Sistema de cuidados: una oportunidad para promover la autogestión*

 Escribe Andrés Dean

En Uruguay hace ya varios años que el gobierno se encuentra diseñando la implementación de un Sistema Nacional de Cuidados. Si bien, esta fue anunciada como una de las prioridades del gobierno pasado, es recién con la aprobación del último presupuesto, que se asignan fondos para su implementación. En este contexto el 13 de octubre de 2015 el MIDES firmó un convenio con el Instituto Nacional de Cooperativismo (INACOOP) con el fin de promover una mayor presencia de cooperativas entre las organizaciones proveedoras de cuidados. Sin embargo, más allá de estos titulares, no existe mucha información pública sobre qué tipo de características se pretende que tengan las organizaciones proveedoras de cuidados.

A priori, los servicios de cuidados pueden ser brindados por distintos tipos de organizaciones. Pueden ser brindados por el propio estado, por ejemplo a través de guarderías públicas. Esta es la solución aplicada en varios países europeos. En caso de ser brindados por el sector privado, puede tratarse de empresas capitalistas, organizaciones sin fines de lucro, empresas autogestionadas (EA) o trabajadores individuales. Estos servicios pueden ser contratados directamente por los hogares o puede existir también algún subsidio por parte del estado (total o parcial). Este hecho hace que existan varias combinaciones posibles a la hora de pensar qué tipo de organizaciones serían las prestadoras de cuidados en el caso del sistema uruguayo. De hecho, en nuestro país ya conviven varias de estas formas organizativas. Existen guarderías públicas, trabajadores independientes que realizan las tareas de cuidados de niños o ancianos en los propios hogares, centros de cuidados privados que los hogares contratan y centro privados subsidiados por el estado, como es el caso de los CAIF.

La creación de un sistema nacional de cuidados resulta una excelente oportunidad para promover la expansión de las EA. Para argumentarlo quisiera repasar la experiencia de la región de Quebec en Canadá. En la década de los 90, en dicha región se encontraban ante el desafío de diseñar un sistema de cuidados a la vez que resolver problemas de empleo persistentes de algunos sectores de la población. La opción que tomaron fue la utilización de organizaciones de la llamada «economía social».

Para diseñar el sistema de cuidados de los niños el alternativa elegida en Quebec tiene varias similitudes con los centros CAIF en Uruguay. El gobierno optó por entregar un subsidio por niño a centros de cuidados privados organizados bajo la forma de organizaciones sin fines de lucro o cooperativas de trabajadores. Las empresas capitalistas también podían ofrecer servicios de cuidados pero no recibían el subsidio por parte del estado.

Pero probablemente sea en el cuidados de ancianos y otras personas mayores dependientes donde se encuentra una mayor innovación organizativa. En este caso se estableció una tarifa subsidiada por hora que los hogares debían pagar por servicios de cuidado. Dichos servicios se realizaban a domicilio para personas que aun estaban en condiciones de seguir viviendo en su hogar en forma autónoma. Las tareas realizadas incluían ayudar a las personas con la preparación de comidas, la realización de compras, la limpieza del hogar y otras tareas diversas.

Para realizar estas tareas se capacitó a trabajadores con problemas de inserción laboral y baja calificación. Resolviendo al mismo tiempo, el problema de empleo de miles de personas. En la medida que el pago por parte de los hogares era bajo, el estado se encargaba de complementar los ingresos del trabajador para alcanzar un salario levemente mayor al laudo acordado en la negociación colectiva con los sindicatos.

La mayor novedad estuvo en que la actividad de estos los asistentes personales se organizó bajo la forma de cooperativas mixtas. Estas cooperativas eran gobernadas democráticamente no solo por sus trabajadores sino también por los usuarios de sus servicios. Si bien, esta modalidad de cooperativa mixta en Quebec solo se utilizó para los servicios de asistentes personales, nada indica que no pueda también utilizarse para otras actividades de cuidados como por ejemplo el de los niños.

El sistema de cuidados en Quebec, apoyado en cooperativas y otras formas de organizativas de economía social, tuvo una rápida expansión, generando empleo para cerca de 50.000 trabajadores, en una región de 8 millones de habitantes. Esto tuvo como consecuencia, una importante presión por parte de las empresas capitalistas para también ser subsidiadas. Hecho que se concretó hace pocos años bajo un gobierno de derecha.

