrora reservadas sólo a la clase media, media alta y alta.

Otros elementos estarán en las agendas para desprestigiar al gobierno. El agro en general será objeto de un guadañazo para enunciar que todo anda mal y que los pobres terratenientes están sufriendo de crisis insalvables.

¡Hasta el Ministerio de Turismo será objeto de difamación! Dirán que las cifras enunciadas no son tales, que no hubo tal crecimiento del turismo en el país. No pueden aceptar la honestidad de la ministra cuando reconoce que vinieron muchos más turistas aunque gastaron menos.

Van a seguir atacando el creamiento que han tenido nuestros sindicatos, viendo como mala cosa que el gobierno atienda las demandas de los trabajadores y siempre se esté afín al diálogo con todos los sectores sociales.

Las redes serán uno de los tantos ámbitos de bolazos, infamias y mentiras como una reciente que asegura que la Intendencia de Montevideo ha formado una policlínica sólo para negros. Y esto lo afirmó gente de derecha y gente que se dice de izquierda.

El plan es desestabilizar, desacreditar, dar como falsas las verdades y como verdades las mentiras ¿Todo para qué? Para hablar de la importancia de que esto tiene que cambiar, al peor estilo macrista, siguiendo la idea de que en toda Latinoamérica se está produciendo un cambio.

Seguirán entrometiéndose en las cuestiones internas de Venezuela. Seguirán difamando a Bolivia y a Cuba. De la dictadura hondureña, nada. Del golpe constitucional de Brasil, nada. De las arremetidas brutales contra los intereses populares en Argentina, nada. De las matanzas en México, nada.

Vamos a oír muy claro que esto tiene que cambiar porque necesitan instaurar en Uruguay el retorno de las viejas recetas pro imperiales que idolatran el sistema de vida americano, donde la ultraderecha, entre otras cosas, dice que la mejor manera de combatir la violencia en los colegios es que los docentes porten armas ¡Tomá pa´vos!

De muchos de nosotros lo que sí van a oír es que esto tiene que profundizarse. La alternativa es avanzar en más y mejor seguridad, más y mejor educación, más y mejor salud, más y mejores condiciones salariales, culturales, laborales y de inversión en beneficio de las mayorías nacionales, especialmente los más desfavorecidos.

Lo que van a escuchar es profundizar la transparencia en los procedimientos, en la gestión, en el combate a la corrupción y a los corruptos y a los defensores del nepotismo.

Lo que van a escuchar de muchos de nosotros es avanzar en más y mejor distribución de la riqueza que genera la inmensa mayoría de las mujeres y los hombres que trabajan, en reducir los beneficios de la caja militar como una de las vías de achicar los costos del Estado, en reducir personal innecesario, en abrir más y mejores plazas de trabajo.

El debate está abierto. Los programas estarán en el tapete aunque muchas veces no se diferencian demasiado unos de otros. Lo más importante es fijar las políticas sociales, económicas, educativas y culturales dando una implacable lucha ideológica entre los que queremos seguir construyendo este país en beneficio de todos y los que lo quieren reducir al beneficio de minúsculos grupos de poder que, sin embargo, aún en estos gobiernos de izquierda han mantenido mucho de sus privilegios (léase la banca, los sectores exportadores, las zonas francas, entre otros).

Esto recién empieza. Tenemos todo para seguir avanzando. En esta lucha cabemos todos. Quienes pregonan el supuesto cambio en realidad están auspiciando el retroceso.

Publicado en el semanario uruguayo VOCES el jueves 1ero de marzo de 2018

VER, PENSAR Y SENTIR LA SALUD MENTAL por Ricardo Larrañaga

Prevenir en salud mental es posible desde muchas estrategias, pero en primer lugar siempre será cuidar el desarrollo de nuestros niños.

La Organización de Usuarios de la Salud del zonal 17 (Cerro), compartió en el mes de julio, la lucha de la Comisión por una Salud Mental en Clave de Derechos Humanos. Esta  Comisión formada por mas de 54 colectivos que trabajan en relación con la Salud, se creó para que promover cambios en el proyecto de salud Mental  tratado durante este año en el parlamento . Estos cambios buscaban transformar algunas ideas contenidas en ese proyecto. Ideas que ya están siendo abandonadas en el mundo, ya que son parte de una visión biologisista  y además, tienen como centro de preocupación la enfermedad y no la salud.

Trabajar para mantener la salud, es más lógico y económico que ocuparse sólo por su recuperación cuando ya estamos enfermos, esta es la lógica de trabajo Preventiva. Promover una vida saludable para prevenir enfermedades.

En ese tiempo de trabajo con la comisión hicimos muchos aprendizajes, compartimos la experiencia con profesionales, técnicos y usuarios de la salud mental. Esto nos llevó a preocuparnos por desarrollar y promover una mayor sensibilidad en este campo.  Se sabe poco, hablamos poco y por eso desconocemos y descuidamos una realidad que es parte de nuestra vida cotidiana, la Salud Mental.

Un tema complicado

En lugar de hablar de trastornos mentales hay que hablar de sufrimiento psíquico, ya que la pérdida de salud, es provocada por el sufrimiento psíquico en un proceso que involucra ambas caras de la moneda: salud – enfermedad. Lo que conocemos como enfermedades mentales graves como las psicosis y dentro de ellas la esquizofrenia, son experiencias muy reales, provocan un gran sufrimiento, también incomprensión, miedo y a eso se suman los prejuicios. Importa saber de ellas y entender que todos podemos desarrollar un sufrimiento de este tipo si somos sometidos a un gran estrés, una situación de gran angustia, pérdidas, frustraciones y un largo etcétera.

El tema se complica, cuando se habla de trastornos mentales como enfermedades del cerebro, desregulación química, afectación de algunas funciones, pero estas formas de entender y tratar el sufrimiento psíquico ha llegado a sus límites, porque desde esa visión no pueden ser dadas todas las explicaciones necesarias. Al fin se termina hablando del cerebro como una caja negra donde ocurren cosas que dan lugar a algunas posibles explicaciones… pero no hay certezas. No hay un conocimiento cabal de ciencia pura y dura que pueda todas dar cuenta de todas las posibilidades y complejidades del cerebro humano. De todos modos los diagnósticos se resuelven tomando en cuenta el comportamiento de la persona.

El sufrimiento psíquico de quien es diagnosticado con algunas de las etiquetas de trastornos mentales, encierra más que los cambios químicos dentro del cerebro, es diferente de una persona a otra porque tiene una relación directa con la historia personal, con el desarrollo de experiencias, entendido como el desarrollo psíquico y esto es más complejo aún que el cerebro.

Desde las primeras experiencias, aún antes del nacimiento y en los primeros momentos de vida, desde que el niño reclama mediante el llanto la atención indispensable para sobrevivir.

La Pisquis es un registro en el que se van acumulando experiencias, si la madre acude rápidamente o no a la exigencia del hambre – dolor – angustia. La interacción madre bebé: la mirada, la palabra, la caricia, esto lleva al desarrollo del apego, que además de fortalecer el Yo del niño, lo ayuda a la comprensión de la expresión facial lo que permite la lectura e interpretación de las emociones del otro. Luego extenderá sus vínculos integrando a la figura del padre, de la familia… Integrará acciones y reacciones en base a estímulos, estrategias y recompensas y socialización. Así se va entramando la psiquis. Por describirlo de alguna manera como una malla, un tejido. No perfecto sino lleno de agujeros, desgarrones y remiendos, porque también nacemos con la capacidad de desarrollar resiliencia, que es la capacidad de remendar esa malla, remendarnos a nosotros mismos, de curarnos una y mil veces de caídas, pérdidas y frustraciones.

Esto lleva a entender que la psicosis y muchos otros padecimientos que suponen un gran sufrimiento real, pueden intentar ser diagnosticados mediante manuales, descritos por el comportamiento, pero la forma en que llegamos a ellos, (enfermamos) y los caminos para sanar, no son únicos, ni están sujetos a recetas infalibles. Más bien dependen de cada uno, de su sostén psíquico, biológico y social, de su capacidad de resiliencia. A esas realidades apuntan las nuevas formas de entender la salud mental, no determinada por reacciones químicas únicamente, no atada a reparaciones de acuerdo a protocolos a base de fármacos o encierros.

En países con un importante desarrollo humano, los manicomios no existen desde hace muchos años. Se reconoce las limitaciones de la internación y también las limitaciones y efectos negativos en el uso de fármacos, como único medio de salida estandarizado para todas las personas.

Centrarnos en la prevención

Prevenir en salud mental es posible desde muchas estrategias, pero en primer lugar siempre será cuidar el desarrollo de nuestros niños.

Resulta alentador que muchas de las causas de sufrimiento psíquico son cuestiones sobre las que podemos hacer algo. En primer lugar existe un vinculo directo entre pobreza y problemas de salud mental. Además curiosamente la desigualdad social es también considerado un factor condicionante. Se ha comprobado que los países que presentan una alta inequidad social, donde los recursos económicos están mal distribuidos, las tasas de problemas de salud mental son significativamente más altas.

Las pruebas estadísticas sugieren que estas dos cuestiones son particularmente importantes: la seguridad como condiciones de vida donde la necesidades básicas estén cubiertas, y la igualdad.

Estas junto a otras cuestiones son las que debemos abordar, como elementos de prevención para reducir las causas de problemas en salud mental de nuestra la sociedad.

