DEFENDER LA DEMOCRACIA, ELEGIR LAS BATALLAS, MARCAR LA AGENDA por Javier Cousillas

Escribe Javier Cousillas

Integrante del MAS-959

Artículo publicado en La Diaria 17 de enero 2023

Defender la democracia, elegir las batallas, marcar la agenda | la diaria | Uruguay

Los hechos que a menudo se reiteran en nuestro continente nos deben lleva a una reflexión permanente sobre cómo se mueven las derechas y de qué manera enfrentarlas desde nuestras filas, con nuestras fortalezas y debilidades.

Como dice Boaventura de Souza, lo que ocurrió en Brasilia hace pocos días, no es algo espontáneo ni cosa de “locos sueltos”, sino que son actos de terrorismo muy bien planificados y constituyen parte de una estrategia de las derechas a nivel global.

Cuando las derechas pueden perder el poder comienzan a cuestionar los procesos electorales, instalar en el imaginario colectivo la idea de fraude como ocurrió en Brasil y anteriormente en otros países del continente.

Ante la imposibilidad de recoger apoyos mayoritarios, la idea es debilitar al gobierno entrante poniendo en duda su legitimidad. Y para ello es fundamental una fuerte presencia en las redes, tener del mismo lado a los medios masivos, a la cabeza del sistema judicial, algunas patronales defensoras de status quo (como la de los camioneros, cámaras empresariales, etc.) y por supuesto los principales cuadros de las Fuerzas Armadas, a la vez que coartar derechos a aquellos sectores populares que seguramente se encuentren en la vereda opuesta decididos a enfrentarlos.

En el fondo se trata de cuestionar la democracia y a los “políticos” instalando en la cabeza de la gente que no es este sistema el que va a solucionar sus problemas. De allí a llamar a algún “Mesías” no es mucho el trecho a recorrer.

¿Estamos tan lejos en nuestro país de recorrer este camino?

El manejo mediático de la crisis ANCAP-Sendic fue apenas una muestra, ¿O no quedó instalado en la cabeza de miles de uruguayos que “se afanaron 800 millones de dólares”? Somos de los que estamos convencidos de que no perdimos en 2019 por eso, sin embargo, estamos persuadidos que tuvo su incidencia.

¿No es permanente el agravio a la principal fuerza del país desde algunos senadores y operadores oficialistas e incluso en alguna oportunidad desde el propio Presidente de la República?

Queda claro también, que el momento que atraviesa el Presidente y la propia institución Presidencia de la República, no fortalece la visión que los uruguayos puedan tener ya no sólo de su persona, de su partido y aliados de la coalición, sino de la democracia representativa y su piedra basal: el sistema de partidos.

¿Esto es bueno para las derechas de cara octubre 2024? Seguramente no, pero tampoco para nuestra izquierda. Si la apuesta es dejar que el gobierno se cocine en su propio hervor, no es seguro que si nos sentamos en la vereda a esperar el resultado de esta estrategia, el féretro pase en procesión frente a nuestras casas.

¿Qué queremos decir con esto? Que el país necesita el retorno de la izquierda al gobierno, pero no de cualquier manera ni para cualquier cosa. No alcanza sólo con denunciar irregularidades, ilegalidades, etc. (que hay que hacerlo) ni salir atrás de cada pelota como si fuera la última y contestar cada aparición de un gobernante en los medios, (como la discusión sobre qué tan buena es la temporada turística y si entraron 4 turistas mas o menos que en 2019!).

La agenda debemos marcarla nosotros y no dejarnos intimidar por el “estuvieron 15 años y no lo hicieron”. Porque, entre otras cosas, también hay que defender lo que se hizo.

Es una debilidad para la izquierda no exponer alternativas a las propuestas que impone el neo- herrerismo y su coalición de gobierno.

Se están procesando dos reformas muy importantes para el país y con un resultado claramente negativo: la de la Educación y la de la Seguridad Social (o sistema jubilatorio). Los uruguayos saben que la izquierda se opone, pero no sabe que vamos a hacer con estos temas.

No se trata de redactar un proyecto alternativo que sabemos que va a naufragar ante las manos de yeso de los legisladores de la coalición, pero si debemos hacer el esfuerzo de delinear las principales ideas fuerza de nuestras propuestas. Alimentar a los uruguayos con los aspectos negativos de lo que propone la derecha, pero también alternativas.