Sin embargo, la exclusión del subsidio a las empresas capitalistas en un sistema de cuidados de este tipo, tiene un sólido argumento económico si se consideran las externalidades positivas generadas por las EA. En particular, si se tiene en cuenta la tensión inherente en las empresas capitalistas entre la búsqueda de mayores beneficios y los valores que esperamos estén asociados a las actividades de cuidados y crianza. Bajo la lógica maximizadora de beneficios la atención a las necesidades de las personas se justifica si se puede lucrar con ello. Mientras, el diseño de las cooperativas mixtas recién mencionado, posibilita que los objetivos de la organización prioricen las necesidades de sus miembros.

Adicionalmente, existen tanto argumentos teóricos como evidencia empírica para el caso Uruguay, que sustentan la idea que las EA podrían exhibir algunas ventajas frente a las empresas capitalistas en las actividades de cuidados.

Desde el punto de vista teórico, se trata de sectores intensivos en mano de obra requiriendo bajos niveles de inversión inicial en capital. Los problemas de financiamiento para la creación de la empresa, suele ser justamente una de las principales barreras a la formación de nuevas EA. En segundo lugar, se trata de actividades que no tienen economías de escala importantes, permitiendo mantener emprendimientos de tamaño mediano de forma eficiente. Por último, se trata de actividades que permiten mantener organizaciones con cierta homogeneidad entre sus miembros en términos de calificaciones y remuneraciones. Este hecho facilita la gestión y la toma de decisiones en una organización democrática. Resumiendo, se trataría de un sector donde las EA enfrentaría menores barreras para su formación. Este hecho, podría permitirle aprovechar las ventajas que tienen las EA frente a las empresas capitalistas en materia de motivación en el trabajo y eliminación de conflictos de intereses entre patrón y trabajador. Ambos elementos que redundarían en una mayor productividad.

A estos argumentos teóricos, se agrega que en Uruguay las actividades de cuidados se corresponden con uno de los sectores donde más se han creado EA en la última década. Un hecho que nos induce a pensar que las EA enfrentarían condiciones favorables a su sustentabilidad en dichos sectores.

*Publicado en La Diaria y en Razones y Personas

La construcción de más igualdad

Escribe Pablo Anzalone
Discutir las prioridades de la agenda social de este período como hicimos el jueves 24 en La Huella de Seregni en la segunda mesa de un Ciclo de Debates, es algo muy necesario en la coyuntura actual. No es un tema o un problema sólo de la izquierda. Un debate así debe tener carácter nacional, incluir a todos los partidos, a las organizaciones sociales, la academia, los medios de comunicación.
Sin embargo para la izquierda esa discusión es identitaria. Por eso las intervenciones de Lilian Celiberti, Roberto Elissalde y Pablo Martinis aportaron muchos elementos a una reflexión imprescindible.
Más aún en una coyuntura tan compleja como la generada por los episodios de violencia y represión desencadenados en la desocupación del CODICEN, que sumados al decreto de esencialidad, están creando un punto de quiebre entre el gobierno frenteamplista y fuerzas sociales significativas. Y comprometiendo posibilidades para la educación.
El contexto internacional y sus intérpretes señalan que el ritmo de crecimiento de la economía será menor. Es previsible que haya mayor pugna distributiva que en los años anteriores. Uruguay pudo sobrellevar la crisis que existe desde 2008 en los países capitalistas más poderosos porque continuó con una redistribución que agrandó el mercado interno. Hoy las recetas neoliberales de austeridad y recorte del gasto social son hegemónicas en una Europa derechizada y se imponen a gobiernos de izquierda como en Grecia. Ese poder del capitalismo neoliberal presiona en América Latina y varios gobiernos de izquierda tienen la disyuntiva de asumir el programa de ajuste y son confrontados por protestas masivas.
. Por eso importa ver con claridad el rumbo y las metas de transformación social de este período. Porque no será fácil alcanzarlas, pero si gana el discurso de la resignación y el achique, ni siquiera podremos mantener los logros de la década pasada. Sin mayores formas de redistribución será difícil atender a las desigualdades más flagrantes que todavía existen.
Un documento reciente del Sistema de Naciones Unidas en Uruguay llamado “Análisis Común de País” aporta mucha información sobre los avances y los pendientes que tenemos como sociedad. Vale la pena analizarlo, porque la situación actual no es homogénea. Y en esas contradicciones es donde juega la política.
Uruguay llegó a liderar el grupo de países de “Alto Desarrollo Humano” según Naciones Unidas (cerca de los países con “Muy Alto Desarrollo Humano”). El informe de Naciones Unidas reafirma que la pobreza medida por ingresos tuvo un descenso extraordinario en esta década. Pasamos de 39,9% de la población en condición de pobreza en 2004 a 9,7% en 2014. Según la línea de pobreza de CEPAL (menor que la del INE) la pobreza en áreas urbanas bajó de 20,9% en 2004 a 5,7 % en 2013.
Pesaron mejoras sustantivas en el empleo, descenso de la tasa de desempleo a niveles inéditos (6%) y un incremento en la formalización. También la reinstalación de los Consejos de Salarios, el gran incremento del Salario Mínimo Nacional, el aumento del salario real (47% en la década), el Plan de Emergencia y el Plan de Equidad. La indigencia pasó de 4,7% en 2004 a 0,3% en 2014. Estas cifras de pobreza son las más bajas desde que existen mediciones al respecto y también son las menores de América Latina.