Publicado en JUBICERRO – Setiembre 2017

 

DEFENDER LA REFORMA DE LA SALUD CON UÑAS Y DIENTES por Francisco Amorena, Pablo Anzalone, Alvaro Baz

Avanzar en el desarrollo del SNIS e incrementar su impacto en la situación de salud de la población, requiere de políticas fuertes que construyan una gobernanza participativa, en lo político, en lo técnico, en lo social y cultural.

Junto a los grandes avances sanitarios logrados en esta década existen un conjunto de problemas de salud  con cifras preocupantes por sus efectos en la calidad de vida. Actuar eficaz y eficientemente sobre esos problemas  exige  desarrollar en forma innovadora la estrategia de APS, jerarquizar de otra forma la educación, la prevención y la promoción, incorporar efectivamente la equidad de género y generaciones en las políticas, planes, programas y servicios. Es preciso crear redes de salud más potentes, racionalizar el uso de los recursos y la capacidad instalada en los sectores público y privado,  profundizar la participación social y definir acciones respecto a los Objetivos Sanitarios para que los mismos sean visualizados por toda la sociedad en su real dimensión y generen  fuertes compromisos de los diversos actores.

FORTALECER LA CONDUCCIÓN DE LA  REFORMA

Conducción implica desarrollar un programa de gobierno. Los gobiernos nacionales desde 2005  contaron con  definiciones programáticas claras  resueltas  con una amplia participación social y política. La continuidad y profundización del proyecto político de la reforma de la salud exige apoyarse en lo construido anteriormente. De ahí la importancia de tener memoria institucional para que la rotación de las responsabilidades políticas no implique desandar lo ya acumulado, reiterar errores o desestimar aprendizajes.

Dentro del  concepto de conducción de la reforma, el Rol rector del Ministerio de Salud es un aspecto fundamental. El liderazgo de las transformaciones, el mensaje ordenador y movilizador, el impulso de los objetivos sanitarios y la regulación del sector privado  y público  requieren  afirmar más  el papel conductor  de la reforma por parte  del M.S. y la JUNASA así como su capacidad de fiscalización y control en el cumplimiento de los objetivos planteados. Es desde esta rectoría que se puede encarar la exigencia de integralidad en la atención a la salud y por lo tanto los avances en las prestaciones incorporando áreas subestimadas por el modelo hegemónico como la salud sexual y reproductiva, el desarrollo infantil, la adolescencia, la salud  bucal, la  salud  mental, la mirada de género así como el impacto diferenciado que tienen las determinantes sociales.

La actualización de programas de salud en base a un diagnóstico renovado de los problemas y posibilidades, así como una evaluación sistemática y periódica de las intervenciones realizadas para adecuar las herramientas utilizadas, no puede encararse desde un escritorio, sino  escuchando, interactuando con los equipos de salud que  están en la primera línea de batalla, con los centros de investigación y la academia, con la ciudadanía organizada y con las fuerzas  sociales que pueden  ser aliados para promover respuestas sanitarias integrales.

Deben abrirse canales, adecuar y hacer funcionar efectivamente los mecanismos de participación para atender las propuestas y demandas de ciudadanos/as. Se trata de integrar sus aportes  para lograr un compromiso con el cambio y la consolidación del SNIS, contribuyendo a renovar la mística de los valores de solidaridad, equidad, dignidad y transparencia. Ese compromiso de los distintos  actores es imprescindible para generar la necesaria igualdad de condiciones para que el derecho de la salud, sea ejercido sin discriminación de ningún tipo. El rol de los medios de comunicación es relevante para esta estrategia sanitaria.

La fiscalización de las prestaciones que brindan los efectores privados y públicos es una de las garantías  para el  funcionamiento del SNIS. El debilitamiento de esta labor de fiscalización, así como la falta de sanciones efectivas ante el incumplimiento, genera dificultades para el conjunto del sistema. No hay calidad de atención sin pisar callos. Invertir en controles, con idoneidad técnica, es imprescindible. El gasto en salud alcanza el 9% del PBI y no cualquier PBI, sino el  enorme PBI de hoy. No puede ser que  se  invierta poco  en la fiscalización. Hay que hacer como en la DGI o el Banco Central.

UN FRENTE SOCIAL  DE LA SALUD CON PROPUESTAS

El SNIS tiene como uno de sus ejes estratégicos consolidar espacios para que las organizaciones sociales sean un actor relevante en el equilibrio de poder entre los distintos actores que inciden en el proceso de salud-enfermedad y en la orientación del sistema de salud.

Por eso el Dialogo Nacional en Salud fue una instancia fructifera durante 2017 y ahora  está planteada la necesidad imperiosa de implementar efectivamente sus conclusiones.

Por eso es muy importante la confluencia en propuestas programáticas que han realizado la FUS, la  FFSP, el PITCNT, ONAJPU, los movimientos de usuarios y el SMU. Esa plataforma común es una base seria de profundización de la reforma.

Algunas de las propuestas planteadas por el Frente Social son:

EN ASPECTOS SOCIO-SANITARIOS

1) Complementación  dentro del SNIS  sea entre privado y privado, entre privado y públicos o dentro del sector público. Se plantean cuatro propuestas concretas. a) fijación por parte de la JUNASA de precios de referencia para las principales prestaciones sanitarias  (imagenologìa, camas CTI, etc). b) Definición de estructuras máximas para ciertas prestaciones por localidad como maternidades y puertas de urgencia. c) Mecanismos de compensación de prestaciones entre prestadores, de manera de garantizar la atención de todas las personas en cualquier lugar del país. d) Proyecto de ley que establezca la obligatoriedad de la complementación en determinadas condiciones como parte de los contratos de gestión.

2) OSN y Planes Integrales de Salud.  La implementación de Planes Integrales de Salud para alcanzar los Objetivos Sanitarios Nacionales tiene una dimensión nacional pero también requiere una elaboración y concreción local dadas las diferencias existentes entre los territorios.

3) Política de uso racional de medicamentos y tecnología. El uso acrítico y no protocolizado de medicamentos y tecnología,son funcionales al lucro dentro del sector y van en desmedro de la calidad de la atención.

4) Campañas de promoción y educación para la salud. La ley 19307 (art 95) establece la posibilidad de campañas gratuitas por temas de bien público en todos los medios de comunicación. La salud y sus determinantes es uno de los campos donde este tipo de campañas son más necesarias.

EN  ASPECTOS ECONÓMICOS Y FINANCIEROS

El SNIS tuvo en el aspecto económico el principal avance en materia de universalidad, accesibilidad y justicia social en la carga financiera sanitaria. Sin embargo quedan elementos que es necesario debatir sobre su desarrollo.

5) Igualación del gasto per cápita  de ASSE con la media mutual.

6) La reducción del gasto de bolsillo en el sistema mutual.  Contemplar las diferencias en materia de ingresos con una exoneración total de tiques y órdenes para los usuarios con ingresos mas bajos y otra parcial para una franja siguiente.

7) Abatir las desigualdades salariales, en particular los salarios disparados del sector, debatiendo sobre el tema del tope salarial.

8) Crear  un diferencial económico por temas de vulnerabilidad  y exclusión social por carencias críticas para asegurar las prestaciones de salud necesarias.

9) Creación de metas asistenciales territoriales que respondan a planes con objetivos y metas para la población de circunscripciones  municipales o departamentales.

EN  ASPECTOS DE PARTICIPACIÓN Y GESTIÓN

10) Fortalecer la rectoría del MSP.  Presupuesto acorde a sus responsabilidades en un sistema de la complejidad y dimensiones del SNIS, con personal altamente calificado, remuneraciones adecuadas, dedicación exclusiva. Desarrollo mayor de las funciones de control y fiscalización.

11) Integración de ASSE a la JUNASA. Para fortalecer el rol de la Junasa como gobernanza participativa del SNIS corresponde la integración de ASSE a la JUNASA  como principal efector público del país y coordinador del sector público en su totalidad.

12) Fortalecer  el rol de las JUDESAS y JULOSAS asegurando: a) regularidad mensual en su funcionamiento, definición participativa de problemas prioritarios de salud del departamento  en consonancia con los Objetivos Sanitarios Nacionales. b) Elaboración y puesta en práctica de líneas de acción conjuntas organizadas en Planes Departamentales referidas a los problemas priorizados  teniendo en cuenta los programas  de salud. c) Fortalecer la participación comunitaria en las políticas de salud  a través de campañas  que prioricen el involucramiento de la población. d) Promover una estrategia de  creación de Redes de Salud por ámbito territorial.

13) Fortalecer el rol de los Consejos Asesores y  Consultivos.

14) Realización anual de una Conferencia Nacional de Salud para poner en común los pasos dados, los problemas principales y las perspectivas, con preparación previa en cada departamento o municipio.

15) Profesionalización de la gestión. Establecer el llamado a concurso como mecanismo de acceso a todos los cargos medios  y altos hasta un nivel  a definir en las instituciones de salud. Definir la dedicación exclusiva para los cargos de dirección. Asegurar la transparencia y combatir el conflicto de intereses en  la gestión de todas las   instituciones de salud públicas y privadas. Establecer  topes a la carga horaria individual en el sector. Establecer  topes razonables a los ingresos gerenciales en el sector , como por ej. las remuneraciones totales de un ministro. Fortalecer un sistema de información para la gestión, con la calidad, los controles y la democratización correspondientes.

16)  Contra la especulación y el lucro. El control y el cuidado económico financiero      de la reforma, así como sus componentes éticos , implican combatir la especulación       mercantil en sus distintas manifestaciones como la intermediación lucrativa, la  publicidad y el  marqueting.

