Escribe Lic. Pablo Anzalone
Artículo publicado en EL DIARIO MEDICO mayo 2017
La participación social forma parte de los principios rectores de la reforma sanitaria y atraviesa los tres ejes de cambio priorizados en el modelo de atención, modelo de gestión y modelo de financiación. Pero sin duda es en la transformación del modelo de atención donde la participación social juega un rol más importante.
El cambio en el modelo de atención es una de las transformaciones más trascendentes y complicadas del proceso de reforma de la salud. Su eje principal es el desarrollo de la estrategia de Atención Primaria de Salud (APS) con carácter integral, en el marco de Redes Integradas de Servicios de Salud (RISS).
Antes del año 2005 Uruguay tenía un modelo de atención limitadamente curativo, asistencialista, hospitalo-céntrico, sin políticas de prevención y promoción. Un modelo donde el poder estaba concentrado en algunos grupos, se ignoraba a usuarios y trabajadores como protagonistas de la salud y no se impulsaban alianzas intersectoriales. No es una característica uruguaya solamente sino un modelo hegemónico a nivel internacional que cuenta con fuertes respaldos culturales, económicos y técnicos. Es funcional al poder del complejo industrial de la salud cuyos enclaves principales son la industria internacional de medicamentos y de tecnología.
¿Hasta dónde ha cambiado luego de 10 años de reforma? Hay muchos avances destacables. Sin embargo junto con el modelo de gestión se puede decir que los cambios en el modelo de atención son todavía muy insuficientes.
Nos parecen muy acertadas dos iniciativas recientes del MSP. Una de ellas es la realización de Coloquios que pongan sobre la mesa problemas relevantes para la salud, democraticen la información, incentiven una reflexión y discusión más profundas. Y la otra es haber recogido la propuesta de la FUS de llevar adelante un Dialogo Social en salud sobre grandes temas priorizados, para buscar acuerdos sobre los rumbos de profundización de la reforma.
En este contexto es más válido que nunca la elaboración conceptual y el debate fermental sobre los nudos críticos de la reforma sanitaria. Uno de ellos son las transformaciones en el modelo de atención.
Tomando como base una conferencia que realizamos sobre el tema en el Curso sobre Profundización del SNIS y Participación Social del Instituto de Formación Sindical de FUS, intentaremos hacer una contraposición necesariamente esquemática de ambos modelos.
CONTRAPOSICIÓN DE AMBOS MODELOS según algunas de sus características
MODELO ASISTENCIALISTA HEGEMÓNICO |
MODELO INTEGRAL basado en Redes Integradas de Servicios de Salud |
Curativo y asistencialista, sin prevención de la enfermedad y promoción de la salud. |
Integral con énfasis en la prevención y promoción y acción sobre los determinantes de la salud y de la enfermedad. Recordemos a Lalonde |
Actúa sobre el individuo enfermo | Considera a la familia y la comunidad. Concibe la atención en base a una definición de población y territorio |
Atiende a demanda | Trabaja con programas y planes de salud además de la demanda |
Estimula un uso acrítico de la tecnología y medicamentos |
Promueve un uso racional de la tecnología y de los medicamentos |
Identifica calidad con mayor tecnología |
Asocia calidad con capacitación continua, protocolización y buenos vínculos |
Concentra saberes y poderes | Reconoce saberes y promueve la participación de los diferentes actores, redistribuyendo los poderes y construyendo otros nuevos |
-Genera una deshumanización de la atención de salud.
-Los grandes cambios tecnológicos y la mercantilización cambiaron radicalmente la relación médico-paciente. Pierde peso la clínica, el examen físico y el diálogo. |
-Promueve vínculos de respeto, solidaridad y cuidado por el otro.
-Rescata el valor de la clínica. La capacidad de escuchar, de preguntar, de ver el contexto familiar y social. -Reivindica la bioética y la democratización en salud |
-Se genera una sobreintervención médica sobre el cuerpo de las personas. Se multiplican las técnicas de diagnóstico y terapéutica, muy costosas y no siempre necesarias.
Es una medicina ofensiva. Hay una demanda inducida vinculada a los intereses de lucro. |
-Promueve un enfoque integral, con más prevención y promoción.
– Humanización en el trato, respeto e interacción con los saberes de los usuarios. |
Hay una medicina defensiva frente a la judicialización. Contrapartida de la impunidad dentro del sistema sanitario | -Cuestiona la judicialización como forma de representar los intereses de los usuarios. -Rechaza la impunidad y promueve formas de prevención de los errores técnicos y de autocorrección de las malas prácticas. |
Es funcional al lucro en la salud. Genera costos muy altos. Afecta la sustentabilidad de los sistemas de salud |
Cuestiona éticamente el lucro en salud. Defiende la salud como un derecho. Promueve una inversión planificada, priorizada e integral en salud |
Dificulta la atención en el primer nivel por los copagos |
Facilita la atención en el primer nivel eliminando o reduciendo los copagos |
Hospitalocéntrico. Sitúa en el hospital la forma principal de organización de la atención. | Prioriza el Primer Nivel de Atención. Articulado eficientemente con los demás niveles. Referencia y Contrareferencia ágiles.