Sin embargo el último Censo (2011) muestra que 34% de la población tiene por lo menos una necesidad básica insatisfecha. Es decir que la mejora en los ingresos hasta el momento no resuelve por sí sola carencias críticas de la calidad de vida de la población. La fractura social y la segregación territorial continúan. Mientras Montevideo tiene un 26,8% de la población con NBI en Artigas la cifra sube a 54%. Dentro de la capital, en los barrios de la costa y el centro, este indicador es sustancialmente menor que en la periferia.
Como señala el informe de Naciones Unidas, Uruguay es el país con mayor asimetría de América Latina entre los hogares con niños y adolescentes y el resto de la población. Un tercio de los niños menores de 3 años está en condición de pobreza hoy. Niños y adolescentes son la cuarta parte de la población uruguaya pero son casi la mitad de las personas en situación de pobreza (49,6%). La pobreza en niños menores de 15 años es 14 veces más alta que en los mayores de 65 años, (con datos de la CEPAL 11,5% y 0,8% respectivamente). La concentración de la pobreza en la infancia se traduce en peores indicadores en desarrollo, educación y salud. Aunque algunos indicadores como la mortalidad infantil (7,78 en 2014) son muy buenos, de los primeros en la región, otros como la desnutrición crónica, el sobrepeso y obesidad, la anemia, la sífilis connatal, son críticos.
La pobreza infantil constituye el principal problema social del Uruguay. Tiene vínculos transversales fuertes con la problemática de la educación, la salud, la alimentación, el hacinamiento, los espacios públicos, la violencia doméstica, la convivencia y más en general, el desarrollo. Debería ser la primera prioridad de la agenda social.