17) Políticas más fuertes y consistentes en materia de Personal de Salud. Es imprescindible el establecimiento de metas concretas con indicadores de cumplimiento . Esas líneas debe contemplar un Plan para Completar Estudios  dirigido a  todos los funcionarios para que puedan completar bachillerato y un proceso de profesionalización  en enfermería  cuya meta sea alcanzar a 1000 nuevas licenciadas  por año. También un  Plan de Formación Continua que tenga como prioridad  respuestas actualizadas a los problemas principales de salud y el estímulo al modelo integral de atención. Asimismo se propone  desarrollar políticas de valorización , satisfacción  y dignificación del trabajo. Es necesario la elaboración y aprobación de un Plan Estratégico de Personal de Salud para los próximos 25 años, tanto en cantidad como calidad.

Estas propuestas suman para construir un camino de profundización. La transformación de un sector salud mercantilizado y con lógicas de poder concentradas sólo puede asegurarse a partir de la participación más amplia de trabajadores,usuarios y comunidad. Forjar sistemas de poder progresivamente más democratizadores del entramado social es una clave también en materia de estrategias sanitarias.

Artículo publicado en EL DIARIO MEDICO setiembre 2017

EL PODER DEL CONOCIMIENTO por Ignacio Martínez

Así como la esencia de la angurria empresarial capitalista es dominar cada vez más la producción, concentrar la riqueza y poseer cada vez más mercados, la esencia del poder de las corporaciones del saber, es ser dueños del conocimiento y de la información, e incidir y determinar la construcción de la cultura de los pueblos.

Esos poderes están cada vez en menos manos. Se retroalimentan. Los dueños de los medios de producción se alían con los dueños de las grandes cadenas informativas y de los centros informáticos que pueden decidir con mayor o menor sutileza, qué vemos, qué oímos y qué debemos saber.

Esta construcción del pensamiento desde las usinas ideológicas del poder, no es nueva. Se ha venido procesando con la misma evolución de lucha entre las clases beligerantes. El mayor triunfo de la dominación es que, al fin del camino, el dominado quiera parecerse al dominador.

Al faraón o al césar no sólo les interesaba poseer la fuerza de los esclavos, sino también que los mismos sometidos se sintieran complacidos con el lugar social que les asignaban. Por supuesto que nada fue sencillo y, al igual que hoy, la prédica ideológica, convincente y sojuzgadora del poder, se combinó con la fuerza militar dominante.

En la actualidad, aún dentro de la burda barbarie, la dominación es más sutil. Cuando  estamos infinitamente comunicados, cuando tenemos acceso a la más variada información, cuando parece que se estuviera globalizando el conocimiento, la verdad es que se está imponiendo un modelo de vida, una manera de ver el mundo, un pensamiento único, el de los propietarios del conocimiento.

Como ejemplo vemos que la educación debe estar al servicio del mercado de trabajo. Serás ingeniero en apretar tuercas. Tendrás un título universitario, sí. Pero de la formación universal, nada. Del conocimiento de la historia, nada. De tus orígenes y tu cultura y tus raíces, cada vez menos.

El sistema te dará lo necesario para que vivas y produzcas esencialmente siempre al servicio de que te conviertas en un adicto consumidor.

Las industrias armamentistas y farmacéuticas (hoy también dueñas de grandes corporaciones agroindustriales), fabricarán guerras locales para vender, dividirán el mundo en productores de materia prima, en centros industrializados y en grandes mercados de consumo.

Se busca imponer una cultura alimentaria, de hábitos y costumbres, de modelos de vida, de cultura cinematográfica, musical, literaria, donde también las artes sean una mercancía.

Así como se quieren apropiar de las semillas y de los yuyos, también quieren digitar nuestras manifestaciones culturales y artísticas, y nuestros conocimientos.

El asunto es que lo aceptemos así, tal cual es. El asunto es que nos deslumbremos con el modo de vida americano o finlandés o neozelandés o… y nuestras aspiraciones de vida sean siempre individuales, nunca colectivas. El asunto es que comamos esa comida o nos vistamos de esa manera o nos deslumbremos con esas culturas, resignándonos a que las cosas son así y no pueden ser de otra manera. El proceso de aggiornamento del capitalismo hoy es ideológico, poseyendo el saber como resorte fundamental del poder. Esto, salvo matices, es igual para el eje de EEUU, de Alemania, de China y Japón.

El otro día en una escuela de niños muy pobres hablamos de lo peor del mundo. Salieron a luz muchas cosas (la guerra, las drogas, los robos), pero no salió en ningún momento la pobreza.

Publicado en Voces 17/8/17

 

PRIORIDAD NACIONAL NÚMERO UNO por Ignacio Martínez

Yo te desafío,
con duros versos te golpeo el rostro,
te embarco y te destierro.
Yo con otros,
con otros, muchos otros,
te vamos expulsando
de la tierra a la luna
para que allí te quedes
fría y encarcelada
mirando con un ojo
el pan y los racimos
que cubrirá la tierra
de mañana.

(fragmento final de la Oda a la Pobreza, de Pablo Neruda)

Varias fuentes consultadas dan cuenta de que la pobreza en Uruguay la padecen principalmente nuestros niños.

Es irrefutable que han sido los gobiernos de izquierda que vinieron bajando los índices de esa cruda realidad. En el primer año de gobierno de Vázquez, los índices daban cuenta de que el 50% de las personas que estaban bajo la línea de pobreza eran menores de 18 años. Hoy ese índice ha bajado a 18%.

Otro dato no menor es que al día de hoy el 96,6 de todos los niños de nuestra sociedad accede a educación primaria, mientras que el 68,1% lo hace en secundaria y sólo el 37,6% llega a una formación terciaria. De los niños y jóvenes de nivel más bajo, sólo logran finalizar el 45,2% en secundaria y el 10.9% en terciaria, mientras que si los comparamos con los niños y jóvenes de los sectores más acaudalados vemos que el 96,1 termina educación media y el 70,9 termina educación media superior.

Se ha avanzado, sí, pero se vuelve imprescindible desterrar definitivamente que 6,2% de los hogares uruguayos esté hoy por debajo de la línea de pobreza y que el 20,01% de niños menores de 6 años sean pobres.

Se ha trabajado mucho, sí. En 2006 el 53,4% de los niños menores de 6 años era pobre, mientras que en 2016 cayó al 20,1%. Pero no es suficiente.

Debemos proponernos una cruzada para eliminar la pobreza entre nuestros niños y niñas. El INAU, los programas del MIDES, la UdelaR, el MSP, el novísimo Sistema de Cuidados, la Escuela Pública, la sociedad civil organizada (léase cooperativas, sindicatos, iglesias, etc), deberíamos instrumentar un sistema de coordinación, de información y de trabajo permanente para hacer frente a este flagelo social inadmisible. Está en nosotros desterrarla definitivamente. Lo que no se logra derrotar, puede volver y crecer.

¿Es mero voluntarismo? ¿Acaso no se puede? ¿Es una cuestión de recursos que no tenemos?

Aspecto básico a superar, ya ahora, es no quitar la Asignación Familiar a los niños que desertan de la educación porque afecta a los más pobres. El derecho a esa mínima protección social se debe asegurar y, en todo caso, atacar el abandono educativo por otro lado. Es imprescindible agilizar los mecanismos de adopción. Debemos tener la voluntad política de anunciar con vehemencia: ni un solo niños con hambre o frío o desprotección en nuestro país.

Los invito a recorrer la periferia de Montevideo y de las capitales departamentales. Hay una realidad que golpea y no podemos hacernos los distraídos.

(Datos recientes de UNICEF e INE)

Publicado en VOCES el jueves 6 de julio 2017

 

JERÓNIMO BÓRMIDA: UN FRAILE CAPUCHINO, UN CURA MONTEVIDEANO por Antonio Coelho Pereira

Escribir sobre Jerónimo Bórmida es escribir sobre un fraile capuchino y un cura montevideano. Lo conocí en 1972 en la Parroquia de Punta Carretas. Sus compañeros de comunidad eran Santiago Vitola, Jose Luis Zanin y José Casañas, una fraternidad de frailes jóvenes, muy unidos, apoyados por una comunidad laical muy comprometida con el Evangelio y la Pastoral de Conjunto. Los jóvenes nos sentíamos muy acompañados, los frailes eran nuestros referentes, vivíamos momentos muy duros del  país y peores se avecinaban.

Tipo exigente, profesor incómodo

Pero volviendo a Jerónimo, era dentro de esa comunidad el que menos tiempo estaba con nosotros por su cantidad de actividades como docente y teólogo. Recuerdo de esos tiempos que no solo la comunidad parroquial, sino otras comunidades, trataban de saber qué misas celebraba para escuchar sus homilías. Me tocó tenerlo en el ITU-Laicos como profesor de Teología Fundamental. Fueron momentos dificilísimos para este instituto, se encontraba al lado del Hospital Militar y luego fue expropiado por las FFAA; era un lugar de pensamiento crítico y de resistencia ante los momentos que vivía el país. Pero las clases de Jerónimo personalmente eran las más incómodas, porque no solo había que estudiar, sino fundamentar lo que se aprendía, no había forma de pasar desapercibido. Él provocaba continuamente y, por momentos, era tan grande la exigencia que uno deseaba que terminara pronto. Pero luego de finalizada la clase, se sentía la necesidad de contarle a todo el mundo lo aprendido.