Y como estos temas muchos otros: la integración geopolítica, políticas medioambientales, transición energética, creación y distribución de riqueza, derechos laborales y generación de empleo, políticas para nuestra infancia y sistema de cuidados, por dónde va a pasar nuestra política de vivienda, como vamos a gestionar la convivencia ciudadana, la seguridad y la administración de Justicia, la profundización de la reforma de la salud, entre otros temas que realmente importan a los uruguayos.

Somos conscientes que en cada uno de estos temas –fáciles de enunciar- tenemos diferencias. Hay que ponerlas sobre la mesa y poner lo mejor de cada uno para alcanzar síntesis superadoras. Lo necesita nuestra fuerza política, pero más aún, lo necesita nuestro país.

Estas respuestas deben delinear el Uruguay del futuro, muy distinto al actual, pero también muy distinto al que dejamos en marzo de 2020.

No se trata de ganar en 2024 para delinear las nuevas políticas, se trata de elaborar esas nuevas políticas (ahora, no 15 días antes de las elecciones) para ganar en 2024.

ANCAP, entre las pérdidas financieras y las pérdidas de valores

Escribe Javier Cousillas

Pocas veces en tan poco tiempo hubo tanta gente que supiera tan poco opinando sobre la gestión de ANCAP. Y el daño que están haciendo al “Ente” o la “empresa” (según como se la mire) es descomunal.

Nunca una Comisión Investigadora como la creada investigó tan poco. Desde antes de crearse los dados estaban echados. La derecha y algunos sectores del FA se vuelven a unir como en el 2003 para cuestionar el papel de ANCAP como palanca de desarrollo de la economía nacional y desde el resto del FA, salvo honrosas excepciones, el silencio es estruendoso.

Coinciden en que no es al país al que le deben cerrar las cuentas, sino a cada una de sus empresas públicas, desde una visión totalmente desacertada sobre cuál debe ser el papel de un Ente Autónomo en el marco de un modelo de desarrollo. Visión totalmente estrecha que cuestiona el papel de las empresas públicas como dinamizadoras del desarrollo social, el empleo, la industrialización, el conocimiento y tantos otros factores que contribuyen al desarrollo nacional.

Tienen una visión de ANCAP y del resto de las empresas para recaudar y volcar el dinero en políticas asistenciales. Les parece poco lo que recaudan con el IVA y el Imesi a los combustibles. No tienen idea el peso que tiene ANCAP a lo largo y ancho del país en la vida cotidiana de la gente.

Prefieren abrir comedores en Bella Unión o en Paysandú antes que desarrollar ALUR y que la gente viva dignamente de su trabajo. Prefieren traer el cemento de Turquía porque es más “barato” antes que realizar las inversiones en las plantas de Portland para generar inversión nacional.

Poco les importa si hubo que construir tanques para almacenar combustibles o supergás, o vagones y buques para su traslado,  porque durante décadas no se había hecho absolutamente nada ya que el único objetivo que tenía la derecha y que compartía –y me temo que sigue compartiendo parte del FA- es entregarla a manos privadas.

Para ellos todo es un “despilfarro”

No sólo se trata de cargarse algunos posibles candidatos para el 2019 (Sendic, Martínez, etc.)  Se trata también de “achicar el estado” y para ello no hay nada mejor que mostrar a ANCAP como un caos y una máquina de despilfarrar dinero.

Dicen que la masa salarial de los trabajadores aumentó un 50 % y esconden que el promedio del país fue un 47%. Omiten que toda la masa salarial más las cargas sociales de todo el personal de ANCAP incide en la tarifa de los combustibles un poco menos que un pedo en el desierto del Sahara.

Buscan los motivos de las pérdidas  en la contratación de un remolcador para llevar las barcazas Río Uruguay aguas arriba, porque prefieren hacerlo en camiones como siempre lo hicieron,  o en la contratación (5000 dólares) de publicidad en  una radio comunitaria de Quebracho, pero no informan cuanto llevan los canales privados o el resto de los medios de comunicación que están muy lejos de ser “comunitarios”. Claro, pobre al periodista que informe cuanto ingresó proveniente de ANCAP entre 2000 y 2015 en el medio que trabaja! Profesionales si, incisivos si, rigurosos, también ; pero no mascan vidrio.

Realmente se trata de argumentos para infradotados.