PRIMERA INFANCIA, VERGÜENZA NACIONAL (II): POR IGUALDAD DE OPORTUNIDADES

Por Jorge Bentancur
La principal riqueza que tiene un país es su gente. En el Cerro y Municipio A nacen 4000 niños por año, somos la cuna del país. El 57,2 % nacen en hogares pobres, es decir que 2300 niños por año de nuestro barrio están en riesgo de tener un retraso mental.
Uno piensa que un pobre es simplemente una persona que no tiene plata pero no es así. El pobre que no tiene para alimentarse es también pobre en amigos, en afectos, en historia, en entusiasmo, en lenguaje.
Hace unos años con un concejal y amigo estábamos haciendo un trabajo social en el Cerro Norte,llegó el día de cumpleaños de uno de los líderes de ese barrio y nos invita a comer asado para festejar. El era una de las llaves que nos permitía el ingreso sin problemas en determinados territorios. Una vez en su casa, comienzan a desfilar compinches del lugar que no estaban invitados al cumpleaños, el les había dicho que vinieran para mostrarles que tenía amigos. Así que tengamos en cuenta: tener amigos es una riqueza incalculable.
Una familia pobre utiliza en promedio 180 palabras para comunicarse, mientras que normalmente se usa entre 2000 y 3000 palabras de promedio.
En una ocasión que fuimos a Maracaná Sur para realizar un taller de salud, los anfitriones eran una familia muy numerosa y conocida del lugar. Resultó que los que vivían en la precaria vivienda que nos recibió con puertas abiertas al resto del barrio, no existían, no tenían ni cédula, ni partida de nacimiento, con carencias de todo tipo y sin acogerse a ningún plan. Logramos coordinar con un funcionario que fue al lugar para registrar su existencia y así pudieran acceder a los derechos que les corresponde. Cuando vamos a constatar las cédulas tenían como apellido el sobrenombre. El funcionario se hizo un entreveró porque no había podido entenderles debido a que el vocabulario utilizado era muy limitado y no tenían idea de nada. Estamos hablando a pocos metros de Cibils y la Ruta 1. Es que la desnutrición y la malnutrición provocan dificultades en el desarrollo de las personas, son , un problema tremendamente complejo.
LAS DIFERENCIAS SON NATURALES, LAS DESIGUALDADES SON SOCIALES
La desigualdad comienza en el vientre de la madre. Depende del medio ambiente adecuado donde nacen, de la alimentación. La etapa del embarazo y los primeros años de vida son fundamentales.
El 80% del cerebro crece el 1º año de vida. Cada uno al nacer tiene una información o programa genético que es nuestro DNA. La idea de un concepto de igualdad de oportunidades radica en que todos puedan expresar este programa genético. Una buena nutrición y estimulaciones afectivas y medioambiente correcto van a permitir que se exprese al máximo ese potencial de desarrollo genético.
El cerebro de un bebé cuando nace pesa 300 gramos, al año anda por 800 y a los 2 años alcanza al peso máximo de 1000 gramos. Es el órgano que se desarrolla más rápidamente si le damos nutrientes, seguridad afectiva y estímulos. De lo contrario tendremos muchos niños con retardo mental en primaria que no podrán comprender, con problemas de conducta y retrasarán al resto de la clase, toda esa historia que bien sabe un maestro del oeste.
Hace 10 años que en el Cerro existe la Red de Primera Infancia planteando esta problemática y parece que a los gobiernos no les interesa actuar seriamente sobre la raíz de esta problemática. Hablan de los índices de repetición y no visualizan que los niños tienen dificultades intelectuales por la falta de desarrollo de su cerebro. Plantean los problemas de seguridad y no se vincula a jóvenes nunca recibieron amor sino violencia y agresión.
En los últimos años se han incorporado gradualmente los programas: Uruguay Crece Contigo, Jóvenes en Red y Cercanías del MIDES que seguramente se suman positivamente a los Centros CAIF(Centro de Atención a la Infancia y a la Familia).Pero los CAIF que hay en la zona son insuficientes para contener los niños que crecen en la calle, y estamos aburridos de promesas incumplidas: en 2005 prometieron 23 nuevos y no hicieron ninguno, en 2010 prometieron 15 nuevos y nos hicieron 2, ahora prometen 27 CAIF nuevos para municipio A en este quinquenio ¿cumplirán? En 2012 la organización de usuarios de salud del Cerro consiguió un terreno donado de 1000 metros cuadrados en Camino de las Tropas y Ruta 1 porque dijeron que les faltaban terreno, entonces la Arquitecta de Plan CAIF dijo: “si quieren que les haga uno en ese lugar no les hago el otro”, una verdadera tomadura de pelo. Después nos enteramos que para cumplir la cuota de 100 en todo el país habían hecho donde era más fácil conseguir el terreno y la personería jurídica que se hiciera cargo, fue así que en un lugar que tenía capacidad ociosa terminó concurriendo hasta el hijo del intendente. Los CAIF es una respuesta a partir de 2 años, que ahora se piensa bajar a partir de 1 año. Lo cual es insuficiente para revertir la situación.
No alcanzan los programas muy focalizados, necesitamos políticas generales y además planes territoriales que actúen sobre los problemas comunes. Hay que reconocer, como hizo el INE en estos días, que la segregación territorial, la concentración de la pobreza en la infancia y en determinados barrios sigue. Se hizo mucho pero no alcanza. Revertir la pobreza infantil y actuar sobre la fractura social que separa unos barrios de otros, no es una cuestión que pueda esperar.
Un problema grave de la infancia es todo lo vinculado al neurodesarrollo. Las capacidades intelectuales de gran parte de nuestros niños están comprometidas y esto tiene pocas posibilidades de ser revertidas sino actuamos de 0 a 3 años.
Todos los niños de la zona tiene dificultades a ser vistos por especialistas. En el programa SERENAR para recién nacidos de alto riesgo, existe gran preocupación, como nos hacen saber los médicos que allí trabajan, porque han derivado muchos casos y la espera es hasta de 2 años sin tener una respuesta, lo cual resulta ridículo o totalmente inhumano.
Los bebés pobres no tienen sindicato y no reclaman, tampoco hacen ganar dinero a los que se preocupan por ellos, y no votan.
La clase política, los que toman las decisiones y los que las ejecutan deberían entender que invertir en los niños no nos da dinero pero nos dará en el futuro un país de primera. No hay desarrollo sin el desarrollo de nuestra gente. Todos debemos sumarnos a esta justa causa.