Fraile capuchino, cura montevideano

Vuelvo al comienzo, ¿por qué un fraile capuchino y un cura montevideano? Primero dentro de su congregación eran momentos muy tristes por las divisiones: los frailes más jóvenes se sentían identificados con el Concilio Vaticano II y los documentos de los obispos del continente, mientras los más adultos se atrincheraban en el convento de San Antonio y Santa Clara con una postura totalmente contraria a los cambios. Pero también había un redescubrimiento de la figura de Francisco de Asís y de la teología escotista (del beato Juan Duns Scoto, gran teólogo medieval franciscano).

En Jerónimo estaba también el cura montevideano. Además de brillar teológicamente, se confundía como la mayoría de curas con el pueblo, y vivía en la fidelidad a sus compañeros de clero y a su pastor, Don Carlos Parteli. La mayoría de nosotros, los jóvenes que participábamos en las parroquias, sentíamos admiración y orgullo por nuestros curas, estaban cercanos, al lado nuestro, nos acompañaban en nuestras comunidades de base, nos escuchaban y nos protegían; nunca sentí que nos exponían ni que nos manipulaban ni mucho menos jugaban con nosotros. Los recuerdos imborrables de los seminarios de Pastoral de Conjunto, la continua formación para que fuéramos libres y creativos, las concelebraciones en la Catedral llena de pueblo de fieles junto a sus pastores. Experiencias que quedarán marcadas para siempre.

Momentos duros para nuestra Iglesia, el diario El País atacando todos los días con los infames apartados “se dice”, continuamente difamando a Don Carlos y sus comunidades, las provocaciones tanto de la policía de investigaciones como de la derecha fascista, pero la fuerza que daba la comunidad nos ayudaba a superar los miedos. Ahí estaba Jerónimo, con sus aportes teológicos, colaborando desde sus homilías, con lucidez, valentía, siempre cerca.

Responsabilidades en la Orden

Luego fue elegido provincial de la Provincia capuchina del Río de la Plata y a continuación lo llamaron para colaborar con la Curia general capuchina en Roma. De esta etapa en la que no conviví con él guardo solo un relato de algo que me contó. Un día se le aparece en Roma Don Carlos Parteli que acompañaba una excursión. Se ponen a charlar y Jerónimo le mira los zapatos, estaban gastados y viejos. Antes de despedirse, Jerónimo le pide que lo espere un momento y va hablar con el ecónomo de la congregación para solicitarle una colaboración para un obispo del Tercer Mundo; este le contesta cuánto querés, cuatro mil, cinco mil dólares, a lo que Jerónimo responde “estás loco, lo ofendés, es para comprarle un par de zapatos”.

Otra vez en el país

Después nos reencontramos en 1992 cuando regresó al país. Pasó un breve tiempo en la Parroquia de Nuevo París, para luego compartir con los hermanos Felipe y Pedro en comunidad, primero una casa en La Teja y luego en Sayago. No creo que esté de más contar que se ocupaban de todas las tareas de la casa, no tenían personal de servicio, pero tampoco tenían una despensa con alimentos, porque si alguien venía a la puerta a pedir algo y atendía Felipe les daba todo lo que tenían.

En esos tiempos, una tarde, Jerónimo me llama al CIPFE, en los Conventuales, y me comunica que me habían encargado la animación de la Familia Franciscana, le costó mucho convencer que un laico asumiera ese rol, pero como era terco lo logró. Fue ahí donde pasamos a convivir muchos días de la semana, armando cursos, retiros, campamentos, programas de radio, encuentros ecuménicos, visitas a todas las comunidades de hermanos y hermanas de todo el país. Personalmente crecí mucho, trabajar con él era muy exigente, no era hacer cosas por hacer, sino que eran cosas pensadas, planificadas y después evaluadas. Para mí era muy entusiasmante, aunque por momentos me enojaba porque lo veía muy negativo, pero luego me fui dando cuenta de las dificultades que se avecinaban, no solo económicas, sino cambios profundos en la Iglesia que no favorecían nuestros proyectos de formación y animación.

Resistido pero libre y firme

Me fui dando cuenta también de lo resistido que era por su forma de ser, de decir las cosas, de escribir, pero lo más triste era que los que lo combatían no eran frontales, le tenían miedo, entonces lo difamaban. Era radical, por eso transmitir una imagen edulcorada de Jerónimo es traicionarlo. Él detestaba ver un laico revestido en el altar, decía siempre la frase del obispo Casaldáliga “Ay de los laicos con sotana y los curas sin espíritu”. Se retiraba de una reunión sin importarle quien estuviera, si no estaba de acuerdo con lo que se estaba diciendo. Le preocupaba profundamente el poco interés tanto de frailes como de seminaristas por el estudio.

Con algunas personas le sugeríamos que no publicara, que solo diera charlas, porque era inminente que terminaría sancionado por Roma, pero él no solo continuaba. Jerónimo fue efectivamente sancionado, al inicio de un año lectivo no se le renovó la llamada misión canónica para enseñar teología. Recibió sin embargo el apoyo de sus compañeros sacerdotes docentes y pudo solucionar rápidamente el problema escribiendo un artículo sobre el asunto en que era cuestionado y se lo aceptaron. Así que bastante rápido volvió a la docencia con ese estilo tan propio. Nunca se pudo saber de dónde había salido la acusación a la que Roma prestó oídos en un primer tiempo. Indudablemente sufrió, pero mucho más le dolían las traiciones, eso lo llevó a estar un tiempo fuera de su congregación viviendo en una parroquia del clero donde un sacerdote le ofreció un cuarto.

Desde el “lugar del peón”

La muerte de Jerónimo, aparte del dolor que me provoca, me genera una preocupación: son pocos los teólogos con esa valentía, y a su vez seriedad e iniciativa para formar cristianos y cristianas comprometidos y comprometidas con su tiempo. Él no se cansaba de poner sobre la mesa el tema desde qué lugar nos paramos para mirar el mundo, no se cansaba de repetir “es distinto ver la realidad tomando whisky con el patrón que vino con el peón”. Cada uno de nosotros sabrá qué lugar elige, Jerónimo siempre eligió el del peón.

En estas semanas también despedimos al sacerdote Adolfo Chapper, el querido Chino, y es inevitable pensar en los dos y sentir lo mucho que perdemos con ellos. Esa identidad de la Iglesia de Montevideo que muchos compartimos, en la que fuimos formados, una espiritualidad que se encarna en el evangelio de Jesús y nos invita a vivir desde allí nuestra vida cotidiana.

DEBATES POLÍTICOS SOBRE LA REFORMA DE LA SALUD por Pablo Anzalone

El proceso de creación y desarrollo del SNIS permite analizar el accionar de fuerzas que apoyaron firmemente las transformaciones, fuerzas que se opusieron tenazmente y otras que contemporizaron, se plegaron a los avances consumados pero resistieron solapadamente otros, procurando realizar sus intereses en el nuevo contexto.

Un análisis interesante de escenarios y posicionamientos de los diferentes actores en el SNIS fue desarrollado por Guillermo Fuentes (2015) en las investigaciones promovidas por Facultad de Economía y OPS. Acá apuntaremos a otras dimensiones de la reforma relacionadas con su capacidad de hegemonía en la sociedad y con la participación social.

Las grandes tareas pendientes en un proceso de avance del SNIS en algunos casos no son las mismas de la etapa fundacional, en otros sí y sin duda no parten de una situación similar. Al mismo tiempo el status quo creado en estos años es también un factor de resistencia a los cambios.

Guillermo Fuentes (2015) en su análisis situacional del SNIS considera que si bien la primera etapa reformista tuvo una “gran coalición promotora”, una segunda etapa con una agenda más diversa y compleja debe construir otro tipo de coalición. Al mismo tiempo que desarrolla los diversos posicionamientos de los actores en relación a cada gran tema de la agenda sectorial, en su recapitulación Fuentes concluye que existe “algo así como un nuevo consenso en los aspectos más estructurales del sistema”.

Sin embargo la coyuntura regional y nacional cambió desde el momento en que se realizó ese análisis, y posiblemente en el mismo no se incorporó en la medida necesaria la variación en las estrategias de la derecha política y su articulación con grupos económicos y de poder dentro del sistema de salud. Un contexto económico más restrictivo, incrementa las pugnas distributivas dentro del sistema y un escenario de mayor confrontación política agrega elementos de cuestionamiento y rispidez en relación con la reforma. Ambas tendencias se han acentuado en los últimos dos años. No parecen razonables las hipótesis catastrofistas en el plano económico pero está claro que las condiciones externas del crecimiento, (y en particular los precios de los comodities) han variado.

Este nuevo contexto genera tensiones redistributivas entre diferentes sectores que se han beneficiado del crecimiento con distribución social de la última década. El enlentecimiento del proceso de reducción de la pobreza y la indigencia es un indicador preocupante, aunque dicho descenso continúa y alcanza a niveles históricos en el país (INE 2017).

Fue un tópico relativamente frecuente hace unos años evaluar ¿ cual es la fortaleza de los cambios sociales implementados en la primera década del siglo XXI ? ¿ qué sucedería en casos de acceso de la derecha a los gobiernos? ¿Hasta donde se puede arrasar con beneficios sociales para amplias mayorías, derechos conquistados (u otorgados) que pasaron a formar parte de la estructura social de cada país? . Sin embargo una parte de esta interrogante se ha ido respondiendo por vía de los hechos, haciendo la salvedad de que cada formación social tiene sus propios procesos.