ANCAP factura anualmente 5000 millones de dólares por año y su problema está en que entre los años 2011 y 2014 dejó de recaudar 800 millones de dólares asumiendo costos de distribución que no fueron volcados a la tarifa con el objetivo –que comparto- de que la inflación no superara el 10 %. Le guste o no le guste a los Astoris, Valentis, Michelinis y los voceros de la derecha que actúan como repetidores de  análisis que responden a una estrategia suicida.

No hace falta ser un matemático soviético para darse cuenta que la suma de las “pérdidas contables” coincide con esa cifra y no con las estupideces que se investigan.

Todas las inversiones de ANCAP fueron de público conocimiento, todas pasaron por el Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Industria, todas responden a un plan energético que tuvo un amplio apoyo interpartidario en el 2005-2006, sin embargo nadie acusa conocimiento de las mismas.

Que esta inmoralidad  la haga la derecha,  está dentro de la lógica; pero que no la asuman los frenteamplistas que la decidieron, rompe lisa y llanamente con todos los valores que deben guiar el pertenecer a una fuerza política que tiene la obligación de gobernar de acuerdo a sus postulados históricos y al programa que se le presentó a la gente.

Se ha mezclado en el debate lo económico financiero con lo político partidario y las internas  del FA,  y a esta altura el común de los uruguayos, en lugar de información veraz, recibe verdades a medias que son mucho más peligrosas que aquellas mentiras lisas y llanas.

El daño está hecho y la derecha lo festeja. Ahora se trata de no agravarlo.

Si hay problemas de gestión hay que identificarlos, contrastarlos con la realidad y resolverlos, pero no poniendo la carreta delante de los bueyes. El pedido de renuncia o destitución de quien desde hace 6 meses se encuentra al frente de la empresa, adoptando medidas para subsanar errores, no resiste el menor análisis y se trataría de un linchamiento espeluznante para satisfacer la necesidad de sangre de los que gritan más alto y cuentan con servil amplificación.

Sería como pedir la cabeza de Astori porque en 9 meses de gestión subió la desocupación de un 6 a un 8.5% , casi un 50 %.

Nota- Quien suscribe estas opiniones es Javier Cousillas Iglesias, funcionario de ANCAP desde hace 33 años y actualmente Gerente de Servicios Generales. Es mi opinión de los hechos, a la que tengo derecho como ciudadano y como verán, está teñida por mi militancia frenteamplista. No involucra absolutamente a nadie más que a mí y a mi conciencia. Aclaro también que soy uno de quienes se ha negado a declarar en la Comisión por las razones que se desprenden de lo escrito  y no porque alguien me lo hubiera sugerido o impuesto. JCI.

Lanzamiento del ciclo de debates: La crisis del capitalismo, una mirada desde la izquierda a cargo de Pablo Anzalone, Javier Cousillas y Mónica Xavier

Presentación del ciclo de debates: la crisis del capitalismo, una mirada de izquierda, a cargo de Pablo Anzalone, Mónica Xavier y Javier Cousillas, durante la primera mesa dedicada al Uruguay, la región y el mundo a cargo de Constanza Moreira, Roberto Conde y Milton Romani. El 10 de setiembre de 2015, en la Huella de Seregni.

Roberto Conde interviene en el ciclo de debates: La crisis del capitalismo, una mirada desde la izquierda. Segunda parte.

Segunda parte de la intervención de Roberto Conde en la mesa redonda dedicada al análisis de la situación de Uruguay, la región y el mundo. En la misma participaron también Constanza Moreira, Milton Romani. Presentaron el ciclo de debates Mónica Xavier, Pablo Anzalone y Javier Cousillas. Moderó el periodista Lucas Silva. El evento tuvo lugar en la Huella de Seregni el 10 de setiembre de 2015.

Momento de preguntas en el ciclo de debates: Uruguay, la región y el mundo

Momento de preguntas durante la mesa redonda integrada por Milton Romani, Constanza Moreira y Roberto Conde en la Huella de Seregni, iniciando el Ciclo de debates: La crisis del capitalismo, una mirada desde la izquierda. Aquí, Constanza Moreira sobre el medio ambiente.

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Ciclo de debates: Uruguay, la región y el mundo

Presentación del ciclo: Pablo Anzalone y Javier Cousillas

Apertura: Mónica Xavier

Panelistas: Roberto Conde, Constanza Moreira, Milton Romani

Moderador: Lucas Silva

Jueves 10 de setiembre, 19.30hs

Local: La Huella de Seregni (Germán Barbato 1431)