Promueve la cercanía con las familias y el barrio. |
Promueve relaciones de mercado en la salud |
Subordina la lógica de mercado a una racionalización de los recursos y fines. |
Prioriza exclusivamente el rol médico. Subestima los demás perfiles profesionales sin incorporar el trabajo en equipo, la complementación e interacción entre saberes. Deja de lado la salud bucal y mental
Establece relaciones autoritarias dentro de las prácticas sanitarias |
Promueve el trabajo en equipo interdisciplinario, el reconocimiento de los distintos saberes, el intercambio, el análisis crítico y colectivo, la definición de planes y objetivos comunes. |
Concibe la labor aislada de cada efector de salud sobre sus afiliados | Desarrolla formas de complementación entre efectores para optimizar recursos. Trabajo en red. Planes comunes discutidos con la comunidad |
Considera la labor del sector salud en forma aislada y autosuficiente. | Promueve alianzas entre el sector salud, educación y comunidad como estrategia fundamental para la salud de la población |
La realidad siempre es más rica y heterogénea que cualquier modelo, pero la contraposición de modelos y estrategias son parte de las contradicciones que tienen los sistemas de salud. El SNIS requiere debates culturales, técnicos y políticos que contribuyan a problematizar la atención y desarrollar prácticas y estructuras más integrales y de mayor calidad.
Un ejercicio interesante es pensar como responden el modelo hegemónico y el modelo integral ante los principales problemas de salud del país. En primer lugar en relación con las enfermedades crónicas no transmisibles : cáncer, problemas cardiovasculares y cerebrovasculares, diabetes. O la malnutrición infantil con sus consecuencias de sobrepeso y obesidad, retraso de talla, anemia, hipertensión. ¿Cómo actúan en relación con problemas como la violencia doméstica y violencia de género?. ¿Cuales son las políticas que ambos modelos fomentan hacia los accidentes de tránsito, los suicidios, las adicciones y consumos problemáticos de drogas?.
¿COMO CAMBIAR EL MODELO DE ATENCIÓN ?
Es pertinente acá formular otras interrogantes. ¿Se puede actuar sobre los determinantes sociales, económicos, ambientales y culturales de la salud? ¿Se pueden cambiar los hábitos y las condiciones de vida? ¿Quienes podrían cambiarlos y cómo? ¿Cómo construir un modelo integral de atención a la salud?
Desde el Instituto de Formación Sindical de FUS se ha avanzado en el análisis de varias líneas de acción. En primer lugar fortalecer la implementación de los programas integrales de atención, organizados en una matriz transversal y longitudinal en el ciclo de vida. En segundo término convertir los Objetivos Sanitarios Nacionales en metas para un Plan Nacional de Salud y Planes Departamentales y locales elaborados e implementados con la mayor participación social.
Si la población no asume como propias las acciones sobre los problemas prioritarios de salud, si no se construye una participación activa de la sociedad en estos procesos, es difícil modificar los componentes estructurales tanto en lo social como en lo cultural.
En tercer lugar definir nuevas normas legales, incentivos económicos y pautas culturales que limiten la dispersión de los efectores, jerarquicen el trabajo en red entre actores institucionales y sociales de la salud. Se precisan nuevas leyes sobre complementación, metas asistenciales por territorio, objetivos sanitarios compartidos y planes de salud acordes a esos objetivos. Los objetivos sanitarios nacionales son una herramienta fundamental en esa dirección.
La promoción de la salud y la prevención de la enfermedad han tenido un énfasis mucho mayor en este período. Sin embargo puede considerarse que, salvo en el tabaquismo, no han logrado problematizar los contextos y los estilos de vida para disminuir los factores de riesgo para la salud. La situación social ha tenido mejoras muy notorias en materia de pobreza, indigencia, empleo, y otras dimensiones, pero subsisten componentes de fractura social. Al mismo tiempo hay que señalar que la mejora de ingresos no significó la adopción de hábitos más saludables. El consumismo en general y en particular el incremento del consumo de alimentos ultraprocesados con altos contenidos de sodio, grasas y azúcares influyeron negativamente en la salud. La comunicación/diversión/acceso a eventos, via celulares y computadoras abren posibilidades impensables hace unos años, pero también estimulan el sedentarismo, un factor de riesgo importante para la salud.
Desde el ángulo de la salud las transformaciones en condiciones de vida y hábitos todavía son insuficientes, aunque la situación no es homogénea en este plano.
La prevención de la violencia de género crece hoy por las luchas de las mujeres. La gigantesca marcha del 8 de marzo de 2017 es una demostración de la importancia que el tema tiene en la sociedad hoy. La prevención de accidentes está teniendo resultados interesantes porque UNASEV ha desarrollado campañas sostenidas. Y claramente faltan todavía políticas de alimentación saludable y de actividad física con mayor impacto.
Democratizar las políticas y las instituciones de salud así como la construcción de los planes de salud y su implementación es parte de ese modelo integral que se desea promover.
La reforma de la salud concibe el rol del sistema sanitario como parte de una matriz de protección social. Se asumió una estrategia de APS dando prioridad al Primer Nivel de Atención con una articulación mejor entre los distintos niveles de atención.
La oferta adecuada de servicios, la accesibilidad, la capacidad de resolución, la longitudinalidad, la coordinación en red de los servicios, son componentes esenciales de la integralidad y de la calidad del modelo de atención.
Tal como señalamos en una investigación en curso sobre Participación Social en Salud, han habido avances hacia un modelo de atención integral y es bueno destacarlos pero todos los actores sociales consideran que han sido insuficientes para transformar el modelo de atención asistencialista y mercantilizado que sigue siendo hegemónico.