Los gobiernos de derecha en Argentina y en Brasil son una muestra bastante clara de lo que significaría un cambio de este tipo. Indudablemente hay cambios estructurales en el SNIS que serían difíciles de desmantelar en un plazo corto. A diferencia de Trump es probable que las principales opciones de derecha en Uruguay se cuiden en las campañas electorales de prometer la derogación lisa y llana de un sistema como el SNIS que ha garantizado la cobertura de salud a la enorme mayoría de la población. Sin embargo eso no es garantía alguna de que, una vez llegados al gobierno, no lo destruyan formalmente en varias etapas o en los hechos desnaturalizando sus principales avances, reduciendo los recursos, cambiando radicalmente las políticas de salud. Alfredo Solari ex ministro de salud pública del Partido Colorado afirmaba recientemente (17 mayo 2017) que la reforma ha sido costosa e ineficiente, un “costoso fracaso que puede y debe ser revertido”.

Como siempre lo que pretenda la derecha depende también del nivel de resistencia y movilización de otros actores sociales y políticos.

Desde la oposición política de derecha se han desarrollado varias líneas de acción fuertes contra el SNIS:

a) Apoyar explícitamente y promover directamente movimientos para aumentar la utilización de medicación de alto precio, más allá de sus resultados terapéuticos. Este tipo de campaña tiene un alto contenido demagógico ya que pretende utilizar la desesperación de pacientes y familias para favorecer el ingreso de fármacos cuya utilidad no está comprobada o presentan una ecuación costo-beneficio muy negativa, con costos que recaen sobre los mecanismos de financiación del conjunto del sistema. En Uruguay el vademecum que responde al PIAS2 es muy amplio con un acceso que es responsabilidad de cada efector de salud, bajo supervisión del MSP. La medicación de alto precio es financiada por el Fondo Nacional de Recursos con principios solidarios y criterios técnicos 3.

Son iniciativas que responden a los intereses de las compañías farmacéuticas internacionales que lucran de forma exorbitante con este tipo de fármacos. La concepción subyacente es que los recursos (limitados) del sistema de salud deben canalizarse prioritariamente a esta clase de medicación o técnica de diagnóstico orientada a un pequeño número de patologías complejas en detrimento de las políticas de prevención y promoción, así como del Primer nivel de Atención, que deben resolver el 80 % de los problemas de salud. Se asegura el lucro de un sector poderoso, pero se postergan las necesidades de salud de la gran mayoría. Todo a nombre de una actitud humanitaria frente a situaciones puntuales.

b) Atacar permanentemente a ASSE y al sector público de prestadores de la salud. Es una campaña orquestada donde sectores políticos y grandes medios de comunicación suman fuerzas, para desprestigiar al principal prestador público. Si bien este tipo de ataques tiene vinculación con la concepción neoliberal antiestatal y en pro del Estado mínimo, hay una especificidad en la virulencia de la campaña contra ASSE: defender los intereses del empresarismo privado en la salud.

Junto a este componente hay un ataque sistemático a la participación social en la conducción institucional de entes de gobierno que está presente en el directorio de ASSE y en los Consejos del

Sistema Educativo. Estas campañas desestiman los avances de ASSE, ignoran sus aportes en materia de cobertura o de cambio del modelo de atención. Al mismo tiempo exageran sus problemas de gestión. Natalia Pereira 4señala que “entre los factores a tener en cuenta en la participación social está la fuerte oposición de algunos sectores políticos, que fue muy nítidamente expresado cuando se votó mi venia en el Senado para asumir como integrante del Directorio de ASSE (8/6/16). Para esas opiniones no tiene nada que decir ni nada que hacer un representante de los usuarios en un directorio” .

c) Cuestionar duramente al FONASA a partir del incremento del “déficit”, refiriéndose al aumento del aporte de Rentas Generales en el fondo tripartito (trabajadores, empleadores, Estado) sin tener en cuenta el ingreso de importantes contingentes de jubilados a la cobertura de salud, la incorporación de nuevas prestaciones y la reducción de tiques y órdenes.

Al mismo tiempo, en forma contradictoria y demagógica, en las discusiones parlamentarias algunos representantes se han alineado con las demandas económicas de varias instituciones de salud que reclaman más recursos para las mismas prestaciones que realizan actualmente.

Un ejemplo de manipulación de la información es la forma de presentar la detección de operaciones ilegales para cobrar cápitas de Fonasa por parte de estafadores que presentaban trabajadores de empresas inexistentes, así como la compra de afiliaciones por parte de algunas mutualistas. Desde algunos medios de prensa y operadores políticos se buscó difundir una imagen de descontrol en la gestión del Fonasa, que es en sí misma, un objetivo político (y se miminizó la participación de connotados integrantes de listas de la oposición en la estafa).

El Frente Amplio como fuerza política continúa en un período de desmovilización que le ha impedido denunciar las políticas de la derecha y convocar ampliamente a la población para debatir sobre los rumbos del SNIS y participar en campañas para avanzar hacia los principales problemas de salud del país. La reducción de la política a la labor de gobierno, ha minimizado las practicas políticas como acción de masas, aún en temas como la reforma de salud que tienen fuertes acuerdos a su interna.

En salud sucesivas conferencias mundiales de salud desde Alma Ata han puesto el énfasis en el empoderamiento de la sociedad respecto a la salud. “El pueblo tiene el derecho y el deber de participar individual y colectivamente en la planificación y aplicación de su atención de salud”. Y promueve, “exige y fomenta en grado máximo la autorresponsabilidad y la participación de la comunidad y del individuo en la planificación, la organización, el funcionamiento y el control de la atención primaria de salud, sacando el mayor partido posible de los recursos locales y nacionales y de otros recursos disponibles, y con tal fin desarrolla mediante la educación apropiada la capacidad de las comunidades para participar”. Toda una estrategia de participación social y política, con plena vigencia en nuestro país.

En cambio en este período el movimiento obrero, las organizaciones de usuarios y la Onajpu han defendido la reforma y promovido su profundización. También criticaron algunos aspectos. Y están elaborando conjuntamente propuestas para atacar los nudos centrales del SNIS hoy.

1Este artículo se basa uno de los capítulos de una Investigación sobre Participación Social en Salud que llevamos adelante entre julio de 2016 y mayo de 2017.

 

2Plan Integral de Atención a la Salud. Conjunto de prestaciones de salud obligatorias para los efectores del SNIS

 

3El Fondo Nacional de Recursos (FNR) es una persona pública no estatal creada por el decreto Ley N° 14.897 que brinda cobertura financiera a procedimientos de medicina altamente especializada y a medicamentos de alto costo para toda la población residente en el país y usuaria del SNIS . Los procedimientos cubiertos se efectúan a través de los Institutos de Medicina Altamente Especializada (IMAE) que son prestadores públicos o privados, que cuentan con la habilitación del Ministerio de Salud Pública

.4Representante de los usuarios en el Directorio de ASSE

Artículo publicado en EL DIARIO MEDICO julio 2017

Y AL BRAIAN, ¿QUIÉN ME LO CUIDA? por Adriana Cabrera Esteve

“El orador, el maestro de escuela y la otra persona que se hallaba presente se hicieron atrás un poco y pasearon la mirada por el plano inclinado en el que se ofrecían en aquel instante, bien ordenados, los pequeños recipientes, las cabecitas que esperaban que se vertiese dentro de ellas el chorro de las realidades, para llenarlas hasta los mismos bordes”. Así describe Charles Dickens, al finalizar el primer capítulo de su novela Tiempos difíciles, publicada en 1854, la escena que “tenía lugar en la sala abovedada, lisa, desnuda y monótona de una escuela”. Con sutil ironía, Dickens, ya entonces, nos ofrece una excelente descripción de la concepción “bancaria” de la educación. Una concepción que supone que siempre es el educador quien educa, disciplina, habla, prescribe y decide qué conocimientos brindar, mientras que el educando es el que escucha, es disciplinado/educado, no puede elegir temas de su interés porque no está “preparado” para ello, ya que simplemente es un receptáculo vacío, una cabeza hueca.

Menos de un siglo después, el brasileño Paulo Freire nos dijo que no había educadores ni educandos, sino educadores-educandos y educandos-educadores; nos habló del hombre-mundo; de la necesidad de una relación dialógica entre las partes; de que no había cerebros vacíos, sino personas con diferentes experiencias y conocimientos, y sus propuestas, en vez de llenarla, nos dieron vuelta la cabeza. Freire había enseñado a escribir y a leer en 45 días a 300 trabajadores de la caña de azúcar con métodos alternativos. A partir de ese éxito se crearon círculos culturales en todo Brasil, y ese mismo éxito le valió ir a prisión cuando en 1964 los militares dieron un golpe de Estado en su país. Porque la educación que proponía era eminentemente liberadora y se enraizaba en las necesidades y saberes de su gente y de su tiempo.

¿Quiénes son los educandos-educadores de nuestro tiempo? Una niñez en la que se concentran las mayores cifras de pobreza de nuestra sociedad. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2016, seis de cada 1.000 niños menores de seis años son indigentes, es decir, viven en hogares sin ingresos suficientes para cubrir las necesidades alimentarias básicas; en criollo, no tienen para comer. Según la misma fuente, 20% de los niños menores de seis años, la quinta parte de nuestra niñez, son pobres, o sea, viven en hogares en los que no es posible cubrir las necesidades alimentarias y no alimentarias básicas.

Niños y adolescentes son la mitad de los pobres

En menores de tres años la situación es peor: según el Monitoreo y análisis de los procesos de cambio de la Organización Panamericana de Salud, de 2015, 32% son pobres, es decir, la tercera parte. Este dato es importante cuando abordamos los temas vinculados a la educación, no sólo por la magnitud del problema, sino por las implicancias que tienen en el desarrollo de niños y niñas en sus primeros tres años de vida los estímulos, la motivación y los afectos. En especial, a la hora de crear las sinapsis y el desarrollo neuronal necesarios para aprender a pensar.

