Estábamos hablando por whatsapp con Macarena, por esto del tapaboca para entrar al súper. En eso ella dice:
-Abaya.
-¿Ah vaya? ¿Qué descubriste?, ¿qué, quién, va ya a dónde?.
-Nada que ver, dije abaya.
-Ah, estás asombrada.
-Y tú de la nuca- dijo y se rió.
Desconcertada miré el celular, ¡cómo si la foto de Macarena en la pantalla pudiera darme una pista!, ni plín que pesco de qué habla.
-¿Ah vaya?- dije con cautela.
-Sí, abaya, burka, nigab.
-Dear, ¿te pasa algo?, ¿te atoraste?, ¿en qué idioma hablas- decía yo y a la otra le habían agarrado tales carcajadas que no podía explicarme.
Medio que me molestó, te digo, me sentí idiota ahí con el cel en la mano oyendo su risa, sin entender nada!
Yo las burlas las tomo mal, muy mal; falta de autoestima, me decía mamá, eso me ponía peor.
-Macarena, se entrecorta, estoy en la cocina y pierdo la señal- mentí y corté.
Te digo; no pasaron ni 2 minutos que estaba llamándome.
-Chichí ¿no era que querías resolver lo de la máscara?
-Sí, ahora tengo que ponerme una para ir al supermercado.
-¿Y cuál es tu drama.
-Dear, me extraña, no hay maquillaje que aguante con esas que venden.
-Sí, eso me dijiste hoy cuando me llamaste.
-Bueno, además se me empañan los lentes.
-También me lo comentaste, te dije que probaras a frotarlos con jabón seco.
-¡Dear!, ¿tenés idea de lo que cuestan los lentes multifocales, con antiraflejo y fotocromático?
-Ni ahí, yo veo bien sin lentes.
-Mentime que me gusta- ahora la que se reía era yo- Tú decidiste que TE VES BIEN SIN LENTES y no te los ponés- dije con ratintín.
-Bueno sigamos con el tema de la máscara, ¿armaste alguna?
-Ay, qué querés que te diga, ví la que se hizo Olguita con una lámina de acetato…
-¿Y vas a copiarla?
-Ni muerta salgo a la calle con eso, es muy poco fashion.
-Es fashion total, porque ahora es moda andar de máscara.
-Bueno, pero no, me siento como un obrero.
-Ah, te salió la chica burguesa.
-Como quieras, yo soy como soy y no me animo a salir con eso.
-¿Y las que se arman con una botella.
-¿Se arman con una botella de buen vino para matar todo coronavirus?- me burlé.
-¡Buen la tuya!, gárgaras de alcohol, quesito, aceitunas y al diablo con el bajón.
-Probé con una de esas mascarillas …las que tienen un pedacito de metal sobre el puente de la nariz, pero
-A ver ¿qué pero le encontraste a ésas?
-No me quedan bien, me resaltan las ojeras.
-Ponete corrector.
-Puse, en realidad me maquillé toda. Un trabajo, te digo, no cualquier color va con el parque blanco sobre la boca.
-¿Y por qué no te resultó?
-Se ensució toda.
-Hermana vos tenés más vueltas que una oreja- dijo y se hizo el silencio.
-¡Qué hago? Hoy al súper tengo que ir.
-Abaya…
-¿Te asombra que vaya?
-No pensaba en… ¿abaya, nijab, burga?
-¡Otra vez con la letanía!, teneme piedad ¿no te has dado cuenta de que no te entiendo?
-Pichona, estoy hablando de lo que usan las mujeres musulmanas.
Estupefacta quedé, de flash.
-Macarena ¡sos lo más!- Aplaudí y allá voló el celular.
-¿Chichí?, aló, pichona, contéstame- le escuché decir cuando rescaté el cel, que por suerte cayó en la tierra del naranjo.
-Dear, acá estoy, casi saliendo para comprar…
-¿Con qué tapabocas?
-No voy al súper, voy a La Aguada a comprarme uno de esos ah vaya burka.
-Paso a buscarte con el auto, bajá que en 5 estoy ahí- dijo y cortó.
Mientras iba en el ascensor, me miré al espejo y me tapé la cara con la mano. Quedé mirando cómo resaltaban mis ojos: ¡Ay por Dios, soy una Sherezade! , en mi futuro hay mil y una noche, con un rey de Persia ¡of cors!
Chichí
LA REINA DE PERSIA por Stella Maris Zaffaroni