Primera infancia, vergüenza nacional

Por Jorge Bentancur
Corrían los años 50, el país se había enriquecido gracias a la guerra mundial. Mientras Europa atravesaba una de las mayores hambrunas, Uruguay aumentaba las arcas del tesoro nacional vendiendo alimentos a los países en guerra. Un rol fundamental había desempeñado la industria de la carne. El Frigorífico Nacional en el cual mi padre trabajó 40 años, enlataba todos los productos derivados de la carne, además de dulces, frutas y legumbres. En los frigoríficos emplazados en la barriada Cerro-Teja, llegaban a trabajar 12.000 vecinos. Cada trabajador recibía dos kilos de carne por día como beneficio social, lo cual equivalía a un consumo aproximado de medio kilo por persona.
La calle Grecia era una romería, las familias paseaban mirando vidrieras de comercios de todo tipo que también eran fruto de la prosperidad. El punto culminante era la heladería “Esteban” que con su fórmula secreta preparaba exquisitos helados para paladear no solo los cerrenses sino los visitantes de distintos barrios que venían a confirmar lo que la fama alcanzada difundía por Montevideo.
El Duna Hotel alojaba turistas, sobre todo en el verano, casi sobre la playa más destacada del Oeste con zona de pesca incluida.
En setiembre de 1950 surge una Comisión de Vecinos que patrocina ante la población cerrense la instalación de un hospital, una escuela industrial, un liceo de Enseñanza Secundaria, un mercado vecinal, oficinas públicas, parques de recreo y deportivos, alumbrados, viviendas económicas, etc…
Se considera oportuno realizar una exposición demostrativa sobre las necesidades locales.
Bajo el lema “El Cerro merece tener en obras algo de lo mucho que con su aporte dio al tesoro nacional”, tiene lugar la exposición organizada en la parte ejecutiva por Luis Vaia, el 7 de marzo de 1951 en la sede de la Sociedad Filantrópica “Cristóbal Colón”, ubicada en Grecia y República Argentina.
A partir de allí la Comisión de Fomento Edilicia y Social del Cerro se propone fundar un liceo para los hijos de los trabajadores. Algunos Consejeros de Secundaria opinan “¿para qué quieren estudiar los hijos de los obreros?”, se llega a decir que eran material de descarte. Luego sucedió que entre los primeros egresados del Liceo 11, el Dr. Tabaré Vázquez sería dos veces Presidente de la República, para los contras que decían que los hijos de los trabajadores no podían llegar.
Con muchas idas y venidas la Comisión Pro Liceo, logra comprar el Duna Hotel y transformarlo en un liceo. La comisión de vecinos logra acceder a un crédito bancario por la garantía que firmarían el Dr. Harretche y el boticario Etchesarre, dos célebres vecinos de nuestra barriada.
No solo la comisión pagó el préstamo con riguroso cumplimiento sino que trabajaron arduamente todo un caluroso verano para poner en condiciones el hotel y que pudiera abrir sus puertas para comenzar a dictar clases el 2 de mayo de 1953. Luego que el proyecto se transformó en una hermosa realidad, en la década del 60, los mejores profesores elegían el Cerro para enseñar a los hijos de los trabajadores.
Nosotros fuimos los privilegiados que recibíamos educación en un liceo de primera que cada año se mejoraba con el aporte de padres, alumnos, profesores y la comunidad toda.
Fue así hasta que llegan los años tristes de la dictadura y la mayoría de los profesores fueron destituidos. Eso significaba que ya no podrían impartir clases en liceos públicos, pero sí se les permitiría dar clases en los liceos privados para instruir a las clases dominantes.
En esa triste época cierran los frigoríficos, desaparecen las fuentes de trabajo y el barrio se transforma en una ciudad dormitorio. También comienza la época en que la carne se exportará desde los mataderos solo como materia prima y no como producto industrializado. Nada fue por casualidad.