Según la misma fuente, niños y adolescentes son la mitad de las personas en condición de pobreza, 49,6%, en Uruguay. Esta situación, por crítica que sea, es sustancialmente mejor que la que teníamos hace diez años, en 2006, cuando 53,4% de los niños menores de seis años eran pobres.

Por otra parte, la incidencia de la pobreza está altamente correlacionada con las Necesidades Básicas Insatisfechas. Por eso, cuando hablamos de pobreza hablamos también de anemias, parasitosis, desnutrición, viviendas sin baño, sin saneamiento, sin heladera, sin cocina, sin agua corriente, sin mesa donde hacer los deberes, sin sillas. Madres que crecieron con iguales o peores carencias, y muchas veces, padres ausentes.

Si además de las familias en condiciones de pobreza miramos a las familias trabajadoras, nos encontramos con ingresos que obligan a la madre (por la división sexual del trabajo, patriarcado mediante) a “elegir” entre dejar a sus hijos menores a cargo de los hijos mayores o no tener forma de alimentarlos. La escuela y los CAIF vienen a resolver el problema durante cuatro horas, pero los padres deben resolver el cuidado de sus hijos durante el resto del horario en que se encuentran en su trabajo. Esta situación obliga a la madre, a veces, a “elegir”, ya que no le conviene salir a trabajar si debe gastar lo que gana en resolver el cuidado de sus hijos. Tampoco está previsto que los trabajadores interrumpan su jornada laboral para ir a buscar a sus hijos a los centros educativos. Esta situación exige que los padres hagan malabarismos con horarios de abuelas, tías o vecinas, o que los dejen volver solos, con los riesgos que eso implica. El transporte escolar tiene como criterio -acertado, por cierto- que debe haber en el domicilio un adulto esperando al menor de edad. O sea que si bien resuelve el traslado, no resuelve, y no sería lógico que lo hiciera, el posterior cuidado de los niños. Si la madre tiene grandes motivaciones para salir a trabajar o los beneficios económicos lo justifican, se desencadena una colección de llamadas telefónicas al menor que queda solo, para asegurarse de que esté bien en ausencia de sus padres.

El ingreso a la educación preescolar de los niños desde los tres años, si bien garantiza la universalidad del acceso a la educación, deja abierto el interrogante de cómo cubrir las horas de cuidado mientras los padres trabajan.

Las escuelas y los CAIF de tiempo completo, en cantidad muy insuficiente aún, vendrían a resolver ese problema. Sin embargo, se encuentran a veces con las resistencias que emanan de una falsa dicotomía entre educación y cuidado. Dicotomía que resuelven bien los colegios privados. Entonces, mientras los estudiantes del Crandon permanecen ocho horas en el instituto, reciben una educación integral en artes, deportes e idiomas, y apoyo escolar si lo requieren, los de la escuela pública vuelven a sus hogares luego de sus cuatro horas de clases, para estar encerrados, y destinan un tiempo riquísimo de su vida frente a una pantalla mientras consumen toneladas de farináceos.

Multidisciplinariedad e interinstitucionalidad

La idea de que los centros educativos no pueden extenderse por más de cuatro horas ignora el hecho de que la educación, como la salud, es mejor cuando es multidisciplinaria y asumida por diferentes actores, porque los educandos-educadores son unidades biopsicosociales indisolubles e inseparables a los que no podemos acercarnos por partes. Existen experiencias exitosas de abordajes interinstitucionales como la de Promotores de Meriendas Saludables, impulsada en conjunto entre la Intendencia de Montevideo, la Administración de los Servicios de Salud del Estado, la Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas y la Administración Nacional de Educación Pública; o más reciente aún, el Proyecto Microorganismos Eficientes Nativos, llevado adelante en la escuela 319 del barrio Casavalle, en colaboración con la Universidad de la República; o el proyecto educativo, integral e inclusivo Sacude (Salud, Cultura y Deporte) en el barrio Municipal, en el Municipio D. El camino de la interinstitucionalidad y la multidisciplinariedad podría ser una solución a la hora de brindar a nuestra infancia y adolescencia cuidados, estímulo, afectos y formación permanentes el tiempo que lo requieran. Muchas instituciones pueden sumar fuerzas en esa dirección.

En cualquier marco, cuidar-educar constituye un binomio inseparable, y en situaciones de contexto crítico se transforma en un binomio imprescindible. Los padres cuidamos-educamos cuando al enseñarles a nuestros hijos a lavarse las manos o cepillarse los dientes les hablamos de bacterias, diarreas o caries; o hablamos del agujero en la capa de ozono cuando les aplicamos protector solar y sombrero para salir a la calle; o les enseñamos a observar el entorno y algunas reglas básicas de tránsito al cruzar la calle. En la salud cuidamos-educamos cuando le informamos a un paciente de las precauciones que tendrá que encarar luego del alta, o cuando damos información sobre cómo prevenir la enfermedad, o cuando promovemos su salud, o cuando en la sala de parto invitamos al padre a ser el primero en vestir a su hijo y lo estimulamos a asumir corresponsablemente el cuidado del recién nacido. Las instituciones de gobierno y la prensa cuidan-educan cuando nos dicen cómo actuar en situaciones de emergencia o cómo lograr una mayor eficiencia energética. Porque la comunidad educativa no son sólo los estudiantes y los docentes, o a veces los padres en escuálidas comisiones de fomento; la comunidad educativa son todos los implicados en procesos educativos de la sociedad, y el rol proactivo de los padres puede estimularse con políticas inclusivas.

Si partimos de esta base, cómo entender, entonces, las disquisiciones entre horarios destinados a la educación y horarios destinados al cuidado, o instituciones destinadas a la educación y otras al cuidado. Salvo como un mecanismo de defensa ante demandas o expectativas desmedidas a las que solamente los docentes no pueden dar respuesta, aunque los colocan, con frecuencia, en el ojo de la tormenta.

¿Cuidados u oportunidades educativas?

Hace poco, dirigentes sindicales señalaban que “los niveles más bajos en los aprendizajes y los altos índices de repetición” se presentaban en las “escuelas cuyos alumnos pertenecen a hogares pobres o de extrema pobreza”, y al mismo tiempo marcaban sus reticencias ante las escuelas de tiempo completo como forma de mejorar los aprendizajes porque “no es cierto que supongan más horas de enseñanza”. “Los tiempos que insumen las ingestas diarias (desayuno, almuerzo y merienda) dejan casi la misma cantidad de horas que en una escuela común”, afirmaban. Lo que no parece estar en la ecuación es que las instancias de cuidados abren posibilidades infinitas de intercambio de saberes.

Otras reticencias podrían encontrarse en el hecho de que cuidar ha sido un trabajo tradicionalmente no remunerado y femenino. Aun hoy, el último Mapa de Género de Uruguay elaborado por el Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo Uruguay, a partir de datos del INE, señala que mientras que la mujer trabaja 36 horas semanales no remuneradas y un promedio de 37 remuneradas, el hombre trabaja 19 horas semanales no remuneradas (casi la mitad que la mujer) y 44 remuneradas. O sea, mientras que la mujer adquiere maestrías en el ámbito de lo doméstico, el hombre las adquiere en el mundo de las interrelaciones sociales. Esa cultura patriarcal del trabajo posiblemente tenga como consecuencia una subvaloración de las tareas para las que antes “no se precisaba formación”, vinculadas a la reproducción de la vida. La invisibilidad del trabajo no remunerado de la mujer posiblemente esté también en la base de la lentitud con que nuestra sociedad se mueve hacia un camino de soluciones para las mujeres y, fundamentalmente, para la infancia y la adolescencia.

Estamos en un período de cambios importantes vinculados a la creación del Sistema Nacional Integrado de Cuidados. Sería bueno tener en cuenta la cotidianidad de los uruguayos a la hora de diseñar su articulación con el sistema educativo.

Publicado en La Diaria 19-4-17

EL LENTO Y VELOZ CAMINO DE LA REGULACIÓN EN URUGUAY | Una conversación con Milton Romani, por Constanza Sánchez

Fotografía Miguel Mira

Charlamos con Romani en un hotel del centro de Barcelona, aprovechando su paso por la ciudad para comparecer ante la Comisión del Parlament de Catalunya que evalúa la ILP sobre la regulación de las asociaciones de personas consumidoras de cannabis (La Rosa Verda). Me lo encuentro leyendo El País, con su inseparable mate y de buen humor, como siempre.

Secretario general de la Junta Nacional de Drogas de Uruguay entre el 2005 y el 2011, y posteriormente desde el 2015 hasta mediados del 2016, en la actualidad es embajador y trabaja como asesor en Política de Drogas y Derechos Humanos en el Ministerio de Asuntos Exteriores, su trayectoria lo avala como una de las personalidades que desde el ámbito gubernamental más ha contribuido a adoptar un enfoque de derechos humanos en las políticas de drogas y uno de los conductores clave de la regulación del cannabis en su país. Conversamos sobre el proceso en Uruguay, sobre las perspectivas de una regulación en España y sobre el futuro de un mundo que elige a presidentes como Donald Trump.

Después del resultado de las elecciones en Estados Unidos. ¿Queremos un mundo en el que la marihuana sea legal pero gobernado por un tipo como Trump?

(Risas) No hay porro que nos haga olvidar que es una barbaridad. Para mí la victoria de Trump augura un quiebre civilizatorio. Aunque algunos lo habían advertido como una probabilidad, entre ellos el cineasta Michael Moore, saber que ha ganado y que ganó por ese margen importante, con mayoría en el Congreso y en el Senado, con la clase de discurso del miedo, de la xenofobia y el sexismo, augura un quiebre civilizatorio. Es la revancha del Ku Klux Klan. Las peores prácticas contra los afroamericanos ahora van a ser contra toda la comunidad LGTBI…

“Hay una especie de adicción a las políticas de drogas entre los que nos dedicamos a este tema. Vemos el mundo solamente a través de las drogas, de su prohibición, del prohibicionismo, pero hay otras cosas”

Y contra los latinoamericanos…

También. Me sigue resultando muy penoso que el presidente Peña Nieto lo haya recibido en plena campaña, porque creo que promover el miedo es de las peores cosas en política y en la vida, y lo que hace este señor es basar su política en la política del miedo. En estos momentos millones de mexicanos, guatemaltecos, salvadoreños que están en territorio estadounidense trabajando, haciendo los trabajos que los gringos no quieren hacer, deben estar temerosos. También, hay que decirlo, para consternación del género humano, hay un 29% del voto latino que apoyó a Trump. Seguramente son los hispanos que ya tienen un lugar y no quieren que sus hermanos vengan a joderlos. Son los fenómenos terribles que, salvando las distancias, se conocieron en Europa con el nazismo y el fascismo. Y bueno, para prueba un botón, las primeras manifestaciones de apoyo y de felicitaciones fueron de Marine Le Pen, Mariano Rajoy y de la ultraderecha europea. El miedo es malo para todos. Se va a generar violencia, y eso es un mal dato. Y por supuesto que eso afectará a las políticas de drogas… Muchas veces, en el fervor de nuestra lucha, nos quedamos prendidos a las sustancias y a las políticas de drogas. Hay una especie de adicción de los que nos dedicamos a este tema a las políticas de drogas. Vemos el mundo solamente a través de las drogas, de su prohibición, del prohibicionismo, pero hay otras cosas.

Muchas personas parecen haberse fijado más en la legalización en California y están contentas con eso a pesar de lo que significa la victoria de Trump.

No sé qué va a pasar en el frente interno de Estados Unidos con el señor Trump ahora que tenemos tres estados más, entre ellos California, la quinta economía del mundo, que han legalizado. Como este señor está muy fijado a la idea de una reactivación económica que estimule el empleo nacional, no creo que se vaya a meter con ese tema al interior de Estados Unidos. Hacia fuera, puede ocurrir que tengamos una reactivación de la vieja guerra contra las drogas. Al interior de Estados Unidos va a ser legal, va a haber una permisión, y van a exportar los problemas otra vez hacia América Latina y el Caribe. Estos señores conservadores están muy ligados al complejo de la industria armamentística y a todo el sistema de las cárceles privadas. Desgraciadamente, la industria armamentística da empleo, por lo tanto, hay que tener guerras para sostenerla. Hay que mantener la guerra contra las drogas para sostener la actividad de más de sesenta y cuatro agencias norteamericanas que se dedican a esta tarea, y las cárceles también son un negocio. Ayer leía que hay algunos sectores que ya se mostraron muy optimistas en las bolsas, entre ellos la industria farmacéutica y las compañías de cárceles privadas.

A veces pareciera que, con la forma en que se está legalizando, se ha salido de la prohibición y el capitalismo lo ha ocupado todo, incluso puede comprar el activismo, la ciencia, cualquier cosa que pudiera traer beneficio. Se ha pasado de invertir en armas a invertir en marihuana. Creo que hay que tener cuidado en cómo estamos haciendo las cosas, que no debemos olvidar la visión global de que las políticas de drogas sirvan también para mejorar otros ámbitos de la sociedad. El caso de Uruguay me parece interesante por esto, porque hay un Estado social detrás, no es puro capitalismo.

Esta es una situación en la que me atrevo a convocar a toda la sociedad civil, a toda la militancia vinculada al cannabis y a todo el antiprohibicionismo para hacer una reflexión política, porque lo que estamos haciendo con este asunto es política. Para hacer buena política hay que enmarcar nuestra reivindicación de derechos y de libertad en el marco de un proyecto político. Entonces, ¿cuál es el problema político que tenemos con el prohibicionismo? Esa fue una de las primeras banderas que Uruguay sacó a nivel internacional en el 2008; que fuimos a Viena a reivindicar que las políticas de drogas deben formar parte de la agenda de derechos humanos. Los derechos humanos tienen que ver con las drogas y con muchas otras cuestiones. Por lo tanto, siempre reclamo que para enfocar el tema drogas, tanto a nivel clínico como a nivel político, hay que “descentrar”.

“El pasaje del prohibicionismo a una liberalización de las drogas implica secuestrar una lógica de capitalismo salvaje como es la del narcotráfico”

¿Descentrar?

Descentrar quiere decir sacar el foco de un asunto para verlo más ampliamente. Es verdad lo que decías, que pasar del prohibicionismo a la legalización puede implicar una libertad total de mercado. Las primeras corrientes que reivindicaron la legalización fueron precisamente las corrientes liberales de Milton Friedman y Gary Becker. Dentro de este descentramiento que tiene que ubicarse en la agenda de derechos también se ha de incluir un pensamiento económico social claro; también convoco a la militancia cannábica a reflexionar sobre esto. La regulación de los mercados –no del mercado de cannabis, del mercado– es una necesidad de los pueblos para contener los desbordes salvajes de la lógica interna que tiene el mercado capitalista. El mercado capitalista no piensa ni en la agenda de derechos ni en libertades. La libertad y la lógica de mercado en lo único que piensa es en maximizar la ganancia y extender el consumo. El pasaje del prohibicionismo a una liberalización de las drogas implica secuestrar una lógica de capitalismo salvaje como es la del narcotráfico, unido al lavado de dinero. Es un paso, pero creo que al mismo tiempo, de la misma manera que hacemos ese pasaje, el control estatal y social sobre este tema es una oportunidad que nos debemos dar para evitar los excesos y la lógica del mercado libre que puede traernos aparejados esta situación. Por lo que hemos conversado con los amigos de Washington y Colorado, este tema ya lo incorporaron como una problemática. El modelo uruguayo es casi estatista. Y se da en un país donde la tradición estatista es muy grande. Uruguay debe ser de los pocos países que tienen, por ejemplo, una empresa pública de telecomunicaciones, que además es exitosa y brinda ganancias al Estado.

¿Cómo va el proceso de regulación en Uruguay?

Lento. Muy lento. Demasiado lento.

Pero ¿lento porque estamos hablando de cannabis?, ¿o porque Uruguay es lento?

Uruguay es lento para hacer algunas cosas. Los mecanismos institucionales son lentos. A eso hay que sumarle que el tema cannabis enfrenta resistencias de varios lados. Ha habido mayorías parlamentarias y apoyo de la sociedad civil cannábica uruguaya, que, con todo el respeto que me merece, no tiene la envergadura que tiene acá en Cataluña, donde cuatrocientos clubes presentan una iniciativa popular y unen cincuenta mil firmas… Eso no ha existido en Uruguay. Hemos sido pioneros, sí, pero hemos tenido que enfrentar cosas precisamente por ser los primeros. Tuvimos un empuje grande durante la discusión parlamentaria, después tuvimos una transición de gobierno, que siempre trae complicaciones porque cambian las autoridades en todos los niveles. El presidente Tabaré Vázquez, médico oncólogo, tiene una visión higienista del tema, y ha puesto mucho cuidado en la implementación de la regulación porque no quería fracasar. A veces la cautela atenta contra la efectividad. Además, estamos creando una institucionalidad nueva. Creamos el IRCCA, que es como crear un ministerio: una oficina que tiene que tener fiscalizadores, una red informática… Por ejemplo, nuestro sistema se hace con registro de usuarios, y el registro de usuarios es todo un desafío al sistema de derechos y garantías, y esto fue polémico con la sociedad civil, aunque se terminó aceptando porque nosotros hicimos, desde el gobierno, todo lo posible para que este registro fuera un dato sensible. Protegido por la ley de datos. En el sistema del acceso legal a la marihuana hay tres vías: autocultivo, clubes y farmacias.

¿Y en las tres vías hay que registrarse?

Sí. Ya empezó el registro con buen éxito en la primera y segunda modalidad, pero estamos muy demorados con el registro de usuarios que retiran en farmacias. Cuando das tus datos, se incorporan a un sistema de encriptación, que asegure la privacidad, y de desencriptación por si un juez lo pide. Esto no existía, hubo que crearlo, era algo que no estaba creado y es toda una novedad. Y no quisimos lanzar el registro general antes de tener todo eso bien blindado. Nos llevó mucho tiempo también el otorgamiento de licencias para la producción de cannabis. Se presentaron veintidós empresas y teníamos que seleccionarlas por el plan industrial y estratégico de viabilidad y seguridad que presentaran, y a la vez teníamos que investigar el origen de los fondos y de los últimos beneficiarios para evitar que capitales que estuvieran lavando dinero del narcotráfico se metieran en el proyecto. Esto nos llevo un tiempo largo de selección, de licitación. Lo bueno es que no hubo ningún reclamo de las veinte perdedoras. Lo cual es bastante inusual, al menos en Uruguay, que una vez que otorgas una licitación no tengas un reclamo jurídico por cuestiones varias. Se fue muy exigente.

“Para la opinión pública este no es un tema de importancia. Les desvela la inseguridad, no la marihuana”

Y la sociedad uruguaya, la que no es activista cannábica, ¿qué opina?