A la esposa del dictador de turno se le ocurre traer cantegriles enteros para los núcleos de vivienda evolutiva construidos en Cerro Norte. Casas prefabricadas de techo liviano, muchísimo más caras que las viviendas dignas de ladrillo que construían las cooperativas. Vaya a saber quién se quedó con la diferencia.
Vecinos organizados en un grupo pre cooperativo necesitado de vivienda (COVICENOVA), deciden ocupar las casas apoyados por el Comité Vecinal del Cerro. Días después serían desalojados brutalmente y concretado el traslado del cantegril con el objetivo de romper la identidad de una barriada solidaria.
Mucha agua ha pasado bajo el puente, hoy nuestros nietos reciben en los mismos lugares que fuimos nosotros, una baja calidad de educación.
El barrio más rico socialmente de Montevideo es una de las zonas más marginadas.
Somos la cuna del país, nacen 4.000 niños por año en el Municipio A. La mitad corre riesgo de que no le crezca el cerebro como corresponde en el primer año de vida por falta de alimentación adecuada y de estímulos afectivos. Sus madres muchas veces tienen trece o catorce años y son niñas de hogares muy marginados en todos los sentidos de la vida.
Estos niños no solo serán víctimas de la desigualdad de oportunidades, sino que con esa gran discapacidad intelectual y afectiva, pronto se le cerraran muchas puertas de la vida y perderán la libertad, porque serán esclavos de otros que sí tuvieron todas las oportunidades o la suerte de nacer en otros barrios. Porque no es lo mismo una escuela pública en el Cerro que en Punta Carretas. La mejor escuela privada del Cerro no se podrá igualar a la escuela pública de otras localidades del este de Montevideo.
La comunidad cerrense ha desempeñado un rol activo que no solo se ha quedado en la denuncia y el reclamo de estas situaciones. Por mandato de los vecinos organizados, hace diez años que la Organización de Usuarios de Salud del Cerro fundó la Red de la Primera Infancia para buscar solución a estos problemas a través de la interdependencia.
En el 2006 se realizaba la primera feria de los bajitos en el Hogar del INAU de la Boyada, allí las autoridades de la época se comprometían con 25 CAIF nuevos para la zona. Al final de ese quinquenio no se había concretado ninguno. En el 2010 se prometieron quince CAIF nuevos, solo se concretaron dos.
Este año 2015, nos prometen 27, pero ya nos avisaron que de los 180 proyectados en todo el país para el quinquenio, el Ministerio de Economía dijo que sobre ese total se recortaran 20.
Yo me pregunto: ¿si fueran los nietos de las autoridades del gobierno los que corrieran el riesgo de no poder desarrollarse adecuadamente qué harían?
Los CAIF son una escuela para padres, un lugar para contener a los niños a partir de un año para realizar políticas integrales de desarrollo. Este es un problema complejo que no se soluciona con la varita mágica de los CAIF ¡Es lo que hay hoy! Pero de cero a un año, el período fundamental para el crecimiento de las neuronas y el cerebro, ¡no se les ha ocurrido nada!
Hoy, anuncian que con el Sistema de Cuidados está previsto el aumento de la licencia por maternidad. ¿De qué estamos hablando? ¿No se dan cuenta de que la mayoría de las jóvenes madres no tienen trabajo? ¡Basta de mirar para el costado! Nosotros tenemos una mesa de trabajo permanente por este tema, el Ministerio de Salud, el de Desarrollo Social y el de Educación deben participar y hacerse cargo.
Si la sociedad sigue reponiendo la población con bebés que no tendrán la oportunidad de desarrollarse física y afectivamente ¿De qué Uruguay 2030 estamos hablando?
Señor Presidente, Usted ha manifestado que la primera infancia es prioridad nacional, lo cual celebramos positivamente. Pero esta manifestación debe tener una concreción. Instamos a Ud. a poner las cosas en su lugar. No hay política pública que pueda desarrollarse si no tiene un reflejo acorde en el presupuesto y está claro que no lograremos un Uruguay equitativo, si no comenzamos a solucionar, aquí y ahora, las profundas desigualdades que se producen desde la cuna.