Obvio que, además de las complicaciones de ingeniería del sistema o del cambio de presidencia, que pesó mucho, están las resistencias culturales. Para la opinión pública este no es un tema de importancia, a la gente le importa tres carajos que se legalice o no se legalice la marihuana, no es un tema que los desvele. Los desvela la inseguridad, pero la marihuana, que para muchos activistas cannábicos es el non plus ultra, para el resto de la gente es ambivalente: los “fumetas” no les quitan el sueño, aunque si les dices “les vamos a sacar esto al narcotráfico”, entonces te dicen “eso me parece bien”. Según cómo pregunte la consultora, te va a salir la encuesta a favor o en contra. Esa es la verdad del asunto. Pero no forma parte de la preocupación de la opinión pública. Tampoco forma parte del top de la agenda política. Y es más o menos razonable que eso sea así, en un país que además hace diez años tuvo un crecimiento económico importante, un abatimiento de los factores de pobreza y desocupación, y ahora estamos ante un momento económico de incertidumbre.

¿Y en qué momento está ahora el proceso de regulación?

Camina, hay una institucionalidad que funciona, esto va a salir. Ahora estamos en la fase final. Pero tuvimos que enfrentar también intereses comerciales, que especularon con los centros de farmacia. Te digo que los farmacéuticos, químicos y médicos fueron los bloques de resistencia más importantes, con una visión sanitarista dogmática que se resistía al cambio. Tuvimos que decirles: “No, esto no es un psicofármaco”; “No se expende con receta verde”; “Esto es una variedad vegetal con capacidad psicoactiva”… Tuvimos que sacar un decreto especial para determinarla así, porque si no los químicos farmacéuticos se oponían y querían tener el control al considerar que se trataba de un psicofármaco. Pero el cannabis no se expende con receta médica, es de libre expendio. Hay modalidades en algunos estados norteamericanos que, bajo el paraguas del cannabis medicinal con receta médica, pues ya sabes: “Doctor, tengo dolor de espalda: cannabis y, pum, receta”. En Uruguay no es así, allí el usuario de cannabis que quiera acceder o planta, o se hace socio, o se registra en el correo y va a ir a la farmacia donde podrá retirar sus 10 gramos semanales, hasta 40 gramos mensuales. Esa es la ley.

“El día que salga el primer gramo de marihuana de la primera farmacia, ya está. La regulación caminará”

Uruguay está en el punto de mira, tanto de los partidarios como de los detractores. Y hay mucha presión de que este primer intento salga bien. Debe ser agotador, realmente solo han pasado tres años para construir todo un sistema que no existía.

Te puedes imaginar. Yo ya había sido Secretario Nacional de Drogas en el primer gobierno de Tabaré Vázquez, y lo continué siendo un tiempo con Mujica precisamente como una señal de que él iba a garantizar la continuidad de la ley porque existía la sospecha de que no lo iba a hacer. Ahora de nuevo, en este su segundo gobierno, Tabaré Vázquez me volvió a designar Secretario Nacional de Drogas, y sí, la presión mediática es muy grande, no por intereses relacionados con la marihuana, sino por ponerle palos al gobierno: “Oye, esto ya lleva tres años”. Yo pienso que tenemos cien años de prohibicionismo, así que porque nos demos tres años de probar otra cosa no es tan grave. Además, en algunos aspectos ya está caminando bien: hubo polémica sobre el registro, de acuerdo, pero entre cultivadores y clubes cannábicos ya hay más de seis mil uruguayos y uruguayas que se registraron y no tienen ningún problema con el Estado. Seis mil personas es un número importante en Uruguay, un país de tres millones y medio de habitantes. Aunque es verdad que tenemos una población usuaria potencial de ciento cincuenta mil, ya son seis mil los que no acuden al mercado ilícito. Insisto en que el primer síntoma de éxito del modelo uruguayo, que no es de libre mercado abierto, pues no se permiten publicidad ni competencia ni hay diferencia de precio –eso es por ley el mercado regulado–, es que los usuarios se adhieran al sistema. Si los usuarios dicen “déjate de joder, me es mucho más fácil llamar al dealer”, ahí fracasó todo. Los seis mil que se adhirieron son la parte más activista que está en el autocultivo y en los clubes, pero de todas maneras yo creo que es un buen síntoma. El día que empecemos a dispensar efectivamente, el día que salga el primer gramo de marihuana de la primera farmacia, ya está. A partir de ahí se producirá la naturalización de algo que parecía imposible. Vamos a tener que darnos un tiempo para ver el impacto que tiene en la gobernanza, en la cantidad de gente presa… Pero caminará.

¿Cómo ha sido tu experiencia aquí, en el Parlament?

Te confieso que más allá de lo que me habían informado, era toda una incógnita saber cuáles eran los niveles de sensibilidad y de profundidad que tenía este asunto, y me voy con la convicción de que Cataluña va a ser la próxima región del mundo que va a dar un paso hacia la regulación. Ya entendí todos los problemas que tienen con el poder central, pero creo que de todas maneras la cosa va adelante porque he visto una Comisión de Salud que ha interiorizado el tema, no escuché políticos que están bobeando y que preguntan pavadas, no. Los vi informados, interesados, y vi un consenso político que, salvo algún sector, están para ir adelante. Me llevo una grata sorpresa de la situación en Cataluña. No es una sorpresa respecto a lo que desde Uruguay conocíamos sobre Cataluña y el País Vasco. En realidad, nosotros el componente de clubes de membrecía de la ley se lo copiamos a ustedes, se lo escuchamos a Martín Barriuso y a Òscar Parés ya en el 2007, cuando hicimos un diálogo informal, y lo escuchábamos con muchísima atención. En lo personal, el modelo de los clubes sociales de cannabis (CSC) me pareció muy bueno desde el punto de vista incluso de una reelaboración responsable. Siempre tiene flancos de mercado libre, pero el hecho de que se creen pequeñas asociaciones de producción, que además ahora tenga la iniciativa de autorregularse con un marco legal, me parece que sigue siendo muy interesante como modelo. Veamos qué pasa con Canadá, que creo que va por un camino mixto entre libertad de mercado, regulación estatal y asociaciones o pequeñas cooperativas.

Los activistas de Canadá, que son los que están asesorando ahora al gobierno, están muy interesados también en conocer cómo funciona el modelo de clubes. Es algo muy desconocido.

No es muy conocido, no, y a mí me sigue pareciendo muy interesante. Es verdad que hay que garantizar el derecho de cualquier usuario, pero como político creo que hay que dar prioridad a aquellos que están organizados y se proponen un objetivo determinado y cuidan de sus intereses, y una vez que tenés afirmado eso, el resto viene por añadidura.

“Me voy con la convicción de que Cataluña va a ser la próxima región del mundo que va a dar un paso hacia la regulación”

¿Y la propuesta en concreto, La Rosa Verda, qué le parece?, ¿qué opina del texto de la ILP?

Me parece que ojalá hubiéramos tenido este texto como primer paso en Uruguay. Nos hubiéramos ahorrado algunos dolores de cabeza. Te lo digo sinceramente. Es un texto que privilegia proteger derechos y garantías, eso es un punto muy importante. No es un verso literario. Creo que protege los derechos y garantías de las personas que están ya asociadas, es muy equilibrado respecto a los objetivos de salud que se propone la ley, lo cual es crucial porque es uno de los flancos débiles que tienen todos los mecanismos de regulación. El texto demuestra que se puede hacer un enfoque de reducción de daños y que esto brinda posibilidades mejores de atender los eventuales problemas de salud del sistema actual. Hay alguna cosa que el texto no dice, pero que a lo mejor es una virtud que no la diga: por ejemplo, qué cantidad de socios puede tener una asociación, nosotros tenemos una limitación y a lo mejor en la discusión van a tener que llegar a un acuerdo.

Vuestra limitación es además muy estricta, de quince a cuarenta y cinco socios.

Muy baja, las personas asociadas en clubes ya nos dicen que no les da la fórmula económica, y ya hubo un primer intento de asociación de clubes porque no les llega. Pero también nosotros nos enfrentamos a lo otro: viene una empresa que te funda catorce clubes y después se asocia y tenés una gran empresa.

Este es un dilema importante aquí: si a los clubes se les pide demasiado –que hagan reducción de riesgos, que sean pocos socios, se porten bien…–, y a la vez se permite que se monte un estanco de cannabis y una farmacia que dispense, sin todas estas restricciones, ¿no se estará perjudicando al colectivo que se quiere regular, privilegiando la fórmula comercial?

Para mí es una buena ley para empezar. Después yo sugerí que creen a nivel parlamentario una comisión de evaluación y monitoreo y vayan viendo y acompañando la implementación. Pero empezar reconociendo una realidad que son la cantidad de clubes que hay con esta situación me parece que es un buen movimiento para proteger desde el punto de vista legal a los que ya están funcionando y no someterlos a la arbitrariedad de la actuación policial, y también como una forma de autorregulación para evitar a los avivados. Es una forma de decir, y eso es un mensaje: tenemos una realidad, queremos ejercer nuestro derecho, nos asociamos, pero también somos una realidad que queremos una regulación hecha por nosotros con acuerdo de ustedes. Hay que partir de una posición sensata. Nosotros ni con el mercado regulado ni con los clubes vamos a resolver el problema del “paraíso en la tierra”. Vamos a sacar a alguna gente del mercado ilícito, pero este va a seguir existiendo. Como lo hay de tabaco y alcohol. Pero si tú me decís que con esta regulación sacamos a la mitad de usuarios del mercado ilícito, hemos adelantado la mitad del camino.

Publicado en la revista Cáñamo #230 (febrero 2017)

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